Desde el lejano planeta Mira os traemos el análisis de Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition para Nintendo Switch, una remasterización del juego original que Nintendo nos ofreció hace una década (2015) para la impopular (y cuasi-híbrida consola de Nintendo) Wii U. En su día, Xenoblade Chronicles X ofreció opiniones divididas debido a que, pese a ser un buen título, se trataba de un juego bastante exigente y fuera de su cronología (una especie de Spin-off lejos de las aventuras de la Monado, Shulk y sus amigos que tanto gustó al público en general).
Como hemos dicho antes, muy pocos usuarios pudieron tener acceso a este gran JRPG debido a que solo se podía disfrutar en exclusividad en la consola Wii U, por lo que es una buena noticia el que Nintendo lo haya vuelto más accesible lanzando esta versión “Definitiva” para la consola híbrida más famosa de todos los tiempos. Las preguntas son: ¿Vale realmente la pena pasar por caja de nuevo? ¿Las novedades que aportan son lo suficientemente jugosas?
El futuro de la Tierra
La aventura nos traslada a un futuro imaginario, concretamente el año 2054, donde la Tierra es destruida por el fuego cruzado entre dos potencias alienígenas. La humanidad, que preveía el desastre, evacua el planeta antes de la hecatombe. En el intento de huida muchas naves de escape fueron destruidas, pero una de ellas, «La Ballena Blanca», consiguió escapar y, tras años vagando por el espacio en busca de un planeta habitable, es finalmente atacada y obligada a realizar un aterrizaje de emergencia en un planeta lejano y misterioso al que los humanos llaman «Mira» y que rápidamente convierten en colonia terrícola.
Varios meses después de estos sucesos, una Blade (una especie de soldados destinados a proteger a la humanidad) de nombre Elma (que si me lo permitís diré que mantiene un parecido físico bastante notable con la villana T-ELOS de Xenosaga, también de Monolith Soft), encuentra una capsula de éxtasis con un superviviente dentro. Nosotros encarnaremos el papel de dicho superviviente, un personaje inicialmente plano a modo de avatar que no recuerda nada de su pasado y que pronto se verá inmerso en una gran aventura en pos de la supervivencia de la humanidad.
Y con estas pinceladas da inicio Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition, segunda entrega de la franquicia de Monolith Software, que se la puede considerar más una especie de spin off que una secuela canónica oficial de su predecesor (al contrario que ocurrió con Xenoblade Chronicles 2, que sí que guarda cierta relación con su primera entrega). Al igual que en sus hermanas, Xenoblade Chronicles X se trata de un action JRPG en un vastísimo mundo abierto.
La X no siempre marca el lugar
Nada más iniciar el juego podremos crear nuestro aséptico protagonista en un sencillo y muy limitado editor de personajes, un avatar sin emociones ni personalidad que ni siquiera tiene cuadros de dialogo más que unas tomas de decisiones en momentos puntuales del juego, unas sin importancia relevante frente a otras que pueden hacer cambiar el trascurrir de los acontecimientos.
Pronto terminaremos en la nueva colonia terrestre, bautizada como Nueva Los Ángeles, una vasta metrópolis donde destaca un cuartel general llamado BLADE donde los humanos colaboran con diversas tareas de cara a mejorar la situación actual de la humanidad y que van desde cartografiar el planeta, a derrotar fuertes bestias o recolectar minerales y vegetales que analizar. Aunque de entre todas estas misiones destaca una común para todos y la que será el eje principal de la historia, encontrar una capsula de salvamento que se desprendió de «La Ballena Blanca» y que contiene miles de vidas de ciudadanos terrestres en éxtasis.
Si algo caracteriza Xenoblade Chronicles X es la inmensa libertad que se proporciona al jugador ya desde los primeros compases del juego, y aunque esto suene como algo bueno es una espada de doble filo, ya que es proporcional al nivel de exigencia del mismo; me explico: Al igual que en todos los Xenoblades, el juego se distribuye en capítulos en el que hay que perseguir un objetivo que cumplir para así saltar al siguiente, y así hasta llegar al capítulo final y acabar el juego.
Inicialmente veremos que esto es así durante los tres primeros capítulos, que sirven más a modo de tutorial que otra cosa, pero pronto veremos cómo en Xenoblade X esto cambia a partir del capítulo 4, cuando vemos que nos sueltan en medio la gran ciudad sin un objetivo claro que cumplir.
¿Y esto? La única pista que nos dan es que aceptemos recados o misiones secundarias de gente desvalida. A medida que hagamos «cositas» nos daremos cuenta que de cara a avanzar en la historia será obligatorio cumplir determinados requisitos específicos como completar un determinado % del mapa del juego, realizar una/s determinada/s misión/es secundarias (y que no te dicen cual/es es/son) o ambos. Esto convierte el juego en un sumidero de tiempo en el que vas dando palos de ciego sin saber qué hacer (Dios bendiga las guías), algo parecido a los juegos de Fromsoftware (respecto a que no sabes donde exactamente ir) pero sin su característica tan elevada dificultad.
Para cumplir misiones, y si estamos muy perdidos, existen las «bolas sígueme«, un objeto consumible de lo más útil que te lleva al objetivo que buscas. El juego ya te advierte que el uso de este objeto no te garantiza ir por la ruta más acertada/segura, esto es debido a que el camino más claro puede estar plagado de enemigos cuasi imbatibles y que explorando alternativas la misión podría tener un desenlace más feliz y menos traumático.
Con esto, quiero dejar constancia de cómo el juego te anima a explorar y de cómo este objeto no es la panacea, ya que en más de una ocasión tendremos que rebanarnos los sesos para averiguar por donde ir, el juego es así de caprichoso (de nuevo: ¡Vivan las guías!)
Lo que queremos dejar claro es que Xenoblade Chronicles X es un juego bastante más duro a nivel de exigencia que sus hermanos, y que, por ello, probablemente y pese a ser un juegazo, no sea un título para todo el mundo con el riesgo que conlleva su abandono, especialmente para aquellos jugadores que les gusta ir guiados de la mano en todo momento; pero también es cierto que es parte de su encanto: Xenoblade Chronicles X te invita a perderte, jugar sin objetivos, explorar Mira, descubrir secretos, probar con enemigos nuevas tácticas de combate para vencerlos… Todo ello sin la presión de tener un objetivo claro que cumplir y con solo la misión de disfrutarlo.
Un mundo fantástico lleno de seres extraños
En cuanto tengamos acceso al control de nuestro personaje ya podremos iniciar combate y explorar mientras llegamos al centro neurálgico del juego, Nueva Los Ángeles. El sistema de combate se ha respetado con respecto a su entrega original salvo con algunas mejoras/ayudas jugables de las que hablaremos más adelante. Para quienes no lo sepan, este se asemeja mucho al de sus hermanos con la diferencia de que con un botón podremos alternar entre ataques cuerpo a cuerpo (más fuertes pero más cercanos al enemigo) y los de armas de fuego (más débiles pero en la distancia de los ataques enemigos).
Aparte de estos ataques físicos automáticos, podremos utilizar técnicas únicas de cada personaje llamadas «artes» y que tienen su tiempo de enfriamiento, éstas son mejorables con experiencia y pueden ser ofensivas, defensivas o de apoyo. De vez en cuando saldrá un mini juego a modo de QTC que nos dará diversas ventajas en caso de acertar. Cabe mencionar que se pueden atacar diferentes puntos de los enemigos, como piernas o brazos, que nos permitirán mostrar un lado más vulnerable o dejarlos a merced de la indefensión y a críticos, por lo que para los enemigos más duros es interesante explorar este campo.
Por supuesto, para salir victoriosos de los enfrentamientos es imprescindible proveerse de nuevo equipamiento más poderoso, para ello tendremos tiendas en Nueva Los Ángeles o bien explorando por Mira, en cualquier caso, si veis muy complicado el sistema de equipo que sepáis que hay una opción de «equipo automático» que te pone los accesorios más idóneos. Respecto a los enemigos, diré que van catalogados por niveles y que un único nivel de diferencia puede convertirlos en un rival muy duro a vencer, cosa que nos indica los niveles de exigencia del juego.
Aparte del nivel, los enemigos pueden ser pacíficos (solo atacarán si se les provoca), territoriales (atacarán si nos acercamos demasiado) o violentos, que solo oyéndonos se lanzarán a por nosotros. Es imprescindible estudiar la orografía del entorno antes de iniciar un enfrentamiento, no sería la primera vez que un combate nos lleva cerca de seres pacíficos que reciben fuego cruzado y se unen a la contienda con resultados catastróficos (hacía nosotros).
Y como no, no pueden faltar en ningún juego tipo «Xeno» que se precie (Xenogears, Xenosaga, Xenoblade…) no podían faltar los mechas o robots gigantes, aquí apodados squells. Cabe decir que son objetos muy preciados en el juego y que abren todo un abanico de posibilidades cara a la exploración de Mira gracias a sus capacidades de vuelo, y digo preciados porque también pueden usarse en combate y romperse, por lo que es aconsejable tener contratado un carísimo seguro de squell (aquí, como en la vida, todo se arregla con dinero).
Apartado gráfico y sonoro
Y llegamos al apartado más popular por casi todos, el renovado (o no) apartado gráfico que tienen muchos remastereds. Podemos respirar con alivio al afirmar que las mejoras gráficas y las decisiones de rediseño son más que acertadas.
Al igual que la Definitive Edition que sufrió su hermana pequeña, Xenoblade Chronicles, los personajes han pasado por un rediseño para parecer más naturales y más cercanos al estilo anime que tanto nos gusta. Esto se aplica en la inclusión de nuevas y suavizadas texturas, cosa que no solo queda patente en los personajes, sino cuando nos movemos por el mapa y vemos como la orografía del planeta se muestra en la distancia mucho más clara y suave y mucho más disfrutable cuando vemos el cambio de colorido durante la transición día/noche.
La tasa de frames ha subido considerablemente, pero sufre de pequeñas caídas en determinados momentos en los que la carga gráfica es más exigente, algo que si sois unos puntillosos de los FPS como yo notaréis, pero que no afecta prácticamente a la experiencia jugable, ya que esta situación suele aplicarse especialmente en las cinemáticas. Con todo esto, lo que queremos decir es que explorar Mira se ha vuelto una experiencia mucho más increíble y satisfactoria.
El apartado sonoro es uno que no ha tenido apenas cambios, las melodías suenan prácticamente igual que en su versión Wii U con algún que otro cambio como la posibilidad de modificar las canciones cantadas a la hora de volar en los squells, algo que hace la exploración más relajante al poder disfrutar de algo instrumental.
Por lo demás, y al igual que su versión Wii U, los textos estarán traducidos al español y las voces se pueden disfrutar tanto en inglés como en japonés. Añado que, como pasa en otros títulos de la franquicia, si somos un poco maños en el idioma de Shakespeare no daremos cuenta de cómo los textos suelen ser una cosa muy simplificada con respecto a lo que dice el personaje en inglés, con adaptaciones un poco parcas en determinados momentos.
Novedades
Y llegamos al apartado de las novedades, que no son pocas. Para empezar, y sin hacer spoilers, diremos que el juego cuenta con un extenso epílogo final que aportará explicaciones y añadirá nuevas capas de profundidad a la historia original. He de añadir que si sois fans de la franquicia, solo por este motivo ya vale la pena adquirir esta Definitive Edition.
Continuaremos hablando con el desarrollo del juego, que se ha vuelto más accesible gracias a su nueva interfaz, totalmente renovada y que ahora aporta información mucha más clara y precisa con nuevas opciones como personalización en los atuendos de los personajes (algo meramente estético pero no deja de ser todo un detalle) y la posibilidad de resetear las artes para cambiarlas a placer.
El enorme mapa de Mira y de Nueva Los Ángeles permitirá la inclusión de etiquetas de cara a aclarar conceptos para no perdernos, algo muy de agradecer para un mapeado de semejantes dimensiones. Al elegir entre las diferentes divisiones Blade esto no bloqueará misiones específicas de cada cuerpo, permitiendo disfrutarlas todas sin necesidad de empezar nueva partida para elegir otra división diferente. Como nota curiosa, el juego original en el editor de personajes se te permitía elegir el tamaño de los bustos de los personajes femeninos, pues bien, esa opción se ha quedado fuera.
Por lo demás: Nuevos personajes, squells, armas, así como la decisión de incluir novedades jugables en los combates, como una habilidad que permite la carga de arte instantánea, aunque de forma limitada, gastando una determinada cantidad de puntos, que sin duda facilitará los enfrentamientos a más de un jugador. Y hasta aquí llegamos con todas las novedades que hemos notado en Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition.
Conclusión
Nintendo nos regala otro título de la gama «Definitive Edition» que tanto acostumbra ofrecer y que, además, tanto nos encanta. Esta vez, el testigo lo ha tomado Xenoblade Chronicles X de Wii U, un juego que combinaba elementos clásicos del género jRPG con innovaciones jugables que lo hicieron destacar dentro de la vasta oferta de títulos que existía en su momento.
Para quienes no lo jugaron en su día, os diremos que es el mismo juego de siempre, pero mejor y más grande, con unos añadidos bastante satisfactorios que hacen que nos encontremos ante un título grande, denso y con gran cantidad de horas en su espalda que ofrece al jugador un fascinante mundo abierto que explorar enfrentándonos a gran cantidad de amenazas a través de un sistema de combate bastante dinámico y divertido mientras nos vamos empapando de su historia, un argumento lleno de giros de guion y momentos dramáticos y morales a mansalva.
Las mejoras gráficas y de rendimiento cobran protagonismo mejorando lo ya de por si bueno y ofrecido por Wii U, convirtiendo esta Definitive Edition en la mejor forma de disfrutarlo. Si bien algunos pueden considerar que la historia no tiene el mismo impacto emocional que otros juegos de la saga, Xenoblade Chronicles X sigue siendo un título imprescindible para los fanáticos de los jRPGs y para aquellos que buscan una aventura épica en un mundo abierto en el que perderse.
Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition ya se encuentra disponible en exclusiva para Nintendo Switch tanto en formato físico como digital.
Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition
Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition es, sin duda alguna, una excelente forma de jugar al hasta ahora exclusivo gran juego de Wii U, que, lejos de ser un mal juego, puede no ser apto para todo tipo de jugador.
Lo mejor
- Los añadidos, especialmente el epílogo
- El divertido sistema de combate
- Las mejoras gráficas y de calidad de vida
Lo peor
- Su (aún) críptico sistema de avance
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Historia
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Jugabilidad
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Apartado artístico
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Apartado sonoro