El Joker de Joaquin Phoenix ha vuelto y nosotros hemos tenido la oportunidad de ver Joker: Folie à Deux de manera anticipada para poder comentaros nuestras opiniones. Las primeras noticias sobre la secuela consiguieron sorprender y preocupar, en partes iguales, a muchos de los fans de esta reinterpretación más realista y personal del antagonista por antonomasia de Batman. Pero Todd Philips [Resacón en las vegas (2009)] ya había hecho magia, impulsando a Joaquin Phoenix, que conseguiría un merecidísimo premio Óscar por su actuación. Así, con la entrada de Lady Gaga en el papel de Harley Quinn, se conjuraba un dúo que planteaba un buen resultado. La pregunta es… ¿lo han conseguido?
Luces, cámaras y… ¡Fantasía!
Han pasado dos años desde que el Joker apareció en antena asesinando a sangre fría al presentador Murray Franklin -Robert de Niro-. Tras los disturbios acaecidos debido al levantamiento popular que sucedieron a este hecho, Arthur Fleck es apresado y llevado a la segura prisión de Arkham, donde soporta los días a la espera del juicio.
Aunque este tiempo no pasa en vano. La aparición de una Harleen Quinzel, una joven que idolatra esa parte oscura y libre que hizo temblar a toda una ciudad, cambiará la concepción del tiempo y el espacio del protagonista. De este modo, ambas personalidades encajarán y comenzarán a compartir esas ensoñaciones y paranoias que los irá uniendo cada vez más, algo que ya nos anunciaba el subtítulo de la obra: Folie à deux.
Es entonces cuando se hace latente el añadido del nuevo género al desarrollo de los personajes: el musical. Las canciones serán las protagonistas de ciertas situaciones en las que la fantasía del uno se suma a la del otro, creando una unión con la que complementan sus delirios de grandeza. De este modo, iremos viendo a Arthur queriendo ser más Joker y a Harley queriendo más payaso por el camino.
Porque al final, la narrativa de esta secuela de la obra es menos potente e impactante. El eje que va marcando los tiempos de desarrollo es el de un juicio que tomará mayor protagonismo en la segunda parte y donde el mayor interés será la presentación de Harvey Dent -Harry Lawtey- o el regreso de algunos personajes de la primera obra. Esto hace que la mayor parte de esas escenas acaben siendo descafeinadas, permitiendo solo (y en pocas dosis), una evolución en el propio Arthur, el cual verá modificada su veleta moral con ciertos acontecimientos.
Esto deja como gran plato fuerte la propia relación existente entre el protagonista y Harley, sumidos en una vorágine de amor y locura, donde su mundo imaginario se contagia a través de las canciones. Este llegará a nosotros a través de unos números musicales de cuidado aspecto visual y con gran carga alegórica, aunque romperá en ocasiones el ritmo de algunas secuencias. Huelga decir que no siempre son así y que hay algunas escenas que acaban siendo sublimes, pero, y mira que me gustan los musicales, no siempre encuentran el momento de ser introducidas.
Tampoco ayuda en esto que tengamos a una Harley poco definida. Es cierto que los matices principales del personaje están presentes, pero el desarrollo brilla por su ausencia y acaba convirtiéndose en una personificación de una emoción colectiva que convierte a los monstruos en héroes. Es interesante el mensaje que deja en su final y cómo este se relaciona con una sociedad algo podrida que convierte a los peores en modelo, hasta que dejan de interesar, pero el bucle en el que se adentran ambos no acaba de funcionar.
Y es una pena, porque Lady Gaga hace un papel magnífico, con una actuación e interpretación de las canciones magistral, que se suma a la ya poderosa caracterización del propio Arthur de Joaquin Phoenix. Se nota que el compromiso de ambos actores con la cinta estaba ahí y que acabaron volcándose en ellos.
Es por ello por lo que acaba sintiéndose como un producto de menor calidad. Hay ideas interesantes que evolucionan desde la primera entrega y otras que surgen y explotan como un torbellino de emociones. El problema es que no acaban de encontrar el ritmo dentro de la secuencia de acciones y se acabará perdiendo fuelle por el camino. Eso sí, los últimos instantes de la película te mantienen atento, con un final inesperado que, aunque sea por su valentía, hay que concederle el punto positivo (aunque muchos lo encontrarán como algo malo).
Una ¿Nueva York? con dos caras
Gotham, no cambies nunca. Sus calles oscuras y cargadas de elementos remiten a localizaciones más complicadas dentro de una ciudad, recordando de un vistazo el peligro que recorre sus calles. No será en este caso el Joker el que planteé este conflicto, ya que la mayor parte del tiempo lo veremos dentro de Arkham, representada en una serie de habitaciones oscuras y compactas que acaban forjando la opresión que acaba sintiendo Arthur con su otra mitad. Me resulta curioso, eso sí, que durante la celebración del juicio con el típico escenario que hemos visto en múltiples series o películas, se refieran a la corte como la de Nueva York (no sé si será un problema del audio o doblaje).
Se suman estas localizaciones a esas imaginarias en las que los dos amantes tienen sus ensoñaciones. Recuerdos fugaces de escenarios pasados o fantasías que los llevan a mostrarse y enfrentarse a las realidades que rompen su vórtice. Es aquí donde la música cobra más protagonismo, realizando versiones de canciones clásicas de la música. Sumada a ellas se encuentra una fantástica partitura traída de la mano de Hildur Guðnadóttir.
Por su parte, la caracterización de los personajes mantiene la misma estética de la primera parte. Arthur se nota igual de consumido, demostrando el trabajo de Phoenix para traerle a la vida, sumando algún vestuario más especial, como la combinación de Harley que recuerda a su vestuario en los cómics.
Conclusión: Armonía desafinada
Joker destacó como película por el tratamiento tan realista que hacía de su protagonista, incidiendo con gran acierto en el tema de las enfermedades mentales, en el rechazo, en la política, etc. El personaje solo era una pieza más dentro de una partida de ajedrez que se jugaba a su alrededor.
En esta ocasión, Todd decidió continuar con el concepto y el idealismo del personaje, llevándolo a juicio y enfrentándolo a sus propias acciones. En más de una ocasión se nota esa grieta existente entre Arthur y el Joker, liberándose completamente en los últimos tramos de la película y rompiendo expectativas. Quizás son estas las que más van a pesar cuando esta obra llegue a los cines. El bagaje de la primera entrega plantea unos cimientos que en más de una ocasión son derruidos y convertidos en una tragedia de locos. Una tragedia muy bonita, pero que no acaba de cumplir su función y adolece un ritmo no medido en exceso. Es cierto que el final acaba maquillando un poco el conjunto, pero no a todos gustará y se acabará notando en la opinión popular. Como ya he dicho antes, es una pena, ya que los elementos y la idea son buenos, pero la ejecución no acaba de pulirse por completo. Joker: Folie à Deux llegará a los cines el día 4 de octubre de 2024. Agradecemos a Warner Bros. España que nos haya invitado a disfrutar de esta película con antelación.