Análisis de Abathor en PC

¿Alguna vez habéis querido probar los clásicos juegos de arcade? ¿Los echas de menos? Pues preparaos porque JanduSoft y Pow Pixel Games nos trae Abathor, un nuevo juego arcade de plataformas 2D que imita el estilo de las recreativas antiguas. Sí, incluido los créditos para poder seguir jugando.

Que Contra y Black Tiger se hagan a un lado, porque esta aventura viene para modernizar el género.

Gracias, Atlantes

Imagina que estás tranquilamente en tu casa hasta que descubres que el Reino de la Atlántida existe. Sería muy bonito hacerles una visita, conocerlos y disfrutar un rato, ¿verdad? Pero ahora imagina que esos mismos atlantes han abierto las puertas de un reino demoníaco llamado Abathor para obtener su poder. ¿Qué puede salir mal? Para eso os convertiréis en uno de los héroes que les echarán una mano; salvaréis el mundo, básicamente.

Cada uno de los posibles héroes que podéis elegir contará con distintas habilidades que podréis usar en la aventura. Desde un Conan o He-Man a una valquiria de los que podréis valeros para acabar con la invasión. En común tienen un ataque básico con el que golpear a vuestros enemigos y un dash para esquivar, mientras que se diferenciarán en su ataque especial; Crantor cuenta con un lento y poderoso ataque que hará bastante daño, Sais con un parry, que, si lo timeáis bien, no sufriréis daño, Kritias con un ataque hacia arriba para alcanzar a los voladores y Azaes con un vórtice rojo que si mata a un enemigo, reforzará vuestros ataques básicos.

Como veis, cada personaje parece tener sus puntos fuertes y débiles, pero esto no es más que sobre el papel, porque durante la partida no se notará tanto y será más vuestra destreza para superar los niveles lo que importe. Quizá, en el que más se nota la diferencia sea en Crantor, que tiene unas animaciones totalmente diferentes a la del resto, aunque si vuestra intención es jugar por vuestra cuenta, Sais es la opción más segura, al contar con el parry que bloqueará cualquier golpe y proyectil, dejando a vuestros enemigos vulnerables.

Abathor abre sus puertas al público

Vuestro barco os dejará directamente en medio del meollo, hacia el camino a Atlantis, hacia el camino a Abathor. Tendréis que luchar continuamente contra las diferentes hordas de monstruos, ya sean criaturas marinas o los mismos demonios que se han logrado escapar.

Al igual que sucedía con las recreativas antiguas, tendréis que ir atravesando de forma sucesiva los diferentes niveles que se encuentran separados por fases, cada una adentrándose más en el corazón del problema. Serán alrededor de 5 niveles por fase, estando claramente separadas por su temática, atravesando zonas de playa, bosque o desierto.

Por si os estáis preguntando si Abathor imita en todo a las arcades clásicas, efectivamente cuenta con un sistema de créditos, es decir, vuestras vidas. Dependiendo de la dificultad que elijáis empezaréis con más o menos, pero en la dificultad normal serán 5, que, si perdéis, reiniciaréis la fase entera. Así es, da igual que estéis en el último nivel, si morís 5 veces en el transcurso de vuestra zona actual, tendréis que volver a empezar desde el inicio de esta.

Pero no os preocupéis, si os cuesta mucho, el juego cuenta con un modo más fácil, donde os regalarán 99 créditos y algo de ayuda, porque en la normal, además de solo contar con esos 5, la dificultad irá en aumento conforme vayáis avanzando. Y si os lo habéis pasado, ahora tendréis que afrontar la máxima dificultad, la cual será necesaria si queréis obtener el verdadero final del juego.

Extranjero, tengo algo que podría interesarte

A lo largo del juego iréis encontrando cofres, que contendrán la moneda especial: el oricalco, el mineral de los atlantes y que podréis usar para mejorar a vuestro personaje. Las mejoras en Abathor tendrán valor variable, dependiendo de cuál queráis. Para ello, en ciertos niveles estará el vendedor, un buhonero como el de Resident Evil, un amable personaje que no tendrá reparo en quitároslo de las manos.

Las mejoras podrán variar entre aumento de fuerza, de critico, velocidad o incluso créditos para seguir jugando. No obstante, al igual que pasaba con las diferencias entre los personajes, las mejoras tampoco van a implicar un gran cambio entre la victoria y la derrota. Por ejemplo, en el caso del daño con espada supondrá que en lugar de necesitar tres golpes básicos para acabar con un enemigo, serán dos. Y, por supuesto, si perdéis los créditos, también perderéis las mejoras, con lo que tendréis que volver a encontrar al vendedor por Abathor para recuperarlas, con algunos oricalcos menos de los que teníais.

No solo los cofres os darán el oricalco necesario, sino que para facilitar las cosas también habrá una escena de ofrenda al final de cada nivel. En ella, entre los enemigos que habéis matado y la vida que os ha sobrado, se lo entregaréis a los dioses y, si lo conseguís, os recompensarán con 100 más de oricalco. Vuestra vida no es una barra como puede ser en Elden Ring, sino que contará por golpe.

Un camino lleno de problemas

Las complicaciones nunca vienen solas, y si tener que acabar con un gran grupo de enemigo conforme avanzáis no es suficiente, también tendréis que superar los elementos naturales, como pueden ser fosos o pinchos -si, como los de Blasphemous– y que os pueden llegar a quitar toda la vida de una sola vez.

Y os aseguramos que debéis tener cuidado, porque algo que traen de las recreativas clásicas es la posibilidad de morir en cualquier momento. Un mal golpe os puede lanzar al vacío y perder todo el avance. Quizá podamos hablar de cierta injusticia cuando hay proyectiles que os harán el daño y os desplazarán hacia atrás, incluso si habéis usado el parry y lo habéis bloqueado.

No todo va a estar en vuestra contra. En ciertos niveles habrá unas estatuas en las que tendréis que recargar el Orbe del Destino y que, al hacerlo, os brindará con un poder especial que variará dependiendo del personaje. Será una ayuda bastante útil con la que avanzar, en especial cuando os tengáis que enfrentar a los bosses.

Cada fase contará con un jefe final que pondrá a prueba vuestros avances. No serán fáciles, así que cualquier elemento que podáis usar a vuestro favor os será de utilidad. Para inclinar la balanza también habrá consumibles que encontraréis en los cofres, con usos limitados, y que pueden ir desde unas lanzas para atacar desde lejos hasta invocar al mismísimo Poseidón.

Para evitar la monotonía, Abathor no solo serán plataformas de scroll lateral, sino que también tendrá momentos en los que tendréis que acabar con oleadas de enemigos para cargar un monolito, zonas a lomos de animales, ya sea volador o acuático, donde tendréis que esquivar o ir montados en una carreta minera, como en Donkey Kong Country. En algún momento hasta podréis encontrar una referencia al clásico Pang.

Tampoco todo será un campo de rosas, porque entre el plataformeo habrá ciertas zonas en las que tendréis que cogeros a lianas en las que el fallo de un pixel puede haceros caer. No será lo normal, pero sí hemos notado que se ha llegado a comportar de forma extraña en algunos saltos hacia éstas.

Mejor en compañía

Este título está pensado sin duda para jugarlo con más gente, hasta 3 jugadoras más, que os ayude a superar las vicisitudes en la que los atlantes os han puesto. La colaboración será esencial para poner en común todos los puntos fuertes de cada personaje y poder triunfar.

Este multijugador será de forma local, con lo que si no tenéis a quien invitar a casa para jugar, no os quedará más remedio que hacerlo en solitario. Y quizá sea lo mejor, porque mientras la colaboración a lo largo del nivel será esencial, en el momento de las ofrendas será una especie de competición, luchando por quién obtendrá el favor de los dioses y, con ello, el premio por haber superado al resto; de esa forma, todo el oricalco será vuestro.

Conclusión: La historia de Abathor nos espera

El cariño que Pow Pixel Games le ha puesto a este título es innegable, con un apartado artístico cuidado para traer de vuelta los 16 bits y evocar los clásicos. No obstante, la peor parte puede ser la forma en la que nos enteraremos de la historia de la Atlántida, que no será más que colocarnos sobre los pergaminos flotantes en el nivel, los mismos que previamente nos sirvieron de tutorial.

Es un pequeño detalle que rompe la inmersión en la aventura y que la enfanga un poco. A excepción de esto, Abathor es una experiencia sólida que os hará disfrutar de los clásicos, tanto para quienes invertíais vuestras horas -y monedas- en las recreativas, como para quienes nunca habéis tenido la oportunidad y queráis probar si es un género que os puede gustar. La curva de dificultad es perfecta para ir aprendiendo mientras progresáis.

Es una pena que la forma de presentarnos el Lore sea así, porque se nota la implicación del estudio para contarnos una nueva visión de la Atlántida que parte de los escritos de Platón, introduciendo elementos que, si los conocéis, los reconoceréis fácilmente.

Pero que eso no os eche para atrás a la hora de probar este título, porque aunque la noche en Abathor sea oscura y albergue horrores, regresaréis con ella a los años 90 con un título muy interesante.

Este juego ha sido analizado en un ordenador de las siguientes características:

• Sistema operativo: Windows 11
• Procesador: Intel(R) Core(TM) i5-9400 CPU @ 2.90GHz
• Memoria RAM: 8GB
• Disco duro: 237GB
• Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce GTX 1060 6GB