Ya hemos visto la última película que traerá DeAPlaneta a nuestro territorio: Respira. Con un elenco encabezado por nombres conocidos cono Jennifer Hudson, Milla Jovovich, Sam Worthington o Quvenzhané Wallis, Stefon Bristol (See you yesterday) nos plantea una historia apocalíptica en la que la confianza depositada en la gente y la constante lucha por la supervivencia serán el círculo sobre el que orbitará toda la trama.
Respira llega a los cines españoles el próximo día 14 de junio de 2024. ¿Qué nos ha parecido? ¿Ha logrado dejarnos sin aire? ¡Allé vamos!
Confiar o no confiar, esa es la cuestión
Año 2035. Un colapso medioambiental destruye toda la flora del planeta Tierra, disminuyendo el nivel de oxígeno del exterior y convirtiéndolo en un territorio árido e inhabitable. La mayor parte de la humanidad ha caído y solamente unos pocos han sobrevivido utilizando máquinas para conseguir aire respirable. Así lo ha hecho la familia de Darius [Common] durante cuatro años. Tras un fatídico accidente con el traje de respiración en el exterior y tras descubrir una dolorosa verdad, el padre decide emprender un difícil viaje del que no regresa, dejando a madre e hija solas en el refugio.
Pero la calma no durará mucho tiempo. Un día llega a la zona un misterioso grupo de personas que buscan ayuda para su refugio, una ayuda que solo Darius podría proporcionar. Es entonces cuando comienza una lucha entre la confianza y la supervivencia, donde el premio más grande es poder respirar una bocanada de aire puro más.
Respira nos plantea un thriller post-apocalíptico sencillo, con una premisa a la que podemos estar acostumbrados (el fin del mundo que conocemos), aunque con algún detalle más humano. Lejos van a quedar las grandes escenas de acción típicas de los blockbuster, mudando por pequeños enfrentamientos entre el reducido elenco. Esto acaba convirtiéndola en algo más intimista, aunque no termina de escarbar con el avance del guion ni con el ritmo de la obra. Toda la poca tensión que vemos al inicio (y digo poca por lo previsible de ciertos hechos), se acaba truncando en el momento en el que las disputas comienzan a aflorar.
Así, el guion, escrito por Doug Simon, no acaba de despegar en ningún momento. Con cierta facilidad se acaban viendo las costuras al tejido de la historia y más si no acabas de empatizar con alguno de los personajes que más aparecen en escena, algo que no resulta complicado al no estar tan desarrollados. De este modo, con cada nueva escena se hace más palpable la falta de rumbo claro de la cinta. Esto es algo que, indudablemente, se llegará a notar en el último tramo, cuando el conflicto se rompe y comienzan a suceder ciertas conveniencias para su resolución (o comunicaciones que podrían haber salvado todo).
Tras toda la historia narrada, tenían la posibilidad de crear algo más descarnado y profundo (como ha hecho The Last of Us), pero creo que han optado por la solución fácil. Es una pena, porque podría haber sido un gran ejercicio de personajes frente a una situación límite. Los personajes de Maya [Jennifer Hudson] y Zora [Quvenzhané Wallis] podrían haber tenido mucho más trasfondo, mostrando más que la relación que se presupone que tienen. Ambas actúan como dupla en conflicto ante la llegada de los visitantes, pero su evolución no acaba de generar esa catarsis que pedía la trama. Por su parte, el personaje del padre, Darius, aporta poco a la trama, siendo una excusa para cierta evolución de entendimiento entre Maya y Tess.
Pues Tess, Milla Jorovovic, llega a ese lugar con una misión clara que llevar a cabo para salvar más vidas, pero que acaba convirtiéndose en un giro argumental bastante decepcionante. Es un personaje que parece que podría haber aportado más, pero que no acaba de mostrarse ni desarrollarse. Caso similar lo tiene el Lucas de Sam Worthington, con una actuación sobria y que no consigue despuntar. Eso sí, a cualquier de los dos se les nota cómodos en las escenas en las que tienen que utilizar armas.
La destrucción nunca cambia
Estamos muy acostumbrados a los ambientes típicos de películas apocalípticas, pues estas han proliferado en los últimos años junto con los avances tecnológicos para su reproducción. En este caso, aunque hay alguna escena del exterior, los espacios serán más contenidos. La principal de ellas será la casa en la que vive la familia y el fruto del conflicto. Con cierto regusto tecnológico y decoración sobria, acaba convirtiéndose en el lugar seguro.
El problema de Respira lo encuentro de puertas para fuera. Es cierto que nos encontramos tras una debacle climatológica, por eso me resulta curioso el ver una ciudad tan destruída. Además, resulta sorprendente ver que el agua ha desaparecido de los alrededores (teniendo en cuenta el método para conseguir oxígeno).
Poco protagonismo tiene la banda sonora compuesta por Isabella Summers, conocida por haber sido la teclista del grupo Florence and the Machine y por cintas como El amante de Lady Chatterlay [Netflix].
Respira: conclusiones finales
El mayor problema de Respira lo tiene dentro y es algo con lo que es complicado luchar. Con un elenco reducido, la fuerza narrativa queda superditada a los propios personajes y sus historias. El problema es que ninguno de ellos acaba de convertirse en algo lo suficientemente interesante para que suframos o nos alegremos de sus fracasos/éxitos. Además, hay que sumar un gran número de conveniencias en el guion que no acaban de cuadrar o algunos detalles de su ambientación, restando credibilidad a la historia.
Con ciertas escenas de acción en las que algunos actores destacan por su experiencia en el medio, es el caos o la falta de peso de algunas de ellas las que corta el rimo. Es una pena, ya que la duración tampoco es mucha (hora y media aproximadamente). En cualquier caso, este viernes día 14 tendremos en las salas de cines Respira. No te la pierdas si disfrutas incondicionalmente de las películas apocalípticas.