Hoy os presentamos el análisis de Ion Fury para Nintendo
Switch, un shooter en primera persona desarrollado por Voidpoint, publicado por
3D Realms y que nos trae una aventura llena de disparos, acción, cyberpunk y
muchísimas muertes.
Ion Fury: Nacido de un conflicto
Es imposible empezar este análisis sin antes mencionar la
polémica que nació a raíz del título original que iba a tener el juego. Para quienes que no lo sepan, en un primer momento el juego iba a llamarse Ion Maiden, pero los componentes del
popular grupo británico de Heavy Metal, Iron Maiden, denunciaron por la similitud entre los nombres del juego y de su grupo
(fonéticamente se pronuncian similar). De este modo, el grupo desarrollador decidió finalmente
llamarlo «Ion Fury» (así se curaban en salud evitando meterse en guerras absurdas e Iron Maiden duerme más
tranquilo no sea que le roben su identidad xD).
Un poco de culturilla general
Volviendo al juego y para los que no lo sepan, 3D Realms son
los creadores del archiconocido Duke Nukem 3D, juego que marcó un hito en la
historia de los shooters. Lejos de realizar un nuevo shooter con gráficos
alucinantes, han utilizado la premisa de «si algo funcionó tan bien, ¿por qué cambiarlo?», así que han apostado por algo más retro y que enamorará a los fans de los Doom y Duke Nukem 3D originales. Ion Fury está diseñado con Build, el
mismo motor que se usó en la década de
los noventa para crear juegos como Shadow Warrior o el mencionado Duke Nukem 3D, de modo que la vuelta al pasado está asegurada.
En un distante futuro…
La acción nos traslada a un futuro cyberpunk en una ciudad llamada Neo D.C y nos
reencarna en la cabo Shelly «Dinamita» Harrison, líder del equipo de respuestas nacional de la GDF. Una
agente de policía ya veterana con más de 6 meses en el cuerpo (en este universo los
agentes de policía mueren o abandonan el cuerpo al poco de entrar). Entre los actuales conflictos, está el del malvado transhumano Dr. Jadus Heskel, quien quiere hacerse con la ciudad con la ayuda de su secta cibernética.Una noche y tras una larga jornada de trabajo, Shelly
se encuentra disfrutando de una carísima copa cuando un incidente hace que ésta se
derrame. Es la gota que colma el vaso (y nunca mejor dicho), por lo que decide
acabar con Heskel de una vez por todas, sola y sin ayuda.
Shelly es una chica dura, ácida, macarra y malhablada, ¡y además quiere sangre! Sin duda la versión femenina del protagonista de Duke Nukem (como dato curioso decir que desde opciones podremos activar la opción «protagonista silenciosa» por si su lenguaje mal sonante nos ofende).
El mundo de Ion Fury
Con esta excusa argumental, 3D Realms nos traslada al pasado
con un título que fácilmente podría haberse lanzado hace 25 años. No soy un
experto del Doom o del Nuke Dukem, pero sí conozco lo suficiente como para ver
los pequeños homenajes que el juego trae, como por ejemplo la cara de la
protagonista cuando su vida va bajando o cómo cambia su aspecto a la hora de seleccionar
el nivel de dificultad.
Sin duda, quienes lo vivieron en su día, notarán en estas imágenes un claro homenaje |
El juego, comparado con los shooters actuales, es muy sencillo a nivel de control. No tendremos botón para correr, ni cosas complicadas, nuestra protagonista
correrá siempre, de hecho, a mí me parecía que se movía demasiado rápido. Si queremos cambiar de un arma a otra, ¡nada de atajos! Tendremos que ir pasándolas una a una hasta que lleguemos a la que queramos, lo
que nos medio-obligará a aprendernos la secuencia de armas al ir alternándolas.
Esto seguramente enamorará a nostálgicos y frustrará a quienes no estén habituados a este sistema. No obstante tendremos un atajo rápido por si quisiéramos acceder rápidamente al bastón policial eléctrico (arma cuerpo a cuerpo).
El resto de botones son los básicos, uno para saltar, otro
para agacharse, otro de acción para interactuar con el escenario, disparo y
disparo secundario (si el arma tuviera). También podremos consultar un mapa con
las zonas visitadas. Ion Fury cuenta con las ventajas de los juegos de antes, pero también con sus desventajas, aunque no os preocupéis porque son pocas, pero ya me ha pasado que en determinados momentos he estado dando vueltas como un tonto sin saber dónde ir o como hacer. Generalmente esto lo arreglas prestando atención al entorno, leyendo carteles colgados y cosas así, pero si se te pasan podría darse esta situación. En el mapa para consultar sólo puedes ver zonas inmediatamente adyacentes a ti, sin poder explorar zonas más alejadas, así que a veces te verás obligado a recorrerte el escenario sin saber que hacer.
Cada enemigo emitirá un ruido característico, propio y único,
así que también podremos saber a qué enfrentarnos dependiendo del sonido que
oigamos. Los enemigos son planos, o sea, píxeles, y serán muy dispares, desde
humanoides con máscaras de gas, a drones asesinos o cabezas con patas de araña
que dan mucha grima (entre otros). Puede sonar a que hay gran variedad, pero la verdad es que no es así, lo habitual es que recurran a un enemigo ya existente y le cambien la paleta de colores.
Una cosa curiosa es que, además de que el juego cuenta con
sus checkpoints, bastante distantes entre sí he de añadir, tiene la posibilidad de grabar partida en cualquier momento. Y
cuando digo cualquiera es cualquiera, de modo que ojo de en qué estado o momento estáis al hacerlo, ya que podríais llevaros un disgusto.
En cuanto a armas, Shelly no se quedará corta ya que pese a empezar solo con un revolver (con el genial nombre de «el amante») terminará contando con un jugoso repertorio a cada cual más mortífero según avance el juego. Las armas contarán casi todas con una forma de disparo a modo de disparo secundario, por poner un ejemplo, el revolver contará con una habilidad secundaria que me ha recordado un poco al Panzer Dragoon, ya que al dejar pulsado un botón, podremos pasar la mira por diferentes enemigos, marcándolos y al soltarlo disparará una ráfaga de balas que siempre darán en el blanco. Tendremos los típicos un subfusil/recortada, una ballesta, una ametralladora con munición incendiaria, granadas, porra eléctrica, lanzagranadas, étc.
Eso es tan del 2000…
¡Uy lo que me ha dicho! |
El apartado gráfico y sonoro es una delicia por una sencilla
razón: desprende retro por todos lados, no en vano, y como hemos dicho, está
diseñado por el mismo motor que Duke Nukem 3D, y eso significa que haciendo uso del hardware actual, tendremos un juego fluido y muy estable.Ion Fury ha sido
recreado con esmero y mimo, algo que se nota. Es más, si nos lo enseñan y nos dicen
que se trata de un lanzamiento de hace 20 años, seguramente nos lo creeríamos. Solo se nota que no es así debido a la
suavidad del scroll, ya que no he notado apenas caídas de frames, y de la
música, que a nivel de sampleo se siente que es sutilmente mejor que la de la
época que intenta emular. Estas son las ventajas de usar un motor tan viejo: no hay problemas de recursos y no hay bugs graves.La música es repetitiva a más no poder, y sin embargo
y por extraño que parezca, queda bien y no resulta nada cansina, tal vez sea
por la suavidad con la que suena, ya que pese a ser electrónica no llega a ser
estridente. Los efectos de sonido son los habituales en este tipo de juegos:
explosiones, disparos y sonidos de los enemigos, simplemente correctos sin hacer alardes.
Si en modo televisión (en una pantalla de 55″) el juego luce
bien, en modo portátil, y por ende con pantalla más pequeña, luce aún mejor. Además,
desde opciones podremos activar el giroscopio de los joy-con y apuntar moviendo
la consola, una opción que personalmente nunca me ha convencido, pero oye, ahí
está. También se puede hacer uso de este modo en modo Dock si tu mando tiene giroscopio.
Conclusión
Ion Fury es un juego para pasar el rato, sin complicadas tramas argumentales y para los que solo quieren acción. Terminarlo nos llevará unas 8-9 horas de duración dependiendo lo hábiles que seamos y aunque no es mi género favorito, he de
reconocer que he disfrutado jugándolo y se me ha hecho muy entretenido. Cierto
es que al principio me he visto obligado a ponerlo en fácil porque no hacía más
que morir una y otra vez, pero una vez superado el hacerse con el control y con algún que otro arma que facilite la masacre, disfruté como un enano. Sin duda es un juego hecho para los veteranos como servidor y
que, en su día, disfrutaron de los shooters retro del momento, pero que si no es el caso no te preocupes, ya que es muy jugable y entretenido.
Ion Fury está disponible desde el 28 de mayo de 2020 para Playstation 4, Nintendo Switch y PC, aunque desde el 19 de junio también está disponible en su edición física que cuenta con un precioso libro de arte y un pack de stickers.Si te gusta el juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un enlace a Amazon donde poder hacerlo y además, nos ayudarás a nosotras con un pequeño porcentaje de la venta.
Lo mejor
- Gráficos y banda sonora, retro a más no poder
- Increíble la forma que tiene 3D Realm de trasladarnos al pasado
- El juego es muy ágil y va al grano: acción pura y dura
Lo peor
- Puede que si no viviste el género en su día pierda un poco la gracia
- Enemigos muy repetitivos
- La elevada curva de dificultad inicial
- Podemos trabarnos y no saber qué hacer o a dónde ir en determinados momentos