Hoy os traemos el análisis de Titanium Hound para PlayStation 4, un frenético arcade retro en 2D con un interesante pixelart que nos presenta un distópico futuro cyberpunk donde nuestra heroína, piloto de una armadura mecánica, se verá inmersa sin comerlo ni beberlo en una misteriosa conspiración corporativa a nivel global.
Un indie con unas dinámicas bastantes curiosas de las que hablaremos más adelante y que seguramente harán que el público se divida entre gente que lo adore y gente que lo odie. Así pues, os invitamos a un viaje al futuro enfundándonos nuestro traje mecánico y a averiguar qué traman las grandes corporaciones.
Titanium Hound: El sabueso de titanio
Eres Grace Alarie, una joven de 28 años y piloto de un Titanium Hound, una unidad que hace función de policía sirviendo y protegiendo al ciudadano necesitado haciendo uso de armaduras-exoesqueleto de alta tecnología especialmente diseñadas para resolver conflictos en lugares reducidos. Grace, mucho mejor preparada que cualquier unidad policial normal, se verá inmersa en una trama de conspiraciones sociopolíticas en las que las corporaciones, auténticas dueñas del mundo, son protagonistas. De este modo, Grace se enfrentará a hordas de abominaciones, drones pirateados y delincuentes enloquecidos que son sólo la punta del iceberg de lo que es el auténtico problema.
Grace se percatará desde el minuto uno de que algo no pinta bien en esta misión |
Con esta premisa se nos presenta Titanium Hound, una aventura de tipo arcade y dividida en 12 niveles donde habrá que cumplir una serie de objetivos para tener éxito. Controlaremos una avanzada armadura que tendrá un curioso sistema de ataque/defensa, consistente en aprovechar la energía que desprende en todo momento redirigiéndola a otros sistemas. Para ello, comenzaremos con una barra llena de «munición» y otra vacía de «escudo». A medida que ataquemos u hagamos otras acciones como saltar, la barra de munición se vaciará, pero en igual medida se irá llenando la de escudo. ¿Esto que significa? Pues que si disparamos mucho vaciaremos la barra de munición, no pudiendo realizar ataque alguno y sólo pudiendo usar el escudo, que nos hará invulnerables ante cualquier tipo de ataque. A medida usemos dichos escudos, su correspondiente barra se ira vaciando a la vez que rellenará la de munición, así continuamente y obligándonos en todo momento a prestar atención a ambas barras y mantener su delicado equilibrio.
Afortunadamente, los escudos también se pueden usar para generar algo de daño leve al enemigo, ya que al estar usándolos podremos activar un acelerón que al tocar a un enemigo le hará daño. Entre las diferentes armas ofensivas tendremos el disparo letal y el no letal, este último sirve a modo de aturdir o inutilizar sensores, además, si pulsamos ambas armas a la vez haremos un especie de ataque especial con una detonación final que, si estamos en el centro de la misma cuando acabe, traspasará toda la barra de munición de forma instantánea a los escudos; lamentablemente, no habrá posibilidad de hacerlo a la inversa, ¡y por supuesto olvidaos de disparar y usar escudo a la vez!
Los enfrentamientos a los jefes, seguramente lo mejor de cada misión |
También podremos craftear objetos, como por ejemplo minas antipersona o regeneración instantánea de blindaje (vida), siempre y cuando recojamos materiales que se encuentran en el escenario, cosa que nos facilitará bastante nuestra labor. Con otro botón saltaremos (acción que curiosamente consume barra de munición) y con otra interactuaremos con el entorno, abriendo puertas o usando objetos del escenario para lanzarlos a modo de arma arrojadiza. Con una palanca analógica manejaremos el personaje mientras que con otra haremos que Grace apunte hacia arriba o abajo. He de mencionar que estos controles son bastante incómodos debido a que si queréis saltar con «X», disparar con R2 y apuntar con el analógico derecho hacia algún lado, ya me diréis como hacerlo de forma precisa, dejando una muy mala sensación de pérdida de control e indefensión (sobre todo si tienes en cuenta que se trata de un juego de acción en la que te van a llover enemigos por todas partes).
Desde opciones hay posibilidad de realizar leves cambios en el control como el cambiar el analógico derecho por el izquierdo, pero ninguno de ellos son la panacea absoluta (por ejemplo, se hace muy raro y nada intuitivo manejar el personaje con el analógico derecho y apuntar con el izquierdo). Por si esto fuera poco, habrá ocasiones en el que el personaje no reaccionará y se quedará quieto cuando hagamos cosas como un cambio de dirección brusco/rápido o si dejamos pulsada la dirección mientras salen textos con esperanza de que Grace se mueva una vez estos acaben, obligándonos a volver a pulsar la dirección para que reaccione, algo que nos deja muy vendidos en más de una ocasión.
Y como no son todo disparos y tiros en esta vida, antes de empezar una misión podremos equiparnos diversos potenciadores con efectos bastante variados, como que el disparo atraviese al enemigo o que se aumente la resistencia al daño. Como consejo, si vemos que una misión se nos atraviesa, igual vale la pena el volver a empezarla cambiando los potenciadores.
Habrá que decidir sabiamente con que potenciadores equiparnos |
Y hasta aquí hablamos de lo que son las dinámicas de acción jugable, pasando ahora a hablar de otra dinámica muy presente en este juego, los puzles. En determinados momentos se nos presentarán diversos puzles que resolver para seguir avanzando. He de mencionar que muchos son muy frustrantes y nada intuitivos, llegando a encontrarme en situaciones de «¿qué c%&o hago ahora?» mientras estoy rodeado de ingentes cantidades de hordas enemigas. Por poner un ejemplo mencionaré el primer puzle que te encuentras, que es cuando llegas al primer jefe. En éste tendrás una cuenta atrás para averiguar qué hacer con unas vigas que hay y que se interponen entre el jefe y tú. La cuenta atrás no ayuda, y, atacado por los nervios y el estrés, terminarás disparando y haciendo cosas aleatorias a ver de qué va el tema con un resultado con el que, seguramente, tengas que repetir el checkpoint un par de veces más. Dicha dinámica no mejora cuando, en niveles avanzados, tienes que averiguar qué hacer mientras hay disparos enemigos por todas partes. Por supuesto, el tema de quedarte sin munición y tener los escudos llenos no ayuda (es difícil mirar el escenario cuando tienes que estar constantemente controlando las barras de munición y escudos).
La ciudad de la corrupción
Desde el minuto 1 en que arranquemos el juego, nos daremos cuenta de cuál es el punto fuerte de Titanium Hound, su apartado gráfico y cuidado pixelart acompañado de una banda sonora bastante discreta, pero que curiosamente encaja a las mil maravillas.
Desde el momento en que podamos desplazarnos por la ciudad con Grace, veremos cómo los fondos futuristas se mueven en un cuidado scroll parallax de varias capas con un framerate muy fluido del personaje, framerate sin nada de ralentizaciones pese a la cantidad de enemigos en pantalla con los que en más de una situación nos encontraremos. Hemos de decir que los escenarios, aunque detallistas, son muy pocos, y se repiten continuamente. Los enemigos no han tenido mayor suerte, ya que tendremos una variedad bastante limitada de ellos. Los primeros jefes están muy bien hechos, con sprites grandes y definidos además de con una muy buena animación, lamentablemente, también se repiten y reciclan durante segunda mitad del juego.
La banda sonora subirá de intensidad cuando haya un enfrentamiento enemigo y reducirá su volumen cuando haya tranquilidad. Los efectos de sonido suenan algo sencillotes, pero cumplen su cometido brindándonos todo un festival de sonidos de blasters, explosiones y cortocircuitos.
El juego tiene pequeños detalles, como por ejemplo que al andar con el Titanium Hound veremos cómo la cabeza en pixelart de Grace, que se ve en la parte interior izquierda de la interfaz, se inclina levemente hacia delante o cómo mueve sus ojos constantemente oteando el entorno, siempre alerta; pequeños detalles que si bien no son relevantes en el juego siempre gustan de ver.
El juego tiene voces en inglés y textos en español, textos con algún que otro error puntual, como por ejemplo textos que se superponen, dejando una sensación final de que no se ha revisado la traducción in-game.
Los textos se superpondrán en más de una ocasión |
Conclusión
Titanium Hound intenta hacerse un hueco en el género de los arcades retro 2D que hacen uso de pixelart introduciendo unas mecánicas originales y novedosas, que seguramente serán amadas por unos pero odiadas por otros. Si añadimos al aderezo la existencia de puzles poco intuitivos que rozan la frustración, tendremos como cóctel final un juego algo frustrante que ya no depende de la habilidad del jugador, requisito casi imprescindible para un juego de acción, dejando una sensación final bastante fría a todo amante de la adrenalina. Un título interesante, sobre todo por lo novedoso de sus mecánicas, las cuales, actúan como espada de doble filo y que seguramente no caigan bien a todo el mundo, y que nos entretendrán durante las apenas 3 horas y media que tardamos en completarlo. Mencionar que el juego acaba abruptamente y de repente, dando una impresión final de que se ha acabado deprisa y corriendo no puliendo muchos detalles (como el antes mencionado reciclaje de jefes finales).
Titanium Hound está disponible desde el día 10 de marzo de 2023 para Xbox One, Xbox Series X/S y un día después para Playstation 4 y 5 y Nintendo Switch estando ya disponible para PC vía Steam.
Lo mejor
- El cuidado pixel art que esboza todo el juego
- La trama, que termina volviéndose bastante interesante
Lo peor
- El sistema de disparos/escudos puede no terminar de convencer
- Algunos de los puzles son poco intuitivos y podemos atascarnos fácilmente
- El control, no compatibles algunas acciones simultáneas y que además se bloquea a veces
- Su duración, se termina haciendo muy corto