Tras pasar por el cajero para canjear un cheque de cien mil euros, hemos podido acudir al pase de prensa de la última coproducción de Warner Bros Producciones: El test. Tras su exitoso paso por las tablas, la opera prima creada por Jordi Vallejo (que adapta el guion a la gran pantalla) atrajo la atención, dando el salto a lo digital con Dani de la Orden como director. Con una premisa tan curiosa, se inicia una historia donde el humor rodea los problemas existentes entre los cuatro personajes protagonistas.
¿Que qué nos ha parecido? ¿Que cuál es nuestra decisión sobre lo que hemos visto? ¿Que por qué hemos pasado por un cajero? Responderemos a la mayoría de las preguntas a continuación.
Yo para ser feliz quiero un millón
¿Escogerías cien mil euros ahora o esperarías diez años a cambio de llevarte un millón? Quizás esta es una pregunta a la que muchos desearíamos enfrentarnos, pero para parte de los protagonistas de esta historia es un detonante que sirve para que realicen un camino de introspección. Y no solo para los que reciben la oferta, sino también para quién la realiza.
El foco se nos pone en dos parejas. Una de ellas formada por un matrimonio de cerca de cuarenta años (Paula -Miren Ibarguren- y Héctor -Carlos Santos-) con su hija (Luna Fulgencio). Su vida no es lo más solvente del mundo y, aunque tienen algunos planes que podrían desatascar esa situación o necesidades que quieren cubrir, la falta de dinero no les permite avanzar. Por otra parte, tenemos a un amigo de la infancia de Héctor, Toni (Alberto San Juan), que logró amasar una buena fortuna tras gestionar bien la herencia de sus padres. Actualmente está manteniendo un noviazgo con Berta (Blanca Suárez), una psicóloga de éxito que ha creado el test del millón de euros.
El conflicto estalla en medio de una cena de amigos que cualquiera podría tener con alguno de sus conocidos. En medio de la conversación surge el test y, aunque al inicio todo es virtual, pronto se torna en real y azota la vida del matrimonio. A partir de aquí comienza una serie de choques y desvelos que escalan hasta un final coherente con los personajes.
Aunque la decisión la toman ellos, el padre de Paula no perderá el tiempo para influir en la decisión final |
Se nota mucho de dónde viene esta producción, siendo más importante el guion y la relaciones de los personajes que todo el artificio que se pueda montar alrededor de ellos utilizando la tecnología. Al partir de un escenario, el desarrollo de la acción recae en la evolución que llevan las palabras y los diálogos que comienzan a poblar la cena. El humor, la ironía y las situaciones planteadas son de lo mejor de la trama, firmando una historia interesante. Dani de la Orden realiza un buen trabajo al darle dinamismo a las escenas, aprovechando la localización con algún plano interesante.
Una localización, eso sí, que recurre a un minimalismo y purismo evitando que tu mirada se aleje de lo verdaderamente importante, los personajes. El paso a la gran pantalla ha permitido que Jordi explore más matices de sus personajes, mostrando más allá de los límites propios del teatro.
Quizás, por poner algún pero, en cuanto lleguemos a la parte final, lo rebuscado de algunos giros puede acabar generando cierto empacho o alejarte de los personajes. Es el problema de este tipo de obras, si te alejan de los actores, tu atención puede caer y perderse. En ese caso, la obra se te hará más cuesta arriba.
Poderoso caballero es Don Dinero
Aunque el elenco de actores seleccionado para la película sea diferente al que presentaron el título en las funciones físicas, la calidad de todos ofrece buen resultado que cualquiera podrá disfrutar.
Miren Ibarguren y Carlos Santos presentan una química con la que fácilmente puedes comprender su situación sentimental y los problemas que arrastran antes de entrar en la casa de Toni. Ella, mujer con principios inalterables, y él, hombre que busca un sueño, contrastan y chocan, generando una dinámica interesante en la que los dos se muestran interesantes (y humanos).
El personaje de Blanca puede caerte mejor o peor, pero cumple su función dentro de la obra |
Por otra parte, Alberto San Juan va de menos a más. Iniciando más pausado y contemplativo, comienza a tomar más importancia en la segunda parte, no solo por el test planteado, si no por las acciones que toma. A su lado, Blanca Suárez recorre un camino diferente al de los amigos, siendo voz externa, pero determinante.
Como ya dije, la interpretación de todos es convincente, pero los cuatro no son los únicos personajes. Se suma a la película Antonio Resines como padre de Paula y Luna Fulgencio como hija del matrimonio. Aunque sus papeles son testimoniales, sus escenas ofrecen un desahogo dentro de la tensión de la «gran pregunta».
Conclusión
Dinero, ese papel (o metal) que tantas alegrías o desgracias genera a su paso de mano en mano (o de cuenta en cuenta). ¿Qué valor tiene más allá del que nosotros le damos? Pues, por desgracia, en esta sociedad que nos ha tocado vivir, manda y controla. Puede dar la felicidad o quitarla. Por eso esta premisa es tan interesante, porque es algo que todos entenderemos y que todos querríamos vivir.
El test enfrenta a la gente a sus deseos, pero, al mismo tiempo, los enfrenta a su vida. En boca de varios personajes, observamos un conflicto entre «el pájaro en mano» o la inversión a futuro, conociendo los argumentos (fríos y sentimentales) que irán ofreciendo a lo largo de la velada. La trama fluirá y podrás llega a empatizar con alguno de los protagonistas, porque al final se sienten vivos, teniendo sus problemas y sus anhelos. Con una producción más sencilla, se vende a la historia para mantener la atención de la gente. El problema de estas producciones es que, si no te encariñas de los personajes, acabas aburriéndote, aunque, en mi opinión, este no ha sido el caso.
El test saldrá en los cines el viernes día 2 de septiembre de 2022. Si te ha planteado curiosidad la «pregunta», esta es tu película. Si disfrutas de una historia hilada e interesante, también.