Hoy os traemos el análisis de
Captain Tsubasa: Rise of New Champions para PlayStation 4.
Tod@ niñ@ nacido a finales de los 80 o principios de los 90 al que le
preguntes cuales fueron las series de su infancia seguramente habrá dos que
serán las que más se repitan: Dragon Ball y Campeones (también conocida como
Oliver y Benji).
En ese sentido, este año ha sido uno para recordar, ya que en enero tuvimos
un juego tremendo como fue
Dragon Ball Z: Kakarot, cuyo
análisis y guía tenéis en la web, y ahora tenemos en nuestras manos,
Captain Tsubasa: Rise of New Champions, desarrollado
por Tamsoft y distribuido por Bandai Namco Entertainment.
Desde que nació este manga y anime en los 80, muchas consolas han visto
videojuegos de la franquicia con más o menos éxito, desde la saga
Captain Tsubasa en
NES, el juego de PS2 o el Captain Tsubasa Dream Team para móviles, pero
ninguno ha conseguido captar la esencia de la serie original al
100%.
¿Sera éste el primero? ¡Ponte tus botas de tacos y prepara la
catapulta infernal!
El balón es tu amigo
Nostalgia aparte, tenemos delante de nosotros un “título de deportes” que no
es exactamente lo que esperamos viendo a un balón rodando y 22 tíos detrás
de él, ya que con esta premisa lo primero que nos viene a la cabeza seria
FIFA o PES y nada más lejos de la realidad.
Nos encontramos más un título de fútbol con toques ARPG, en el
que la simulación deportiva queda a un lado para dar paso a partidos de
fútbol llenos de
espectacularidad, luces, colores y luchas por el balón ya que, al no
existir falta alguna, cada partido es una batalla por robar el balón al
rival y dejar la barra de espíritu seca al portero para meterle
dentro de la portería con el balón o romper las redes al más puro
estilo del anime.
El sistema de control es sencillo, mucho más simplificado que FIFA o
PES, ya que contamos con un botón para pasar, otro para tirar, otro para
pases al hueco, otro para pases elevados y con dos más para regates, que son
la base para avanzar por el campo. Cuando defendemos tenemos uno para seguir
al rival, otro para hacerle una entrada desde lejos y otro para robarle el
balón cuando estemos cerca. Para realizar todas las acciones contamos
con una barra de acción, llamada barra de espíritu, que es la que nos
permitirá driblar, lanzar los tiros especiales y esprintar.
En la teoría ambos esquemas son fáciles y deberían funcionar bien,
pero en la practica he visto dos situaciones que no me han terminado de
convencer. Por un lado, el sistema de regates es un poco aleatorio, ya que
hay veces que aun teniendo la barra de espíritu casi llena no he sido capaz
de dejar atrás al rival pulsando el botón adecuado y lo mismo pasa en la
defensa con las entradas, ya que en alguna ocasión he atravesado al rival
sin que éste me regatee ni nada. Estas situaciones en el
modo historia de Tsubasa se entienden por cómo están orquestados los
partidos para ser fieles a la serie, pero en el
modo historia de tu jugador creado nos parece injusto que ocurran
cosas así porque no dependen de la habilidad del jugador, sino de como
funcione de bien o mal el juego en sí.
¡Sueños de campeón!
El principal interés del titulo es el modo “Mi viaje”, que es
una especie de modo carrera en el que, primeramente, podremos jugar
con Tsubasa Ozora para seguir el camino del Nankatsu en el tercer
torneo nacional. Seguiremos así los eventos del torneo al completo desde la
clasificatoria regional a la final nacional contra el
Toho de Hyuga.
Esta campaña, que nos servirá a modo de tutorial para el juego,
podremos completarla ganando los partidos, y al mismo tiempo siguiendo unos
desafíos que replicaran eventos del anime. Algunos de los
mismos son inevitables, así que dad por seguro que un tiro potente
(con su consiguiente gol) de Jito del Hirado o una
catapulta infernal de los Tachibana te acabas comiendo.
Tras completar esta campaña, podremos iniciar
nuestro propio camino creando a un jugador desde cero y
pudiendo elegir entre tres escuelas donde empezar nuestra carrera que
nos llevará desde jugar al lado de Misugi o de Hyuga en sus escuelas a jugar
en la selección nacional de Japón lanzando tiros combinados con Tsubasa.
Este modo cuenta con partidos donde controlamos a todo el equipo, pero si nos centramos en goles o jugadas con nuestro jugador
subiremos sus estadísticas rápidamente y, pasado bastante tiempo de
este modo, conseguiremos nuevos tiros o nuevas formas de regatear a los
rivales. Si bien el modo es entretenido por ir viendo una historia nueva
dentro del universo Tsubasa, el paso de los
diálogos puede llegar a ser algo tedioso, ya que pasamos más de 15
minutos únicamente leyendo o viendo mini escenas en las que no podemos
jugar.
También contamos con modo versus local para ir jugando con todos los
equipos que desbloqueemos en el modo carrera, y un
modo versus online donde podemos crear nuestro equipo (con jugadores
creados o ya existentes) pero
no podemos superar el limite total de poder en cada división. Si
queremos tener en nuestra alineación mejores jugadores, que hacen subir el
poder del equipo, debemos ir ascendiendo de división.
En la teoría queda muy bien, pero en la practica se traduce en conseguir al
mejor portero, dos buenos defensas en el centro, dos centrocampistas de
calidad y un delantero top, todo ello desbloqueable en el modo historia, y
confiar en que los bugs no te hagan reiniciar un partido, ya que nos los hemos
encontrado graves, como por ejemplo un jugador descontrolado, un lag tremendo
y una cámara que responde muy lentamente a las acciones. Es un modo que con
pulirlo un poquito tiene recorrido, ya que actualmente es una joya en
bruto.
Grandiosos tiros, peores movimientos
A nivel gráfico tenemos un juego de luces y sombras. Cuando jugamos un
partido normal las animaciones y los gráficos son bastante simples,
imitando el estilo de la serie y con fallitos como cruces de jugadores o
unos espectadores muy pobres, pero es cuando tenemos los movimientos
especiales, como tiros, regates o paradas, cuando la
calidad aumenta de 0 a 100 dando unas
animaciones espectaculares, exageradamente buenas y que querremos
realizar una y otra vez solo por lo bien que se ven.
Aunque sí es cierto que hubiera estado mejor una paridad entre los gráficos
que vemos en el partido normal y los momentos estelares, ya que hubiera
quedado más redondo a nivel grafico,
el mimo que se ve en los momentos estelares es de quitarse el sombrero
y te quedas con la boca abierta al ver las paradas acrobáticas de
Wakashimazu o el Overhead Tiger Shot de Hyuga.
A nivel sonoro contamos con doblaje japonés y unas melodías que si
bien son potentes, harán que echemos de menos poder oír los temas del anime
clásico en los menús o en el partido, pero aun así son correctas. Tenemos
textos completos en español pero, como era esperable, los nombres de
los personajes y de los equipos conservan el original japonés. En este
sentido hubiera sido todo un lujo poder contar con Oliver Atom o Mark
Lenders en nuestras manos, pero aun así para los que seguimos el manga es
fácil conocer a la mayoría de los personajes y equipos.
Conclusión
Con Captain Tsubasa: Rise of New Champions tenemos un juego que
recrea como ninguno la esencia de Oliver y Benji, sabiendo dar una
jugabilidad arcade con unos movimientos espectaculares llenos de vistosidad
y que encandilarán a los fans de la serie, ya que hacer el
Miracle Drive Shot con Tsubasa o usar al Golden Combi para
hacer tiros combinados no tiene precio si eres de los que merendabas
delante de la tele en los 90.
Tiene carencias a nivel de gráficos, la IA es muy simple aun en niveles
altos y el modo carrera se vuelve tedioso por las largas escenas de
diálogos, pero si eres un fan del anime (como es mi caso) lo
disfrutarás como un niño pequeño. En caso de que no seas fan, no es
un juego recomendable porque no destaca ni como ARPG, ni como juego arcade
de fútbol, pero tendrás entretenimiento durante unas cuantas horas y nunca
es tarde para adentrarse en esta enorme franquicia.
Está disponible desde ya mismo para las
plataformas PS4, PC y Nintendo Switch. Si te gusta el
juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un
enlace a Amazon donde poder hacerlo.
Lo mejor
– Recrear fielmente la serie de nuestra infancia.
– Titulo deportivo con un enfoque diferente a lo visto en FIFA o PES.
– Campaña con varios caminos que potencia la rejugabilidad.
Lo peor
– La gran diferencia entre el partido normal y los movimientos
especiales desmerece el apartado gráfico.
– Fallos en momentos como regates o robos de balón.
– Dificultad prácticamente inexistente.