Crear nuestra propia civilización, controlarla, verla crecer y prosperar ha sido un sueño para todo gamer amante de la estrategia, y más si tenemos en nuestras manos desde decisiones tan banales como el color de nuestro palacio hasta si nuestro país se convierte en el número 1 en la carrera espacial. Todo esto y mucho más nos llega de la mano de Kalypso Media con la sexta entrega de una de las franquicias mejor valoradas y más entretenidas para todos estos soñadores, Tropico 6, disponible en PC, Xbox One y PS4.
Sentando las bases de nuestro imperio
Empezaremos nuestro periplo como un dictador al mando de pequeño archipiélago de islas, teniendo pocos recursos, pocos trabajadores y poco dinero, pero con total libertad para pensar hacia donde queremos dirigir nuestro imperio, ya que en nuestra mano está convertirnos en una super potencia en energía nuclear, la mejor exportadora de puros del mundo, un referente turístico o cualquier cosa que se nos ocurra para aumentar nuestras arcas con las que poder gastar más y más para expandir nuestro imperio, pero sin olvidarnos de cosas tan básicas como la seguridad en las fábricas o la felicidad de nuestros ciudadanos. Tendremos para ello todas las islas del archipiélago a nuestra disposición, y en ellas deberemos conocer sus puntos flacos y fortalezas para sacar lo mejor de cada una.
Podremos desarrollarnos en 2 modos de juego principales, partidas clásicas en las que tendremos que controlar el archipiélago desde la Época Colonial hasta los Tiempos Modernos (pasando por las Guerras Mundiales o la Guerra Fría) o por otro lado, un modo que podríamos llamar «campaña», que realmente son escenarios predeterminados en los que hacer una serie de misiones que nos van imponiendo, teniendo en ellas ramificaciones como poder elegir el tipo de industria que nos interesa potenciar o si preferimos tener como aliados a comunistas o capitalistas.
La fórmula del éxito
No os dejéis llevar por el encabezado, ya que para triunfar en Tropico 6 no hay una fórmula del éxito. Son muchos los factores a tener en cuenta, pero sí podríamos centrarnos en 2 pilares que harán que nuestro país suba como la espuma: Economía y relaciones internacionales.
El dinero, evidentemente, será lo más importante para nuestro imperio, ya que será necesario para construir edificios, pagar a nuestros trabajadores e invertirlo en atracciones turísticas o en plantaciones para poder ser una maquinaria de exportación. El camino no será fácil dado que nuestra gran fuente de ingresos será aquello que podamos vender al exterior y que deberemos configurar mediante rutas comerciales con diferentes países. Para conseguirlo, deberemos centrarnos en cultivar o producir el producto que más nos interesa vender con el tiempo suficiente para que cuando los cargueros vengan estemos listos para sacarlo a la venta.
Para poder tener una economía fuerte, las relaciones con el resto de los países son altamente importantes, ya que por ellas tendremos influencia en los precios, lo que podemos vender y a quien podemos vender. Así mismo, tampoco nos interesa llevarnos mal con ningún otro país, aunque no tengamos tratos comerciales puesto que no queremos una invasión enemiga si no tenemos dinero para constituir un ejército potente.
En base a estos 2 puntos tendremos muchos más factores que controlar como la calidad de nuestras fábricas, necesaria para poder producir las exportaciones que deseemos hacer, la felicidad de nuestro pueblo, para que tengan un mejor desempeño y no causen revueltas contra nosotros, o conseguir mantenernos en el poder, para lo cual deberemos tener una población contenta y evitar que los diferentes frentes políticos estén enfrentados con nosotros. Para estos y más factores, deberemos contar con una economía fuerte y así poder contentar las peticiones de los diferentes grupos políticos o crear centros de ocio para nuestra población.
Detalles por doquier
Lo que más me ha sorprendido, sobre todo porque te ayuda a la inmersión en el juego, ha sido la gran cantidad de detalles a nivel de jugabilidad con los que contamos, como tener complejas animaciones en la construcción (y destrucción) de los edificios. En ellas, podemos ver que el tiempo continua pasando a nuestro alrededor mientras esperamos para tener nuestra taberna o nuestro puerto listos. También otro de los detalles a reseñar es poder revisar y cambiar como esta conformada nuestra constitución, pudiendo tener un gran ejército o ser un país pacífico, permitir el matrimonio libre o dejar votar únicamente a los ricos.
Todos estos detalles, como dije anteriormente, hacen que la inmersión dentro de nuestro pequeño país sea enorme, y que también afecten en gran medida a la reacción o comportamiento de nuestros ciudadanos, ya que tenemos que contar con el tiempo que tardan en construirse las edificaciones en base a las misiones o necesidades que tengamos, o tenemos que intentar prever que pasaría si damos voto libre o solo voto a los ricos, ya que ahí está la base de seguir en el poder o no. Tenemos también algunas pequeñas incoherencias poco reseñables, pero mayoritariamente es un sistema que funciona muy bien y que nos aporta infinitas opciones de cómo organizarnos.
Un buen apartado técnico y sonoro por encima de la media
Pese a que no tenemos un título triple A en nuestras manos, a nivel gráfico y técnico tenemos muy buenos detalles, con un terreno más que notable y nutrido de palmeras, playas y todo lo que podemos encontrar en un archipiélago tropical. Los edificios, plantaciones y demás construcciones están muy detallados, aunque sólo podremos apreciarlos bien si hacemos algo de zoom sobre ellos, pero merece la pena.
A nivel sonoro tenemos unas melodías de fondo algo repetitivas, pero que se nos meten rápido en la cabeza con sus ritmos caribeños y amenizan bastante el juego. Las voces están perfectamente dobladas al español, siendo para mí un doblaje correcto y lleno de chistes sobre política, historia y que, aunque son bastante simples, se agradecen porque a medida que juegas se te escapa una media sonrisita con algunos.
Conclusión
En Tropico 6, nos encontramos con un juego sólido, con un largo y completo tutorial que te enseña la mecánica, y por un lado, entretendrá sin pretensiones a los veteranos en juegos del estilo y por otro lado servirá como una muy buena y divertida entrada para todos aquellos noveles en el estilo que estén interesados en meterse en la estrategia y los city builders.
A nivel de duración, tenemos un juego prácticamente infinito en cuanto a misiones, modo libre con 4 diferentes eras por explotar y con cientos de formas de ir completando cada uno de esos modos. Además, contaremos con muchas variables que tenemos que tener en cuenta para asegurar nuestro éxito o tener que empezar de nuevo.
Como puntos negativos indicaría 2, primero la curva de aprendizaje que es muy pronunciada en los primeros compases, pero paliada por un largo tutorial que nos explica todo con detalle para que cuando estemos solos en el mundo real manejemos nuestra isla perfectamente, y segundo que es un juego para tener paciencia, sobre todo en los primeros años de nuestras partidas donde tenemos que ir poco a poco asentándonos económicamente, pero que en cuanto lo tenemos dominado ya sabemos que es mejor esperar que desesperarse.
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Lo mejor
– Elevado nivel de detalles que ayudan a la inmersión.
– Perfecto doblaje al español
– Horas prácticamente infinitas de diversión
Lo peor
– Curva de aprendizaje elevada
– Juego lento en sus inicios, hay que tener paciencia