Hoy os traemos el análisis de Ion Driver para PlayStation 4 un juego de carreras futuristas, muy al estilo Wipeout, en el que manejaremos una nave en intrincados escenarios llenos de saltos, loopings y demás parafernalia a unas velocidades de vértigo.
¿Conseguiréis ser el mejor de la carrera? ¡Preparaos que vienen curvas!
¿Un digno sucesor de Wipeout?
Al empezar a jugar a Ion Driver lo primero que se nos viene a la mente es la saga Wipeout, un clásico juego de carreras futuristas muy ligado a la marca Playstation en el que participábamos en frenéticas carreras futuristas a alta velocidad. Por lo que si eráis fan de éste, con Ion Driver os lo vais a pasar muy bien porque también tiene ese planteamiento.
Desarrollado por Moon Whale Studio y con el apoyo de PlayStation Talents, en Ion Driver controlaremos una nave, de entre todas las que hay, cada una con características determinadas en velocidad, manejabilidad, aceleración y varios parámetros más, en carreras de doce participantes en las que priman las altas velocidades que alcanzan estas naves.
Estas carreras se desarrollan en circuitos llenos de loopings o saltos con zonas donde se nos recarga el turbo de la nave, que podemos usar en cualquier momento hasta que se nos gaste una barra azul. Pero ojo, también habrá zonas donde perderemos vida. Y es que en Ion Driver también tenemos una barra de vida haciendo que sea una novedad muy original que hace que se diferencie de los demás juegos de su género. Esta vida la podremos perder al entrar en determinadas zonas de los circuitos o al estamparnos contra los laterales de los mismos, aunque si la perdemos toda no moriremos ni nada por el estilo, sino que sufriremos una penalización que nos hará retroceder un poco en la carrera, aunque la recuperaremos pasando por determinadas zonas de restauración. Esto hace que tengamos que conducir la nave a la perfección si no queremos perder la carrera a la primera de cambio.
Si bien la barra de vida es una novedad muy interesante, a veces, si chocamos demasiado perderemos una carrera tras otra, lo que puede ser algo molesto, ya que de por sí, la dificultad para ganar no es moco de pavo y nos costará bastante ganar carreras desde el principio.
Aún así, no hay que confundir un control suave con un control exigente, ya que una cosa no excluye a la otra y este es un caso en el que se dan las dos características: es un control muy bueno, pero debido a la velocidad de las naves hay que tener grandes reflejos para girar a tiempo en las curvas sin chocarnos y perder vida. En definitiva, habrá que tener en cuenta otros factores como el peso, la velocidad, la vitalidad y el magnetismo.
Gráficos psicodélicos para unas carreras frenéticas
En cuanto a los gráficos están bastante bien y cuentan con un estilo de cel shading. Todo se mueve a las mil maravillas y a gran velocidad sin que exista ningún tipo de ralentización. El arte de los personajes seleccionables es magnífico y las naves que manejan tienen cada una un diseño diferente y característico que hace que con solo verlas sepas que personaje es el que la está «conduciendo». Alguna nos recordará a las vainas de las carreras de Star Wars: Episodio I: Racer, pero con su propia personalidad y modelado.
Los escenarios son quizá su punto más flojo, ya que sin ser malos tienen unos fondos bastante oscuros aunque gracias a eso se ven mucho mejor los neones que los adornan o las estelas de las naves. Los efectos de luz sí que destacan por encima de los demás efectos gráficos haciendo que cada carrera sea un espectáculo visual unido a la velocidad a la que se mueve todo.
La parte mala del aspecto técnico es que algunas partes de los circuitos tienen bugs que nos harán, muy de vez en cuando eso sí, que nos salgamos del escenario o que nuestra nave se quede atascada haciendo que tengamos el mismo efecto que cuando perdemos toda la vida, es decir, nos hace retroceder un poco en la carrera lo que, unido al rato que pasamos bugueados corriendo sin rumbo, hará que la perdamos definitivamente y tengamos que reiniciarla. Por suerte, esto pasa pocas veces como he dicho un poco más arriba.
Banda sonora electrónica que te pondrá los pelos de punta
La banda sonora es realmente buena. Está caracterizada por sonidos electrónicos, baterías y guitarras que hacen que cada carrera sea una delicia auditiva acompañando perfectamente a todo el tono futurista y frenético que tiene el juego. Cada circuito tiene su propia melodía y todas están a un nivel que te mantienen con los pelos de punta durante las carreras.
Los sonidos FX son correctos, pero no destacan por encima de ningún otro apartado. Tenemos sonidos al usar el turbo, del motor de la nave mientras corremos o cuando nos chocamos, pero ninguno nos impactará tanto como las melodías del juego.
Por último, en lo que se refiere a la parcela sonora no hay voces de los personajes, ni gritos o sonidos cuando adelantamos o perdemos la vida, cosa que habría sido bastante interesante y nos habría metido aún más en las carreras. Comentar que los textos están en inglés, pero en general, el sonido está bastante bien en todos los aspectos, especialmente las canciones.
Multijugador local… Pero sin online
Para terminar hay que mencionar el otro gran modo de juego, aparte del principal, que es el multijugador local para echar unos piques con los amigos. Pueden jugar entre dos y cuatro personas en la misma consola, cosa muy a favor, ya que desde hace unos años estos modos no se han prodigado demasiado en juegos de este tipo. Por desgracia no tenemos modo online cosa que acorta bastante la duración del juego y los amantes del modo más competitivo se sentirán decepcionados.
En este modo podremos elegir los mismos personajes que en el modo en solitario, con sus características específicas y todo igual en este sentido. Podremos correr en los mismos circuitos que hayamos desbloqueado, pero con nuestro amigos. Probándolo a dos jugadores la velocidad a la que se mueve todo sigue siendo vertiginosa sin ralentización de ningún tipo y sin que los gráficos se resientan.
Conclusión
Ion Driver es un juego arcade de carreras bastante bueno y, aunque no llega a las cotas de calidad de Wipeout, sí que es un juego muy entretenido que añade cosas muy interesantes como la inclusión de la barra de vida. Cuenta con una banda sonora a la altura y con personalidad propia, pero puede que el juego se nos quede corto al tener un único modo de juego «grande», que una vez terminado solo nos quedará el multijugador local en el que, eso sí, los piques están garantizados.
Así pues, Ion Driver gustará a los que busquen un juego de carreras futuristas bastante desafiante y que no les importe la falta de un modo online o algún otro modo de juego más clásico como un time attack o persecución (donde en cada vuelta se elimina el último corredor).
Por último, mencionar que Ion Driver ha sido desarrollado en el Games Camp de Málaga, situado en la Fábrica del videojuego de EVAD, la Escuela Superior de Videojuegos y Arte Digital, el primer centro Playstation First andaluz de formación a los futuros profesionales de la industria del videojuego. La escuela recrea de forma fidedigna la labor que se realiza en un estudio profesional con la metodología «Learning by doing» (aprender haciendo), donde los alumnos trabajan en la preproducción, la creación de un calendario de entregables y el cumplimiento de hitos durante todo el desarrollo.
Lo mejor
– Todo se mueve a una velocidad pasmosa sin que los gráficos se resientan nada
– La banda sonora es muy buena
– El multijugador local
– La diferencia entre las naves y el diseño de los conductores
Lo peor
– Es muy corto tanto en opciones como en modos de juego
– Tiene algún bug que nos hará salirnos del circuito de vez en cuando
– La barra de vida, aunque es bastante interesante, te puede hacer perder muchas carreras de un plumazo