Aunque la cinta tuvo su presentación oficial en el Festival de Cannes,
esta historia llegará a los cines de España el próximo 18 de febrero de
2022.
Ya sabemos que los ingleses realizan grandes creaciones históricas. ¿Estamos
ante un nuevo ejemplo en el terreno fílmico o habrán patinado? Seguid leyendo
para saber más.
El pérdida como origen de la creatividad
Antes de nada tengo que explicar un poco el contexto. La historia se
desarrolla un 30 de marzo de 1924, tras la I Guerra Mundial (obviamente).
Localizándonos en Beechwood, nos adentramos en el que será el
Día de la Madre en Reino Unido, siempre posicionado en el cuarto domingo
tras el inicio de la Cuaresma. En esta fecha, en las casas bien, se les solía dar el día libre a sus
criadas para que fueran a sus hogares y pudieran visitar a sus madres. Una vez
ya entendamos esto, podemos hablar un poco de la historia.
Jane Fairchild -Odessa Young-
es la criada de la casa de los Niven
-Colin Firth y Olivia Colman-, una de las familias de renombre de Beechwood.
Expósita, aprendió a leer y escribir en su orfanato, consiguió el
trabajo de criada a una temprana edad, coincidiendo su estancia con la Guerra
Mundial. Sus señores perdieron en esa batalla a sus dos hijos. No fueron los
únicos que tuvieron la desgracia, sus vecinos, los Sheringham también
perdieron dos de sus tres hijos, siendo Paul -Josh O’Connor- el único que les
quedó. Aquí
comenzamos a ver cómo el tema de la muerte comienza a ser importante,
observando cómo los distintos personajes reaccionan ante este mal endémico que
sufrió el mundo tras esta guerra.
Jane es la criada de la familia Niven, observando desde allí el
comportamiento de las distintas familias que acuden a sus reuniones. |
Ese Día de la Madre se van a juntar ambas familias (junto con los Hobday) para
celebrar el matrimonio de Paul con Emma Hobday -Emma D’Arcy-, pero no es oro
todo lo que reluce.
Jane ha sido liberada de sus obligaciones, pero en vez de tomarse el día
libre
(por eso de no tener padres),
se dirige a la mansión de los Sheringham donde le espera Paul para
disfrutar de un último encuentro.
En efecto, estos dos personajes estaban teniendo una aventura y ese será el
último encuentro que van a vivir.
Una despedida llena de pasión y recuerdos.
Descubrimos entonces que
esta historia nos la están contando dos Jane mucho mayores localizadas
en dos momentos temporales distintos.
La más joven de ellas se encuentra lidiando con el recuerdo del pasado
para saber cómo lograr transcribirlo al papel, mientras que
la otra, ya anciana, ha logrado el éxito con su historia. Nos
encontramos en ambos momentos un sentimiento superación personal, de justicia
de pensamientos, al tiempo que
nos crea una línea de evolución íntima y profesional que la lleva a
abandonar su puesto de criada hasta llegar a la posición final. Descubrimos
entonces que toda la historia que se nos ha contado no es casual, que
todos esos recuerdos que hemos estado viendo nos llevan de la mano al
origen de su profesión de escritora.
Las escenas de pasión entre Jane y Paul (importantes para la trama) no
se centran en lo obsceno, pues dan paso a momentos de reflexión y pensamientos profundos |
Ya era algo que se podía leer en las páginas de Swift, donde el pasado se iba
intercalando para crear un relato mucho más completo. Eva es capaz de
trasladar esa evolución al séptimo arte,
logrando crear ese marco íntimo durante el encuentro de los dos amantes
(con una sencillez y una estética sensual cercanas al estilo francés)
sin llegar a generar un caos narrativo donde no acabas por entender el por qué
de lo que estás viendo en pantalla. Alice Birch, guionista de la
cinta, consigue un gran trabajo al trasladar esta historia, pero
el ritmo de esta puede llegar a aletargar el proceso y llevarte a
desconectar, consiguiendo que puedas llegar a final con dudas sobre el verdadero
objetivo de la trama.
Y es una pena, porque si escarbamos,
podemos encontrar multitud de matices que se muestran sutiles a los
ojos y oídos de espectador. Aunque toda la película parece transitar por un
escenario luminoso,
es en lo pequeño cuando detectas la sombra y la tristeza de unos personajes
rotos que luchan por seguir
adelante. Esta tragedia no llega a estallar hasta ya avanzada la película,
cuando la realidad se fractura trazando un camino que guía las acciones hasta
el presente.
No se puede evitar el mencionar la gran importancia de las escenas sexuales de la película, rodadas con sensibilidad y evitando
enseñar carne por el morbo.
Las musas fantasmales de nuestro pasado
Si tenemos en cuenta que gran parte de la acción de la película se centra en
el último encuentro de los amantes Jane y Paul, no es de extrañar que estos
sean los personajes que más importancia tienen dentro de la obra.
La experiencia desde el futuro, con toda la reflexión de una anciana Jane |
Jane es el verdadero centro de la narrativa, revelando muchos detalles de su
vida, pero centrándose en ese Día de la Madre.
Odessa logra meternos en la historia con una actuación pulcra y medida,
donde su paso por las distintas escenas logra mostrar una evolución y un saber
estar determinante para su personaje. Sorprende mucho una escena en la que
pasea desnuda por la mansión de los Sheringham,
solo con su movimiento y sus acciones logra transmitir tanto (y definir
tanto a su personaje). Grandísimo trabajo. No podemos olvidar el trabajo de
Glenda Jackson, Jane en su edad anciana, que con sus pocas apariciones
cierra una evolución de personaje creciente.
Josh logra darle al personaje de Paul matices con su gran actuación |
Caso similar es el de Paul, el único hijo que les queda a los Sheringham.
Tras un rostro en el que, durante la mayoría del tiempo, habita una gran
sonrisa, se esconde una persona rota
que ha observado como todo su pasado y presente están rotos. Aun así, mantiene
la compostura y continúa adelante. Josh, tras su paso por producciones
como The Crowd,
ha logrado la experiencia suficiente para firmar un personaje complejo y
completo, que necesita poco para expresar lo que oculta tras la máscara.
Alrededor de ellos se encuentran personajes que, aunque puedan parecer
secundarios cualquiera, sirven para crear esa atmósfera de tragedia que rodea
toda la trama a lo largo de toda la película. Destacan, como no, los señores
de Jane, los Niven.
Colin Firth encaja perfectamente en el papel que le ha tocado trabajar.
Destaca en ese papel de señor más abierto y permisivo con su criada,
permitiéndole leer esos libros de su biblioteca personal. Se le nota más
contenido que su compañera y mujer,
Olivia Colman. Desde un inicio parece más hierática en su actuación,
descubriendo a posteriori que ese rictus era obligado por su condición de
madre sin hijos.
Son los momentos de esta franja temporal los que comienzas a matizar el
verdadero objetivo de la cinta: el origen de una escritora |
De los demás actores, con actuaciones más breves, destacaré a
Emma D’Arcy, con pocos minutos en pantalla, pero cumpliendo
correctamente. También es llamativa la actuación de
Sope Dirisu, que actúa como marido de Jane en el futuro, resultando como un
buen condicionante para la evolución y maduración del personaje de su
mujer.
Campiñas británicas que nunca cambian
Tras hablar de los personajes, no podemos evitar darle un vista al escenario
de la película. Desde que se crean las historias de época británicas hemos
podido observar cómo
nos han generado en el imaginario una visión de las campiñas en las que se
mueven las familias bien. Así es el modo en el que nos muestran este escenario. Aunque no destaca, sí
que cumple dando un marco de acción a los personajes. Igual sensación me
transmiten los demás escenarios (mansiones, librería, casas…) que,
sin destacar, logran una perfección en la dirección de arte que te mete de
lleno en la situación.
Las grandes actuaciones se convierten en una constante a lo largo de
la obra, conviviendo en un precioso mundo creado para ellos |
Este ambiente británico tan característico
se completa con una sencilla y medida música compuesta por Morgan Kibby, compositora conocida por obras como Grand Army o
American Horror Stories.
Conclusión
¿Y todo esto a qué nos lleva?
Envuelta en una historia que, a priori, parece actuar como reclamo y que
está basada en ese pasado de 1924, se nos presenta el desarrollo humano de
una pasión y un oficio.
Todos los personajes sirven para transmitir ese sentimiento de tragedia que
envuelve todo ese recuerdo que será narrado por la Jane escritora, contenidos
la mayoría de ellos, pero sirviendo al sentir general de la obra.
El positivismo con el que está envuelta la obra entronca con esa sensación
triste que se deja vislumbrar por debajo de la máscara de rigor.
Al final, todo sirve para un mismo objetivo, para demostrar que toda personaje
creativa se crea a través de acciones en el pasado.
Es cierto que la historia puede llegar a ser interesante, pero puede fallar
en su forma. Lo que no se puede negar es el gran trabajo de los actores.
Trailer en inglés
Primavera en Beechwood saldrá en los cines españoles el día 18 de
febrero de 2022.
Si te gustan las películas de principios de siglo, no dudes en acudir a tu
butaca favorita y disfrutar de esta sensual historia.