El peregrinaje a la isla Illusia ha sido largo y pesado; se ha hecho esperar, pero por fin podemos traeros el análisis de Visions of Mana para PlayStation 5, nueva entrega de la famosa saga Seiken Densetsu cuyo periplo se inició en el año 1991 naciendo como un spin off de la saga Final Fantasy para la antigua portátil de Nintendo, la Game Boy.
Este juego, que nació como un juego menor y en un intento de competir con la saga Legend of Zelda, gozó de tanta popularidad que le permitió brillar con una luz propia que llegó a crear su propia franquicia de juegos ajenos a la incombustible saga Final Fantasy, buque insignia de Squaresoft por aquella época y ahora conocida como Square-Enix.
En esta ocasión encarnaremos el papel de Val, el guardián de los Exvotos, quien deberá acompañarlos en un viaje hasta el sagrado árbol de Maná para así asegurar el continuar del mundo y que la paz reine en todo el planeta. El maná está en peligro y solo el peregrinaje de los sagrados exvotos podrá impedir que el mundo sucumba y desaparezca para siempre.
¿Podremos cumplir con nuestro deber y evitar así tales designios? ¡Acompañadnos en este análisis para ver si vale la pena tanta caminata!
Visions of Mana
Cada 4 años el maná se debilita y es necesario el sacrificio de los Exvotos, uno por cara tipo de maná, para asegurar el fluir del mismo en el mundo y que éste no sea destruido. Los Exvotos, personas elegidas por el hada (enviada de la diosa de Maná), deberán acudir en peregrinación cumpliendo una serie de rituales para así, finalmente, poder entregar sus almas al árbol. Como hemos dicho antes, nuestra aventura arrancará controlando a Val, el guardián de los Exvotos, que a su vez pertenece a la aldea encargada de la protección del maná de fuego.
Durante la ceremonia de selección del hada, Val puede ver cómo la elegida para tan pesada carga no es otra que Hina, nuestra amiga de la infancia y que, por mucho que lo oculten, desde el minuto uno observaremos cómo uno siente algo entre ellos. Val e Hina se alegran mucho el uno por el otro, ya que, por lo visto, ser elegido exvoto es un gran honor y algo de lo que enorgullecerse (una cosa que me sorprendió durante toda la partida, ya que estamos hablando de sacrificios humanos).
Si somos seguidores de la saga maná, recordaremos que si algo caracteriza a la saga es el tener sus momentos de gran carga dramática; momentos que destacan en yuxtaposición con la apariencia cándida, amable y alegre con que cuenta el resto de la aventura. En este juego no será diferente, no obstante, quiero aclarar que no estamos frente a un juego dramático ni mucho menos, más bien al contrario, será un juego con una historia sencilla, pero con esos momentitos que harán que soltemos alguna que otra lagrimilla.
Por si os suena la historia, a nivel de curiosidad, diré que esto puede ser debido a que ya hemos visto esto en otro juego; concretamente en Final Fantasy X con el drama vivido por nuestros queridos Yuna y Tidus durante su largo viaje a las lejanas tierras de Zanarkand.
En Visions of Mana veremos algo similar, siendo un juego muy alegre en los primeros compases del juego pero que, cuando los personajes se paren un momento a reflexionar, se darán cuenta de la encrucijada donde se encuentran, dando lugar a situaciones muy tristes y grandes momentos de drama, sacrificio y redención. No voy a ahondar más en el tema, ya que, como cualquier JRPG que se precie, la gran piedra angular de estos es su historia, así que os invito a que indaguéis por vosotros mismos para ver cómo termina el tema.
Respecto al proceder del juego, la aventura de Visions of Mana se desarrolla en varias zonas bastante extensas interconectadas entre sí y con mucho terreno que cubrir y explorar donde se ha prestado mucha atención a la orografía, en especial a la verticalidad del terreno. Con esto tendremos momentos en los que pensar cómo llegar a esa zona tan alta y coger ese cofre tan preciado que nos sale en el mapa. Y es que, si pulsamos el botón correspondiente, accederemos al mapa y veremos plasmado en este cómo varios puntos de interés, como objetivos de misión, misión secundaria o tesoros, salen marcados.
Es más, cuando estemos explorando, veremos en la lejanía una marca luminosa vertical que, al ir aproximándonos, desaparecerá, haciendo que nos preguntemos donde estará ese tesoro que buscábamos en la lejanía, ya que el mapa no es tan preciso como parece ser, un incentivo que potencia aún más la exploración. Agradecer que desde el minuto uno de juego tendremos activada la opción de viaje rápido entre zonas de salvado.
Como buen juego de rol que se precie, también predominarán las aldeas, pueblos y ciudades que visitar, en los que también abundan secretos que investigar e ítems que recolectar así como misiones secundarias que algunos NPCs nos darán tras usarnos como paño de lágrimas para contarnos sus desavenencias.
Cabe decir que si algo me ha sorprendido, es la imposibilidad de entrar en ningún sitio cerrado, como una posada, una casa, una tienda, etcétera, donde pese a ser un pueblo con gran cantidad de casas, todas estarán cerradas (salvo en alguna cutscene que trascurrirá en algún interior). Otro negativo se lo llevan las misiones secundarias, que no aportan nada a la historia y que realmente deberían de haberse llamado «recados» en vez de «misiones secundarias».
En conclusión, aunque no llega a ser un mundo abierto, sí que tendremos un enorme mapeado que explorar donde nos llevará mucho tiempo el llegar a desentrañar todos sus secretos. Por supuesto, no faltarán las diferentes monturas con las que explorar dicho extenso mundo con que cuenta Visions of Mana tanto por tierra, mar y aire, y donde nos encontraremos con nuevas criaturas así como con viejos conocidos…
Manos a las armas
Otra de las características que tiene la saga maná es la gran cantidad de mutabilidad que ha sufrido a lo largo de sus entregas en cuanto a controles y jugabilidad se refiere. Por poner varios ejemplos, ha pasado de ser un juego de acción puro (Final Fantasy Adventure/Mystic Quest/Seiken Densetsu), a un juego de acción con tintes de ataques por turnos debido a los tiempos de espera entre ataque y ataque para atacar (Secret of Mana/Trials of Mana de Snes/Legend of Mana), a un juego de estrategia (Heroes of Mana), cooperativos multijugador (Children of Mana/juegos de móviles), y así un largo etcétera.
Para empezar, añadiremos que, pese a que desde su segunda entrega (Secret of Mana) una marca de la casa era la posibilidad de disfrutar de la aventura en compañía de otro jugador, pero en esta ocasión nos encontramos con una aventura en solitario.
Pese a esto, afortunadamente Visions of Mana ha sabido adaptarse a los tiempos actuales ofreciéndonos con una aventura de acción tridimensional en tercera persona, con sus tintes de RPG, donde controlaremos un pelotón compuesto por tres miembros, cada uno con sus propias características y habilidades, y que podremos intercambiar y controlar en cualquier momento de la aventura.
Inicialmente controlaremos a Val, el guardián de los Exvotos, y más adelante, se nos irán uniendo personajes hasta un total de cinco componentes de entre los que deberemos de elegir a 3 de ellos, que son los que controlaremos y estarán activos. A diferencia de Trials of Mana, donde debíamos de elegir 3 personajes que controlar en toda la aventura, en Visions of Mana se nos da la posibilidad de intercambiarlos casi en cualquier momento, adaptando así la estrategia que mejor nos venga en función de cada situación.
Por si esto os pareciera poco, cada personaje tendrá su clase inicial, pero a medida que vayamos avanzando en la historia y vayamos haciéndonos con las reliquias elementales de maná, podremos cambiar las clases en cualquier momento. El cambio de clase hará también que cambien las estadísticas de cada personaje así como el arma a portar, por lo que será interesante revisar nuestro equipo para adaptarlo a la clase que mejor le convenga. Así pues cada personaje dispondrá de ocho clases a elegir, más la clase base con que parte sin el uso de dichas reliquias.
Una vez desbloqueada la clase, podremos aprender, gastando puntos, determinadas habilidades y poderes que se quedarán permanentes al personajes, independientemente de si hemos cambiado de clase o no; por poner un ejemplo, si aprendemos un hechizo de viento con la reliquia elemental del viento y cambiamos la clase a fuego, podremos lanzar ese hechizo de viento siendo clase fuego. Esto dota al combate de mucha versatilidad a la hora de combatir, ya que las criaturas enemigas serán afines a un elemento de maná y, por ende, vulnerables a su opuesto.
Tener una determinada clase también dotará al personaje de ciertos beneficios, como es el uso de la reliquia de maná equipada como objeto ofensivo, así pues podremos usar la esfera de astro y crear una esfera dentro de la que el tiempo trascurre rápido para los aliados y lento para los enemigos, la cantimplora de Ondina que lanzará un chorro continuo de agua durante un tiempo determinado, y así con cada una de las reliquias.
Por si esto fuera poco, las habilidades aprendidas por las reliquias no serán las únicas que tendremos a nuestra disposición, ya que también existirán las semillas de habilidad, objetos equipables que dotarán a los personajes de mejoras significativas tanto ofensivas (aprender hechizos o habilidades), defensivas (hechizos protectores o de sanación) como de mejora de estado (mejora de las estadísticas base del personaje, resistencia a cambio de estado).
Cabe mencionar que tanto las técnicas o hechizos aprendidos como el uso de objetos consumibles se podrán lanzar/utilizar tanto a través de un sencillo menú de acceso rápido como del característico menú anillado, con su correspondiente congelación de la acción, que tanto se popularizó la segunda entrega de la franquicia, el primer Secret Of Mana.
Tal vez todas estas opciones os pueden parecer abrumadoras puestas ahí, de golpe y porrazo, en este análisis. De hecho, he de admitir que al jugar a la demo de Visions of Mana, me sentí agobiado y abrumado por la gran cantidad de opciones con que se parte, y esa situación hizo que sintiera cierto rechazo al juego. Pero he de admitir que dicho rechazo desapareció al jugar al juego con su curva natural de aprendizaje, viendo como todas estas mecánicas se van implementando muy lentamente y de forma muy orgánica, con una sensación constante y un ritmo asequible con los que estás constantemente aprendiendo nuevas cosas.
Con esto en Visions of Mana se elimina esa sensación que tienen algunos juegos de que siempre estás jugando lo mismo o de que te enseñan muchas cosas de golpe y en poco tiempo con el triste resultado de que te olvides de casi todo lo aprendido.
No obstante, centrándonos en los controles base de cada personaje, decir que estos podrán realizar un salto doble, un dash (o botón de esquiva) que también puede realizarse en el aire, y dos botones de ataque, una rápido y otro fuerte, que podremos combinar en una serie de combos. Al margen de esto podremos lanzar hechizos o realizar técnicas (con su correspondiente perdida de PM), o desencadenar un potente ataque si llenamos una barra de habilidad y que es común para los tres personajes.
A todo esto, os preguntaréis «¿cómo se desarrollan los combates?». Como hemos dicho antes, estamos ante un action RPG donde veremos los enemigos corretear felizmente en el escenario. Si nos avistan, nos acercamos lo suficiente o les atacamos, entraremos en modo combate. El área de combate será finita, pero suficientemente amplia como para poder campar a nuestras anchas. Si queremos abandonar un combate, basta con correr insistentemente contra el «muro invisible» que nos impide abandonar la contienda, a veces costará huir, pero ya sabéis, «el que la sigue la consigue».
Cabe mencionar otro detallito en las contiendas y que escapa a nuestro control, y es el control de los otros dos personajes, controlados por la IA del juego. Es conocido en gran cantidad de juegos que la IA utilizada para los personajes controlados por el sistema suele ser desastrosa. Pues he de mencionar que no he tenido dicha sensación con Visions of Mana. Aparte de ser bastante competentes, podremos darles órdenes sobre cómo queremos que actúen en combate, dedicándose a ataques a distancia, utilizar o no objetos/hechizos, ser más agresivos o no, etc.
El mundo de Visions of Mana
Voy a ser claro y lo diré directamente, Visions of Mana seguramente sea uno de los JRPGs más bonitos que te vas a encontrar en este 2024. Ya solo arrancando el juego podremos deleitarnos con su partitura inicial, un claro homenaje inspirado en el famoso tema con que Hiroki Kikuta nos deleitó con Secret of Mana de SNES nada más encender la consola de Nintendo. No en vano, esto es debido a que tanto Hiroki Kikuta como Tsuyoshi Sekito y Ryo Yamazaki, compositores implicados en anteriores entregas de la saga Mana, han colaborado también en esta entrega.
Esto se hará presente también con el resto de las canciones, donde una gran reminiscencia de otros grandes temas se hará patente. Con esto, puedo enorgullecerme de decir que el espíritu musical de las primeras entregas de Seiken Densetsu (las mejores) estará presente durante casi todo el juego con canciones acordes al escenario en que estemos jugando (piano y melodías lentas en zonas de hielo, flautas alegres en zonas frondosas de bosque, etc.).
Por supuesto, el cuidado apartado artístico y gráfico no se queda atrás. Programado en Unreal Engine 4, el juego cuenta con unos modelados bastante buenos con un toque descarado a anime y bastante fieles al espíritu de la franquicia. De hecho, nos recordarán mucho a los diseños de los personajes de Legend of Mana. La gran pega a nivel gráfico viene dada de la mano de las expresiones faciales, en las que veremos poco más allá de alegría o desacuerdo. Hay algunos momentos en la trama de la aventura donde notaremos cómo las caras de los personajes no van acuerdo a la situación, un elemento que, lejos de ser muy importante, empaña la aventura, especialmente a nivel narrativo.
Respecto a las opciones del juego, podremos elegir entre los característicos modo rendimiento y calidad. Cabe decir que el modo rendimiento, curiosamente, fluye a unos casi constantes 60 FPS a excepción de algunas cutscenes, en las que veremos alguna pequeña caída de frames. En el modo calidad podremos disfrutar el juego a 4K, pero con bastantes caídas en el refresco de la imagen. Aquí ya depende de cada jugador, aunque personalmente he de admitir que soy más del «team rendimiento» que del «team calidad».
El juego se podrá disfrutar con el audio en inglés o en su original japonés, y los subtítulos en varios idiomas entre los que se encuentra el español.
Y es en estos subtítulos en donde voy a dar mi apunte personal, marcar una practica que odio y que se da en algunos juegos JRPG (especialmente los de Square-Enix, aunque otros como el Xenoblade tampoco se libra) que es la libertad que se toman los traductores a la hora de cambiar cosas. Por poner dos ejemplos, no entiendo porqué Rabite, el enemigo más popular de la franquicia, se ha llamado Gazapo, o porqué al espíritu elemental de la luna, que se llama Luna, se le ha llamado Astro (¡ya me diréis que tiene que ver un astro con la luna!).
Por si ya solo los nombres no fueran suficientes, hay veces que los personajes dicen una cosa en inglés, pero en el subtítulo pone otra. A ver, no son cambios graves que te cambien la trama significativamente, pero igual sí que influyen a la hora de ver cómo se siente un personaje o de cómo es su forma de ser, pequeños detalles que, a mi ver, deberían de evitarse.
Conclusión
Como gran seguidor de la saga maná y con sus correspondientes decepciones al ver como la saga ha ido lentamente en declive con cada nueva entrega lanzada (con la excepción del maravilloso Trials of Mana que en su día analizamos), he de admitir que Visions of Mana me ha sorprendido gratamente. No esperaba gran cosa, pero, nos encontramos ante un juego muy divertido de jugar y muy ameno que encandilará tanto al seguidor de la saga como a nuevos adeptos.
Y hablando de nuevo adeptos, si os preguntáis «¿puedo jugar a Visions of Mana sin haber jugado a ningún juego de la franquicia?» La respuesta es simple y clara: Sí. Como culturilla general, decir que cada entrega de maná, aunque tiene pequeñas referencias a su mundo y/o a personajes anteriores, siempre cuenta con una historia nueva e independiente, como si de un multiverso se tratara donde el maná trascurre de diferente manera con cada nueva aventura.
Con un apartado gráfico y una dirección artística sobresaliente, diré que, pese a contar con los fallos característicos a los juegos de este tipo (JRPGs) como son los muros invisibles o limitaciones de mapa y expresiones faciales de personajes, Visions of Mana nos hará pasar ratos muy divertidos gracias a una curva de aprendizaje constante y muy bien llevada, una dificultad asequible que además cuenta con hasta cinco modos diferentes para los más/menos exigentes, y unos gráficos que nos hará sentir que estamos dentro de un cuento de hadas con criaturas mágicas, hechizos, monstruos y héroes de leyenda, todo ello durante las casi 30 horas que nos llevará acabarlo.
Visions of Mana ya se encuentra disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series y PC.
Candidato a GOTY
Un precioso JRPG que nos invita a vivir una nueva aventura que gira al torno del árbol de maná y que nos hará pasar ratos muy divertidos y entretenidos.