Hoy os traemos el análisis de Gears Tactics para PC (Windows). Gears of War invade otro género a través de Gears Tactics de la mano de Splash Damage y The Coalition, y lo hace de una manera que solo esta serie puede.
Coge tu lancer, hay muchas larvas que trocear.
Coge tu lancer, hay muchas larvas que trocear.
Con la intención de aportar un nuevo enfoque al género de estrategia por turnos mientras rezuma el estilo y la tradición de Gears, nos llega Gears Tactics, una experiencia sorprendentemente profunda. Con una campaña completa y suficientes aportaciones al género como para sobresalir, esto es de todo menos una locura olvidable (como en un primer momento pensó un servidor, reconozco el error) para una de las series más grandes en la industria de los videojuegos en la actualidad.
Historia y personajes
Gears Tactics trae una notable historia de la franquicia Gears of War a un nuevo género. Este sigue siendo el universo de gente musculosa que bebe gasolina y mea metal fundido con los momentos de drama habituales, quizá no momentos como en el 2 o el 3, eso es cierto, pero si estáis leyendo esto, sabéis de lo que hablo. Es una verdadera hazaña de alto calibre lo bien que funciona dentro de los límites de un género tan diferente, las cinemáticas atractivas que se intercalan con el juego, están muy logradas, no rompen el ritmo, se siente todo muy fluido.
Gabe Díaz, nuestro protagonista (sí, el padre de Kait de Gears 4 y Gears 5) y Sid Redburn tienen que eliminar a Ukkon, un genetista de los Locust (creador de los Corpser, ahí es nada). Si uno tiene experiencia con la serie, ya sabe cómo se desarrolla, sabrá que lo que suele dar vida a la historia son esos momentos donde los personajes hablan durante el juego. Para mí, el mejor personaje del juego es Sid, me ha encantado, el típico soldado hecho de hormigón, con un carácter igual de duro. Lo digo abiertamente, detesto a Drell de los dos anteriores, así que me alegra ver que se ha recuperado el nivel en este apartado.
Gears unidos y preparados
Para hacer frente a todos estos enemigos, nuestro protagonista, el Teniente Coronel (ahora sargento) Díaz, deberá ir reclutando miembros a lo largo de la aventura. Para ello, podremos usar las pantallas entre misiones, tiempo en el que volveremos al vehículo, que actúa como nuestra base rodante. Hay varios tipos de clases de personajes: vanguardia, apoyo, pesado, etc. Cada uno con su árbol de habilidades, las cuales, podrán ser tanto pasivas como activas. Para desbloquearlas usaremos puntos de habilidad, de los que recibiremos 2 por cada nivel que subamos.
Además de habilidades, habrá que ir mejorando el equipo y una buena manera de conseguir mejor equipación es explorando los mapas y encontrando las cajas que contienen las diferentes piezas. Algunas serán modificadores de arma con diferentes efectos, otras serán piezas de armadura totalmente nuevas, etc. Al principio pensaba que iba a ser un poco caótico, pero lo cierto es que cada pieza o armadura vale para un determinado tipo de personaje y sale resaltado tanto el personaje que tiene equipo nuevo como la parte de su equipo que se puede modificar o sustituir. Es un punto que me ha gustado mucho, hace que sea mucho más rápido ir directamente a inspeccionar esa nueva pieza de equipo.
Destroza, machaca, pero sobretodo cúbrete
Al igual que la mayoría de los juegos de estrategia por turnos, los personajes caen en un mapa y una niebla de guerra se despliega constantemente a medida que los jugadores se mueven. No hay cuadrícula que limite a los jugadores en el mapa en sí, y la promesa de secretos y objetivos secundarios fomentan la exploración.
Desde el punto de vista de la presentación, el diseño del HUD y el flujo constante de información en la pantalla puede que nos lleve mucho tiempo acostumbrarnos, no es inesperado dada la complejidad del juego. Pero, por suerte, navegar por los controles finalmente se simplifica y acaba siendo algo natural, y la gran cantidad de información en pantalla comienza a sentirse normal. Aclaro, que se puede jugar tanto con teclado y ratón, como con mando y de ambas maneras el control es óptimo.
Desde el punto de vista de la presentación, el diseño del HUD y el flujo constante de información en la pantalla puede que nos lleve mucho tiempo acostumbrarnos, no es inesperado dada la complejidad del juego. Pero, por suerte, navegar por los controles finalmente se simplifica y acaba siendo algo natural, y la gran cantidad de información en pantalla comienza a sentirse normal. Aclaro, que se puede jugar tanto con teclado y ratón, como con mando y de ambas maneras el control es óptimo.
Los jugadores tienen una gran cantidad de opciones primarias básicas durante cada turno, acciones como moverse y disparar agotan los puntos de acción asignados a cada unidad específica. En su sentido más básico, ponerse a cubierto, disparar y configurar una unidad para cubrir una zona son las tres grandes acciones que más llevará a cabo el jugador. Esta última asigna una unidad para monitorear un área del mapa del tamaño de un cono durante el turno del enemigo, castigando cualquier tipo de acción dentro de ese cono, y es algo que los enemigos a menudo también hacen, por lo tanto tendrás que usar una determinada habilidad para interrumpirlos, gastando puntos de acción, etc. Cuanto más estire el cono el jugador intentando abarcar el máximo espacio posible, menos precisos serán los disparos.
La velocidad y el ritmo de juego está muy bien lograda, mientras que otros pesos pesados en el género prefieren en su mayoría dar al jugador un número menor de puntos de acción por turno para ralentizar las cosas y hacer que los jugadores piensen, Gears Tactics elimina eso y fomenta múltiples acciones por turno. Es más rápido que la mayoría de juegos del estilo y se siente que es una buena adaptación de la saga Gears al género en este aspecto. Sigue siendo Gears.
Por la horda
El juego a menudo deja al jugador sintiendo que su espalda está contra la pared todo el rato, obligándole a pensar “No voy a mandar a mis comando demasiado lejos de las coberturas”. La mayoría de las veces, los enemigos aparecerán en gran número, obligando al jugador a ser precavido en cada momento, si es que no quieres que algún personajes muera y tengas que cargar el último punto de control. Otra cosa que puede ocurrir es que muera un miembro de tu pelotón que sea genérico, es decir, no un personaje principal. Y avisados quedáis, esa muerte es permanente, ya podéis despediros de ese personaje para el resto de la aventura.
Pero la presión, combinada con la velocidad, la convierte en una experiencia emocionante. Los jugadores pueden reducir la velocidad y si lo desean, pensar en todos y cada uno de los movimientos, el juego no pone un tiempo límite a la hora de ejecutar las acciones, sin embargo, igualar el ritmo en el que los enemigos se comportan es gratificante.
Algo interesante y que muchas veces puede ser frustrante, es que los enemigos pueden ir a donde quieran, algunos locust se colocarán en posiciones ventajosas alrededor de los jugadores, manteniendo la presión siempre en un nivel notablemente alto. Además, no necesitan recargar, cosa que nosotros sí, aumentando así la tensión, dado que si de repente tienes a un enemigo casi encima, fallas incomprensiblemente el disparo, tienes que usar tu último punto de acción en recargar y en el siguiente turno si el enemigo te tiene a su alcance… Más vale que tengas suficiente vida y suerte.
Algo interesante y que muchas veces puede ser frustrante, es que los enemigos pueden ir a donde quieran, algunos locust se colocarán en posiciones ventajosas alrededor de los jugadores, manteniendo la presión siempre en un nivel notablemente alto. Además, no necesitan recargar, cosa que nosotros sí, aumentando así la tensión, dado que si de repente tienes a un enemigo casi encima, fallas incomprensiblemente el disparo, tienes que usar tu último punto de acción en recargar y en el siguiente turno si el enemigo te tiene a su alcance… Más vale que tengas suficiente vida y suerte.
Quizá donde más se rompa el efecto es en las batallas contra los jefes. Más que a un juego de estrategia, me ha recodado a un juego de rol por turnos, aunque no dejen de ser espectaculares, las he encontrado menos inmersivas que las partes de mapa abierto. Aunque es cierto que el hecho que más enemigos se puedan sumar a la fiesta le da un toque estratégico mayor, por ejemplo “¿Le lanzo ahora la granada al monstruo gigante o la reservo para el agujero de la emergencia que está apunto de abrirse?”
Apartado técnico
Gears Tactics destaca gráficamente por encima de la mayoría de los juegos, sino todos, de su género. Es una exhibición de poderío técnico constante, no solo durante el juego y la misiones, donde la cámara toma una vista alejada y cenital, como en el resto de juegos del género, sino que el acabado de las cinemáticas también podría estar al lado del recientemente lanzado Gears 5. Puedo decir abiertamente que para mí Gears Tactics posee una experiencia gráfica digna de cualquier Triple-A del momento.
La ambientación sigue tan buena como en toda la franquicia, una iluminación sombría, cuerpos despedazados por los mapas, vamos, todo marca de la casa. Del mismo modo como siempre, durante toda la franquicia, el diseño de sonido es brillante. Los diálogos perfectamente doblados y el flujo interminable de motosierras, pistolas y gruñidos te harán disfrutar de una excelente inmersión. La única pega es que algunos escenarios tienen a repetirse y la unidades más genéricas tienen unas frases de lo más sosas.
Conclusión
Gears Tactics podía haber sido un fiasco mayúsculo, algo de lo que cualquier fan de la saga querría olvidarse, pero lejos de todo eso, es un juego más que notable. Se siente cómo han logrado llevar el género de la estrategia por turnos a la franquicia de Gears of War. Un juego muy disfrutable por cualquier fan de la saga.
Si te gusta el juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un enlace a Amazon donde poder hacerlo.
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El juego de Splash Damage y The Coalition está disponible tanto para Xbox One como para PC
Lo mejor
– La historia.
– El ritmo adaptado a Gears of War.
– El apartado gráfico.
– Sid.
– Doblaje al castellano.
– Doblaje al castellano.
Lo peor
– Los jefes finales.
– Algunos escenarios repetitivos.
Este análisis se ha realizado con un ordenador de las siguientes características:
– Sistema operativo: Windows 10
– Procesador: Ryzen 1800x
– Tarjeta gráfica: Nvidia GTX 1070
– Memoria RAM: 16GB de RAM