00Desde Birdman le había cogido un poco de tirria a Michael Keaton, cosa que desapareció por completo con su aparición estelar en The Flash y su maravilloso regreso en Bitelchús Bitelchús, así que palomitas en mano (no) me dirigí al pase de prensa de «Con el agua al cuello» para ver al polifacético actor en un papel que no me tiene acostumbrada, el de un padre modelo, ¿o no tan modelo? Bueno, pues seguid leyendo que os cuento.
Con el agua al cuello
Imaginad que os despierta una llamada de vuestra mujer y os dice que adiós muy buenas que se va a rehabilitación durante 90 días para luego dejarte y que te encargues de los niños, que a ella no la busques que no está. Obviamente tú, hombre blanco mayor que toda su vida ha hecho lo que le ha dado la santa gana, entiéndase trabajar y olvidarse de la familia porque con llevar dinero (y mucho) a casa, es suficiente, no vas a aceptar que tu mujer te deje y menos al cargo de los niños.
Y así, es como de la noche a la mañana, Andy Goodrich (apellido que da nombre a la película en inglés) se encuentra con el problemón del siglo tratando de ver a su mujer y siendo rechazado por el staff del centro de rehabilitación con mucha educación para que te marches de allí y vayas a recoger a tus hijos del colegio, porque si, tienes hijos, ¡zagal!
Como buen hombre que sabe hacerse cargo de las cosas por sí mismo (no), llama a su hija de su primer matrimonio, Grace (Mila Kunis) quien tiene 36 años, esta embarazada y hace vete tu a saber cuanto que no la ves para pedirle que haga el favor de ayudarte. Tu hija que toda la vida lleva esperando que la prestes atención pues no puede negar su ayuda pese a no querer hacerlo.
Esta obligación, una empresa a punto de la quiebra y el amor fraterno filial hará, que durante aproximadamente dos horitas, presenciemos como el peor padre del mundo (tampoco era para tanto) se va convirtiendo en uno mejor que quiere a sus hijos, a todos, y se enfrenta a ser un abuelo divorciado y jubilado a la fuerza.
Is this deja vú?
La verdad que el argumento de «Con el agua al cuello» es bastante predecible, no nos vamos a engañar, sabemos que las cosas se arreglarán, Andy se volverá el padre y futuro abuelo de manual y su negocio volverá a ir viento en popa. Bueno, vale, quizás haya alguna cosa que nos sorprenda, no todo es bonito y feliz en este film, pero tampoco es un drama de salir llorando (bueno, yo sí).
Lo más emotivo y emocionante de toda la cinta es ver como Andy redescubre su vida, la de sus amigos y la de su familia. Como viéndose completamente bloqueado de la vida por su mujer con la cual pensaba que todo era felicidad le va a empujar a mirar un poco más cerca de él y ver lo que le rodea. La química que Keaton y Kunis desprenden en «Con el agua al cuello» es palpable, ellos dos solitos se comen la pantalla.
Un Keaton de Batman
Ya os he comentado arriba como Keaton se hace grande en este film, pero es increíble ver como puede hacer un papel tan complicado como es un ser humano normal y corriente, sin locuras, sin delirios de grandeza, sin ser un superhéroe o un villano de ultratumba. Asombra verle llorar de verdad, desde dentro, con el corazón. Y asombra tanto que a una le desgarró el alma y la hizo llorar por tercera o cuarta vez a lo largo de la proyección. Y si, se pone muy feo.
Por supuesto Mila Kunis no se queda nada atrás en su interpretación, dando momentos en los que piensas que realmente se ha olvidado de la cámara y es Grace realmente la que esta sufriendo ahí, en el banco junto a su padre que se está dando cuenta como su vida se desmorona poco a poco y tu como hija poco puedes hacer más que darle ánimos y soporte moral. Y no, Mila no está fea cuando llora.
Habemus papá
La trama principal de «Con el agua al cuello» trata de como un hombre que toda su vida ha vivido por y para su trabajo tiene que apartar la mirada de el libro de cuentas y mirar quien duerme con él en su casa ahora que no está su mujer al lado. Es esto lo que Hallie Meyers-Shyer nos quiere plantear en su segundo film como directora y escritora, la evolución de la paternidad en la sociedad actual y como la adicción al trabajo puede destrozar familias.
Muy lejos queda de la realidad ese papel del hombre de la casa que sacrifica su vida familiar para traer dinero y felicidad al hogar. Los hijos ya no quieren tener todas las ventajas del mundo, quiere un padre que este ahí, junto a su madre u otro padre, o dos madres. Quieren sentir que la familia es algo más que cuidar de unos mocosos hasta que llegan a la mayoría de edad para que se marche a hacer lo mismo.
Lo vemos muy claro en los dos hijos del segundo matrimonio de Andy, con una hija increíblemente despierta e inteligente para sus 9 años y el típico hijo que solo piensa en jugar pero que en verdad tiene sus sentimientos guardados y hecha de menos a su madre y la normalidad del hogar. Ver como Andy se da cuenta de estas cosas y deja de ocultarles la verdad para no hacerles daño y en su lugar educarles como pequeñas personas sintientes que es lo que son.
El fin de «Con el agua al cuello» es hacernos pensar en como son nuestras dinámicas familiares, si estamos haciendo todo lo posible por nuestros hijos/padres y si realmente se merecen o necesitan ese cariño, que tenemos que hacer para mejorar. Aunque claramente el publico objetivo de la cinta es el hombre adulto de más de 50, cualquier adulto de más de 25 o 30 años podrá sacar conclusiones y sentir la empatía que nos pide la historia encontrar.
Todos deberíamos rehabilitarnos
Como conclusión, decir que «Con el agua al cuello» no pretende reinventar la rueda, pero cumple con creces su objetivo de entretener y emocionar. Es una película que, sin grandes pretensiones, logra conectar con el publico gracias a las increíbles interpretaciones de su reparto, y a una historia que, aunque familiar, se siente auténtica (si eres de clase rica, claro)
Es una película ideal para aquellos que busquen una tragicomedia ligera, pero con un mensaje lleno de intenciones. «Con el agua al cuello» se estrena este 21 de febrero en salas de toda España.
Una vez más, agradecemos a DeAPlaneta la invitación al pase de prensa de una película tan interesante.