Cuando escuchamos el nombre del evento The Game Awards, a menudo oímos de cerca las palabras politiqueo, apariencia, falsedad y los falsos Oscars de los videojuegos. Es difícil que una gala premie a gusto de toda la comunidad y bien sabemos que si hay dinero de por medio, la objetividad se queda haciendo equilibrios en la cuerda de la duda.
Aun así tanto los Oscars en el cine como The Game Awards en videojuegos, atraen la atención de mucha gente, ya sea para disfrutar el evento o criticarlo. como se disfrute más.
Nosotras intentamos estar presentes en todos estos acontecimientos, ya sea de manera presencial u online. A veces sentimos que perdemos el tiempo y otras no. Respecto a esta edición 2017 de The Game Awards, diría que pese a que su duración fue excesiva y el ritmo no todo lo ágil que nos hubiera gustado, mereció la pena (tal vez el haber visto la PlayStation Experiencie al día siguiente dio más fuerza a esta sensación). Os cuento porqué:
Aunque fueran breves momentos, The Game Awards ofreció avances en exclusiva que han sido filtrados previamente y como consecuencia han llegado a emocionar. Una escena de Death Stranding que pese a dejar más dudas sobre el juego, el público lo aclamó y seguro que en su mente dejó la idea de hacer la reserva. El anuncio de Bayonetta 3 del cual ya sabíamos que se estaba cociendo en cocinas, pero aun no habíamos visto a nuestra bruja favorita en esta entrega.
Y no todo son «world premieres», los frikis abundamos en esta comunidad y como tales, nos encantan las frikadas y la que nos brindó Eiji Aonuma cosplayeado de Link recogiendo la espada, seguramente quedará en un nostálgico recuerdo para muchos y como una chorrada para otros.
Pero el momento que para mí ha destacado sobre toda la gala, es la entrega del premio de icono de la industria a Carol Shaw.
Es fácil dedicarle un premio de reconocimiento a un gigante como Hideo Kojima, con sus acólitos y detractores casi a partes iguales, sería de necios no aceptar que te guste o no su estilo, su trayectoria en el mundo de los videojuegos es enorme y merecedora de todo reconocimiento. No así lo veo a la hora de homenajear a Carol Shaw puesto que, salvo eruditos y estudiosos ¿quién se acuerda de ella o de su trabajo? ¿Cuantos de los espectadores de la gala se sabían su nombre y quién era? ¿Cuántos eran conocedores de sus logros?
En un evento donde prima el dinero, la audiencia, las ventas (descuentos especiales durante el programa hasta en comida rápida), cada minuto prestado a que Carol Shaw diga unas palabras es dinero que no se invierte a la obtención de aun más dinero. El nombre de Carol Shaw es mucho menos googleado que el de Hideo Kojima.
Por eso, que haya tenido esta mujer sus 5 minutos de gloria en la gala, me ha parecido de lo más emotivo y me ha conciliado un poquito (solo un poquito) con la idea de que para un pequeño sector de un industria que se rige por números, aun queda esa intención de que no todo sea por y para un objetivo meramente comercial. Porque más allá de los objetivos económicos, somos frikis que un día en el pasado fuimos estudiantes y soñadores y que hoy día en el presente, no todos olvidamos aquellos sentimientos.
¿Quién es Carol Shaw?
Californiana (Palo Alto, 1955) y licenciada en la Universidad de Berkeley en Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación. Cuando era estudiante, la decían que era muy buena en matemáticas… para ser una chica. Un comentario que le molestaba bastante.
Atari la reclutó como diseñadora de videojuegos, por lo que Carol fue la primera mujer diseñadora de videojuegos participando en el desarrollo de Polo (1978) aunque el trabajo en sí se quedó en prototipo.
En 1982 ficha por Activision donde programó River Raid, videojuego de aviación militar donde se controla un caza y avanzando sobre un río, hay que destruir a todos los enemigos. Pese a su sencillez, el título incluyó innovaciones para su época como cambio en la velocidad de vuelo, múltiples caminos y una IA dispuesta a todo para evitar el éxito del jugador. Debido a su violencia fue el primer videojuego prohibido en algunos países.
Carol Shaw participó en otros juegos como 3-D Tic-Tac-Toe o Happy Trails para después retirarse de la industria de los videojuegos dejando este gran legado: fue la primera diseñadora de videojuegos de la historia o al menos la primera cuyo nombre aparece en una caja de un videojuego.
Recientemente, ha donado su equipo de desarrollo y colección personal al Museo The Strong para que forme parte de la exposición Women in Games Initiative.
Recientemente, ha donado su equipo de desarrollo y colección personal al Museo The Strong para que forme parte de la exposición Women in Games Initiative.
2 comentarios
Buen articulo. Añadiré algo de interés para aquél o aquella que quiera leerlo. Hideo Kojima nos ha brindado una de las mejores sagas que todos recordaremos, pero no deberíamos olvidar (Y no para bien) que su forma de entender los videojuegos está lejos de ser comprendida por los insignificantes mortales… me explico: Se me atraganta el júbilo cuando pienso en lo laberintico de sus interminables argumentos de todas sus obras, llegando a ser tedioso tratar de seguir el hilo, que ya no hablamos de comprenderlo. Zone of the enders es un juego increíble pero hace mas de lo mismo.. ponerte ante las narices un argumento que si bien no te dan ganas de mentar a la madre que le parió, necesitas dos sesiones arduas con marihuana y metadona para poder enterarte de algo. Y me temo… que nuestro amado Metal Gear no se libra. Nuevo juego por llegar… y temo mas de lo mismo.
Me gustaria también hacer hincapié en que es cierto que hay mujeres dentro de la industria que merecen un muy caluroso reconocimiento. No me gusta que esta industria no sea del todo justa en este sentido. Aunque espero que en un futuro no haya que quejarse o lamentar este tipo de sucesos.