Como amante de los juegos de puzles, en cuanto vi el aspecto visual de Gorogoa me enamoré de él. Es cierto que la primera demo tiene más de un lustro ya, pero mentiría si dijese que todavía hoy la recuerdo. Su estreno me ha cogido totalmente por sorpresa ¡y menuda sorpresa! Hoy os dejo mi análisis de Gorogoa en su versión de Nintendo Switch. También lo tenéis disponible en iPhone y PC.
Una experiencia diferente
Una experiencia diferente
Gorogoa es un juego único, por más que le doy vueltas no me viene a la cabeza ninguna referencia o comparación clara con otra obra. Quizás recordéis de cuando eráis peques, aquellos puzles en los que tenías que mover los cuadraditos para formar una imagen y siempre en un lateral te dejaban un cuadro vacío, pues podríamos decir que la idea sobre la cual se construyó este juego podría ser esta o como mínimo una fuente de inspiración. El título es indicativo de que la creatividad, en los desarrolladores indie, suele ser uno de los pilares fundamentales y cuando ésta goza de buena salud salen títulos absolutamente redondos como Gorogoa.
Gorogoa es un juego de puzles en el que la pantalla se divide en una cuadricula, en cada uno de los cuadros tenemos una viñeta con la que podemos interactuar, algunas de ellas cuentan con varias capas de profundidad, podremos cambiar el orden de las viñetas en la cuadrícula, hacer zoom in o zoom out según convenga, adentrarnos aún más en algún punto de la imagen o simplemente darle otra perspectiva, encajar algunas para que formen parte de una sola pieza, y aunque parezca mentira, un sinfín de posibilidades más. Cada vez que descubrimos alguna cosa en el juego, que es prácticamente todo el rato, nos invade una sensación de satisfacción, de sorpresa, de ¡Guau esto iba así!
Gorogoa empieza directamente al lío, como los buenos, sin tutoriales, ni experimentos. Empezamos tanteando el juego y poco a poco nos vamos haciendo con la mecánica general. Siempre tendremos en pantalla la cuadrícula de la que os he hablado, aquí estarán las ilustraciones que darán sentido a la historia, en ocasiones habrá que montarlas, en otras desmontarlas, acoplarlas, buscar la manera de girarlas, jugar con el zoom en busca de detalles o solaparlas para que formen una sola imagen y que así avance la narrativa. El juego tiene una curva de dificultad bien llevada, de menos a más, y tal vez su punto “negativo” sea la duración. Lo he terminado en menos de tres horas pero con la sensación de que cada minuto que he pasado delante del juego ha merecido la pena, nada me ha sobrado, aunque no os voy a engañar, me quedé con ganas de más. Pongo negativo entre comillas por dos motivos, el primero porque considero que el tema de la duración es algo un tanto subjetivo, es decir, prefiero estar casi tres horas de inmersión absoluta a las muchas horas de relleno que tienen otros juegos de hoy en día. El segundo porque tampoco estamos hablando de un triple A, de salida en Nintendo Switch cuesta 15€, y creo que la relación calidad precio es más que aceptable, y más viendo su apartado artístico. Así que como punto negativo lo dejaré en que se hace corto.
Obra de artesanía, papel y lápiz
El juego de Jason Roberts tiene características de los Point and Click, observar bien cada viñeta va a ser fundamental para poder avanzar en la historia, esta exploración te atrapa por completo gracias a las ilustraciones que son sencillamente espectaculares, cada viñeta tiene vida propia y una historia que contar. Este aspecto precisamente, es el causante principal del retraso que ha sufrido el juego, prácticamente cada imagen que vemos en pantalla ha sido pintada a mano y coloreada con Photoshop por el propio Roberts. Sorprende constantemente como encajan las viñetas, después de varios zooms y de idas y venidas. Todo el desarrollo corre a su cargo a excepción de la música y efectos de sonido, Joel Corelitz y Eduardo Ortiz, que sin hacer una gran composición con piezas memorables, han realizado un trabajo que nos regala un ambiente zen muy bien logrado.
En conjunto, todo el apartado artístico, está de diez. Se nota que el juego se ha trabajado y mimado mucho. Puede parecer al ver el tráiler, sin probarlo, que parece más un ejercicio de arte que un videojuego en sí, pero que no os engañe, es un muy buen juego de puzles y todos llevados con ingenio e imaginación, hay rompecabezas muy elaborados que os harán pensar y darle vueltas a todo lo que veis en pantalla. La forma en la que se combinan viñetas formando escenas en movimiento es absolutamente brillante, los puzles cada más más enrevesados harán que el nivel de satisfacción al completarlos aumente, de la misma forma que la dificultad, además todo va fluido y no hay absolutamente nada forzado. Por último decir que la publicación de este título corre a cargo de Annapurna Interactive que también trajo What Remains of Edith Finch, el estudio es una división de Annapurna Picture coproductora de películas como Zero Dark Thirty, Detroit o Her, esta última os la recomiendo mucho.
En conjunto, todo el apartado artístico, está de diez. Se nota que el juego se ha trabajado y mimado mucho. Puede parecer al ver el tráiler, sin probarlo, que parece más un ejercicio de arte que un videojuego en sí, pero que no os engañe, es un muy buen juego de puzles y todos llevados con ingenio e imaginación, hay rompecabezas muy elaborados que os harán pensar y darle vueltas a todo lo que veis en pantalla. La forma en la que se combinan viñetas formando escenas en movimiento es absolutamente brillante, los puzles cada más más enrevesados harán que el nivel de satisfacción al completarlos aumente, de la misma forma que la dificultad, además todo va fluido y no hay absolutamente nada forzado. Por último decir que la publicación de este título corre a cargo de Annapurna Interactive que también trajo What Remains of Edith Finch, el estudio es una división de Annapurna Picture coproductora de películas como Zero Dark Thirty, Detroit o Her, esta última os la recomiendo mucho.
¿Lo compro?
Si te gustan los puzles Gorogoa se convierte de inmediato en un imprescindible, el tiempo que pases jugándolo lo harás inmerso en él, pegado a la pantalla. Si por el contrario aborreces este estilo de juego, quizás mejor pasar o esperar a alguna oferta, no puedo decir que no lo pruebes así sin más, porque creo realmente que merece la pena y más si tenemos en cuenta que es bastante probable que este juego no se parezca en nada a algo que hayáis jugado anteriormente. Después de cinco años de desarrollo, no voy a decir de espera porque la verdad es que ni lo recordaba, el acabado es sencillamente impresionante. La única pega que le pongo es que te deja con ganas de más, se hace corto. Cuando te quieres dar cuenta ya estás viendo los títulos de crédito. Aún así, es una muy buena compra, sus mecánicas, sus colores, sus dibujos a mano, el mundo que nos enseña, la sensación de satisfacción cuando logras encajar todas las piezas… me ha encantado todo.