Tras valorar el meternos en una relación tóxica para aumentar las visitas de
la web, recibimos la invitación de
Sony Pictures para ver la última película que ha traído a España:
Sin malos rollos (2023). Nos encontramos ante una divertida comedia erótica-romántica protagonizada
por la actriz Jennifer Lawrence y el actor Andrew Barth, en la que los caminos
de ambos personajes se juntan para generar una historia donde las escenas
cómicas no faltarán.
Sin malos rollos llegará a los cines españoles el día 23 de junio de
2023. ¿Qué nos ha parecido? ¿Hemos acabado riendo en el pase al que acudimos?
¿Tiene tanto erotismo como se anuncia? ¡¡Adelante!!
Propuestas indecentes, ofertas poco coherentes
Iniciamos la cinta con la visita de la grúa a la casa de
Maddie -Jennifer Lawrence-, la cuál se lleva el coche con el que estaba
trabajando de conductora para Uber.
Perder uno de los métodos de acceso de dinero (también es camarera) no
sería tan duro si no tuviera que hacer frente a la deuda por la casa
que tiene. Incapaz de añadir un nuevo gasto a su vida (el de un coche nuevo),
se lanza a una atractiva oferta: «Un coche gratis si consigues que nuestro
hijo «viva» este verano «nuevas experiencias» antes de irse a la
universidad».
Cuando la grúa se lleva el coche de Maddie, esta tendrá que buscar un método para salvar su casa |
Con este disparador,
comienza realmente la trama de enredos que nos acompañará durante las cerca
de dos horas de película. Con un ritmo ágil marcado por la necesidad de Maddie, iremos
conociendo al joven introvertido Percy Becker -Andrew Barth- y cómo su
encuentro con la mujer cambiará su vida. Porque así es,
Jennifer aquí hace honor a su edad y no dejan de compararla con los jóvenes
actuales
(casi en una crítica/parodia de los eternos adolescentes que definen a muchos
adultos). Esto ya nos permite hablar del humor, con
ocurrencias divertidas como las vistas en el tráiler o algunas más
livianas que, a pesar de su sencillez, logran sacar la carcajada a alguno de
la sala. De este modo, a través de escenas que donde se van mezclando alegría
y drama, se hilvana la historia que nos quieren contar. Y aquí es donde hay un
pequeño problema.
En efecto,
la química entre Maddie y Percy va creciendo con cada escena juntos, pasando de momentos forzados e incluso incómodos a otros en los que ves una
relación más cercana, siendo de los mejor que te puedes llevar de la trama.
Quitando eso,
la película tiene una estructura clásica que encaja dentro de este género
donde hay una apuesta o contrato
al inicio de la misma, esperando continuamente el momento de catarsis y
adelantando la resolución final del conflicto. Así,
el grueso de todo queda un poco deslucido, quedando únicamente en lo
atractivo que cada uno considere la conquista entre los dos personajes o las
críticas veladas a la sobreprotección de los hijos o a la masificación de
ciertas zonas.
¿Buscabais sexo salvaje? Creo que os habéis equivocado de comedia |
Aunque hay una lanza que romper a favor de la cinta:
si eres de los que disfruta de esas historias ligeras, no dudo en que
acabarás encontrando en esta algo entretenido.
El ambiente y los hijos del lugar
Como dije antes, si la trama es conocida y esperable, el gran peso de la trama
recaerá en lo atractivo de los personajes. En este caso,
el protagonismo recaerá en Maddie y Percy, aunque habrá otros
personajes como los padres de él o amigos de ella.
Maddie es una mujer que ha visto como su vida y su estabilidad cambió con
el paso del tiempo. Hija de una aventura, crece con miedo de abandonar el territorio donde
creció con su madre. Aquí, sin dudarlo,
se puede ver cómo Jennifer Lawrence disfruta del papel que le ha tocado,
entregándose en las escenas con más carga humorística o de acción
(sí, la escena de la playa, ya la veréis). Por otro lado, frente a ella,
tenemos un Percy comedido que va de menos a más según pasan las
escenas. Joven introvertido por su pasado en el instituto, encuentra en Maddie
un escalón para impulsarse y ganar confianza.
Andrew Barth se muestra solvente en su interpretación, consiguiendo
trasmitir ese nerviosismo constante de su personaje
y haciéndolo odioso cuando corresponde. He de reconocer que la naturalidad de
los dos actores hace que la película se sienta mucho más fluida y que acabes
empatizando con alguno de ellos (aunque no siempre).
La relación entre ambos personajes es de lo más interesante de la cinta |
Por su parte,
la ambientación propia de la costa vacacional estadounidense se vuelca en la
mayoría de las escenas. Así, podemos notar las diferencias entre el hogar de Maddie y los grandes
caserones de los «nuevos vecinos» de barrio, posicionando solamente con ello
un choque de clases que amenazan la zona. Porque con algo tan básico como un
escenario o la propia selección de los trabajos de Maddie y algunos compañeros
nos hace darnos cuenta de esa realidad que ciertas zonas españolas también
están viviendo.
Conclusión
Sin malos rollos se muestra con una premisa algo extraña que a
más de uno le hará arquear las cejas nada más escucharla, pero consigue darle la vuelta para crear una película prototípica del
género al que pertenece. Con cierto carácter sexual, el toque de estos elementos va decayendo hasta
encontrarnos con una historia más tierna y humana de la que consideraríamos
al inicio. Eso sí, el seguir el esquema que muchas otras que la precedieron usaron
hace que en todo momento sepamos lo que va a ocurrir, perdiendo esa frescura
narrativa que sí tiene con el humor.
Sin malos rollos llegará a los cines españoles el viernes 23 de
junio de 2023. Si eres de los que se adentran en las películas que ven y disfrutan de la
comedia, esta es tu película. Si quieres ver a una Lawrence y un Barth
excelentes, también.