Seguramente la mitad de vosotros no había nacido cuando se estrenó Twister hace 28 años. Una de las películas de desastres más taquilleras de la época, y que causó furor en la comunidad creando un gran interés en este fenómeno atmosférico tan aterrador. Bueno, pues hoy nos llega la que seria su secuela, Twisters, y que viene a conseguir lo mismo que hizo en los años noventa además de concienciar sobre el cambio climático. ¿Lo conseguirá?

Siguiendo la tormenta

Kate Cooper, interpretada por Daisy Edgar-Jones (La chica salvaje, Normal People), es una joven universitaria con un sueño por doctorado, hacer desaparecer los tornados de una vez por todas. Con un modelo matemático, un par de furgonetas y unos amigos entregados, se dedica a cazar tornados para demostrar la viabilidad del proyecto. Sin embargo, el experimento no sale bien y una desolada Kate decide dejar de perseguir tormentas e irse a Nueva York a trabajar en el servicio de alertas meteorológicas.

Cinco años después, Javi (Anthony Ramos, En un barrio de Nueva York), el informático del grupo de caza-tornados adolescente se pone en contacto con Kate para proponerle un nuevo proyecto. Con la tecnología actual se puede hacer un modelo 3D de un tornado y sacar toda la información posible para mejorar el modelo matemático que fracasó en aquel entonces y poder ayudar a la gente cumpliendo el sueño de aquella universitaria.

Tras enfrentarse a sus fantasmas del pasado, Kate accede a ayudarle durante una semana. Y así es como parten para Oklahoma, tierra de tornados, para poner en marcha el experimento. Allí se encuentran con un montón de admiradores de este fenómeno y con un grupo de “vaqueros doma tornados” liderado por Tyler Owens (Glen Powell, Top Gun: Maverick) un YouTuber ultra famoso que se dedica a vender sus aventuras y todo tipo de merchandising, como camisetas con su cara, tazas, termos…

Aquí se crea una nada sana competencia para ver que equipo llega primero al tornado, si es que adivinan donde va a aparecer, y hacer su trabajo o su circo. Persiguiendo tormentas de aquí a allá empezaran a verse las verdaderas intenciones de cada equipo ya que como siempre, nada es lo que parece. Al final la tragedia se cierne sobre Oklahoma y cada uno tendrá que enfrentarse a sus miedos y recuerdos para prepararse a lo que será una ola de tornados completamente anormal causada seguramente por el cambio climático.

Y hasta aquí la historia. No os queremos contar más ya que aunque lo entretenido del filme son los tornados, la parte humana y científica cobra mucho sentido e importancia en la cinta.

Entrando al tornado

Twisters comenzó a gestarse en el año 2020 cuando Joseph Kosinski, director de películas como Top Gun: Maverick y Oblivion, convenció a la productora Amblin Entertainment y en particular a Frank Marshal (las franquicias de Jurassic e Indiana Jones) para volver a traer los tornados a la gran pantalla como se debía, con ciencia, con rigor y dando importancia al fenómeno en si y no lo que lleva dentro (hablamos de Sharknado y todas esas películas de serie z).

Colaborando con Mark L. Smith (Remando como un solo hombre, El renacido) dieron vida al personaje de Kate Carter y su proyecto idílico de una habitante que ha sufrido vivir en el corredor de los tornados de Oklahoma. El objetivo del guion era que la historia se basara en la autenticidad, la ciencia y los datos, al igual que Michael Crichton hizo con Twister hace casi 3 décadas. Inspirar a nuevas generaciones a luchar contra este fenómeno y mejorar las herramientas para su detección es, y fue uno de los fines desde el principio.

Introducir además una concienciación del cambio climático tenia que ser también parte de la historia. Aunque los científicos no pueden explicar si el crecimiento reciente de tornados y su expansión a otras zonas más allá del corredor se deba por completo al cambio climático, las cifras están ahí, y un peligro tan impredecible como son los tornados debe tomarse en serio.

Sin embargo tras dos años de producción, Kosinski dejó el proyecto con el guion terminado para dirigir otra película. Es aquí donde entra Lee Isaac Chung conocido por el drama autobiográfico y nominado a varios Oscar, Minari. Su dirección en un episodio de El Mandaloriano más la experiencia de Minari hicieron que la producción se decantara por el director natural de Denver y de orígenes sur-coreanos.

El director, que vivió en sus carnes un tornado en su juventud y que pudo ver Twister en la gran pantalla, tenía claro que quería respetar el material original y tomarlo como referente para esta cinta. Cogiendo parte de su experiencia y vivencias con sus amigos en Arkansas le añadió ese toque humano y de interrelaciones entre los personajes que le faltaba al guion original. También fue el que convenció a los productores de rodar la película en la misma Oklahoma pese a los riegos reales de tornados durante el proceso.

Uno más uno son siete

Una de las cosas que más me están gustando de la última tendencia en tráileres, al menos en producciones de grandes distribuidoras/productoras, es el contar una historia distinta a la que sucede en pantalla. Todavía hay quienes te cuentan hasta el final casi, pero la moda de llegar al cine y decir, ¡me han engañado (para bien), esto no es lo que pensaba! Y es que yo fui convencida de que los tornados gemelos iban a ser el colofón final y los protagonistas de la historia, y para nada, oiga.

Seis son las secuencias de tornados que nos vamos a encontrar en la película, pero son 10 los tornados que se crearon en postproducción, los gemelos del tráiler y otros que son generados por uno más grande. De aquí que el título de la película sea Twisters ya que nos encontraremos con bastantes de ellos durante el metraje.

Todos los tornados se han creado usando efectos digitales y prácticos y el realismo de los mismos no dejara indiferente a nadie ya que todos se basan en tornados reales. Contando con el asesoramiento de Sean Casey, un verdadero cazador de tornados, y con material fotográfico y en video que fueron capturados por este y su equipo usando incluso drones. El propio Chung acompaño a Casey en sus incursiones para ayudarles con el material de referencia. Es así como se consiguió dar personalidad a cada uno de los tornados que aparecen en el film.

No os vamos a dar más detalles de los tornados ya que esto sería haceros spoiler de la película así que si queréis saber más tendréis que buscar información por vuestra cuenta.

Creando un tornado

Los tornados de Twisters fueron creados por el equipo al cargo de Scott R. Fisher, supervisor de efectos especiales de Insterstellar, Tenet o El libro de Boba Fett entre otros. Se usaron efectos prácticos como ventiladores industriales de gran tamaño que empujaban el aire a más de 100 kilómetros por hora y motores de jet que eran capaces de añadir corrientes de más de 280km/h. Eso junto a miles de litros de agua para la lluvia, hielo e incluso balas de heno de poliacrilamida hace que todo se sienta tan real e impactante en cámara.

Pero claro, no todo se puede hacer con efectos prácticos y aquí es donde entra ILM (Industrial Light & Magic), los mismos que hace 28 años sufrieron para crear los gráficos computerizados de los tornados y que ahora son una de las mayores productoras de CGI de la industria. Así crearon los 10 tornados, las tormentas, nubes y todos los efectos visuales todos generados mediante simuladores meteorológicos para conseguir un realismo total y científicamente preciso.

Añadiendo ambiente

La banda sonora de Twisters ha sido compuesta por Benjamin Wallfisch, compositor de Blade Runner 2049 o It y que cooperando con el productor Ashley Jay Sandberg nos da un resultado muy arriesgado fuera de Estados Unidos donde la creación de 19 temas inéditos de estilo predominantemente country convive con la música clásica para los momentos más íntimos de sus personajes. Un plantel de grandes artistas, nominados y ganadores a distintos Grammys son los que completan la banda de 29 temas.

En cuanto a los efectos de sonido, no tenemos pegas ninguna. En una sala bien acondicionada y con un equipo de calidad podréis sentir lo que es estar dentro de un tornado sin tener que vivirlo en vuestras propias carnes, solo le falta el viento y el agua para ser perfecto. Imaginamos que Twisters es la película ideal para disfrutar en las salas 4DX de Kinépolis. Yo por mi parte me conformo con los bajos retumbando en mi butaca.

Disipando el tornado

En conclusión, Twisters es una película de desastres naturales que no busca impresionar ni hacer cosas imposibles si no contar lo que es la realidad de millones de personas que viven en las planicies de Oklahoma y estados colindantes que sufren un fenómeno meteorológico igual de impredecible como puede ser un terremoto o un tsunami. Aprovecha ya de paso para introducir elementos típicos de la cultura americana y hacer un poco de propaganda MAGA con sus vaqueros, rodeos y ambiente típico de la américa rural central.

Busca impresionar, pero sobre todo concienciar, sobre la humanidad y la falta de esta de la sociedad actual, la empatía y la ayuda entre vecinos. Si consigue que la misma gente que decidió dirigir sus vidas y carreras en la lucha contra los tornados, y ahora además del cambio climático, habrá cumplido su objetivo. Como siempre este tipo de historias no ganarán Oscars pero entretienen y apasionan, algo que parece que el cine tiene prohibido hacer para merecer apreciación.

Twisters estará disponible en los cines a partir del día 17 de julio y como con Furiosa, os recomendamos que la veáis en un buen cine con un sistema de sonido en condiciones para disfrutarla al cien por cien.

Damos las gracias a Warner por habernos ofrecido la posibilidad de ver Twisters antes de su estreno en salas.

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Crecí delante de un Commodore 64, lo siguió el PC y después la Megadrive. Desde entonces soy una poli-pc-consolera. Mis juegos favoritos son las sagas de Tomb Raider, Final Fantasy, Dragon's Dogma o Baldur's Gate. Prefiero los juegos de un solo jugador a los online, aunque le doy al Fortnite y al Ovewatch 2 de vez en cuando.

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