Desde las lejanas tierras de Oriente os traemos el análisis de Prince of Persia: The Lost Crown para PlayStation 5, nueva entrega de la olvidada saga de Ubisoft que, tras 14 años de silencio sin ningún juego nuevo, nos vuelve a invitar a visitar ese reino exótico y mágico que es Persia. En esta ocasión, nos ofrecen una aventura más orientada a la exploración y al plataformeo alejándose del género de acción que tanto se popularizó con sus tres entregas para PlayStation 2.
Así pues, encarnaremos el papel de Sargón, un joven guerrero que deberá salvar al príncipe de Persia de un aparente secuestro en un mundo mitológico y misterioso donde nada es lo que parece. Con una estructura inspirada en el género metroidvania, Prince of Persia: The Lost Crown permitirá a los jugadores explorar un mundo artesanal a su propio ritmo, eso sí, sin olvidar el tema central de casi todas sus aventuras, el trascurrir del tiempo y sus consecuencias.
¿Qué misterios aguardarán a Sargón en su aventura?, ¿conseguiremos salvar al príncipe de Persia?, ¿valdrá la pena? ¡Agenciaros de un mapa, dos espadas y acompañadnos en este análisis para averiguarlo!

Las mil y una noches

Pese a haber sido objetivo múltiples veces por parte de reinos colindantes, el imperio persa ha rechazado siempre al invasor gracias a un pequeño grupo de héroes apodados Los Inmortales. Entre ellos destaca Sargón, miembro más joven del grupo y guerrero que consiguió dar muerte al general líder del ejército invasor en el último asedio sufrido.
En medio de una ceremonia en su honor, el príncipe del reino es secuestrado por un miembro traidor de Los Inmortales y llevado al místico monte Qaf y su ciudad antigua.
Sargón y sus compañeros los Inmortales salvando Persia del ejército invasor
El monte Qaf es el hogar de la mística ave Simurgh, dios del tiempo y del conocimiento, que además es protector de Persia, aunque eso sí, no se ha visto desde hace más de 30 años. Pese a que nadie se atreve a aventurarse en la ciudad antigua porque ahora es un lugar maldito donde el tiempo no fluye como debiera y todo ser viviente es maldito, nuestro grupo de héroes acude raudo al rescate. ¿Tendrá dicha maldición algo que ver la desaparición de Simurgh? ¿Qué misterios trae el monte Qaf y su ciudad antigua? ¿Conseguirá Sargón salvar al príncipe de Persia?
El tiempo está roto en el monte Qaf
Con esta sinopsis repleta de magia y misterios nos adentramos en el mundo de Prince of Persia: The Lost Crown, un juego de aventuras 2,5D con grandes mapas interconectados entre sí y cuya piedra angular es la exploración, el plataformeo y la acción, tratándose de un metroidvania que sabe equilibrar muy bien esos tres pilares y que bebe y se inspira claramente de otros del género como son Hollow Knight o Metroid Dread. Pese a que estamos en un momento donde el sector posee una inmensa variedad de juegos del mismo género cabe decir que Prince of Persia posee unas cualidades que le hacen brillar con luz propia.
A lo largo de la aventura nos iremos encontrando con nuestros compañeros inmortales

Un guerrero con dos espadas

Para empezar, el sistema de combate es muy entretenido, ya que Sargón cuenta con una inmensa variedad de combos para atacar a los enemigos y que van desde el típico combo machaca botones (pulsar cuadrado como un poseso), a otros que hacen que el enemigo quede suspendido en el aire totalmente vulnerable y sin posibilidad de defenderse o contraatacar. Estos combos pueden verse reforzados con amuletos (de los que hablaremos más adelante).
Aparte, Sargón, como miembro Inmortal ágil que es, puede bloquear o esquivar ataques, siendo el bloqueo lo más interesante, ya que si ejecutamos una guardia en el momento preciso podremos desde devolver el ataque a incluso realizar un remate mortal cinematográfico y bastante espectacular (estos últimos se puede hacer cuando los ataques enemigos sean amarillos). Comentar que algunos ataques enemigos (los rojos) serán imparables.
Las armas secundarias nos abrirán nuevas rutas
Como podéis imaginaros, los combates son autentica poesía en movimiento, ya que, si dominamos a Sargón con maestría, algunos combos pueden dejarnos con la boca abierta, y a éstos se les puede añadir los ataques mágicos, ataques con animaciones bastante impresionantes. Los ataques Athra (que así es como se llaman) se ejecutan pulsando un par de botones y pueden ser ofensivos, causando ingentes cantidades de daño, o defensivos, con propiedades curativas. Dichos ataques mágicos se acumulan al llenar la barra de Athra que sube al encajar ataques a enemigos o bloqueándolos, cosa que rellena generosamente nuestra barra de Athra. La barra mágica baja al recibir daño, y estaremos limitados a tener equipadas dos habilidades al mismo tiempo.
Las habilidades Athra pueden poner la balanza del combate a nuestro favor

Excelentes habilidades y un magistral backtracking

Como es habitual en un metroidvania, tendremos ciertas mecánicas jugables que se irán añadiendo a nuestro repertorio a medida que vayamos avanzando en la historia y gracias a las cuales podremos acceder y abrir partes nuevas del mapa, tanto para avanzar en el juego como para adquirir potenciadores o tesoros. De dichas mecánicas jugables tendremos algunas que serán las típicas que vemos en casi todos los metroidvanias (doble salto, deslizarse en el aire, etc.), pero otras serán totalmente nuevas y muy originales. Si ha habido una constante en todas las entregas de Prince of Persia, esa es el pasar del tiempo, y, como podéis imaginar, muchas de estas mecánicas incluyen habilidades que tienen que ver con el tiempo o la manipulación del mismo y que darán lugar a varios puzles muy originales que harán que tengamos que estrujarnos bien la cabeza en más de una situación.
Otra novedad, y algo que espero que futuros metroidvanias plagien adapten, es el mapa; tenemos un mapa que añade una nueva opción que nos permite añadir fotos de lugares de interés gracias a los llamados «fragmentos de memoria«, algo muy útil a la hora de explorar o hacer backtracking (cosa que todo buen metroidvania tiene) y así no perder horas de juego moviéndonos por el mapa como pollo sin cabeza. Otra opción que he visto en algún otro metroidvania es la posibilidad de desplazar la pantalla lateralmente haciendo uso de la palanca analógica derecha, la verdad es que se desplaza bastante y permite ver gran parte de lo que nos rodea, cosa que facilita enormemente la exploración, otros juegos no se desplazan tanto y al final es un recurso que cae en desuso.
El mapa será muy cómodo e intuitivo de usar
Algo no tan novedoso serán unos amuletos con un sistema de equipo que nos recordará terriblemente al usado en Hollow Knight, donde hay unos huecos para equiparnos amuletos (cada uno ocupará una determinada cantidad de huecos) que otorgarán a Sargón ciertas habilidades o mejoras. De esta forma, tendremos opción de customizar Sargón a placer dependiendo del tipo de juego que queramos llevar, una opción bastante interesante y que dota al título de cierta rejugabilidad si queremos experimentar de nuevo el juego, pero cambiando nuestra forma de jugar.
Los amuletos nos darán muchas ventajas durante la aventura
Dichos amuletos, al igual que los ataques Athra, solo se podrán equipar en los árboles wakwak, lugares que servirán de punto de guardado y curación y que estarán diseminados en diversas zonas del mapeado. Cabe decir que Prince of Persia no posee ese componente soulslike a diferencia de otros como The Last Faith o Blasphemous; aquí si morimos tendremos un game over como un templo y apareceremos en el último árbol wakwak visitado (o último punto de guardado como pueden ser algunos jefes finales) sin necesidad de perder cristales del tiempo, la divisa del juego, esperándonos en el lugar de nuestra última muerte. Por supuesto, tampoco faltarán los teletransportadores para hacer más ágil la exploración.

Prince of Persia para dar y tomar

Para los más/menos bravos, el juego ofrece varios modos de dificultad en los que se explica detalladamente sus diferencias con variables que van desde aumentar la ventana de respuesta al ejecutar un bloqueo a otras como recibir más daño o más penalización al caer en alguna de las múltiples trampas que hay en los escenarios. Además, también habrá un modo «personalizado» que nos permite seleccionar y cambiar todas esas variables a placer, vamos, el paraíso de los selectores de dificultad.
Una de las primeras habilidades que obtendremos será el desplazarnos en mitad de un salto Todo un clásico en cualquier metroidvania que se precie
Y los más/menos aventureros tampoco se quedan atrás, ya que podremos cambiar, tanto al inicio del juego como en cualquier momento, entre un modo guiado y un modo exploración donde la mayor diferencia radica en que, mientras que en la exploración no contaremos con ningún tipo de asistencia a la hora de explorar, en el guiado se nos indicará en todo momento el destino a seguir así como se mostrará información adicional como rutas bloqueadas y/o accesibles, sin duda alguna, una muy buena opción para quienes se inician en este tipo de género.
¿Aún hay más? Sí. El mundo de Prince of Persia: The Lost Crown nos ofrece una serie de desafíos a modo de misiones secundarias (sidequests) con suculentas recompensas llevadas a mano de los diversos NPCs con los que cuenta el juego. A estos desafíos hay que añadir la posibilidad de comprar amuletos o mapas, tanto para facilitarnos la aventura como para no ir dando palos de ciego. Y por supuesto, no podía faltar una herrera que nos mejorará algunos de los objetos que tengamos a cambio de materiales y cristales del tiempo. Como os podéis imaginar el farmeo nunca había sido tan divertido como en este título.
Kaheva, la herrera, modificará nuestras armas y amuletos por un precio justo
Prince of Persia The Lost Crown cuenta con diversos coleccionables que, junto a algunas misiones secundarias, sirven como añadido extra a la historia aportando una capa extra al lore con información muy interesante y que va desde eventos ocurridos en la ciudad antigua hasta información del propio ave Simurgh.
Los coleccionables darán al lore del juego una capa extra de profundidad

Persia, un lugar del que enamorarse

Y continuamos con el apartado gráfico, donde el juego corre a unos muy estables 120 FP en 4K en todo momento, al menos en la versión para PlayStation 5. En lo referente al apartado artístico del juego, desde el primer minuto observaremos cómo la mayor belleza radica en sus escenarios y su banda sonora, los cuales, pese a no estar demasiado recargados ni contar con todo lujo de detalles, harán que nuestros sentidos queden igualmente anonadados en todo momento.
La maestría de Sargón con el arco se hará patente en cuanto nos hablamos con este arma secundaria
Es más que obvio que en Prince of Persia The Lost Crown, el equipo francés Ubisoft Montpelier ha querido priorizar la jugabilidad frente al entorno gráfico, ya que hasta la versión de Nintendo Switch, una consola bastante más modesta que PlayStation 5, corre el juego a 60 FPS y a 1080p, y gracias a los cuales presumiblemente Sargón muestra unos controles ágiles y fieles sin bajadas de FPS en ningún momento d la aventura.
Los puzles, una constante en la saga Prince of Persia
Seguramente sea por este «sacrificio gráfico» el motivo por el que las expresiones faciales de los personajes sean algo toscas y acartonadas, ya que, pese a que el estilo artístico del juego dota a los modelados de cierto aspecto cartoon, que por cierto sienta muy bien en conjunto, hacen que pierda algo de fuerza en los momentos cumbre del juego, donde pese a que el apartado artístico brilla con luz propia, queda ligeramente empañado por estas limitaciones.
Las cámaras en los momentos cinematográficos aportan mucha consistencia a la narrativa de la acción, desbordándonos con planos picados, contrapicados, travellings, etcétera, un deleite visual de película que llama mucho la atención, sobre todo en la transición desde estos hasta el momento en que podemos volver a controlar a Sargón, ya que todo fluye de una forma tan natural y sinérgica que hasta da miedo.
Los jefes finales pondrán a prueba todos nuestros reflejos
El juego cuenta con voces en castellano, donde seguro que reconoceremos a más de uno de los excelentísimos actores de doblaje que tiene, así como textos en español, donde veremos alguna libertad puntual entre lo que se dice y lo que se lee, sin duda alguna, un defecto insignificante a la hora de disfrutar la aventura.

Conclusión

Prince of Persia The Lost Crown suponía un enorme reto que Ubisoft Montpelier ha sabido llevar y dominar. Algo tan complicado como hacer brillar una saga que hibernaba mientras esperaba el momento oportuno para despertar. Así pues, nos encontramos con un título que dista mucho de la saga que tanto se popularizó en PlayStation 2, pero vuelve a sus orígenes con un juego que recuerda a la entrega origen de todo, y en la que la exploración era su pilar. De esta manera, nos encontramos con un juego muy divertido que tiene de todo: acción, puzles, plataformas, exploración, etc… Donde gracias a una serie de mapas interconectados de forma exquisita se está animando continuamente a explorar con resultados muy satisfactorios para el jugador.
Una aventura que si bien todo el protagonismo recae en ese tríptico (aventuras, exploración y plataformeo) relega la narrativa a algo secundario, ofreciéndonos de esta manera un personaje cómodo de controlar y que responde francamente bien al mando, no dejándonos nunca vendidos o haciendo algo que no quisiéramos hacer. La aventura de Sargón puede durarnos, dependiendo de lo diestros que seamos, entre 20 y 25 horas acabarla. El juego cuenta con una edición Deluxe que incluye un amuleto que nos avisará cuando haya un secreto cerca y un aspecto nuevo para Sargón.
Prince of Persia The Lost Crown estará disponible a partir del 18 de enero para PlayStation 4PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series S/X, Nintendo Switch y PC.

Lo mejor

  • Un apartado artístico impresionante, quedarás enamorado de Persia al instante
  • El sistema de combate y la jugabilidad, una auténtica poesía en movimiento
  • Voces y textos en español

Lo peor

  • Apartado gráfico algo justito, especialmente en expresiones faciales y modelados de personajes
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Los videojuegos, cine y música son mi pasión. Empecé a jugar con mi MSX y Game Boy, pasando a Megadrive para luego jugar a las consolas de Sony, de modo que mi base jugona es muy pixel art. Encantado de colaborar aquí y donde sea con tal de transmitir esta pasión al resto de la gente.

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