Hoy os traigo el análisis de
Dragon Quest XI S: Ecos de un Pasado Perdido – Edición Definitiva para
Xbox One. La saga Dragon Quest es una de las que más renombre lleva a
sus espaldas, en lo que a juegos RPG se refiere, ya que es un referente muy
temprano del mundo gamer en este género, además de habernos dado una de las
entregas más memorables que existen, Dragon Quest VIII: El periplo del Rey
Maldito. Sin embargo, hoy os vengo a hablar de su onceava entrega, que salió
en 2018 y
ha sufrido varias mejoras hasta llegar a la edición definitiva.
Una mentira sobre el pasado
Tiempo atrás, en un reino que gozaba de paz y prosperidad, el mal hizo acto de
presencia. Se empezó a extender y convertir los cimientos del lugar en
puro caos, pero de entre todo ese caos, un bebé se salvó y fue a
parar a una aldea en las montañas. Con el tiempo, todo se tranquilizaría y
aquel bebé, se convirtió en un joven prometedor. Un día cualquiera,
la marca que portaba de nacimiento,
se iluminó para salvarle de un gran peligro. Esto hizo que el muchacho
decidiera encaminarse a la capital para saber la verdad sobre su pasado. Sin
embargo,
durante el trayecto descubriría muchas de las memorias perdidas que
narraban la historia de la tierra, además de algunas mentiras que asolaban el reino.
Dragon Quest XI
nos cuenta una historia de fantasía épica llevada a cabo por un héroe
repudiado
por parte de la sociedad y una serie de compañeros variopintos. Escindiéndose
de la gloria habitual de este género, toma un enfoque alternativo cargado de
evasiones a la ley, buenos momentos y mucha comedia. En sí no es una historia
profunda que te haga pensar, pero tiene entresijos bien elucubrados y un lore
notable para crear una historia inolvidable.
Los personajes que nos encontramos a lo largo de la historia,
poseen una personalidad marcada y diferente a la de los demás, pero en ciertos puntos aluden a las que existen en animes, mangas y juegos
japoneses, es decir, en ciertos momentos son un tanto estereotípicos. Por su
parte, los npcs externos son más planos que un folio en blanco y si a eso le
añadimos las habituales y banales misiones de recadeo, nos
encontramos con juego que posee una gran historia y personajes muy
característicos, pero que cuando se sale de la línea principal, muestra un
trabajo que aprueba con un suficiente.
Verónica es uno de mis personajes favoritos. Es super mona, pero luego
te mete un tortazo de realidad y otro de bordeza que te deja seco. |
NOTA: Para los veteranos que tengáis curiosidad, sí, las escenas «Puf Puf» siguen estando. Tenéis un total de ocho en todo el juego.
La heroicidad, picardía y magia de todo un Dragon Quest
Iniciamos la sección de jugabilidad con dos aspectos que debemos elegir al
inicio. En primer lugar, tenemos la opción de cambiar la experiencia de juego,
a través de las misiones draconianas,
una serie de retos que dificultarán nuestra aventura, como puede ser
«No Comprar» «Todos los enemigos fuertes» o «Ridiculitis» (En la edición
definitiva se ha introducido «Habitantes mentirosos» y
«Superridiculitis»). A pesar de todo, estas opciones
se pueden quitar en cualquier momento, yendo a una iglesia, pero
no se pueden poner con la partida empezada.
En segundo lugar, está la opción de poner el juego en modo 3D o 2D, lo
que cambiará el gameplay tanto a la hora de combatir, como a nivel gráfico y
auditivo. En sí es un punto muy positivo, aunque
si queremos alternar entre ambos modos con la aventura iniciada,
la forma de hacerlo es muy tediosa. Esto lo digo porque para cambiar
las dimensiones, deberemos ir a la iglesia, hablar con el cura, guardar dos
veces y después reiniciar en una zona que nosotros queramos. Con reiniciar, me
refiero a reiniciar la historia principal desde la misión con la que entras a
esa zona y así siempre.
Saltamos a la propia aventura, lo primero que debéis saber es que el juego se
desenvuelve en un mundo abierto,
dividido en pequeñas zonas que se interconectan con pantallas de carga, las cuales, no duran mucho, pero a la larga se notan un poco
cargantes. Los lugares se fraccionan en zonas con monstruos y poblaciones,
teniendo ambos sitios un punto en común, que es la cantidad de tesoros y
materiales de fabricación que podemos encontrar.
De normal solo puedes llevar cuatro personajes, pero cuando tengas un invitado, este se mostrará a pesar de tener el equipo completo. |
A medida que juguemos, tendremos diferentes servicios a nuestra disposición,
los cuales son los de siempre, es decir, vendedores de objetos, armas y
armaduras, posadas, bancos e iglesias, siento esta última la más importante,
ya que, a parte de las funciones mencionadas, también nos permite revivir a un
aliado, curar el envenenamiento y la maldición, y rectificar los puntos de
destreza asignados (os hablo de ellos más adelante). Como novedad en la
entrega,
podremos levantar un campamento en puntos del mapa donde haya una
hoguera
y la estatua de un ángel. La hoguera hará de posada y
la estatua de iglesia. Esto facilita bastante el juego.
Saltando ya al combate. Dragon Quest XI es un RPG por turnos donde nos moveremos y atacaremos dentro de un área de acción circular en la
que la velocidad determinará cuántas veces actuaremos y cuándo combatimos
con cada uno de los contendientes. En sí el poder moverse por el área no es
algo que cambie mucho las batallas, resulta más bien decorativo. Ahora bien,
si jugamos en 2D,
los combates se resolverán en una pantalla fija donde escogeremos los
comandos de todos los integrantes a la vez
y la velocidad determinará el momento en el que golpeemos, pero no se nos
permitirá nunca hacer más de una acción antes que los oponentes, similar a
lo que ocurría en entregas pasadas.
Entre las opciones que tenemos, destaca el
poder elegir los movimientos de todos los componentes o
que la CPU lo haga por nosotros. Si preferimos lo último,
podemos decirle al juego que tipo de rol o forma de combatir que debe
tomar cada miembro. También
se pueden modificar los integrantes dentro del propio combate, lo que
le aporta más estrategia al título, y
escoger la velocidad de las batallas, facilitando el farmeo.
A parte de los estados alterados ya mencionados, hay otros como
dormido, paralizado o asustado. |
Cuando nos decidamos entre las anteriores, pasaremos al puro
enfrentamiento, en cual podemos elegir entre ataque básico, habilidades y
conjuros que consumen PM, defender, usar objetos y cambiar
la equipación, lo cual es útil si nuestro personaje es multiclase.
Como elemento adicional,
el juego nos brinda esporádicamente con la inspiración, una energía
azul que fluye de repente en los personajes (recordando a la forma Super
Saiyajin Azul de Dragon Ball). Esta energía
fomenta el daño de los personajes y
permite realizar movimientos especiales con otros compañeros,
llamados Poderes de Inspiración.
En referente al comienzo de los enfrentamientos, este varía según en qué
modo nos encontremos. Si estamos en 3D,
todos los enfrentamientos serán con enemigos que aparezcan por el
escenario, mientras que, si jugamos en 2D,
los combates serán aleatorios y solo se verán a los oponentes más poderosos o importantes. Como efecto adicional, si jugamos de noche, los
enemigos se volverán notoriamente más agresivos y pedirán refuerzos con
bastante asiduidad.
Cuando ganemos batallas, iremos obteniendo puntos de experiencia que nos
harán subir de nivel y darnos puntos de destreza. Fuera de la subida de
estadísticas habitual,
los puntos de destreza se gastan para obtener habilidades especiales
y pasivas. Estas se muestran en un
mapeado exclusivo de habilidades para cada personaje, según las armas
que puede manejar cada uno y una rama especial característica de su clase.
Deberemos acumular los puntos de destreza necesarios para desbloquear cada
habilidad y a su vez, abrir el acceso a otras que dé inicio están
completamente vetadas.
NOTA: Aquellos que no combatan, seguirán ganando experiencia de forma pasiva.
Terminamos con elemento muy interactivo llamado la Forja
Fantástica. Básicamente es un utensilio que sirve para
crear distintos ítems con los materiales que vamos recolectando a lo largo
de nuestra aventura. Se desenvuelve como un minijuego en el que debemos
mejorar y ser ingeniosos para que el resultado de nuestro trabajo sea lo
mejor posible. Además de la forja, también hay otros minijuegos y pruebas a
lo largo de todo el juego como las carreras de caballos o los casinos.
La mano de Akira Toriyama
Los Dragon Quest a nivel artístico, no son solo juegos de estilo anime, sino
que son título dibujados por el reconocido Akira Toriyama, quien dio vida a
los personajes de la saga de anime más famosa del mundo, Dragon Ball. Es por ello que a medida que juguemos este
título u otro, nos encontraremos con personajes que nos recuerden a los más
icónicos de las historias de Goku y sus amigos.
A nivel de animación de personajes, el juego se escinde de la tónica habitual de aquellos con modelado anime, es decir, npcs y protagonistas que no muestran bien sus
sentimientos o se ven demasiado forzados. Siendo que, en este caso han sido adaptados tanto el
diálogo como las animaciones para que conjuguen a la
perfección. De hecho, otro aspecto que también se sale dicha habitualidad,
es la animación de pequeños detalles como el pelo o elementos sueltos de la
ropa, que, en vez de ser fijos, tienen cierto movimiento individual. Sin
embargo, no están del todo bien pulidos y de vez en cuando se ven dientes
de sierra, aunque en su defensa diré que se perciben solo en
las capturas.
Decir que los personajes se van volviendo como una mini familia a los que les coges mucho cariño. |
Un miedo habitual cuando se trae un juego desde Switch, es que este
sea un port que lleva consigo todas sus imperfecciones gráficas, ya que la consola
portátil de Nintendo, necesitó de un downgrade gráfico para poder correr el
juego. Pues bien, Dragon Quest XI no está ni de cerca como está en Switch, pero
tampoco con la versión original, sino que las texturas, los colores y las
luces son las mejores de la entrega.
NOTA: Para cerciorarme de ello, lo que he hecho es jugar, mientras cambiaba intermitentemente gameplays de ambas versiones en el ordenador.
Entrando en detalles, las texturas se ven muy nítidas a cualquier hora del
día, los elementos naturales como las briznas de hierba alta, el agua y las
flores se muestran con mayor densidad y viveza, mientras el juego de luces
y sombras de las horas del día y las mazmorras, interactúa de forma
coherente, pero animada sobre cada superficie o elevación a nuestro alrededor. Lo que sí es más irreal y caricaturesco, son los efectos
especiales, ya que el juego opta por dar fantasía a las explosiones, los
movimientos de las armas, las peleas en general, las escenas impresionantes
y demás.
La verdad es que el juego así, tiene su aquel. |
Como punto extra, os hablaba antes de que el juego permite apelar a la nostalgia de los jugadores más veteranos y ponerlo en dos
dimensiones. Con gráficos similares a los que encontramos en su momento en los
títulos del 1 al 7. Aunque si entramos más en detalle, se parecen sobre
todo a los que encontramos en el tercer título cuando viajamos, mientras que la
apariencia del combate se asemeja más a la de la segunda entrega.
Por último, os hablo de la interfaz, la cual es distinta según el modo de juego. Si estás con el 3D, habrá una interfaz muy poco invasiva, pero que siempre está presente. Por su parte, el menú come bastante pantalla y está muy adornado. Si por el contrario juegas en 2D, la interfaz de los combates será bastante invasiva, pero eso le da la apariencia de los clásicos, mientras que cuando viajamos es inexistente hasta que interactuemos con algo. El menú es claro, conciso, sin florituras y semi transparente.
Una oda a la nostalgia
Empiezo la sección sonora haciendo referencia al título que le doy a esta sección, y es que a
medida que jugaba y disfrutaba del increíble mundo que nos presenta la
onceava entrega, más imposible me era reprimir los recuerdos de nostalgia
que me venían de juegos anteriores. Con esto no quiero decir que la banda sonora no sea original, sino que
se mantiene en la asíntota habitual de piezas similares a las antiguas, pero
que cambian en fragmentos sueltos para darle una personalidad propia.
Puede que ya hayáis escuchado la pieza de apertura, pero os la dejo
aquí porque
es demasiado bonita.
En cuanto a lo que motivan las piezas musicales del onceavo
título, percibimos sensaciones como las del poder, la gloria y el misterio,
lo que hace que aporten a la aventura un creciente sentimiento de epicidad
que le viene que ni pintado a un RPG. Como añadido extra, esta edición
definitiva nos permite cambiar la banda sonora de viaje por la DQ VIII: El
Periplo del Rey Maldito, que aparte de tener unas composiciones
inolvidables, apela al corazón de los nostálgicos.
El cuanto al repertorio de sonidos fx, no hay mucho que decir. Son los mismos de siempre, lo que los caracteriza de fantasiosos y en muchos casos de infantiles, pero que le sientan a las mil maravillas y hace que el título nos provoque un efecto de añoranza entre toda la frescura que muestra. Dentro de
los combates estamos en la misma tesitura, aunque en este caso son
composiciones bastante heroicas.
El juego está traducido al español y doblado al inglés y al japonés. La
traducción está muy bien hecha, sin faltas ni expresiones raras, pero el
doblaje es otro tema. Por un lado, tenemos que, si el juego está inglés, la
sincronización la labial necesita de un retoque (no es muy cantosa, pero no es
del todo buena) y las voces de algunos personajes, no tienen lógica; por
ejemplo, una chica muy joven con la voz de una mujer de unos 40-50 o al
revés, no siempre es así, pero de vez cuando pasa. Por el otro lado, las
voces en japonés están mejor dobladas, que no perfectas, pero las que se han escogido no pueden ser más estereotípicas porque es imposible.
Os dejo esta maravilla mítica también.
Conclusión
Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido– Edición Definitiva es el remate final y perfecto a este gran rpg por turnos lanzado en 2018. Si bien tiene defectos, especialmente las misiones de recadeo y la tediosa forma de cambiar entre 3D y 2D, su historia con personalidad propia, personajes memorables, gran banda sonora y un sistema de combate por turnos, hacen de este juego un indispensable de tu biblioteca si eres amante de los RPGs y de los juegos en general. Además de que complacerá a aquellos que quieran traer de vuelta la nostalgia de tiempos pasados.
Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido – Edición Definitiva estará disponible para Xbox One, PlayStation 4, Nintendo Switch y Microsoft Windows el 4 de diciembre. Si te gusta el juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un enlace a Amazon donde poder hacerlo.
Lo mejor
– Buena historia y personajes memorables
– Misiones draconianas que personalizan la experiencia de juego
– Mantiene toda la esencia que caracteriza a la saga
– Poder jugar en 2D y 3D
– Se puede poner la banda sonora de DQVIII
Lo peor
– Misiones de recadeo a montones
– Cambiar entre 3D y 2D es un engorro
– Doblaje mejorable