Hoy os traemos el análisis de Dynasty Warriors Origins para Playstation 5, un nuevo episodio de la famosa saga de Koei Tecmo y de la que llevamos sin tener noticias desde 2019 con su última entrega numérica y centrada en acción Dynasty Warriors 9 (sin tener en cuenta su edición «Empires», versión algo más centrada en la estrategia). En esta ocasión, encarnaremos el papel de un misterioso y amnésico personaje y viviremos de primera mano las aventuras narradas en el «Romance de los Tres Reinos«, tal como viene siendo tradición en la franquicia.
¿Qué nunca habéis vivido de primera mano este romance? ¿Queréis saber de qué va? ¿Os gustan las aventuras de acción y la acción desmedida? ¡Pues estáis de suerte! ¡Coged papel y lápiz (luego entenderéis el porqué) y acompañadnos en este análisis en el que viviremos esta interesante aventura repleta de acción, estrategia y misterio!
Los musou, ¿qué es Dynasty Warriors?
Para quienes no lo sepan, la saga Dynasty Warriors nació como un intento de recrear y llevar «El Romance de los Tres Reinos», una popular novela histórica del autor Luo Guanzhong, a un videojuego. Como culturilla general diremos que dicha novela está ambientada en los turbulentos años que marcaban el fin de la dinastía Han y englobaban el inicio del periodo de los Tres Reinos de la historia de China (concretamente desde 169 d. C. hasta la reunificación de toda China en el año 280 d. C).
Dynasty Warriors Origins no es el único juego que narra dichos acontecimientos, ya que otros títulos también exploran este tema, como por ejemplo pudimos ver en el recientemente análisis de Wo Long: Fallen Destiny. Pero no nos desviemos y volvamos a centrarnos en Dynasty Warriors, como podemos comprobar, pese a tratarse de una obra de ficción, gran parte está inspirada en acontecimientos históricos reales al igual que lo hace la saga Dynasty Warriors.
Volviendo al tema, si queremos conocer los orígenes deberemos de remontarnos al año 1997, concretamente a la época de la primera PlayStation, ya que Dynasty Warriors nació ahí. Lejos de parecer el juego de acción que a día de hoy conocemos, el primer Dynasty Warriors (llamado en japonés «Sangokumuso«) nació como un juego de peleas a lo Tekken que intentaba emular a los grandes del género del momento en una época en la que los juegos de peleas eran lo más y dabas una patada y salían 20.
No fue hasta la generación siguiente, concretamente en el año 2000 y ya con la PlayStation 2, que llego «Shin Sangokumuso«, apodado en Occidente como Dynasty Warriors 2 (ya empezamos con los líos de nombres que acostumbraban a traernos las empresas cuando localizaban un juego a Occidente tal y como vimos con otras sagas como Clock Tower o Secret of Mana).
Esta subsaga «Shin» (inicialmente pensada como un «spin off«) gustó tanto que lo que parecía se iba a quedar en eso, un spin off puntual, asentó bases y, sin comerlo ni beberlo, centró precedentes en lo que serían los Dynasty Warriors a partir de entonces, relegando el juego de peleas al más profundo olvido para dar inicio al género Musou, un término japonés que significa «único» o «sin igual«.
Para todo aquel cuyo primer contacto con la saga Dynasty Warriors sea este análisis, diremos a modo de resumen que Dynasty Warriors es una serie de juegos de acción tipo hack & slash cuya historia abarca más de 20 años con más de una veintena de títulos en su haber (incluyendo juego tácticos u otros basados en otras franquicias como The Legend of Zelda o Fire Emblem) y que han vendido más de 21 millones de unidades en todo el mundo. La característica principal de estos «Musou» se centra con combatir con nuestro héroe a ingentes cantidades de soldados (ejércitos más bien) bastante más débiles que nosotros y cuyos combatientes generalmente mataremos de 1 o 2 golpes.
En juegos anteriores, los «héroes» que el jugador asumía eran oficiales del período histórico del Romance de los Tres Reinos como Cao Cao, Sun Jian, Liu Bei, Zhang Liao, Xiahou Dun… (¿entendéis ahora porque decía antes lo de papel y lápiz?) Mientras luchan contra hordas de soldados en partidas de 1 contra cientos de soldados. Con esta última entrega, el desarrollador Omega Force regresa a sus raíces y ofrece de nuevo la emoción de abatir innumerables enemigos a golpe de arma, pero con un curioso y diferente punto de vista, ya que no encarnaremos a estos héroes…
El romance de los tres reinos
En un país donde la guerra devora todo lo que encuentra, nuestra aventura comienza cuando nosotros, un silencioso y amnésico personaje, descubre cómo posee ciertas habilidades innatas para el combate al ayudar, casi de forma inconsciente, a gente desvalida y a merced de los saqueos y de la tiranía del ejército opresor. Pronto iremos conociendo a los distintos héroes del romance de los Tres Reinos junto a los que viviremos sus diferentes puntos de vista y conoceremos sus inquietudes.
Esta es una nueva forma de contar esta historia con un refrescante punto de vista algo más ambiguo al vivido en entregas anteriores, donde, como hemos dicho, encarnábamos a los diferentes héroes pertenecientes a sus correspondientes facciones. De esta forma ahora seremos alguien más «neutral», aséptico y con un punto de vista algo más objetivo, algo que creemos ha sido todo un acierto.
Aun así, nuestro personaje seguirá enfrentándose a hordas de enemigos a lo largo de los 5 episodios que conforman esta aventura y en los que tendremos pequeñas y grandes tomas de decisiones que pueden hacer variar el desenlace de la misma.
Es interesante ver cómo cambia y trascurre la historia dependiendo de a qué facción nos afiliemos, por lo que el juego gana un extra de rejugabilidad, incluso contando con un final secreto si se cumplen ciertas condiciones. Y si deseamos volver a jugar y explorar las diferentes rutas, el juego es tan amable que nos permite empezar directamente desde el capítulo donde ocurre dicha escisión, algo parecido a lo vivido en Fire Emblem Fates y que expansión quisiéramos jugar, si conquista, estirpe o revelación.
La antigua China a nuestros pies
En cuanto iniciemos el juego y desde los primeros compases del mismo, podremos mover a nuestro misterioso personaje en un mapa bastante abierto donde iremos recorriendo las diferentes zonas de China en busca de aventuras. El mapa se irá ampliando a medida que la trama avance permitiéndonos acceder a nuevas localizaciones. Dicho mapa es extenso y podremos utilizar teletransportadores si quisiéramos movernos grandes distancias con gran rapidez.
Mientras exploremos, encontraremos objetos, personajes que nos contarán sus dramas y nos ofrecerán misiones secundarias, desafíos, albergues, y así un largo etcétera, todo ello en un rico ecosistema de diversión en el que las recompensas están a la orden del día, ya sea a modo de técnicas desbloqueables, adquiriendo experiencia, armas, oro, gemas y un sinfín de extras más. Hagas lo que hagas notarás como todo da sus frutos, algo bastante reconfortante y satisfactorio.
Para las misiones principales nos reuniremos con algún/os dirigente/s de nuestro equipo en el que, como si de un consejo de guerra se tratara, se comentará los pros y los contras del terreno, los puntos débiles de nuestro equipo, cuál es la mejor forma de proceder para garantizar el éxito de la misión, y un sinfín de pistas más que hacen que aumente aún más la inmersión en la aventura. Mencionar que dichas misiones principales son bastante más largas en comparación de algunos desafíos o misiones secundarias que pueden llevarnos apenas un minuto y medio el acabarlas.
¡Apartaos que allá voy!
En Dynasty Warriors Origins, y al igual que en otras entregas de la saga, nuestro héroe se enfrentará al ejército invasor (¡y nunca mejor dicho!) realizando una serie de combos de ataque mientras alterna ataques rápidos y débiles con fuertes y contundentes. Aparte, podrá saltar, protegerse o realizar diversas técnicas o artes que consumen una barra de «bravura«, una energía que se va regenerando a medida que vamos propinando ataques al enemigo. También tendremos una barra de energía algo más difícil de rellenar que, de conseguirlo, nos permitirá realizar un potente ataque llamado Musou, una destructiva técnica que arrasará todo en nuestro alrededor en un área bastante amplia.
Las «técnicas» o «artes», las iremos ganando a medida que nuestro personaje prospere, ya que, como si de un RPG se tratara, iremos ganando puntos de experiencia y adquiriendo diversos rangos que nos permitirán comprar alguna nueva con puntos o ganarlas al ir ganando maestría al insistir usando cada una de las diferentes armas del juego (como espadones, lanzas, guantes, ruedas y así hasta un total de 9 diferentes armas).
Cabe decir que cada arma es bastante diferente a la anterior tanto a nivel de estadísticas como a nivel jugable, ofreciendo de esta forma unos combos y un gameplay muy diverso, cosa que dota a la acción de cierta frescura en caso de que nos aburramos de utilizar, por ejemplo, siempre la espada. Por si esto fuera poco, el personaje permite cierto nivel de customización, ya que podremos ir equipándole diversos abalorios que cambien sus estadísticas, como la fuerza, el nivel de vida o de defensa.
¿Es la defensa un buen ataque o por el contrario el ataque una buena defensa?
Hemos hablado antes de que nos enfrentaremos a rivales muy débiles en grandes cantidades o ejércitos, pero es bien sabido que detrás de cada ejército siempre hay un general, y eso también pasa en Dynasty Warriors. En determinados momentos nos encontraremos con algún jefe entre las huestes enemigas que resulte algo más resistente que sus vasallos.
Vencerlos puede llegar a ser complicado ya que estos cuentan con sus propios set de movimientos y técnicas además de una barra de vida y de defensa bastante más extensa. Para ello, tendremos que recurrir a diversas estratagemas cara a derrotarlos, por lo que podríamos decir que Dynasty Warriors es un juego de acción en el que deberemos de recurrir a determinadas estrategias en momentos puntuales.
Además, en Dynasty Warriors Origins podremos protegernos de los ataques enemigos con la particularidad de poder contraatacar si nos defendemos en el momento justo antes de recibir un ataque. Con esto realizaremos un desvío del ataque (comúnmente conocido en la comunidad gamer como «parry«) y romperemos la guardia del rival pudiendo llegar a dejar su punto débil al descubierto si presionamos lo bastante. Otra forma de romper dicha guardia será realizando determinadas «técnicas» mientras están ejecutando un movimiento imparable, por lo que los reflejos del jugador serán clave para poder derrotar a los jefes más duros del juego.
Apartado visual y sonoro
Si algo nos va a llamar enormemente la atención es el gran salto respecto al apartado gráfico entre su predecesor y esta entrega. Los diferentes vídeos CGI que decoran las escenas en los momentos clave del juego estarán muy bien conseguidos, pero hemos de admitir que lucen tan bien que cuando se produce el salto de dichas las escenas CGI a las escenas con los personajes movidos por el motor del juego hace que estos queden bastante deslucidos en comparación. Tened en cuenta que con esto no queremos decir que se vean mal, al contrario, se ven también super bien.
Dynasty Warriors Origins nos dejará elegir entre los populares modos calidad o rendimiento. Mencionar que en juegos de este tipo el rendimiento es MUY IMPORTANTE, de modo que nosotros hemos estado jugando utilizando este último. Como nota curiosa nos dejará elegir si lo queremos disfrutar el juego a 60 o a 120 FPS, algo muy de agradecer y que rinde con especial fluidez y sin ralentizaciones de ningún tipo pese a tener tanto enemigo en pantalla.
Respecto al apartado sonoro, Koei Tecmo nos vuelve a ofrecer partituras bastante diferentes dependiendo de en qué momento del juego nos encontremos. En sus momentos de acción, las melodías principales sonarán muy metaleras donde las guitarras eléctricas y las baterías cobrarán especial protagonismo, con acordes muy cañeros e incluso momentos en los que las cuerdas sonarán con gran distorsión, calificativos que inicialmente pueden sonar muy mal pero que, por el contrario, casan muy bien con el espíritu del juego y animan al jugador a seguir luchando hasta el final.
He de admitir que la banda sonora me ha parecido muy buena, especialmente si sois jugadores de acción que os dejáis influenciar por la música a la hora de jugar, ya que os va a «engorilar» mucho con sus grandes temazos.
En los momentos más tranquilos en los que los personajes estén desarrollando la trama, o incluso cuando estemos andando por el mapa del mundo en busca de nuevas misiones u objetivos, las melodías serán mucho más tranquilas, invitándonos a reflexionar antes de actuar y a decidir con acierto nuestros siguientes movimientos, como el explorar un mapa enemigo cara a un asedio para encontrar puntos débiles en los ejércitos rivales o donde deberíamos de ir en primer lugar a prestar refuerzos en cuanto iniciemos la contienda. Estás sonarán muy orientales con una gran predilección por los instrumentos chinos.
Respecto al doblaje, el juego nos llegara en japonés o en inglés, y los textos se podrán disfrutar en varios idiomas entre los que se encuentra el castellano.
Conclusión
Con Dynasty Warriors Origins, Omega Force ha querido volver a los orígenes y así poder ofrecer a las nuevas generaciones toda esa acción desenfrenada que caracterizaban cada una de sus entregas anteriores, pero ahora con nuevas mecánicas para atraer tanto al jugador veterano cómo al nuevo y una narrativa más sólida y más «imparcial». Como «tip» diré que si no estáis familiarizados con esta historia algunos nombres os sonarán iguales o, literalmente, a «chino», obligándonos a hacer un pequeño croquis en unos primeros momentos para no perdernos.
Una estupenda forma de disfrutar de la historia china de «Los tres Reinos» con un apartado gráfico espectacular y un gameplay muy divertido y adictivo, así como una buena opción para familiarizarse tanto con el género musou como con el Romance de los Tres Reinos. Una aventura cuya conclusión puede llevarnos fácilmente las 20 horas de juego, y considerablemente más, casi unas 100, si queremos profundizar en sus entresijos y queremos desbloquear los otros diferentes finales que posee. Hemos de aclarar que el juego tiene gran variedad de objetivos diferentes en sus misiones para que no nos parezca que estamos haciendo siempre lo mismo, pero si nos centramos en hacer el 100%, puede llegar a agobiar un poco.
Dynasty Warriors Origins ya está disponible para PlayStation 5, Xbox Series S/X o PC vía Steam, tanto en formato físico cómo digital.
Dynasty Warriors Origins
Dynasty Warriors Origins es una nueva entrega con un retorno a sus orígenes y un renovado apartado gráfico con nuevas mecánicas jugables.
Lo mejor
- La increíble banda sonora
- El apartado gráfico
- Poder volver a disfrutar del romance de los tres reinos
- Muy divertido de jugar
- El rendimiento del juego
Lo peor
- Carece de modo multijugador, ni online ni local
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Jugabilidad
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Historia
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Apartado artístico
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Apartado sonoro