Tras observar un poco de la geopolítica internacional y recordar las sabias palabras del filósofo español Santayana, nos hemos dirigido al cine elegido por DeAPlaneta para la proyección de prensa de su próxima película: La promesa de Irene. Quizás sea sorprendente el reconocer que esta es una historia real, basada en la vida de Irene Gut Opdyke, y más teniendo en cuenta la valentía e irracionalidad de su decisión al querer salvarle la vida a doce judíos durante los trágicos años de la Segunda Guerra Mundial. A su vez, cuenta con el guion de Dan Gordon, cuya versión teatral había sido estrenada en Broadway quince años atrás con su mismo texto.

La promesa de Irene llegará a los cines españoles el próximo viernes, día 31 de mayo de 2024. ¿Queréis saber si la bondad se alza victoriosa? ¿Sobreviviremos a una nueva incursión en una de las guerras más dramáticas del mundo moderno? ¡Allé vamos!

Por mucho que el mal prevalezca, siempre habrá un poco de luz

1939. El ataque de las fuerzas nazis sobre Polonia abre un periodo de oscuridad dentro de Europa que pronto se extendería por el mundo entero. En el país conquistado, a una joven enfermera llamada Irene -Sophie Nélisse- se le fuerza a mudarse a los cuarteles alemanes y trabajar para ellos. Justo cuando se la asigna el puesto de ama de llaves en la mansión del comandante Eduard Rügemer -Dougray Scott-, descubre que van a acabar con todos los judíos de la zona. Arriesgándolo todo, traza un plan para intentar mantener a los que trabajan con ella con vida, aunque sea llevándolos al interior del hogar del enemigo.

Su destino comienza en las cocinas del cuartel de los alemanes, pero pronto alcanzará un nuevo puesto.

De este modo, con La promesa de Irene nos introduce una película autobiográfica en la que tratan de poner luz a la vida de Irene Gut, mujer que hasta los años setenta no reveló su aventura hasta escuchar a un neonazi negando el Holocaustro. La historia se centra en en narrar los acontecimientos que ocurrieron desde ese detonante bélico hasta su huida fuera del territorio ocupado. Con paso lento, en ocasiones, quizás, demasiado, se van desgranando las diferentes adversidades que tuvo que enfrentar para lograr su promesa de salvar cuanta vida pudiera.

Y esto es algo normal en este tipo de producciones, donde la violencia extrema de algunas personas de un bando contrasta con tanta fuerza con las acciones de los protagonistas. No son muchas, pero hay que reconocer que hay una escena en la que participan una madre y su bebé que te puede acabar rompiendo (al igual que a la propia Irene). Aquí hay que destacar especialmente el papel de Maciej Nawrocki, Rokita, oficial de las SS que nos demuestra lo malignos que pueden ser los pensamientos o las acciones en una guerra. No quiere decir que enfrente no haya individuos que también estén cansados de lo que hace su bando.

Aunque La promesa de Irene se toma su tiempo en presentar la humanidad de los personajes secundarios, aportándole a la mayoría un trasfondo o característica que los haga únicos, el centro de la historia es Irene, mostrándola como una mujer ensoñadora. Con su candidez e idealismo, fue capaz de enfrentarse a algo temible y obtener resultados positivos (aunque haya momentos en la película que no comulgues con alguna de sus decisiones). Para ello, Sophie Nélisse toma las riendas de este papel y le aporta ese rostro aniñado y esperanzador que, aunque no deja de quebrarse en múltiples ocasiones, parece mantener la ilusión en el futuro.

Junto a ella tenemos a Eduard Rügemer, interpretado por Dougray Scott , comandante alemán que la toma como su ama de llaves al inicio de la película y que será un gran detonante del final de su historia. Su personaje va cayendo desde lo más alto y va humanizándose (aunque haya motivos para despreciarlo). La cinta también cuenta con actores como Julian Scherner [La lista de Schindler(1993)], Elisa Rygembel o Agata Turkot, que completan un elenco mayor de personajes.

La guerra nunca cambia, pero no solo en el frente

Alejados totalmente del campo de batalla, la historia acaba centrándose en su mayoría en el interior de edificios. No quita esto la necesidad de adaptar toda la realidad a ese mundo que los personajes recorrerán. Ya sea cuando están en la calle haciendo compras para la cocina o cuando disfrutan de encuentros con los mandos en la mansión, el detalle acaba ganando su apuesta.

Hay pocos escenario bélicos, pero lo que aparecen están genial

Esto es redondeado por un vestuario que ya tenemos integrado en nuestro imaginario por otras películas (y que no se aleja de la realidad). Eso sí, en La promesa de Irene nos permiten ver una gran distinción entre escenarios, destacando entre ellos esa vitalidad e iluminación de la propia mansión de día frente al frío, húmedo y oscuro sótano donde habitan los judíos.

Todo ello acaba siendo envuelto por las notas de Maxime Navert y Alexandra Stréliski, que aumentan la tensión en algunos instantes o permiten que haya más alegría aunque la situación no sea la mejor.

La promesa de Irene: conclusión de la crítica

En un mundo en el que constantemente nos están obligando a posicionarnos en una guerra entre bandos por cualquier tema y vivir así en constante crispación, es de agradecer que existan historias en las que la única voluntad es la de hacer el bien.

La promesa de Irene trata de arrojar luz a un pasaje real que vivió la propia protagonista en aquellos días terribles. Con una gran carga humanitaria detrás, nos encontramos en un thriller donde gran parte de la tensión será en esos momentos en los que creas que pueden pillarlos, aunque no acaban de acertar en su construcción siempre. Aunque hay personajes carismáticos, estos no acaban de tener gran protagonismo por el personalismo de la protagonista. Esto, sumado al ritmo pausado y a esa poca angustia puede acabar convirtiendo en largas las dos horas de metraje. Eso sí, el nivel de ambientación y musical encaja perfectamente en la producción.

La promesa de Irene estará disponible para ver en los cines el próximo 31 de mayo de 2024. Si eres de los que disfrutan de las historias autobiográficas, esta será un nuevo añadido a ellas. Si quieres tener otro punto de vista sobre la Segunda Guerra Mundial, también la disfrutarás.

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De tierras gallegas con un lacón bajo el brazo. La vida frente a la pantalla me entregó unas gafas con las que veo en 8K. Me gustan las cosas bien narradas, sean del formato que sean. Mis estanterías están a rebosar de juegos, libros, miniaturas...

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