Tras encontrarnos con una devastada Thedas, hoy os traemos el análisis de Dragon Age: The Veilguard para PlayStation 5, quinta entrega de una saga cuyo periplo inició en el 2009 con Dragon Age Origins y que Bioware tiene el placer de continuar con esta última entrega.
La saga Dragon Age se inició con Dragon Age Origins, un juego de rol influenciado de juegos del momento como fueron Baldur´s Gate o Never Winter Nights (que a su vez estaban basados en AD&D) con un extensísimo lore que en su momento supo cautivar una gran cantidad de fans. De hecho, tuvo tanto éxito que ya no solo de videojuegos, sino que extendió su lore con novelas, cómics, series de TV e incluso películas.
Tras el final tan abierto que nos dejó Dragon Age Inquisición, por fin podremos ver qué planes se trae entre manos Fen´harel, el lobo terrible, y concluir esta interesante trama.
¿Tendremos un final apoteósico? O por el contrario, ¿será una decepción? ¡Acompañadnos a en este análisis para averiguarlo!
Thedas de nuevo en problemas
Iniciaremos nuestra aventura con Varric y una cara nueva, el/la joven Rook. Ambos andan siguiendo la pista desde hace tiempo de Solas o Fen´harel, el lobo terrible, a través de toda Thedas. Las últimas pistas les llevan al reino de Tevinter, donde descubren que está preparando un ritual que está causando estragos en el mundo físico, ya que demonios y demás espíritus están invadiendo el plano físico a través de pequeños desgarros en el velo producidos por el ritual, tal como pudimos ver en DAI.
El ritual es interrumpido por nuestros héroes con terribles consecuencias, ya que dos de los antiguos compañeros de Solas, los antiguos dioses élficos, quedan en libertad, campando a sus anchas en el mundo físico, además, Solas ocupa su lugar en su prisión. Será el deber de Rook y el resto de gente el detener esta nueva amenaza que se cierne sobre Thedas.
Y con estas leves pinceladas da comienzo Dragon Age: The Veilguard, quinta entrega de una franquicia que, para quienes no lo sepan, se trata de unos juegos de rol ambientados en un mundo de fantasía y magia en un continente llamado Thedas. En esta ocasión, con Veilguard nos encontraremos con un juego mucho más enfocado en la acción que en el rol o lo meramente táctico, eso sí, seguiremos teniendo elementos rolescos como son las subidas de nivel, mejoras de estatus, cambios de estado, elementos que equipar para mejorar a nuestros personajes, etc.
Lo que sí que queremos dejar claro es que, al contrario que en otros Dragon Age o la saga Mass Effect donde arrastrábamos las consecuencias derivadas de las decisiones tomadas en otras entregas, en Veilguard esto no pasa, por lo que tendremos una aventura liberada de las decisiones tomadas anteriormente. Esto, tristemente, se traduce en que la decisión y el destino final de la inquisición tomada en el DLC final de DAI no acarrea ninguna consecuencia significativa en esta entrega, ¿algún cambio en alguna decisión a lo largo desarrollo de Veilguard? Puede que nunca lo sepamos…
Primeros pasos de Dragon Age: The Veilguard
Nada más iniciar la partida, lo primero que tendremos que hacer es definir cómo queremos que sea nuestro personaje principal, Rook, gracias a un completísimo editor de personajes que nos ha recordado mucho al de Dragon´s Dogma 2, pero aderezado con cosas que vimos en Mass Effect, como el trasfondo del personaje. De este modo, Rook podrá pertenecer a una facción u otra, y con ello, tendrá una historia y un pasado bastante más personalizada que en entregas anteriores (con permiso de Dragon Age Origins).
Esto desbloqueará en la partida diálogos exclusivos y situaciones que animan al jugador a rejugar para que en una nueva partida podamos experimentar los cambios y ver las diferencias que harán que nos empapemos aún más del mundo de Dragon Age: The Veilguard (no llega a ser como en Origins donde dependía de qué personaje escogiéramos el inicio de la campaña, pero no deja de ser un añadido bastante interesante).
Otra de las cosas a elegir será la raza y clase de nuestro personaje, aquí tendremos las clásicas de toda la franquicia: elfo, humano o enano y guerrero, pícaro y mago respectivamente. En nuestro caso, nos hicimos un mago, que es una tradición personal que siempre cumplo en el universo Dragón Age. Decir que si estáis indecisos en el aspecto físico de vuestro personaje no hay de que preocuparse, ya que prácticamente desde el inicio de la aventura tendremos acceso a un ítem que nos permite editar de nuevo nuestro personaje al completo.
Como curiosidad, queríamos mencionar la labor que ha hecho Bioware a la hora de incluir diversidad e igualdad, ya que desde el editor podremos elegir opciones tan originales como crearnos un personaje femenino, pero con voz de hombre o que se refieran a nosotros en género neutro por si somos de género fluido. Un añadido que seguro será de agradecer por varios y que no hace mal a nadie (si no te gustan estas características, simplemente no lo uses y fin).
Moviéndose por Thedas
Como hemos dicho antes, podremos elegir entre tres clases: Guerrero, pícaro y mago. Cada una de ellas contará con sus propias estadísticas y forma de jugar. El mago estará más especializado en ataques a distancia, el pícaro será más ágil y estará más enfocado en hacer parrys y golpes críticos y el guerrero será más “tanque”.
He de añadir que en Veilguard se ha potenciado muchísimo la jugabilidad, tanto que es más action RPG que nunca. De hecho, jugando me ha recordado y me he sentido como si lo hiciera con el segundo Mass Effect. Ante nosotros tenemos un juego muy dinámico y muy épico. Los combates son muy divertidos y ágiles con los que no pararemos de pulsar secuencias de botones para salir victoriosos. Como héroe, Rook podrá correr, saltar, atacar con ataques básicos, utilizar técnicas/hechizos, defenderse, esquivar, etc.
Respecto al gameplay del juego, quizás lo más curioso y lo que más me ha sorprendido es que, aunque al igual de otros títulos de Bioware tendremos dos compañeros de nuestro escuadrón en el pelotón principal, en esta ocasión, no podremos ni controlarlos ni necesitaremos estar muy pendientes de ellos, ya que ni sufren daño ni hay que curarlos. Ahora, nuestros compañeros tienen labor meramente asistencial en contra de otras entregas donde deberíamos de controlar su barra de salud y que no nos los mataran (algo que nos dejaba muy vendidos).
Esto simplifica notablemente el juego donde ahora solo deberemos prestar caución por nuestro personaje principal, Rook, donde podremos utilizar las técnicas de combate de nuestros compañeros para que apoyen nuestros ataques (además, las detonaciones al combinar magias vuelven como tuvimos en Mass Effect); incluso podremos utilizar sus habilidades únicas a la hora de superar algún puzle. En este aspecto, recalcamos de nuevo que Bioware ha apostado más por la acción que por lo táctico, algo que impide que se rompa el dinamismo del enfrentamiento y más acorde a los estandartes actuales.
Como es habitual en la saga, nuestro personajes y nuestros compañeros subirán de nivel a medida que vayan ganando experiencia, completando misiones o eliminando enemigos, y con ello, tendrán acceso a un tablero de habilidades bastante denso y que me ha recordado mucho al de Final Fantasy X. En él, podremos especializarnos dependiendo que ruta cojamos al ir creciendo, y lo mismo se aplica a nuestros compañeros.
Decir también que este tablero no es perenne, de modo que si en algún momento queremos experimentar, podremos recuperar todos los puntos y probar otra ruta de habilidades desbloqueadas. Y por supuesto, no podían faltar las piezas de equipo o accesorios con los que armar a nuestros personajes, algo que le da ese punto de personalización y especialización único.
Exploración y toma de decisiones
Si recordamos, DAI se centraba en los mundos abiertos, algo muy de moda hace unos años y que poco a poco se ha ido abandonando, con un juego muy denso y con muchas posibilidades, pero que a algunos jugadores llegaba a agobiar. Con Dragon Age: The Veilguard, Bioware apuesta por una vuelta atrás, simplificándolo todo pero sin llegar a ser monótono, un equilibrio muy difícil de conseguir. Antes hemos hablado de que se ha simplificado bastante el sistema de combate, pues lo mismo se ha trasladado a los mapas.
Ahora, en vez de un mundo abierto, nos encontraremos con unos mapeados bastante extensos con varios secretos y rutas y donde se ha explotado bastante la verticalidad, dando al entorno varias capas de exploración y con una sensación de siempre estar haciendo y descubriendo cosas, algo que se ha sabido trasmitir con mucho éxito.
Y como no podía faltar en ningún juego de Bioware, de nuevo nos encontramos con las populares tomas de decisiones, algunas críticas para el éxito de la aventura, otras menos importantes, como por ejemplo para abrir pie a los diferentes romances que tiene el juego, y otras con consecuencias menores que se trasladan a una u otra recompensa. Por supuesto, todas ellas afectan a cómo se sientan nuestros compañeros de aventuras, ya que unas molestarán a unos y agradarán a otros, y siempre es importante tener buena afinidad con nuestros compañeros.
Apartado gráfico y sonoro
Antes de hablar del apartado gráfico me gustaría comentar su apartado artístico, el cual es impecable. Si os gustaron los anteriores Dragon Age, Dragon Age: The Veilguard no os decepcionará. Visualmente mantiene la estética de la franquicia con entornos muy variados, bien diseñados y ricos en detalles. Bosques encantados, ciudades, civilizaciones caídas o incluso el velo, el mundo onírico de la saga, harán que nos sumerjamos totalmente en un Thedas místico, con unos escenarios muy vivos y llenos de magia.
Respecto a los gráficos, nos encontraremos con un juego next gen (recordemos que DAI se programó para PS3 con lanzamiento simultáneo para PS3 y PS4, por lo que no tenía gráficos 100% next gen). Así pues, con Veilguard nos encontramos con un juego cuyo aspecto gráfico se encuentra con dos generaciones de diferencia con respecto su antecesor, algo que se hace notable y más que evidente. Como acostumbra a hacer Bioware, tendremos con unos personajes muy bien diseñados con unos modelados ricos en detalles y con unas animaciones suaves y fluidas. El juego nos permitirá decidir entre los característicos modo rendimiento y calidad, recomendando el primero, especialmente para disfrutar al 100% de los combates, que son muy dinámicos y fluido.
El apartado sonoro no se queda atrás, Hans Zimmer aporta sus partituras en esta entrega recompensándonos con temas muy tranquilos cuando estamos explorando y muy épicos cuando entremos en combate. He de decir que en cuanto escuché los primeros compases del compositor en los primeros minutos de juego ya me sentí completamente cautivado. Los textos del juego estarán completamente traducidos al español, mientras que las voces, de nuevo, solo podremos disfrutarlos en inglés, francés o alemán.
Conclusión
Dragon Age: The Veilguard añade un legado a la saga y una capa extra de profundidad a su lore y sus personajes. Bioware ha puesto toda la carne en el asador, cumpliendo con creces pese al miedo que cosechó entre el público debido a tanto retraso y rehacer de la entrega y con 10 años de espera entre entrega y entrega a su espalda.
La combinación de una narrativa profunda, junto con un sistema de combate divertido y emocionante y con un apartado visual impecable, lo convierte en un juego imprescindible en la biblioteca de todo jugador que le guste la espada y la brujería, satisfaciendo por igual tanto a fans de la franquicia como a nuevas incorporaciones, aunque, en este aspecto he de añadir que conocer el mundo de Thedas al dedillo ayuda bastante, ya que sino tal vez puedas sentirte algo perdido con respecto a algunos conceptos o acontecimientos; aunque lo que también podéis hacer es leeros nuestros reportajes del mundo de Thedas y sentiros totalmente informados:
- El mundo de Thedas: Primeros años y conceptos básicos.
- El mundo de Thedas: Fe y geografía.
- El mundo de Thedas: Los juegos de Dragon Age.
Dragon Age: The Veilguard ya se encuentra disponible para Playstation 5, Xbox Series X y PC, contando tanto con una edición Deluxe como con la básica.
Dragon Age: The Veilguard
¡La vuelta a Thedas nunca había sido tan divertida! Dragon Age: The Veilguard es la entrega que fans de Dragon Age han estado esperando durante casi 10 años y que seguramente no dejará a nadie indiferente
Lo mejor
- Apartado artístico, gráfico y sonoro
- La carisma de los personajes
Lo peor
- Puede echarse de menos algo más táctico
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Historia
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Jugabilidad
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Apartado artístico
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Apartado sonoro