Análisis de DLC Burning Shores (Horizon Forbidden West) en PS5

Volvemos al Oeste Prohibido junto con nuestra querida Aloy para ofreceros el análisis del DLC Burning Shores, el DLC de Horizon Forbidden West para Playstation 5, una expansión con el que Guerrilla Games ha querido expandir un poco más el ya de por si vasto universo que ha creado con Horizon Zero Dawn.

En esta ocasión, se trata de una nueva e interesante aventura en un nuevo territorio por descubrir donde Aloy decide acudir tras recibir una extraña llamada en su foco, ¿qué misterios y peligros le aguardan? ¿Conseguirá estar a la altura? ¿Lo estará también este DLC? ¡Las respuestas a continuación!

Tras el increíble y sorprendente desenlace final de Horizon Forbidden West, Aloy recibe una llamada en su foco donde Sylens le solicita reunirse debido a que tiene información acerca de una posible nueva amenaza. Sin entrar en mucho detalle y para mantener el misterio, tendrá que ir a investigar las Costas Ardientes, un remoto archipiélago donde se localizaba la antigua ciudad de Los Ángeles y donde entablará amistad con Seyka, integrante de la tribu Quen, a quien ya conocimos en Forbidden West y con la que hará muy buenas migas (aparte de tener gran importancia y relevancia en la trama).

Como podéis imaginar, Burning Shores se trata de un epílogo de la segunda aventura de Aloy y la guinda perfecta para el pastel que fue Horizon Forbidden West, que recordemos de qué forma tan súbita y abrupta terminó. Como es de esperar, al tratarse de un epílogo, es requisito indispensable el haber acabado previamente la aventura principal para poder acceder a las Costas Ardientes. Aparte, mencionar que este DLC es exclusivo para PS5, por lo que los usuarios de PS4 no podrán disfrutarlo.

Para quienes no sepan de qué trata la saga Horizon, os animamos a leer un reportaje sobre Aloy en Horizon Zero Dawn, no obstante, y como breves pinceladas, os adelantamos que se trata de un juego tridimensional en tercera persona en el que hay que explorar un enorme mapa, descubrir localizaciones, resolver puzles así como abatir enemigos, todo ello en un imaginario futuro post apocalíptico en el que animales robóticos encabezan la cadena alimentaria. En él, controlaremos a Aloy, una humana sobre cuyos hombros pesa el destino de salvar al mundo. Aloy tendrá una evolución tal como un personaje de rol tuviera, esto es que a medida que avance en la historia adquirirá nuevas habilidades que la permitan acceder a zonas que previamente estaban inaccesibles, además de un sistema de progresión basado en puntos de experiencia y puntos de habilidad con los que adquirir poderes y habilidades que la harán más fuerte cara al devenir de la aventura.

Si algo nos va a llamar la atención desde el primer momento que iniciemos la aventura de Burning Shores es que esta transcurre en un vasto y nuevo entorno isleño rodeado de un caluroso clima tropical con diversas zonas volcánicas, magma incluido; un entorno que destaca sobremanera en yuxtaposición con el DLC de su predecesor, Frozen Wilds, que transcurría en un entorno glacial.

Aloy podrá moverse rápidamente por el archipiélago californiano haciendo uso de la barca de Seyka, su nueva compañera de aventuras y con la que se enfrentará codo con codo a las nuevas amenazas que se encuentren.

Una vez puestos en materia poco más hay que añadir en cuanto a la jugabilidad vivida en Forbidden West. Aloy tendrá todas las habilidades y objetos adquiridos a lo largo de la campaña principal y a éstas se le podrán sumar algunas nuevas añadidas a su árbol de habilidades. Una de ellas, por poner un ejemplo y siendo sin duda alguna la más interesante, es el poder lanzarse contra una máquina derribada haciendo uso del gancho para propinar un fuerte golpe. No obstante, aprovechamos para recordaros que, gracias a una de sus últimas actualizaciones, se pueden reiniciar los puntos de habilidad por lo que podemos redistribuirlos como más nos plazca, cosa que podríais desconocer si sólo habéis jugado a Forbidden West en su fecha de lanzamiento.

Además, en este DLC se han añadido nuevas armas, recursos y bastantes encargos a realizar, cosas que proporcionarán bastantes horas de diversión.

En dichos añadidos, también habrá nuevas máquinas enemigas a las que enfrentarnos, entre las cuales tendremos desde sencillos mosquitos, con una curiosa mecánica consistente en ser inicialmente huevos que eclosionan al sentir proximidad (no son nada peligrosos a no ser que se agrupen en grandes enjambres) a enormes ranas escupe ácido con una resistencia altísima y que requerirán de toda nuestra habilidad para abatirlas. Y por supuesto no nos olvidemos de los jefes finales, especialmente el último del DLC, enemigo que hará que nos quedemos con la boca abierta debido al alarde que realiza con todo el potencial gráfico de PS5, posible explicación de porque Burning Shores no se haya lanzado en PS4.

Hablando del potencial gráfico de PS5, Burning Shores contará con unos escenarios espectaculares que nos dejarán a más de uno con la boca abierta, especialmente cuando veamos los increíbles planos iniciales a lomos de un Alasol, montura/regalo de la que disfrutó Aloy al final de la aventura principal; incluso veremos varios efectos añadidos como son el aire ondulando debido a las altas temperaturas del magma que dotarán al escenario de una mayor inmersión.

Como curiosidad, si recordáis, antes hemos dichos que Las Costas Ardientes se tratan de un derruido Los Ángeles, por supuesto, y al igual que en las entregas anteriores, llegaremos a visitar las localizaciones más importantes de dicha ciudad, como es el caso de Hollywood, tal vez la localización más famosa de toda la costa californiana.

Para poder disfrutar del juego al máximo hay que mencionar que, al igual que el juego base, se puede jugar en tanto en modo rendimiento (moviéndose con unos estables 60 FPS) y modo calidad. Nosotros lo hemos disfrutado en el primero, y hay que decir que, pese a ello, hemos alucinado con los paisajes y todo su aspecto gráfico, además de poder disfrutar de una inmersión mayor en los combates gracias a la fluidez de movimiento proporcionada.

Y finalmente hemos de decir que Burning Shores es un DLC que no se hace para nada pesado, pese a haber jugado ya a una campaña con muchas horas a su espalda; explorar y navegar por el nuevo archipiélago, realizando ya sean tanto recados como misiones secundarias o principales, siempre resulta un placer y una delicia visual, teniendo algunas localizaciones y zonas de las islas que nunca visitaríamos en caso de ceñirnos solo a la campaña principal, cosa que anima a la exploración (en la que también habrá exploración submarina).

El DLC de Burning Shores nos ofrece una forma de poner punto y final a Horizon Forbidden West que, además de servir como un epílogo para esa aventura que terminó de forma tan abrupta, apresurada y con un cliffhanger terrible, también sirve de prólogo de lo que está por venir mientras esperamos su ansiada tercera parte. En resumen, un nuevo contenido que nos prepara para lo que será el devenir de la serie y nos proporciona diversas pinceladas acerca de cómo será el punto de partida del mismo. También nos obsequia con nuevas localizaciones, personajes, enemigos, armas y recursos, además de profundizar en una de las tribus introducidas en su segunda parte y de las que tan poco conocemos, los Quen. Una extensa nueva área que recorrer y una aventura cuya campaña principal nos llevará fácilmente a las 10 horas de duración, eso sí, siempre y cuando nos ciñamos a la misión principal y no nos apartemos con recados o misiones secundarias, cosas que pueden llegar a duplicar el tiempo del DLC fácilmente.

Horizon Forbidden West: Burning Shores ya se encuentra disponible de forma exclusiva para Playstation 5.

Si queréis haceros el juego al 100% no dejéis de echar un ojo nuestra guía de Burning Shores o de Horizon Forbidden West.