Seguro que alguna vez te has planteado la posibilidad de poder vivir para siempre… Pero quizás te lo dejarías de plantear si vivieras una situación como la del protagonista de Nobody Wants To Die, la cual, te contamos en nuestro análisis en PS5 de esta nueva aventura narrativa recién llegada de Polonia. Si quieres saber qué tipo de juego te vas a encontrar no dudes en continuar leyendo las siguientes líneas.
Nobody Wants To Die y la angustia de la eternidad
Publicar tu primer juego y más si es un juego que tiene una cierta ambición, tanto en lo técnico como en lo narrativo, no es en absoluto algo sencillo y para los chicos de Critical Hit Games ha sido toda una aventura que ha durado unos cuantos años hasta tener este Nobody Wants To Die entre nuestras manos.
No sabemos qué está ocurriendo en Polonia, pero desde luego es de destacar las propuestas de bastante calidad que nos están llegando de ese país donde se afinca una de las grandes desarrolladoras de videojuegos del mundo, CD Projekt Red. Y es que en este juego que analizamos hoy, hay cierta influencia (e incluso participación) de temas y mecánicas que ya estaban presentes en los últimos títulos de los autores de The Witcher 3 y Cyberpunk 2077.
Nobody Wants To Die es una aventura narrativa que tiene lugar en una Nueva York distópica con una clara inspiración en las películas de cine negro y de detectives amplificada por una estética visual casi fotorrealista y una trama que bebe de los grandes clásicos de la literatura del género. Nos pondremos en la piel (o en la carcasa) del detective James Karra, quien tendrá que investigar el crimen de una de las personas más poderosas de la ciudad y que oculta todo un entramado de mentiras y corrupción.
Nuestro protagonista tiene un pasado bastante oscuro en el que se mezclan la muerte de su mujer y de su compañero durante la persecución de un asesino en serie. Y de hecho comenzamos el juego después de su resurrección en un nuevo cuerpo (como si fuéramos el protagonista de Altered Carbon).
El juego va a explorar a través de sus situaciones, diálogos e historia todo lo que significa la inmortalidad y los peligros que se esconden detrás de una vida eterna en la que los recuerdos se entremezclan y se corrompen produciendo realidades alternativas que las propias mentes no son capaces de soportar. Y es precisamente este trauma mental el que afecta a Karra, que se esconde en el alcohol y en las drogas para poder soportar la carga de recordar a su mujer y a ese asesino que se ha cruzado en su camino en otras vidas pasadas.
Como no podía ser de otra forma, las diferencias entre los seres humanos se han ido acrecentando debido a que no todo el mundo se puede costear el precio de tener carcasas nuevas para conseguir esa ansiada inmortalidad. Por ello, existen bancos de datos donde se almacenan las conciencias de aquellos que no tienen los recursos necesarios mientras que los ricos son cada vez más ricos a costa de los recursos de aquellos que intentan pagar sus propios cuerpos.
Así que tendremos que poner todo nuestro ingenio y las herramientas futuristas a nuestra disposición para resolver este primer crimen y empezar a desentrañar esta maraña de mentiras y recuerdos alterados que nuestro protagonista irá viviendo en primera persona. Para llevar a cabo esto, vamos a contar con Sara, nuestro enlace con la jefatura de policía, que nos irá dando pistas y ayudando en todo momento a la hora de solventar las situaciones que nos vayan sucediendo a lo largo del juego.
Sara va a ser la voz de la conciencia que ayude a conectar a Karra con la realidad, ya que poco a poco nuestro protagonista irá perdiendo la cordura debido a lo que está descubriendo, que incluso puede alterar la percepción de la realidad que hasta ahora tenía.
Podemos alterar lo horizontal y lo vertical
El núcleo de las mecánicas jugables de Nobody Wants To Die está centrado en la investigación de los crímenes que va presenciando nuestro protagonista. Para investigar estos crímenes va a tener a su disposición una serie de herramientas que le permite manipular el tiempo y buscar pistas que no se ven a simple vista. La mecánica principal, la manipulación del tiempo, recuerda mucho a lo visto en las neurodanzas de Cyberpunk 2077, ya que al igual que ocurría en el juego de CDPR también tenemos que ir descubriendo lo que ha ocurrido avanzando y retrocediendo en el tiempo.
Por desgracia, es un proceso bastante simple y no tiene ninguna dificultad porque en la línea de tiempo del sincronizador (que así se llama la herramienta en cuestión) nos va a marcar en todo momento el punto exacto donde se encuentra aquello que debemos investigar. Y esto es una constante en el juego donde el camino a seguir está claramente marcado en todo momento.
Aparte de esta herramienta de manipulación del tiempo vamos a tener la posibilidad de usar una herramienta de escaneo de rayos X y una lámpara ultravioleta para detectar los rastros de sangre que encontremos en las escenas del crimen. Las dos son muy fáciles de utilizar y además el juego se encarga de seleccionar automáticamente la que corresponde en cada momento… Así que no vais a tener que pensar prácticamente nada y todo va ir sobre railes en el juego.
Además, en las investigaciones siempre vamos a tener un marcador que nos indica cuál es el siguiente punto a investigar con lo que el factor exploración (que ya está reducido de por si en unos escenarios bastante pequeños) no es algo de lo que goce el juego. Por si no fuera suficiente en algunos momentos incluso podemos disponer de un «modo pista» que ya nos marca claramente dónde debemos situarnos para resolver un puzle haciendo que quedarse atascado sea prácticamente imposible.
Como acabamos de comentar, la exploración en el juego está bastante limitada, ya que los escenarios son pocos y muy acotados y tampoco hay muchos puntos de interés que se puedan explorar o investigar. El juego te marca caminos muy concretos para que continúe la acción y no hay alternativas salvo en el caso de los diálogos, que dependiendo de la opción que se elija, puede desbloquear otros diálogos adicionales. Sin embargo, este tipo de decisiones no cambia en nada el final del juego con lo cual aportan bastante poco al devenir de la historia y en muchos casos no es evidente por qué una contestación desbloquea o no un nuevo diálogo.
Otra de las mecánicas jugables que vamos a encontrar es el tablero de deducciones que afrontaremos después de cada investigación en una localización de un crimen. Este tablero tendrá todas las pistas que hayamos conseguido durante una investigación y tendremos que ir enlazando esas pistas con cada una de las preguntas que se han planteado. Este proceso es bastante sencillo de realizar, ya que siempre hay una o dos pistas para cada pregunta y te marca como error o acierto cada enlace.
No existen tampoco consecuencias en fallar o no estos enlaces, si fallas borras el enlace y lo intentas con otra pista hasta que formas el tablero completo. Es casi un mero trámite para avanzar la historia más que un puzle que tenga cierto atractivo.
En cuanto al movimiento del personaje podemos decir que es bastante limitado y lo único que podremos hacer es andar/correr e investigar los puntos de interés de los escenarios (que no son muchos precisamente). Hay momentos en los que hay que pulsar algún botón para producir un evento, pero la mayoría del tiempo vamos a tener que desplazarnos sin más complicación. Encontrar el camino por el que debemos seguir es muy fácil porque no existen las alternativas, allá dónde veamos un hueco será el camino a seguir en todo momento.
Fotorrealismo en estado puro
Si por algo destaca Nobody Wants To Die es por su aspecto visual y su estética, que gracias al uso de Unreal Engine 5 nos proporciona una serie de escenarios de una calidad artística simplemente espectacular. Hay que destacar el trabajo que hay detrás de este juego porque se ha hecho un esfuerzo increíble para que la ambientación del mismo se ajustara a ese futuro distópico noir que pretendían desde el estudio.
Aunque no hay mucha variedad de escenarios, lo que podemos atisbar de esa Nueva York del siglo 24 está a la altura de lo que podría ser un juego AAA. Aún así, el diseño de personajes quizás no está a la altura de los escenarios, sobre todo las expresiones faciales y los modelos que parecen menos realistas que los fondos sobre los que se mueven. Aún así el resultado global es muy notable y lleno de detalles qué ensalzan a la historia.
Y hablando de la historia ya os podemos decir que es otro de los puntos agridulces del juego. A pesar de comenzar con una muy buena premisa y un personaje atractivo como protagonista, según se va desarrollando el juego vamos viendo que los personajes secundarios prácticamente no tienen ningún tipo de desarrollo y se acaban convirtiendo en arquetípicos.
Quizás la corta duración del título (alrededor de 5 horas) no ayude demasiado a contar el trasfondo del juego y de sus personajes con toda la riqueza que un universo como éste requiere tal y como se está describiendo el juego. Y esto hace que se le vean las costuras a la historia desde la mitad del juego en adelante en la que se empiezan a precipitar las cosas muy rápido sin haber dado tiempo a que la historia se cueza a fuego lento como debería.
En el apartado sonoro tenemos a uno de los compositores más galardonados de la actualidad que incluso ha trabajado con CDPR en The Witcher 3, y no es otro que Mikolai Stroinski. Precisamente hay que destacar también un trabajo bastante bueno en la partitura de este juego en la que mezcla melodías modernas con ese tono clásico noir de ambientación que tiene el juego. Complementando esa banda sonora tenemos también un doblaje de lo más profesional y cinematográfico que ayuda a que la ambientación del juego sea aún más interesante. El doblaje de Karra es realmente bueno y destaca por encima del resto de personajes secundarios.
Por desgracia no vamos a contar con un doblaje en castellano a la altura de una experiencia cinematográfica como la que transmite el juego sino que nos tendremos que conformar con los diálogos en perfecto inglés y unos subtítulos en castellano simplemente correctos (hemos visto algún fallo de traducción bastante evidente). Lo mismo podemos decir de su nula implementación de las funciones específicas del DualSense aunque esto viene siendo la práctica habitual en títulos multiplataforma.
Conclusión
Nobody Wants To Die nos deja unas sensaciones algo agridulces. Su aspecto visual y ambientación son realmente increíbles, pero no deja de ser un walking simulator con pequeños aspectos de aventura gráfica que no hacen demasiado interesante el conjunto del juego.
Además, su corta duración no ayuda a que la historia y los personajes se desarrollen correctamente y eso hace que el final del juego se vea muy resentido. Funciona muy bien cómo demo técnica de lo que se puede crear con Unreal Engine 5 pero como juego le faltan bastantes cosas que lo harían mucho más disfrutable. Aún así es un juego recomendable para aquellos amantes del género noir y la ciencia ficción.
Nobody Wants To Die está disponible en formato digital desde el 17 de julio para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC (Steam).
Nobody Wants To Die
Una aventura narrativa visualmente rompedora, pero con una jugabilidad demasiado básica y poco variada
Lo mejor
- Un aspecto visual rompedor
- Una ambientación cyberpunk muy conseguida
- Un trabajo de doblaje casi cinematográfico
Lo peor
- Una historia llena de tópicos
- Unas mecánicas jugables muy simples
- Personajes secundarios poco desarrollados
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Historia
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Jugabilidad
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Apartado artístico
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Apartado sonoro