Si os digo, vampiros abstemios que pueden andar bajo el Sol y tener descendencia, seguro que rápido pensáis en la familia Cullen de Crepúsculo, pero siento deciros que estáis muy equivocados y se trata de Los Radley, una familia de clase media típica inglesa que viven en su casa con jardín, que dan fiestas de cumpleaños invitando a sus vecinos y que en apariencia son totalmente normales. Y es que en verdad son totalmente normales, con la salvedad de que son inmortales y beben sangre. Bueno, esto último no. Interesante ¿verdad? Pues sigue que te cuento.
Emosido engañados
Lo primero que me llamó la atención de Los Radley es que no era lo que yo pensaba que era. Cuando nos invitaron al pase de prensa, solo por el nombre, pensé “Hasta luego, típico drama inglés, pasando” y entonces me puse el tráiler y… Efectivamente, lo que pensaba. Espera ¿qué? Y con cara de estupefacción me encuentro con que Los Radley efectivamente son una familia inglesa de clase media, feliz en apariencia, pero aburrida de la vida y además ¡son vampiros! Insta-apuntada para ver esta maravilla en pantalla grande.
Y es que uno de los problemas, pero a la vez el único aliciente que hará que la gente vaya al cine a ver Los Radley es precisamente su tráiler. El mismo te “destroza” la gracia de la peli y es que la familia no es todo lo normal que aparenta ser, pero ¿cómo te vendo una peli de semi terror y humor negro si no te digo que es una peli de esas características? Si yo hubiese visto el avance de la familia aburrida, ni me molesto. Si fuera de terror, quizás hubiese caído en verla. Pero es que fue precisamente esa discordancia la que me hizo desear verla ipso facto…
De modo que así entramos en la típica dicotomía de qué enseñar y qué no en los tráilers. Yo ya os he hecho el mega spoiler y ya no vais a disfrutar del film como debiera ser, sin saber nada, no entendiendo los dobles sentidos durante el inicio de la película. ¿Por qué no dejan de hablar de mordiscos, a ver si te muerdo, a ver si te van a morder?, ¿qué fetiche tiene este director con dar bocados a la gente? De verdad os digo, ojalá poder ir a las películas habiendo olvidado por completo de qué va la historia, pero sabiendo que me va a gustar para disfrutarla al cien por cien.
Vampiros, existen
Estamos en la campiña inglesa al norte de la isla, donde la humanidad y el bosque se funden en uno. Casas rodeadas de campo, iglesias góticas y bosques de lo más frondosos. Aquí viven Los Radley, una familia típica inglesa con su casa de dos pisos, jardín, garaje, barbacoa… Un padre y una madre modélicos. Él, médico de cabecera. Ella, ama de casa apuntada a un club de lectura y amante de la repostería. Sus hijos, adolescentes normales y corrientes, ni populares ni muy frikis, él quizás un poco tímido, ella quiere ser una femme fatale pero que le falta la seguridad en sí misma.
Hasta aquí todo normal. Fiesta de cumpleaños de Peter Radley, vecinos chismorreando, una barbacoa, ponche… Los hijos por su parte tienen una especie de rave en medio de una pradera donde el alcohol y las drogas no pueden faltar. Mientras Rowan Radley, el hijo menor huye del bullicio, el guapito de turno intenta ligar con Clara Radley, la hija. Ella, que le gusta otro chico y no tiene intenciones de que la ligue el pijo, se va al bosque a pasear. Pero claro, los hombres son hombres y pasa lo que no debería pasar, pero pasa.
Es el momento justo para que a Clara le llegue la “mayoría de edad” y descubra su verdadera naturaleza, es una vampira, y los vampiros beben sangre, y este crío engreído va a ser su primera víctima. Es aquí cuando descubrimos que esta familia clásica, de clásica tiene nada y en verdad son todos vampiros. Los padres, abstemios de sangre no sabían cuando era el momento idóneo de contarles a sus hijos la verdad, y quizás un asesinato sea el mejor modo de mostrarles qué hay en su sangre.
Para ello llamarán al “Tío Will”, el hermano gemelo de Peter y que tiene algún tipo de historia con Helen, la mujer y madre de la familia. El tío Will es un bohemio, vive en una caravana, fuma, bebe y dice muchas palabrotas. Lo que en un principio parecía una buena idea pronto descubrirán que va a ser el detonante de muchas cosas guardadas en el fondo del armario.
Amor, sexo y otras drogas
Aunque pudiéramos penar que la premisa de Los Radley es una familia de vampiros y como una joven Bella se enamora de Rowan y quiere que la convierta para ser inmortal eternamente, nada tiene que ver con el guion y mucho menos con la novela en la que se basa. Si bien el escrito de Los Radley es una novela también para adolescentes, el mensaje que se da en la película tiene mucho que ver con alegorías del deseo sexual, la propia sexualidad, la lealtad, la culpa, el egoísmo, el sacrificio, y por encima de todo, el amor.
Lo primero que nos daremos cuenta es que, para los vampiros, la abstención de beber sangre, pese a inflarse a carne roja, morcilla de Burgos (bueno, será de Nottingham, digo yo) y chorizo, es lo más parecido a una adicción a las drogas, pero con un mono que dura para siempre, el simple olor de ésta desata los más brutos instintos, haciendo que lo que llevaba décadas siendo un deseo reprimido, se convierta en el placer tan deseado.
Mezclando erotismo con adicción y claras referencias a las drogas fumadas más conocidas, todos y cada uno de los Radley ven como su instinto les domina y cómo se derrumban todos los cimientos que mantenía a la familia unida. Poco a poco van apareciendo verdades que duelen como estacas en el corazón, cada miembro se redescubre a sí mismo y esto hace que la mentira en la que llevaban años viviendo se descubra como señor que sale de dentro de un pastel.
Y esto nos lleva a preguntarnos como espectadores, si hemos sido del todo sinceras con nosotras mismas, si tenemos algún deseo refrenado que nos ahoga y nos angustia. ¿Por qué seguimos callando este deseo?, ¿qué nos impide ser felices?, ¿acaso no podemos vivir como nuestra naturaleza nos pide? Bueno, pues esta y otras preguntas no serán respondidas a lo largo de la cinta, ahora, no busquéis respuestas correctas, porque ninguna lo es. Vivir como Los Radley o como el Tío Will es perfectamente correcto si así sientes que eso, eso sí, aprende a vivir con las consecuencias.
También aprenderemos sobre el amor, Rowan, el hijo menor está enamorado pero no lo sabe, no es ni consciente de ello, hasta que sus instintos despiertan y empieza confundir deseo con amor e instinto con deseo. Envalentonado por la sobredosis de sangre, hará cosas que pondrán al limite sus creencias de adolescente, le harán tener que enfrentarse al mundo como un adulto y determinar si es mejor el egoísmo o el altruismo.
Del mismo modo veremos como el vecino de Los Radley, ex-policía retirado por un PTS (Síndrome Post Traumático) debe enfrentarse a sus miedos, a la pena y la sobreprotección para salvar a su hijo con una decisión que les marcará a ambos para siempre.
Al final de la proyección, nos quedaremos un rato sentados frente a la pantalla pensando en nuestra propia existencia, quizás llorando si sois una magdalena sensiblera como yo con traumas y depresión, el caso es que si no aprendéis nada del mensaje que Euros Lyn nos quiere trasmitir con esta historia, es que no la habéis visto si no mirado nada más.
El beso de la muerte
Y con esto llegamos al final. Con un reparto poco conocido fuera de las islas del Reino Unido, pero que desde luego hacen un trabajo excelente en manos de Euros Lyn, director conocido de varias series de éxito como Heartstopper y capítulos sueltos de La materia oscura, Black Mirror o Doctor Who, y gracias al guion de Talitha Stevenson y Jo Brand tenemos una cinta de humor negro con un gran mensaje lleno de alegorías sobre las drogas, la infidelidad y los deseos reprimidos que no debería dejar de ser visto.
Desde luego no es una película para todos, y tampoco es una novela adolescente como era el libro en el que se basa. Los Bradley es una historia adulta que sobre todo marcará a aquellas personas que para poder ser felices en un sistema social determinado han tenido que dejar atrás muchos de sus deseos y ambiciones solo por intentar conseguir la tranquilidad de vivir junto a la pareja a la que aman y sus hijos.
No es una película de terror, no una comedia inglesa. Tampoco es un simple drama familiar ni un manual de cómo ser feliz. Esto hará que mucha gente considera que es una mala película, o de las del montón. Ya he visto criticas en IMDB donde puntúa poco por encima del 5, y me cabrea de sobremanera porque creo que simplemente es gente que iba con unas expectativas y no ha visto la película que es. Desde luego que, si vas pensando en ver Crepúsculo o Blade, vas a salir decepcionado.
Así que nosotras os invitamos a darle una oportunidad e ir al cine a verla porque desde luego indiferentes no os va a dejar. Quizás en vuestras vidas perfectas del mundo de piruleta no entendáis el mensaje que nos quiere transmitir Los Radley, quizás aun no os habéis dado con el muro, o quizás oye, la gente feliz sin más exista. Lo que es seguro es que seréis realmente felices si al cine lleváis una chuches, mejor si son dentaduras y dejáis de un lado el salado de las palomitas. La vida necesita dulce, azúcar, adicción, drogas suaves, sexo, amor, y sangre.
Como siempre, no podemos terminar sin darle las gracias a DeAPlaneta por invitarnos a ver Los Radley en su pase de prensa.