Hoy os traemos un análisis que me hace especial ilusión: The stone of madness, la nueva aventura de The game kitchen, creadores de los ya conocidos Blasphemous y Blasphemous 2 y los encargados de desarrollar el nuevo Ninja Gaiden: Ragebound. Se unen a Tripwire Interactive para brindarnos con esta obra de arte.

En esta ocasión nos alejamos del género metroidvania para irnos a un juego de sigilo táctico en tiempo real que puede recordar perfectamente a Commandos, uno de los grandes que han servido como referente en en su campo. En este último nos poníamos a cargo de un pelotón de soldados que debíamos mantener con vida, en The stone of madness haremos algo parecido, pero con cinco prisioneros al borde de la locura.

¿Lograréis mantener a los cinco con vida y escapar del monasterio?  

Que san Cipriano os bendiga

No me puedo esconder, los Blasphemous son dos de mis juegos favoritos. Si me habéis leído de vez en cuando, habréis visto que puedo hacer referencias constantes a estos videojuegos, y creo que se me puede perdonar teniendo en cuenta de las maravillas de las que hablamos. Podéis imaginar entonces mi ilusión -y sorpresa- cuando el estudio sevillano anunció este nuevo juego, The stone of madness, con este estilo pictórico que me pudo recordar a Joe Richardson.

Al igual que sucedía con la saga del penitente, o de The last door, el point-and-click que también es de su manufactura, esta nueva obra -porque no se la puede llamar de otra forma- las referencias y la iconografía religiosa tienen su espacio en la aventura. Sin ir más lejos, el título de The stone of madness puede hacer referencia a un cuadro de el Bosco llamado literalmente «The extraction of the stone of madness«, que se suponía que era la que dotaba de locura a los pacientes.

No es para menos, teniendo en cuenta que el monasterio -del siglo XVIII- estará lleno de dementes allá por donde vayamos y que nos podrán llegar a complicar las cosas. No es de extrañar tampoco que, entonces, haya guardas en cada rincón, vigilando los terrenos y serán quienes nos dificulten el camino.

También se ha hecho referencia en la obra de la poeta argentina Alejandra Pizarnik titulada «Extracting the Stone of Madness«, un poemario centrado en temas como la soledad, la locura o la muerte, de los que tampoco estaremos exentos mientras intentamos llevar a los prisioneros a su liberación. Cada uno de ellos, además de sus habilidades, tendrán diferentes miedos que les podrán llevar a perder la cabeza.

Este monasterio en el que transcurre la aventura es el hogar de los más grandes misterios, donde nada es lo que parece y en el que encontraremos más de una sorpresa. También dependerá de cuánto queráis descubrir, porque será vuestra investigación la que arrojará algo de luz a lo que allí se oculta.

Además, este fin de semana (24-26 enero 2025) está teniendo lugar la Malaga Game Jam, un evento en el que hay que hacer un juego en 48 horas. Como está siendo habitual, el jueves previo a su comienzo, dedican la tarde del jueves a las charlitas deluxe, donde reúnen a profesionales de la industria para dar una ponencia. En este caso, la última de ellas, la daba Slantar y nos habló de la interfaz (UI) de The stone of madness, así que fue perfecto para ponernos a tono y no perder la cabeza mientras esperábamos al juego.

Yo soy el Stone of madness

Como ya hemos estado avanzando, The stone of madness tiene lugar en un monasterio del siglo XVIII, localizado en los pirineos, en el que hay una mezcla entre manicomio y prisión inquisitorial, con lo que os podéis hacer una idea del tipo de personajes que nos podremos encontrar. El monasterio es un ente vivo, un personaje por sí mismo, que irá cambiando y transformándose conforme avancemos.

También se verá afectado dependiendo del momento del día en el que nos encontremos. The stone of madness cuenta con un ciclo día/noche que influenciará en todo lo que hagamos. Durante el día podremos movernos sin más limitación que la que nos imponen de las zonas prohibidas, en las que los guardias no dudarán en venir a por nosotros como nos vean merodeando por ahí.

Por las tardes, la rutina de los guardias cambiarán, y podrán aparecer las Ánimas, los espíritus que pueblan sus terrenos. Aquí no tenemos un baptisterio romano del siglo I, pero estos espíritus que esperan su purificación si que intentarán hacernos la vida imposible si nos acercamos.

Por último llegará la noche. No tendremos por qué irnos a la cama, pero sabed que allá donde vayáis será zona prohibida al dar el toque de queda, con lo que los guardias se os echarán encima nada más os vean. Al haber más vigilancia os será más difícil moveros. Y, también, las ánimas camparán a sus anchas, así que tampoco es recomendable. Dependerá de cómo juguéis, si queréis exprimir al máximo el tiempo en The stone of madness.

Os podemos dar algo de tranquilidad, porque aunque The stone of madness cuente con estos ciclos de día y noche para limitar vuestras acciones, no tendréis una fecha límite en la que cumplir los objetivos; si os captura u os matan, solo tendréis que volver a empezar, a vivir el día de la marmota.

Vuestra forma de evitarlo será iros a vuestra celda, donde se reunirán los cinco personajes jugables. Desde el inicio de la tarde podréis acostaros temprano, lo que os servirá para planificar el día siguiente, reponer recursos, recuperar vida o bajar el nivel de alerta sobre cada uno de ellos. Los prisioneros, además de habilidades útiles durante el día, tendrán otras habilidades por las noche. con puntos límite para actuar (que también hay que dormir y esta familia se querrá acostar) y donde aprovecharemos los recursos que encontremos en el monasterio.

Una de ellas, por ejemplo, podrá tocar su violín para devolver algo de cordura a los demás. Otro podrá fabricar objetos muy útiles y totalmente necesarios. Los cinco se complementan a la perfección y hace falta gestionar bien los recursos para tener éxito.

El club de los cinco

En esta abadía de The stone of madness nos introduciremos primero con el padre Alfredo, un hombre de fe. Tiene dos habilidades esenciales a las que deberéis sacarle partido: por un lado, Alfredo puede dar sermones, para atraer la atención de los personajes que tenga en la zona designada y que sus compañeros se puedan escabullir con mayor facilidad. Por otro, la luz de su lámpara iluminará el camino, perfecto para un cura encarcelado por el inquisidor. Y otro bastante útil es que es él quien puede expulsar a las ánimas. Por las noches, por otro lado, podrá dedicarse a curar vida a todo el grupo o a estudiar, para conseguir puntos con los que desbloquear más habilidades.

No tardaremos tampoco en conocer a Eduardo, el músculo del grupo. No habla mucho, pero servirá para tender puentes y lanzar escombros con los que distraer a los enemigos. Él, por su lado, podrá fabricar objetos por las noches, como ganzúas y cuerdas, que serán necesarios para los demás. Además, también podréis invertir el tiempo en bajar el nivel de sospecha del resto. El verdadero support-tanque del grupo.

Leonora es la tercera de los personajes que conoceremos. No le tiene miedo a casi nada, con lo que será ella la que sirva para dejar inconsciente -o asesinar- a cualquier personaje. Tened cuidado, eso sí, porque si asesináis a alguien Leonora sentirá remordimientos y se hará daño a sí misma como un mecanismo de afrontar la realidad. Servirá también para abrir cerraduras y escalar a los sitios más altos. Por las noches, es ella la que toca el violín, además de poder acceder al mercado negro (¿qué cárcel que se precie no tiene uno?). En The stone of madness, esta hija de un relojero es personalmente mi favorita.

Agnes es una vieja bruja que hace uso de sus hechizos para manipular su entorno. Desde apagar la luz, mirar en los bolsillos de los internos o, incluso, crear un enjambre de abejas, os será de mucha utilidad. Quizá sea por la noche donde más provecho le podéis sacar, porque se puede dedicar a crear brebajes, como cataplasmas o vendas, con las que podéis curar a vuestros aliados.

Por último, Amelia, una niña que es muy amiga de Agnes. Sí, una niña. A veces, en The stone of madness, será necesario hacer uso de su tamaño para pasar por los pequeños túneles que conectan las diferentes zonas. Amelia podrá también poner trampas por el camino, para que los guardias (o quien pase) quede atrapado. Por las noches, podrá usar su acción de divertirse para devolverle algo de cordura tanto a ella como a uno de los compañeros que elija.

La comparación quizá no sea la más acertada, pero la forma de jugar de Amelia me recordó en cierta manera a Neighbours back From Hell, en el que hacíamos bromas a nuestro vecino poniendo, por ejemplo, canicas por el suelo. Un personaje divertido que aportará algo de alegría al grupo.

Estos son los cinco personajes jugables de The stone of madness. Y si os parece que, con ellos, os va a resultar fácil, no es oro todo lo que reluce. Cada uno de ellos tiene sus propios traumas que les acercarán a la locura: Alfredo a la muerte (cuidado con dejar cadáveres por ahí tirados), Eduardo a la oscuridad, Leonora al fuego, Agnes a los espejos y Amelia a las gárgolas. Todo el monasterio de The stone of madness estará plagado de estos elementos para ponérnoslo difícil, debiendo combinar las habilidades de todos ellos.

Para seguir complicando las cosas, antes de comenzar el día tendréis que elegir entre tres de estos cinco personajes para que conformen vuestro grupo. La estrategia y la preparación, como veis, es esencial, porque sino tendréis que esperar hasta el día siguiente para poder avanzar. Por lo general, the game kitchen se ha preocupado de que haya varias formas de acceder al mismo sitio, para no lastrar en exceso nuestro progreso.

Quizá esta puede ser la peor parte de The stone of madness, que si habéis incorporado a alguien concreto a vuestro grupo y le quitan todas las vidas, volverá a la celda a descansar, con lo que inevitablemente tendréis que esperar al día siguiente. Si vais rápido u os descuidáis y os pasa esto, la espera hasta que puedas irte a dormir y acabar con el día se hace algo tedioso, pero será algo que os pase en puntos muy concretos.

Porque, efectivamente, los personajes de The stone of madness cuentan con diferentes atributos de vida y cordura, dependiendo de quienes sean. Eduardo es el que más vida tiene del grupo, con lo que aguantará más en las investigaciones. La cordura, por otro lado, bajará si alguno de ellos se encuentra cerca de su miedo principal (el fuego de Leonora, por ejemplo), lo que les puede llevar a perder la cabeza y caer presos de la locura.

Para ello, entre los tres que conformen vuestro grupo, deberéis ir cambiando para combinar sus habilidades y abriros paso por los pasillos del monasterio, descubrir sus secretos y esquivar a sus guardias.

¿Te consumirá la locura?

Esta aventura abrirá con un prólogo que servirá de tutorial, en el que nos irán explicando poco a poco cómo funcionan las mecánicas de The stone of madness. No os preocupéis por conseguir recursos, porque una vez lo terminéis, lo perderéis todo, en el momento en el que comienza de verdad.

The stone of madness cuenta con dos campañas posibles, una catalogada con una duración media y otra larga, cada una dirigiéndose a un camino totalmente diferente. La primera de ellas estará centrada en el inquisidor, mientras que la otra está enfocada en una historia de amor que os guiará a la salvación. The stone of madness se presta así a que lo rejuguéis para exprimir su contenido al máximo y enteraros de verdad de qué sucede en el monasterio.

Cada historia cuenta, como veis, con sus propios objetivos, de la que no queremos desvelaros mucho porque parte de la gracia de The stone of madness es involucrarse en sus misterios y dejar que sea ella la que te los cuente. Lo que si que tenéis que tener claro es que no serán indulgente con vosotros mientras avanzáis.

Estas historias contarán con personajes peculiares y únicos, como Panecillo, un misterioso interno con un pan algo mohoso en la cabeza. Pero ambas campañas compartirán a los enemigos: en primer lugar, los guardias serán vuestro mayor enemigo. Si entráis en su campo de visión, un gran cono verde, mientras hacéis alguna de las acciones prohibidas, comenzará a cambiar a un color anaranjado; si seguís con esta acción, se tornará rojo y os perseguirán. Rezad para que no os capturen (podréis aprovechar el escenario para esconderos), porque si os capturan os quitarán vida y aumentará el nivel de sospecha del personaje.

Siendo yo andaluz, los ropajes de estos guardias no dejaban de evocarme la imagen de Bandolero, una serie animada basada en el Zorro y en la que su vestimenta no dejaba de recordarme a su personaje principal, por más que fuesen polos completamente opuestos.

En The stone of madness estos niveles de sospecha se traducirá en niveles de alarma más altos, así que conforme os capturen, irá subiendo, haciendo que más guardias se planten en la zona determinada del mapa. Por suerte, con Leonora los dejaréis inconscientes si contáis con los tablones necesarios.

Junto a estos guardias más básicos, encontraréis otros con rifles, que os dispararán desde la distancia si os ven. Son mucho más rápidos y no les podréis dejar inconscientes así como así. Siendo un monasterio el mapa de The stone of madness, como no podía ser de otra forma, también habrá curas y monjas por todos lados, que, aunque no se abalancen contra vosotros desde un inicio, correrán a dar la alarma o avisar a los guardias si hacéis algo prohibido.

La cohesión del mapa de The stone of madness es algo que quiero recalcar. No es de extrañar, teniendo detrás al gran Enrique Colinet ‘Baxayaun’, un veterano del estudio que ya se encargó del mapa de los dos Blasphemous. Al igual que sucedía con estos dos últimos, es un mapa orgánico, muy bien conectado y que hace que moverse por ellos sea una delicia. Cada zona, para facilitarnos el movimiento entre ellas, contará además con una red de túneles en los que podremos aparecer, tanto al iniciar el día como durante este. Todo está cuidado en la creación de The stone of madness.

Esto se suma al mimo que han puesto en esta entrega. con una gran accesibilidad para cualquier tipo de jugador o jugadora. The stone of madness cuenta con tres niveles de dificultad, dependiendo del reto que queramos. En la más «fácil», los guardias tardarán más en detectarnos y, creedme, se nota. En la mayor dificultad el sigilo y la táctica será obligatorio para que podáis avanzar.

¿Cuál es tu pintura favorita de Goya?

Ya habíamos hecho referencia a el Bosco, pero el equipo de The game kitchen ha tenido en mente las pinturas de Goya en el apartado artístico de The stone of madness. Abandonan así el pixel art que caracterizaba al Penitente, al igual que han abandonado el scroll lateral para colocar una cámara isométrica con la que no perdernos detalle de nuestro entorno. Un entorno visual del que no puedo usar otro adjetivo para describirlo que perfecto; perfecto para la temática en la que nos encontramos, perfecto para evocar lo que de verdad pretende.

Si bien es cierto que hemos encontrado algún bug visual durante la partida, no ha sido nada que entorpezca la experiencia, ni mucho menos, que pueda ser digno de mención, pero si que ha sido gracioso cuando ha sucedido (no todos los días ves a un doctor volando).

Se mezcla, además, con algunas cinemáticas animadas, que le dan un toque muy interesante. No abusan de ellas, sino que están introducidas en los momentos concretos para presentarnos a los personajes y que podamos verlos con todo lujo de detalle.

Su apartado sonoro, por otro lado, es más tímido, acompañando a lo que de verdad importa durante el juego. No se impone al resto de apartados, pero está ahí, de fondo, entonando las notas precisas para establecer la atmósfera que necesita.

Conclusión

En definitiva, The stone of madness se erige como un gran juego en todos sus apartados. The game kitchen ha hecho lo que mejor sabe hacer, manteniendo la temática religiosa para envolver sus elementos, y nos ha reglado uno de esos grandes imprescindibles. Traen de vuelta de la mejor manera posible el género de Commandos o Desperados, haciendo una fusión perfecta con La abadía del crimen para deleitarnos solo de la manera que ellos saben, brindándole una personalidad única.

Cada uno de los personajes se siente diferente, cada uno de los escenarios también, con sus diferentes caminos y resoluciones. El juego te permite adentrarte en él tanto como el jugador quiera, pero con una historia interesante contada en dos actos.

Quiero destacar las ganas que tenía de echarle el guante a The stone of madness, porque, muchas veces, las expectativas nos juegan malas pasadas, pero han sido capaces de cumplirlas y con creces. Es uno de esos juegos que se te queda en la mente durante un tiempo. Como ya dijo Bart Simpson: estoy muerto… muerto de ganas de seguir jugando a The stone of madness.

Si todo esto no os ha convencido a probar el juego, tenéis una demo en Steam para salir de dudas y lo tenéis en oferta hasta el mismo día de su salida. Lo podréis jugar tanto con teclado y ratón como mando, que han conseguido que se sienta muy cómodo de las dos formas.

Si preferís esperar, The stone of madness estará disponible en Playstation 5, Nintendo Switch, Xbox Series X y S y en Steam el día 28 de enero de 2025. Corred, antes de que la locura se apodere de vuestras mentes.

Este juego ha sido analizado en un ordenador de las siguientes características:

  • Sistema operativo: Windows 11
  • Procesador: Intel(R) Core(TM) i5-12400F @ ~2.5GHz
  • Memoria RAM: 2x16GB
  • Disco duro: 1Tb
  • Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 4060 Ti 8GB

The stone of madness

9.3 Masterpiece

The stone of madness es un juego táctico en tiempo real donde el sigilo será nuestro mejor aliado para conseguir que los cinco prisioneros que controlamos consigan escapar con vida del monasterio en el que están atrapados. Una aventura de The Game Kitchen que es esencial.

Lo mejor
  1. Un apartado artístico espectacular
  2. Personajes con habilidades muy diferentes y únicos
  3. Dos compañas completas con las que entender la historia
Lo peor
  1. Alguna bajada de frames puntual
  2. Tener que esperar a poder terminar el día si te matan a un personaje
  • Historia 10
  • Jugabilidad 10
  • Apartado artístico 10
  • Apartado sonoro 8.5
  • Rendimiento 8
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Desde pequeño aprovechaba cada fin de semana para alquilar un videojuego. Me fui decantando por los de gran peso narrativo. La lista es larga, pero Night in the woods, Blasphemous, Dragon Age, Fallout: New Vegas o Animal Crossing tienen un hueco especial en mi corazón. Fue la narrativa la que me abrió el camino a intentar crear mis propias historias e, incluso, a masterear partidas de rol como Dungeon Master.

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