YS: ORIGIN – ANÁLISIS EN NINTENDO SWITCH

Hoy os traigo el análisis de Ys: Origin para Nintendo Switch. Lanzado allá por 2006 y remasterizado en 2017 para las consolas de sobremesa, hoy os hablo del porteo de dicha remasterización en la consola híbrida de Nintendo. Un A-RPG que trae de las profundidades la esencia del rol clásico y sustenta las bases de las historias que se cuentan el primer y segundo Ys. Además, viene en español, algo muy raro en la saga.

Debemos coger nuestra máquina del tiempo y viajar 700 años antes de los sucesos de la primera entrega, donde la paz abundada en todos los parajes del hermoso mundo de Ys. Allí, dos diosas, Feena y Reah, gobernaban las tierras en paz junto a su seis sacerdotes consejeros. Sin embargo, como en cualquier historia rolera, el peligro decidió hacer acto de presencia, en este caso en forma de una horda de demonios que querían destruir todo a su paso. Viendo esta terrible situación, las dos deidades no tuvieron otra que alzarse en aire con un santuario lleno con su habitantes para escapar de tales aberraciones.

Sin embargo, los demonios construyeron una gran torre con el fin de alcanzarlos. Fue entonces cuando se inició una gran guerra que se enmarcó en dos zonas principales, la Torre del Diablo y el Santuario de Salomón (situado encima de la propia torre). En medio de todo este escabroso enfrentamiento, Feena y Reah decidieron escapar con la Perla Azabache, objeto usado para elevar el templo. Es aquí donde entramos nosotros, un equipo de élite organizado para entrar en la torre y descubrir qué ha pasado con las «jóvenes», y en caso de ser posible, rescatarlas y traerlas de vuelta de con los demás ciudadanos.

Jugaremos con un personaje a escoger entre tres, aunque dos de ellos se irán desbloqueando, pudiendo alternarlos posteriormente a nuestro gusto (y no, ninguno de ellos es Adolf. No estaría ni en proyecto de…). Cada uno de los protagonistas tiene su propia personalidad y variará las escenas según a quien controlemos, lo que da al título cierto factor de rejugabilidad a nivel historia, que debemos tener en cuenta. Como imaginaréis, también se traduce en distintos finales y momentos propios en cada uno de ellos, lo que a su vez nos demuestra una buena construcción de personajes.

Ys: Origins es una A-RPG al puro estilo del rol clásico en el que nos tendremos que dedicar al mazmorreo para encontrar y rescatar a las divinidades perdidas, mientras exploramos hasta el más recóndito escondrijo de la construcción. Ciertamente, en muchas ocasiones se asemeja más a un Hack&Slash machaca botones en un juego roguelike que a su género de destino. También tendremos ciertos momentos de plataformeo, que al igual que con la exploración, evolucionarán según encontramos ciertos objetos.

Como ya comentaba, jugaremos con un personaje a escoger entre tres, aunque al principio solo tendremos a dos. Elijamos el que elijamos de los de primeros, el otro se mantendrá bloqueado hasta más adelante en la historia. Dichos candidatos son The Claw, clásico personaje salvaje y a corta distancia con una velocidad asombrosa, luego está Yunica Tovah, una caballero que guarda un poco más las distancias, pero algo más lenta, y al final, Hugo Fact, un mago fácil de matar, pero que ataca a distancia con poderosos conjuros.

En términos generales de rol, tenemos que los personajes suben de nivel combatiendo (y por ende, subiendo estadísticas), no hay habilidades como tal, sino ciertos poderes que se van desbloqueando, pero que son comunes, y para subir de nivel las armaduras y conseguir habilidades pasivas, deberemos ir a las estatuas de guardado y comprar bendiciones a las diosas con el dinero que hayamos obtenidos de los monstruos.

Con esta concepción, debemos escoger cual de las opciones es la que mejor se adecuada para nosotros y para la situación. Estos peligros se desarrollarán a lo largo de 7 áreas con distintos escenarios cada una, pero siguiendo una estética determinada por la área en la que estén. Ciertamente, un aspecto que degrada un poco la experiencia, es que hay muchos lugares pasillescos y si bien, a veces está bien, sería mejor si estuvieran en menos cantidad. Aunque en contraposición, es bastante difícil perderse.

Mientras jugamos, nos encontraremos con muchos desafíos como trampas y puzzles, y también hordas de enemigos, que se superarán según la estrategia que hayamos escogido, aunque lo mejor de todo son los jefes. Clásico en la saga Ys y en realidad en los juego de Nihon como The Legend of Heroes, los jefes son realmente increíbles y el plato más contundente de todos. Por desgracia, a medida que jugamos nos percatamos de algo bastante habitual en las remasterizaciones y ports de juegos «viejos y es que las mecánicas y el juego en general están un tanto desfasadas, llegando a resultar un poco cargante en ciertos momentos o demasiado simple en otros.

En términos generales el juego no es especialmente difícil, aunque plantea algún que otro reto. También que dicha dificultad variará entre cuatro niveles. Su duración no es especialmente longeva, ya que que una partida media puede durar entre 11 y 14 horas. En temas de dock y portátil, a nivel de jugabilidad el juego funciona perfectamente en ambos modos, dejando solo taras a nivel estético.

Entramos al apartado más flojo del título, ya que, visualmente los años le han sentado francamente mal. Empezamos con una cinemática mal optimizada y que se ve ligeramente borrosa, cosa que se nota mucho en los contornos. Las demás cinemáticas seguirán el mismo patrón de errores, pero sumándose unos dientes de sierra descaradamente marcados en algunos elementos 3D, que junto con una relación de aspecto 3:4, dejarán grandes escenas en vídeos mediocres.

Dentro ya del propio juego, es decir, combatiendo y explorando, nos encontramos con un escenario 3D y unos personajes que se encuentran en un velo entre éste y las dos dimensiones. En general el diseño temático de las zonas es excelente y bastante detallado, denotando que ya entonces había mucho trabajo detrás. Sin embargo, este esfuerzo se ve ensuciado cuando jugamos en el dock, donde hacen apariciones ligeros dientes de sierra y los detalles que veíamos en la versión portátil, se quedan difuminados.

Durante los diálogos veremos habitualmente un cuadro de texto muy decorado y el rostro de los personajes, dejándonos ver los diseños de cada uno de forma más detallada. A diferencia de en otros títulos como Ys: Memorias de Celceta, los cuadros de texto se centran perfectamente y no se van moviendo, aunque sí que se alternará entre un busto del personaje y una imagen hasta la cintura según sea necesario; y nuevamente, cuando entramos en modo dock, veremos problemas gráficos, en este caso, el busto de los personajes también desarrollan dientes de sierra.

El diseño de los personajes alterna entre dos tipos de dibujo. Por un lado, está el que vemos habitualmente, que será un dibujo chibi y muy adorable, lo cual fomenta mucho la idea de mazmorreo y la exploración clásica, mientras que por otro, la apariencia de los personajes durante los diálogos y algunas cinemáticas, es de estilo anime en 2D, siguiendo la línea de la época al igual que otras sagas como The Legends of Heroes y Tales of.

Hablando de interfaz y menús, el juego en general no tiene muchos iconos dispersos que ensucien demasiado la pantalla, aunque sí una sección con todos los datos en la parte inferior excesivamente grande que puede llegar a resultar molesta cuando sufrimos estados alterados o somos bosteados en algunas estadísticas, ya que se muestran en unos cuadrados bastante grandes. Por su parte, el menú es bastante simple y en ocasiones se ve un poco mal, lo cual puede molestar a la hora de escoger ciertos objetos.

El apartado sonoro de Ys: Origins es impresionante, pero casi todo ello se debe a su banda sonora, la cual es realmente variada. Todas las piezas han sido creadas e introducidas en el momento exacto para dar juego el golpe final que se necesita en cada momento. Encontramos todo tipo soundtracks acordes a muchas situaciones, como música tipo rock sin cantante, que se adhiere a las mil maravillas a la acción, también tenemos momentos de piano o acordeón, que tildan al título de sentimientos de tristeza y soledad, aunque también tenemos algunas que aportan momentos alegres.

Los efectos fx son bastante variados y la verdad es que se escuchan perfectamente, salvo los golpes con las armas, que tienen un sonido bastante más sucio. Parece que han sido escogidos más para la música que otra cosa, lo que deja un cuadro auditivo bastante destacable. Por otro lado, no hay problemas con el apartado sonoro cuando cambiamos entre los modos de la consola híbrida, incluyendo la inexistencia de sonido tipo cubo de los aparatos portátiles.

Por último tenemos que el juego no tiene voces, sí que es cierto que hay sonido guturales de los enemigos, quejas cuando se recibe daño por parte de los protagonistas y elementos del estilo, pero voces como tal, ninguna. Esto nos remite directamente al uso de texto para informarnos de la historia, cosa que para este Ys no ocasiona ningún problema, ya que viene español, siendo el único de la saga en estar nuestra lengua. Como dato adicional, se nota que las traducciones son muy del 2000 como expresiones como «me importa un pito» o «eres un pardilla.»

Ys: Origins es uno de los juegos mas queridos de la saga Ys, lo cual se debe en gran parte a un gran argumento y desarrollo de personajes, una banda sonora excepcional y además está español. La llegada de su remasterización a Switch es algo que se agradece, aunque la consola no lo haga tanto, ya que el juego a nivel gráfico no ha sido muy bien tratado y su mecánicas están un tanto desfasadas, algo que le pasa factura. Sin embargo, si sabes dejar un poco de lado esto, puedes disfrutar de un juego de rol clásico que seguro que te va a maravillar.

Ys: Origins está disponible desde hoy 1 de octubre para Nintendo Switch. También lo tenéis desde 2017 en PlayStation 4, PlayStation Vita, Xbox One y PC.

– Historia cuidada y bien desarrollada.

– Sin problemas en la jugabilidad al cambiar entre modos.

– Personajes bien construidos.

– Gran banda sonora.

– Ys en español.

– Gráficamente los años no le han sentado bien.

– Las cinemáticas se ven fatal con dientes de sierra y una relación de aspecto 3:4.

– El modo doc se ve ligeramente peor.