NEO: THE WORLD ENDS WITH YOU – ANÁLISIS EN PS5

Caminas de forma distraída por un largo pasillo sin dejar de mirar a la pantalla de tu móvil esperando ver un mensaje de tu colega diciéndote, como siempre, que llegas tarde. Subes en la escalera mecánica intentando encontrar un hueco entre la marabunta de gente que todos los días utiliza la estación de metro de Shibuya para ir y volver de su trabajo, para comer o para hacer compras en las múltiples y coloridas tiendas repletas de neones de las calles del centro de Tokio.

Tu amigo Fret te está esperando a la salida del metro con cara de pocos amigos por tu nuevo retraso, pero no puedes evitar esbozar una sonrisa después para enseñarte su última adquisición… Un pin con un misterioso símbolo que acabas de encontrar en la plaza de la estación de metro.

Al coger el pin, de repente todo el mundo se queda parado y unos siniestros símbolos rojos se dibujan en el cielo de la plaza, que se encuentra en ese momento a rebosar de gente. Tu móvil suena y al mirarlo ves un mensaje de un remitente desconocido diciéndote: «El juego de los Segadores acaba de comenzar, jugador reúne a tu equipo».

«The World Ends With You» es uno de esos videojuegos que no tuvieron un gran éxito durante su lanzamiento, pero que con el paso de los años se ha ido convirtiendo en un juego de culto. Su estética colorida, su localización basada en algunos de los sitios más emblemáticos de Tokio y su variada galería de personajes conseguían que el juego fuera de lo más atractivo para cualquier persona amante de la cultura asiática. 

Para celebrar el 14 aniversario del mismo, Square Enix ha vuelto a reunir al equipo original que realizó el mítico juego de Nintendo DS, incluyendo a Tetsuya Nomura (como productor y diseñador de personajes), a Tatsuya Kando (director del juego) y a Takeharu Ishimoto (autor de la banda sonora del original).

El espíritu del juego original por lo tanto sigue intacto y es algo que se agradece bastante. Su aspecto visual y su banda sonora se han adaptado a los nuevos tiempos, permitiendo recrear con mayor fidelidad las localizaciones de Shibuya y Shinjiku algo que la antigua portátil de Nintendo no hubiera nunca soñado alcanzar.

Qué iluso es Tamarindo

El «dramita» japo de toda la vida

El eje central de nuestros poderes va a venir dado por los pines que vayamos consiguiendo a lo largo de los diferentes capítulos. Estos pines se pueden conseguir tanto como resultado del botín de nuestros combates como en tiendas con dinero físico o a través de intercambios con otros pines. 

Los pines no sólo van a concedernos habilidades para los combates, sino que también existen pines que nos dan dinero o bien sirven únicamente para hacer intercambios por otros pines u objetos. Hay más de 300 pines dentro del juego que conceden psicopoderes de lo más variado, desde poder lanzar coches a curar a nuestros compañeros durante el combate o a poner bombas que producen efectos devastadores. Nuestra supervivencia en este mundo alternativo va a depender de lo bien que combinemos estos pines entre los diferentes miembros de nuestro grupo.

Cada miembro del grupo va a poder equipar sólo uno de estos pines (al menos inicialmente) y, tras acabar cualquier combate, mejoran basándose en los puntos de experiencia que hayamos obtenido. Algunos de estos objetos incluso se pueden evolucionar cuando llegan a un determinado nivel de evolución, mientras que otros acabarán siendo dominados por completo cuando no se puedan mejorar más (el nivel de evolución está limitado de forma diferente en cada pin).

Imaginamos que los desarrolladores del juego no conocían la canción de Sabina pero lo cierto es que nuestra aventura en Tokio va a consistir en gran medida en eliminar una gran cantidad de «ruido» de las calles de la ciudad.

Para acabar con todo este ruido simplemente tendremos que acercarnos a su símbolo rojo (cada símbolo representa el tipo de enemigos a los que nos vamos a enfrentar) y éste se acercará a nosotros dándonos la posibilidad de luchar contra él. Si somos lo suficientemente hábiles y buscamos conseguir una mejor recompensa podemos intentar encadenar la lucha con varios de esos ruidos, uno detrás de otro, en varias fases que se han traducido como «reducciones«.

El combate es bastante sencillo (yo diría que incluso demasiado) y consiste en ir utilizando los poderes de tus personajes haciendo uso del botón de acción asociado al pin de cada uno de los personajes. Lo más lógico suele ser equiparse con un pin que permite un ataque rápido (botón cuadrado), otro con ataque medio (botón triángulo) y el resto de personajes con ataques potentes (botón R1 o L1). También se pueden equipar otros pines que permiten curar a tus personajes o mejorar su potencia de ataque o defensa.

Durante la pelea, el juego siempre va a marcar a uno de los enemigos como objetivo y nuestra tarea sólo va a consistir en pulsar el botón de uno de los psicopoderes. El personaje automáticamente se acercará a nuestro enemigo y le golpeará sin necesidad de apuntar. Podemos cambiar en cualquier momento el objetivo de nuestros golpes para elegir cómo vamos eliminando a cada uno de ellos. Además, podemos movernos por el escenario esquivando los golpes (el botón X nos servirá para poder esquivar) aunque la mayoría de las veces vamos a hacer poco uso de ello, salvo quizás en los enemigos finales de algunos capítulos que requerirán este tipo de habilidad.

Otro concepto que nos resultará muy útil es el del ritmo, el cual, es el indicador que aparece durante el combate para indicarnos lo bien o mal que lo estamos haciendo con los diferentes combos de psicopoderes. Si conseguimos llevar el ritmo al 100% podremos lanzar un devastador ataque, que será diferente dependiendo del personaje que elijamos.

La estrategia que debemos seguir para conseguir acabar rápido con todo el ruido de la ciudad va a ser siempre intentar mantener los combos encadenados durante el máximo tiempo posible. Para ello, el juego nos presentará un indicador cada vez que sea posible realizar un combo y en ese momento deberemos golpear a nuestro enemigo con otro personaje para que el ritmo siga subiendo. De la misma manera en la que el ritmo sube, también puede bajar si no golpeamos a nuestros enemigos o bien los enemigos nos golpean.

Otro de los aspectos característicos de este juego, como buen JRPG, es el de tener un montón de secuencias de diálogo entre nuestros personajes que permiten que la trama avance. Estos segmentos están hechos con viñetas al más puro estilo manga normalmente con interjecciones de los personajes y otras veces con las voces en perfecto inglés o japonés (según las preferencias de cada uno). Las conversaciones entre los personajes normalmente están rodeadas de mucho humor y continuas referencias a situaciones típicas de cualquier manganime.

Todos los clichés de la cultura japonesa están presentes, tanto en el diseño de los personajes como en los temas que tratan durante el juego. Nomura ha diseñado unos personajes que intentan reflejar muchas de las tribus urbanas presentes en la sociedad nipona, desde la chica amante del manganime al héroe taciturno con frases demoledoras o a la lolita gótica.

Además, el gusto por la comida o por la ropa de diferentes estilos está muy presente durante todo el juego. De hecho vamos a poder conocer un poco más a nuestros personajes por sus gustos culinarios, ya que por ejemplo no todos los platos de comida van a ser de su gusto. De nosotros va a depender elegir lo que más conviene a cada personaje basándonos en las reacciones de los mismos al asignarle un plato en cada uno de los múltiples restaurantes que nos presenta el juego.

No se le puede criticar al juego que la puesta en escena es visualmente muy atractiva, algunas veces incluso da la sensación de tener la oportunidad de ser el protagonista de un anime (que por cierto, ya está confirmado basado en el juego y parece que nos llegará muy pronto).

Las calles de Tokio tienen bastante detalle y podremos ver muchos edificios emblemáticos que en bastante casos se corresponden con la realidad aunque no tengan el mismo nombre. Y bajando a pie de calle vamos a ver una gran cantidad de personas moviéndose por las mismas representando a todo tipo de colectivos que van de un sitio a otro haciendo su vida normal. El juego no se resiente en ningún momento a pesar de ello y el movimiento es de lo más fluido y solvente en todo momento (al menos en PS5 que ha sido la plataforma elegida para el análisis).

Un detalle que quizás le resta ciertos puntos en lo visual, es que no se muestre nada más que a Rindo durante las fases de exploración y además el personaje no cambia su modelo aunque se le cambie el vestuario a lo largo del juego. No es que sea especialmente importante para la experiencia de juego, pero hubiera sido de agradecer.

Otro de los aspectos fuertes del juego es su banda sonora de lo más variada con géneros que van desde el J-pop al J-rock más cañero. La música se va ir adaptando perfectamente en función del barrio que estemos visitando o los diferentes combates que mantengamos. El trabajo de Ishimoto-san es sencillamente soberbio tanto en la parte instrumental como en las letras con temas increíblemente pegadizos. Es una de esas bandas sonoras que puedes acabar escuchando en tu servicio de música en streaming favorito una y otra vez. Comentar también, que el juego cuenta con textos completamente traducidos al español, aunque carece de doblaje puesto que no cuenta con voces, sólo diálogos en texto.

– Su banda sonora repleta de canciones pegadizas

– La recreación fidedigna de Shibuja y Shinjiku

– Traducción completa al castellano

– Las secuencias en formato manga

– La galería de personajes secundarios

– La variedad de psicopoderes que se pueden utilizar en los combates

– Combates muy repetitivos que se convierten en un machacabotones

– Argumento confuso en las primeras horas