SPACE JAM NUEVAS LEYENDAS – CRÍTICA

Warner Bros nos ha invitado a su estreno más esperado y aquí tenemos la crítica de Space Jam Nuevas Leyendas, o Space Jam 2 para todas esas personas nostálgicas que disfrutaron, seguramente en su infancia, de la primera versión con Michael Jordan.

¿Qué hay de nuevo en la familia de los Looney Tunes además de LeBron James en el cartel? Continúa leyendo, que te lo contamos.

La puesta en acción y premisa de Space Jam Nuevas Leyendas es similar a la de su predecesora, primero conoceremos a un pre adolescente LeBron a quien, por cierto, parece que le gustan los videojuegos y es un joven con mucho talento para el baloncesto, por lo que su entrenador le exige a él más que al resto, ya que sin trabajo, no se llega a nada. 

Los inicios de LeBron, al menos según la película, no son fáciles. No parece que tenga un padre presente y su madre, debe trabajar y se pierde los partidos de su hijo. En la primera película, Michael Jordan tenía a su padre de referente, en el caso de LeBron James, la necesidad de ser el mejor porque así, como le indica su entrenador, podrá mejorar la vida de sus seres queridos. Una carga bastante pesada para alguien tan joven, ¿verdad? 

La puesta en escena marca un trasfondo más trabajado que la primera Space Jam y a lo largo de la película se demuestra, ya que estos duros inicios hacen mella en el joven James, que proyectará tanto en su familia como en los Looney Tunes. Nuevas Leyendas, además de humor y homenajes, intenta que las relaciones entre los personajes supongan algo más que una misión para salvar el mundo de los dibus —con permiso de Roger Rabbit —.

Sin embargo, más floja queda la «excusa» para aliarse con los Looney Tunes. El villano en cuestión, Al G. Ritmo, es un programa —cuyo nombre es un horrible juego de palabras de algoritmo, que esperamos que lo entiendan más gente aparte de los informáticos/as y Will.I.Am —que desarrolla Warner 3000, un software con el que la Warner Bros podría contar con la estrella de baloncesto sin que éste tenga que dedicar tiempo, ya que la aplicación le clonaría y harían millones con el negocio.

A LeBron le parece que Warner 3000 es una idea absurda y al escucharlo Al G., se coge un buen rebote por despreciar su talento. Así que utiliza el aspecto más delicado que tiene The King en su vida: su propio hijo Dom. El chaval, es muy inteligente y aplicado, pero no está tan interesado en el baloncesto como en el desarrollo de videojuegos, algo que su padre no parece querer ver, pero que Al G. Ritmo sí, y piensa aprovecharlo.

¿Cómo se enlaza esta situación con los Looney Tunes? pues un poco metido con calzador en nuestra opinión. Para llevar a cabo su plan, Al G. abduce a Dom y Lebron al Serviverse —el escenario más cool de los estudios de la Warner, la sala de racks —, y mientras que al primero lo camela, al segundo lo lanza aleatoriamente por los universos del mundo Warner, desde DC, pasando por Harry Potter y Matrix, entre otros, acabando en el de los looneys, habitado en ese momento solo por Bugs Bunny, el resto, ha desaparecido. LeBron le pide ayuda al conejo para encontrar un equipo de estrellas y éste básicamente le utiliza para reclutar y reunir de nuevo a los Looney Tunes.

Aprovechando las franquicias de la casa, la película introduce muchos guiños tanto a las marcas de Warner como de clásicos de culto. Así pues, veremos parodias de films emblemáticos como Casablanca, Frankenstein o Regreso al futuro, chistes sobre marcas comerciales relacionadas con el deporte —te acordarás de Nike cuando lo veas —y comentarios de reírse de uno/a mismo/a como advertir qué se viene con una «alerta friki».

Tanto en guion como en realización, se han esforzado mucho en que no solo los Looney Tunes tengan presencia. Personajes y parodias de Harry Potter, Batman, Mad Max, Superman, Wonder Woman o Juego de Tronos, también tienen su hueco y algunos personajes, sus propias líneas. Además, resulta muy entrañable que hagan cameos los Picapiedra, los Supersónicos, la Máscara, los malos de la primera Space Jam, It, Expediente Warren y un gran etcétera que seguramente a más de una persona, le pique en verla también en casa para ir pausando y fijándose en todos los invitados e invitadas. 

Si vas a ver la película en el cine, te recomendamos que prestes atención al público que aparece al fondo apoyando al equipo de los looneys y al de los malotes —el que lidera Al G. Ritmo —.

La película tiene un buen apartado gráfico, con efectos visuales muy conseguidos, algo que, pidiendo disculpas a Warner, al menos en las películas de super héroes no eran tan boyantes. 

Destacaremos que la clásica animación de dibujos animados, ocupa más metraje de lo que da a entender el tráiler, que principalmente se compone de las escenas con personas reales y del partido. Además, es muy probable que lo que más divierta a la mayoría, sea toda la trama desarrollada en 2D, donde los looneys tienen mayor protagonismo.

En general, la composición de las escenas es buena, el ritmo mejor que el del villano principal, y la película tiene para que disfruten desde los más «viejóvenes» hasta las nuevas generaciones que verán su primera película Space Jam —no nos engañemos, sabemos que muchos progenitores y tutores llevarán a los peques a ver Nuevas leyendas por la nostalgia de la primera Space Jam, ¿a qué sí? —. 

Por cierto viejóvenes, no esperéis la música chumba chumba de los 90, el rap toma el testigo en esta entrega.

Como ya haya pasado con otras películas como Aves de Presa: y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn, el reboot de Cazafantasmas o Capitana Marvel, mucha gente vio, juzgó y sentenció con tan solo un tráiler o imágenes del rodaje. Los haters tienen mucho poder haciendo bomb review aunque no siempre les funciona —a Capitana Marvel nos remitimos — y sorprendentemente, Space Jam no es una excepción y como suele ser usual, la culpa la tiene un personaje femenino: Lola Bunny.

Space Jam provocó que mucha gente fuera a la llorería por el rediseño de la coneja, cuyo modelo en la primera película tenía los rasgos primitivamente femeninos más destacados mientras que en Nuevas leyendas, sin dejar de parecer una chica según lo que los roles de género nos impone, no es tan curvilínea ni resalta su pecho.

Este hecho ha provocado al parecer, a nivel internacional, mayor indignación que la del reboot de She-Ra, de la que criticaron directamente su estilo más masculino respecto a la original. Nunca entenderemos porqué una mujer con estilo masculino como Abby, ofende tanto. ¿Acaso es malo que una mujer no disponga de pechos grandes, no vaya en tacones o no vaya pintada como una puerta? ¿lo masculino es malo? ¿un personaje femenino no sexualizado provoca directamente que una película sea mala? Tampoco es que los cambios entre una versión y otra sean tan drásticos, pero puestos a sexualizar, ¿por qué no le sacan a relucir a Lola entre 4 y 10 tetas, que es lo que tienen las conejas? 

Y no, la vida no es blanco o negro, no hay nada de malo en que un personaje femenino tenga los senos grandes o le guste llevar tacones, pero si la falta de cosificación hace que al mundo le lleven los mil demonios, tal vez haya que hacérselo mirar, ya que hasta el director de la película, Malcom D. Lee, no salía de su asombro con la reacción del público en general:

A quienes contesten que los rediseños destrozan su infancia, recuerden que la película original siempre estará ahí y que ésta es otra totalmente distinta, para ver más de lo mismo, no hace falta relanzar franquicias.

Esta otra polémica ha surgido en España. Ponemos en contexto: En un principio la productora había contratado a la actriz de doblaje profesional Vera Bosch que llegó a doblar el primer tráiler. Sin embargo, tras un giro en las órdenes de producción, la cantante Lola Índigo anunció que había sido fichada para interpretar a Lola Bunny.

Las redes estallaron inmediatamente y las críticas llovieron incluso para Vera, a quien muchos usuarios/as la acusaron de fomentar el odio por citar el tuit del anuncio de Lola Índigo con un corazón roto. Por lo visto, la actriz no puede ni manifestar que se le rompe el corazón cuando se queda sin trabajo.

No obstante, el mayor peso cayó sobre la cantante, a la que acusaron de intrusismo laboral, robarle el trabajo a otra persona y otras delicias que caen en el insulto y mejor no mencionar.

No es la primera vez que profesionales de otros sectores, en pleno apogeo del éxito durante la producción de una película, son invitados a participar en el doblaje. Y no solo en cine, recordemos al Rubius dando su voz a un personaje menor de Sunset Overdrive, por ejemplo. Algunos casos son de éxito y otros generan destrozos, puesto que se nota demasiado la falta de tablas en puestos que, lejos de lo que pueda parecer, requieren mucha dedicación, estudios y entrenamiento.

Nosotras hemos visto la película doblada, ¿se nota que Lola Índigo no es actriz de doblaje? Tal vez por lo sucedido estemos sugestionadas, pero la respuesta es sí, se nota. ¿Queda por ello insufrible de escuchar? Pues no, se puede ver, pese a que la calidad entre las 2 actrices es abismal y seguramente con Vera Bosch el resultado final hubiera sido mejor.

En nuestra humilde opinión, tal vez el error sea que se haya contratado a una persona en primer lugar para después quitarla del proyecto. Si Lola Índigo hubiera sido contratada desde un inicio, tal vez la polémica no hubiera estallado. Cada persona valorará si le parece lícito aceptar según qué ofertas, lo deleznable es que alguien se quede sin trabajo por una persona que tiene más influencia y precisamente en Space Jam, recordemos que ni Michael Jordan ni LeBron James, son actores profesionales y ambos encabezan el cartel de sus respectivas películas.

Space Jam nuevas leyendas ofrece una evolución tanto en tecnología, como en guion, con una historia que busca mayor profundidad y ser más cercana a la sociedad actual. Sin embargo, hemos detectado algunos asuntos que siguen siendo normalizados hoy día.

Por ejemplo, vemos a papá James entrenando y exigiendo rendimiento a sus hijos varones. ¿Dónde están su mujer e hija? Pues aparecen para anunciar que está la cena, porque eso es lo que  hacemos las mujeres, los cuidados. De nada vale que se esfuercen en poner en cartel a mujeres deportistas como Sue Bird y Nneka Ogwumike si en el día a día la madre no sale de la cocina y la hija se queda como la de Cristiano Ronaldo en el vídeo que tuiteó jugando al fútbol, en el que la pobre criatura aparece al fondo chuntando un balón invisible para, finalmente, coger un cubo y fregona de juguete.

Space Jam nuevas leyendas es más actual y tiene un trasfondo más trabajado que su predecesora. Si nos olvidamos de todo el hate, incluso con la nostalgia en mente, se disfruta y es divertida, tanto para adultos como para los más peques de la casa.

Cuenta con homenajes, tiene ritmo, mucho humor y salvo algunos detalles un poco encajados con calzador, es una película muy entretenida susceptible de que guste al público que conoció la película de los 90 y a las nuevas generaciones.