Análisis de Dragon Ball Z: Kakarot en PS4

En lo primero que tenemos que detenernos es en el gran mundo que tenemos antes nosotros para explorar, ya que nos encontramos un mapa del Universo Dragon Ball dividido en subzonas de tamaño considerable, pero que para movernos entre ellas tenemos entrar al menú sí o sí, algo que para mí es un punto negativo, pero que se entiende por la forma en la que esta contada la historia.


El mapa está repleto de detalles que todo fan de Dragon Ball agradecerá, como poblados, zonas de combates míticos de la serie o animales como dinosaurios para cazar y diversas actividades como carreras de vehículos, pescar o jugar al béisbol. También tendremos todo el mapeado lleno de unos orbes necesarios para mejorar nuestras habilidades, cosa que en cierto modo parece estar hecho para hacer que el jugador revise todo el escenario, ya que sin ellos no tendríamos muchos más incentivos para repasarnos todo el mapa, pero que debido a que los necesitamos tendremos que dar vueltas sí o sí.


Mención aparte merecen las misiones secundarias pese a su simplicidad, ya que la mayoría son para hacer de mensajero o eliminar a cierto enemigo, son complementos perfectos a la historia principal o en general al lore de Dragon Ball. En ellas nos espera más de una sorpresa que seguro que saca una sonrisa a más de un@. Eso sí, nos sirven casi exclusivamente para subir de nivel, ya que no tienen mayor efecto en la historia.

Otro de los puntos clave donde se asienta el juego son los combates, cosa que no debe faltar en un juego de Dragon Ball. Mi primera impresión con ellos fue que eran bastante sosos, ya que tenemos un botón para cuerpo a cuerpo, otro para ataques de Ki y otro para esquivar, pero a medida que iba avanzando en el juego comprendí que no estamos ante un juego de lucha, si no más bien un juego estilo Kingdom Hearts en el que tenemos la misma disposición de botones incluyendo magias, que en este juego, es decir, los ataques especiales e invocaciones, que en éste son los apoyos de los compañeros que tenemos.


Una vez cambias este chip, nos encontramos combates muy frenéticos y centrados en la espectacularidad, en los que no podemos únicamente machacar el botón de ataque, si no que tenemos que centrarnos en esquivar, tener Ki cargado y aprovechar los momentos en los que podamos meter un par de combos y un par de especiales para dañar a nuestro enemigo. Tras el combate, obtendremos una valoración que influirá en la cantidad de experiencia que nos llevaremos para subir de nivel, así que merece la pena recibir el menor daño posible para tener la mejor valoración posible.

El tercer puntal del juego es el desarrollo de los personajes, que es menos complejo de lo esperado para el tipo de juego, y que se basa principalmente en el aprendizaje de ataques especiales a medida que avanza la historia y en concordancia a cómo los personajes los aprendieron en la serie. También a lo largo del mapa tendremos unos puntos de entrenamiento para aprender habilidades menores mediante combates contra diversos enemigos. Todas estas habilidades se podrán mejorar con los orbes que he comentado anteriormente que se encuentran en el mapa.

Y antes he mencionado personajes en plural porque la jugabilidad no se reduce únicamente a Son Goku, ya que a lo largo de la aventura podremos manejar a personajes como Piccolo o Gohan entre otros. Cada uno de estos tendrá su árbol de habilidades y niveles propios, y también podemos configurar individualmente las técnicas de cada uno, así como los apoyos en combate.

A nivel técnico tenemos un juego realizado totalmente en cell-shading con una calidad tremenda y que, dentro del estilo de dibujado, es de los mejores de la generación. Los modelados de los personajes son prácticamente una evolución de lo visto en Xenoverse 2, pero en donde se ve un gran salto en los ataques especiales, las auras o los movimientos de vuelo que son calcados a lo visto en el anime, al igual que pasa con las partículas en pantalla, que han mejorado y mucho a juegos anteriores.

Aunque desde el luego el punto que más destaco es el apartado sonoro, ya que nos encontramos con composiciones originales para el juego, pero también muchas de las melodías de la serie original desde el opening «CHA-LA HEAD-CHA-LA» hasta canciones sacadas de la batalla contra Freezer en el planeta Namek, haciendo que solo con cerrar los ojos pienses que estás viendo un capítulo más. El doblaje está en inglés y japonés, del cual yo he elegido este último desde el inicio del juego y son las voces que recordamos los que hemos visto la serie en VOSE.

Dragon Ball Z: Kakarot es un enorme juego ARPG convertido en el sueño de todos los fans de Dragon Ball. CyberConnect2 nos entrega un juego que no se centra únicamente en combates y cinemáticas para darnos una aventura larga, sino un título en el que vamos creciendo con nuestro personaje, que en ocasiones es como si tuviéramos un capítulo interactivo delante de nosotros y que está lleno de toques de nostalgia mediante las melodías de la serie o diálogos míticos en las cinemáticas.

Si bien es cierto que peca en ocasiones de mapas vacíos en ciertos momentos y una dificultad menor a otros títulos del género, es un juego hecho por y para fans, y éstos quedaran más que satisfechos con el resultado y la nueva propuesta jugable. En caso de no ser fan de la serie, sigue siendo un buen ARPG con el que tienes muchas horas por delante y, con suerte, te picará el gusanillo de saber más sobre esta mágica serie. El juego tiene una duración aproximada de 30-35h contando con todas las misiones principales y secundarias, aunque una vez terminado, podréis jugar con nuevos jefes y otros desafíos.

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