Hoy os traemos el análisis de Port Royale 4 para PlayStation 4. Contra viento y marea dice un viejo dicho y que no podía ser más acertado para el juego que tenemos hoy entre manos, ya que de la mente de Gaming Minds Studios y Kalypso Media, nos llega este título en el que deberemos sacar todo nuestro arsenal de cañones y nuestras mejores velas para hacer frente a nuestros 2 grandes enemigos: los piratas y la economía del Caribe.
Coge tu mejor parche y tráete un tonel de manzanas porque… ¡Zarpamos ya!
¡Por las barbas de Neptuno!
Teniendo como base un juego de gestión delante de nosotros nos
encontramos (literalmente) un mar de elementos que, si bien de primeras pueden
ser liosos, una vez vemos cómo funcionan no tenemos ningún problema en los
pasos a seguir. Nos encontramos en el Caribe, en siglo XVI, y nuestro trabajo
como gobernador de nuestra colonia es asegurar que nuestros puestos y ciudades
crezcan, se desarrollen y creen las rutas comerciales necesarias para hacer
prosperar nuestro imperio.
Lo más necesario, y que debemos tener siempre en mente, es la felicidad y como
están de abastecidos nuestras ciudades. En el menú de ciudad podremos ver cómo
se encuentran y las necesidades de cada una de ellas, y esto será la base en
la que deberemos orquestar el comercio entre ellas, ya que una ciudad que no
tenga materiales para construcción o para industrias comenzará a perder
población, lo que hará que el Virrey de nuestro país no nos recompense con
fama, necesaria para desbloquear más elementos de construcción como
cervecerías o fábricas de tejidos.
Si nos fijamos bien en las necesidades, veremos que para la expansión de una
ciudad no solo es necesario una producción propia, sino que es posible que
aquellas materias primas necesarias se encuentren en otra isla, por lo que
deberemos fijarnos bien que sectores necesitamos explotar de cada ciudad para
crear las rutas comerciales. Dichas rutas, pueden ser automáticas, indicado qué comprar y
vender en cada parada donde el juego se encargará de todo, o manuales, vendiendo y
comprando a conveniencia.
Cuando contamos con pocas ciudades o pocas flotas no hay problema en hacerlo
manual porque controlaremos las necesidades de cada ciudad, pero cuando
nuestro país vaya tomando forma es mejor activar algunas rutas automáticas con aquellas materias primas que nos permitan una mayor producción en nuestras ciudades, ya que con ello ganaremos más dinero que invertiremos en construir más y mejores barcos, sobre todo para remplazar los que perdamos en
batallas navales.
¡Ojo al parche!
Porque sí, como habéis leído más arriba, otra de las partes importantes de
título son las batallas de barcos. A parte de todo lo que conlleva
gestionar esta gran colonia, otro problema al que deberemos enfrentarnos
serán los piratas y colonias rivales.
El título ofrece la posibilidad de, en ciertos momentos, entrar en batalla
con barcos rivales donde debemos tener en cuenta que esto no va de
destruirnos entre nosotros, ya que es mejor abordar al rival para
quedarnos con toda la carga de su barco. Para esto, las batallas se
desarrollarán en una cuadrícula por turnos al más puro estilo Final
Fantasy Tactics, ya que contaremos con habilidades especiales y diferentes
ataques dependiendo de si queremos destruir el barco, matar a los tripulantes o
abordarlo. Estas batallas, pese a ser entretenidas, en ocasiones se pueden hacer más largas de lo necesario y aunque podemos pasarlas automáticamente, es posible que perdamos la batalla por lo que lo recomendable es acabarla nosotros mismos.
Podremos entrar en estas batallas tanto para defendernos de ataques
enemigos, como para izar la bandera pirata e ir nosotros a por los
demás países, pero deberemos tener cuidado porque otro punto importante
del juego es la política, y deberemos tener permiso del virrey de nuestro
país para poder atacar a los demás o nos arriesgamos a convertirnos en
enemigos de nuestro propio imperio.
¡Arriad las velas!
Para desarrollar todo esto contamos con opciones de juego más que de
sobra. Tras el extenso tutorial, 100% recomendado para entender las
mecánicas, podremos entrar de lleno al modo campaña donde, si bien tendremos cierta libertad, deberemos seguir una serie de misiones para ir cumpliendo con cada
uno de los países que vayamos desbloqueando.
Estas misiones irán desde conseguir cierto porcentaje de felicidad en
nuestros colonos, enviar cierta cantidad de materiales o ganar más o menos
batallas navales. También encontraremos desafíos extra mientras navegamos, tales
como tareas en las que una ciudad nos pide algo en concreto o encontrar
partes de un mapa del tesoro. Estas tareas son opcionales, pero conviene
realizarlas porque tendremos más fama para gastar por parte del virrey,
así como puntos para poder contratar a mejores capitanes para nuestros
navíos.
También contamos con un modo libre, en el que configuramos de 0 la
partida, poniendo el tamaño de nuestro país y el capital inicial que
queramos. Con este punto de partida jugamos simplemente para conquistar
cuantos más territorios mejor, sin misiones de ningún tipo, pero sí las
tareas extra comentadas anteriormente.
Bonito como un real de a ocho
Gráficamente el juego sigue la línea de otros títulos del estilo como podrían ser
Railway Empire(del que tenéis nuestro análisis aquí) o Trópico 6(del que también tenéis nuestro análisis aquí). Nos encontramos con un mapeado gigantesco, lleno
de islas y ciudades, pero con unos gráficos simples, tanto en los edificios
como en la vegetación, y que destacan en los barcos, siendo éstos los mejor
definidos.
También hemos visto bajones de FPS en cualquier momento del
gameplay, más acentuados sobre todo en el momento de poner o quitar zoom. Si
bien es cierto que ayer el juego recibió un parche y hemos notado menos
tirones, aún se observan caídas de frames que esperamos que se arreglen con
parches posteriores.
A nivel sonoro tenemos melodías pegadizas típicas de videojuegos y
películas de piratas, así como efectos sonoros como el mar o las gaviotas, todos ellos bien conseguidos. Los textos y las voces son en castellano, sin errores de
traducción y con una interpretación más que correcta para nuestro gusto.
Conclusión
Con Port Royale 4 nos encontramos con un juego de gestión que, para nuestro gusto personal, supera a muchos otros del género por su complejidad y por las diferentes opciones que nos da para gestionar el comercio y la gestión de recursos. Todo esto sumado a las batallas navales, da un toque totalmente redondo para los amantes de la estrategia.
Puede ser que gráficamente no sea un juego top para el final de generación en el que nos encontramos, pero es un juego largo, divertido y con suficientes alicientes si eres fan tanto de la estrategia como del mundo náutico del siglo XVI. El único que problema que vemos, aparte de las caídas de FPS, es que tiene una complejidad alta si no eres asiduo del género, así que tienes que estudiarte el tutorial más de una vez y si sales sabiendo jugar a éste, puedes con cualquiera del estilo como un profesional.
Port Royale 4 ya está disponible para PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Si te gusta el juego y estás pensando en comprarlo, te dejamos un enlace a Amazon donde poder hacerlo.
Lo mejor
– Infinidad de opciones para gestionar nuestra colonia.
– Las batallas navales son una buena adición a la saga.
– Gráficamente inmersivo, haciéndote sentir como si estuvieras en Cuba o Jamaica.
Lo peor
– Bajones de FPS que lastran la experiencia jugable.
– Gran complejidad para los novatos en el género.
– Las batallas navales pese a ser un buen complemento, en ocasiones se pueden hacer demasiado largas.
Informático, seriefilo y gamer de corazón. Me emociona la saga Final Fantasy, me apasiona Dragon Ball y me atrae el mundo del cosplay. A parte de eso, de vez en cuando juego a miles de juegos para Android, leo y escribo, y paso el tiempo que me queda escribiendo análisis y artículos que espero que os entretengan.