A pesar de ser uno de los máximos representantes de un sector que está al alza
en muchos países de todo del mundo, el póker no es una disciplina que haya
encandilado demasiado a la industria del videojuego.
No es fácil encontrar títulos especializados en juegos de azar o que
recreen la experiencia que se pueda vivir en ellos. En teléfonos móviles quizá
sí que es más habitual, pero en consolas como PlayStation o Xbox hay que
buscar a fondo en el catálogo de juegos para encontrarlos. Casi que el póker
ha quedado para dar atractivo a videojuegos en pequeñas misiones u objetivos.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en la saga Yakuza. Haciendo un
repaso a Yakuza 3, por ejemplo, no podemos olvidar ese contenido secundario que ayuda a
entretener al jugador durante la historia o después de ella. Entre la
selección de minijuegos disponibles estaba el póker, el black jack y hasta
máquinas recreativas. Algo que no va a dejar de lado en el último lanzamiento de
la saga japonesa,
Yakuza: Like a Dragon, que va a llegar a PlayStation 5 el próximo año. Entre los minijuegos se
seguirán colando juegos de cartas y máquinas tragaperras para no perder las
buenas costumbres.
De esa manera, el póker tendrá su hueco en la nueva generación de consolas y
la nueva generación de videojuegos, aunque eso ya parecía asegurado con GTA.
Entre las
razones del éxito de su quinta edición
también está ese guiño realizado al póker y a los juegos de casino en general
con la actualización The Diamond Casino & Resort y que tan buenos
resultados ha dado. Una vez que Rockstar Games consiga llevar este juego, o
quizá un más revolucionario aún GTA VI, a PS5 podremos hablar de un éxito más
del póker en este sentido. Pero como decimos, siempre en un papel que no es
principal.
Y la tarea de cambiar esta dinámica parece haberla tomado el nuevo título de
Ripstone: Poker Club. Un juego que los más entusiastas del póker
estaban esperando, en el que el Texas Hold’em sea el principal protagonista. Y
hasta la fecha, los gameplays mostrados habían denotado que este podía ser el
mejor simulador de póker online jamás creado. ¿Eso significa que con este
juego puedes sentir lo que sentirías en una
experiencia en un casino en vivo? Probablemente, porque las recreaciones parecen extraordinarias. ¿El
ambiente es el mismo? Eso es evidente que no, aunque lo pretende ser más
pronto que tarde.
Llegada a lo grande de Poker Club
Poker Club ya había prometido un gran lanzamiento a finales de este año que se
confirmó el pasado 19 de noviembre en PlayStation 5, Nintendo Switch, Xbox
Series X/S, PlayStation 4, Xbox One y Microsoft Windows. Aunque donde más
interés generaba probarlo es en las consolas de nueva generación donde se pudieran ver los efectos de la tecnología del ray tracing y el
poder del Unreal Engine 4 que se prometía. Y desde luego, las pinceladas que
habían dejado en los tráilers planteaban la experiencia de juego como algo
único.
Los jugadores pueden elegir entre una gran variedad de
modos de juego distintos. El usuario puede seleccionar entre torneos o
mesas de juego, además de competir frente a otros jugadores en línea. Ese
seguramente era un gran deseo por parte de los más fans, el poder recrear una
partida de juego online en el videojuego. Sentarse en la mesa y vivir en
primera persona el reparto de las cartas, las apuestas y mirar las cartas que
llevas en tu mano.
También el modo carrera era algo muy esperado. Aunque no sea un modo
carrera como tal al uso, el hecho de incluir un modo en el que ir cumpliendo
misiones con objetivos divididos en estrellas era algo especial que no habían
tenido otros videojuegos de póker o de casino. Una vez cumplidas las
exigencias, el usuario recibe recompensas a través de las que puede ir
desbloqueando atuendos para su personaje, cartas y fichas personalizadas, y
abrir los próximos objetivos de la historia. Esto, junto al potencial de poder
llegar a ser un juego que creara una comunidad social a su alrededor, lo hacen
especialmente interesante.
Sin embargo, la promesa de la nueva generación también ha tenido algunas
sombras que se entremezclan con las luces. Y es que, como en la vida real, el
juego parece ser en la práctica bastante lento. Aunque las pretensiones de
asemejarse lo más posible a al realidad las cumple, parece que se echa en
falta un poco más de agilidad a la hora de jugar frente a la máquina. Los
escenarios de juego están muy bien cuidados y con mucho detalle, lo que ayuda a que valga
la pena esperar, aunque puede que esto sea solucionado en futuras
actualizaciones de cara al 2021.
Y en el modo multijugador también se han visto algunos problemas. Lo más
significativo es que
hasta que el juego no sea adquirido por más gente, en el formato en línea
hay bastantes bots manejados por inteligencia artificial y que no toman unas decisiones
demasiado coherentes en las mesas. Algo que parece lógico, pues antes de que
podamos encontrarnos una buena comunidad de usuarios que jueguen regularmente,
hay que crearla y eso lleva su tiempo.
Lo que sí que destaca más de este juego hasta el momento es la flexibilidad
para crear juegos y torneos, algo que viene a la perfección para jugar con
amigos desde casa sin tener que desplazarse, algo fundamental en los tiempos
que corren.
Poker Club
todavía necesita un poco más de trabajo, pero de momento es el máximo
representante de la llegada del póker a la nueva generación.