Tras evitar la destrucción de un poblado de hombrecillos azules derrotando a los malvados Gárgamel y Azrael, nos preparamos para adentrarnos en las profundidades de Pandora de la mano de Ubisoft y su último juego: Avatar: Frontiers of Pandora. Tras años construyendo diferentes mapas con mundos abiertos, la desarrolladora francesa ha conseguido la licencia de la cinta más taquillera de todos los tiempos, Avatar (2009), y se ha lanzado a crear uno de sus títulos más ambiciosos. A camino entre las dos entregas, tomaremos el control de los Na’vi con el objetivo de defender su planeta de la invasión humana.

El juego ya está disponible para videoconsolas de nueva generación (PS5 y Xbox Series), Amazon Luna y PC, y si queréis completarlo al 100% no tenéis más que echar un ojo a nuestra guía de Avatar: Frontiers of Pandora.

¿Qué tal ha sido la experiencia recorriendo los parajes naturales del territorio? ¿Hemos logrado utilizar con éxito nuestro sigilo? ¿Nos hemos caído del Ikram? ¡Allé vamos!

La amenaza llegada del cielo ataca de nuevo

Con la llegada de los hombres del cielo todo cambió. Una guerra sin cuartel por el control de los recursos y la cultura acabó esclavizando una luna del planeta Polífemo. Los avances de los extraños convirtieron la tierra en un lugar inhóspito, donde la muerte comenzó a extenderse entre los que no apoyaban integración. Pero la reconquista iniciada por el Toruk Makto expulsó temporalmente la amenaza, regresando tiempo después con ganas de acabar con todo. Nosotros somos una huérfana (o huérfano, a elección) que fue secuestrada por los humanos tras la aniquilación del clan Sarentu y, tras un periodo en criogenización, tiene que volver al exterior de la base donde creció desde pequeña. Así, nos adentraremos de nuevo en el territorio del que oímos hablar, pero del que no recordamos nada. Comienza así nuestro viaje por Pandora.

Una foto tomada un día cualquiera por Pandora. Nada llamativo, la verdad…

Como se puede observar, la aventura está planteada sobre los cimientos de la primera película y con la introducción de la segunda, pero sin tener ninguna relación con los personajes principales de la saga. Podrá ser una decepción para los que esperaban esto (aunque podrían llegar en forma de DLC con el Pase de temporada), pero yo considero que es una buena oportunidad para explorar el mundo más allá y dar un trasfondo lejos de los grandes nombres.

Así, tomamos el control de esa neófita. Jugando perfectamente con ese desconocimiento dual del jugador/personaje, avanzamos lentamente durante los primeros compases de la aventura. Esta especie de tutorial pausado nos hace partícipes de un paulatino aprendizaje en el que iremos desarrollando las habilidades necesarias para la supervivencia: ya sea recolectar objetos, cazar o montar en ikram. Cada paso que demos iremos aumentando nuestros conocimientos sobre  Pandora, además de introducirnos cada vez más en el conflicto que se desarrolla a lo largo del juego. Porque no iba a ser calma todo lo que íbamos a vivir. Al tiempo que descubrimos sobre este mundo, tendremos que hacer frente a la invasión de la RDA, que busca acabar con el ecosistema y esquilmar todos los recursos del lugar. Para ello, contaremos con una serie de misiones principales que nos acercarán al conflicto entre los invasores y las fuerzas que se oponen (distintos clanes y la Resistencia humana que repudia las formas). Este acercamiento no acaba de ser novedoso, ni en el estudio ni en la franquicia, pero se permite mostrar algunas escenas impactantes en cuanto a acción y otras en las que se nos han puesto la piel de gallina (sí, el vuelo del ikram). A pesar de ello, es fácil acabar sintiendo que, en ocasiones, hay un conflicto entre dos formas de ver la historia, alternando los instantes más pausados de conocimiento (siendo los de más interés), con otros en los que el subidón de adrenalina es constante.

¿Quién no ha pegado un gritito al verse reviviendo este proceso de la película?

Ese contraste desaparece en las secundarias, apostando por una forma clásica en la que tendremos que ir realizando tareas similares que nos recordarán a otros títulos, aunque todas ellas tendrán detrás algún tipo de aprendizaje o recompensa para mejorar al personaje. Eso será importante, ya que pronto descubriremos algunas localizaciones en las que el nivel de combate será determinante (definido por las habilidades y el equipo). Aunque en algunos casos será algo meramente orientativo, no tardaremos en encontrarnos con algunas en las que los enemigos nos hagan instakill y tengamos que retirarnos (algo normal teniendo en cuenta que la IA de los enemigos reaccionará a tu presencia una vez seas descubierto, esté a la distancia que esté).

Junto a estas, que se irán desbloqueando a lo largo de la aventura y que tendremos que localizar dentro de los poblados y las bases, existen otras que, aunque no son necesarias, permiten completar la misión de limpieza y conocimiento. Nos referimos a las de destrucción de los puestos enemigos, descubrimiento de campamentos (que nos desbloqueará viajes rápidos) o localizar pintadas Sarentu. Estos detalles que ya existían en títulos como Far Cry acaban redondeando la experiencia, aunque siguen pensando sobre ellos el sistema de niveles (¿quién no recuerda entrar en un campamento en Far Cry 4 y destrozarlo todo por habilidad?). A pesar de ello, sigue siendo divertido acercarse e intentar encontrar el modo de desbloquearlo sin ser descubierto.

La diferencia estética entre los escenarios invasores y los naturales es más que evidente.

La sombra que recorre y cuida la Naturaleza

Y esa parte de entretenimiento también la favorece la buena jugabilidad que ha desarrollado Ubisoft para el juego. A pesar de tener cierta similitud con otros títulos, presenta suficiente personalidad para encontrar gran atractivo en su propuesta. Desde el principio somos conscientes de que no estamos controlando a un humano normal: ya sea por el tamaño de los escenarios o por la agilidad de desplazamiento que tenemos. De este modo, recorrer el mundo se convierte en un acto ameno. Sumados a nuestra capacidad de correr y saltar (con posibilidad de realizar un salto largo), otras opciones como el ir a lomos de algunos animales autóctonos. Tengo que decir todo lo que envuelve al movimiento es algo que acaba resultando extremadamente satisfactorio, ya no solo por la construcción e inmersión del escenario, sino por la evolución dentro de las habilidades que tenemos. Es así como poco a poco nos vamos sintiendo más poderosos y comenzamos a sentirnos más parte del ambiente del que una vez nos arrebataron.

Dentro de ese descubrimiento será importante el sentido Na’vi, una especia de modo detective que utilizaremos pulsando un botón y que nos permitirá investigar los alrededores en busca de elementos interesantes. Además de remarcar plantas concretas (que se sumarán a la guía) y animales (que mostrarán sus puntos débiles), nos permitirán acceder a ciertas secciones en las que tendremos que ir localizando y relacionando pruebas para sacar conclusiones. A pesar de su interés, no dejan de ser tramos más tediosos dentro de todo el juego. Con todo ello, este sentido tendrá una importancia máxima a la hora de mejorar a nuestro personaje. En multitud ocasiones, mientras recorramos Pandora, se nos activará ese sentido arácnido informándonos de la cercanía de algún elemento que nos permita mejorar nuestra vida (espiga campana) o ampliar nuestras habilidades (las flores o los retoños de Tarsyu).

¿Volver tras la muerte? Sin duda, los Recuerdos superiores son determinantes para la partida

Al igual que en varios juegos de la compañía, se nos abren dos árboles de habilidades que nos permitirán ir mejorando al personaje a lo largo de la aventura. El primero de ellos contiene las habilidades ancestrales, aquellas que nos entregan nuestros ancestros al conectarnos a Eywa con las flores Tarsyu. Con ellas desbloquearemos hasta doce capacidades entre las que destacaría la posibilidad de hacer Viajes rápidos a cualquier localización o no dañarte con las caídas. Por su parte, las normales se abren en cinco ramas (supervivencia, lucha, caza, fabricación y montura) en las que gastaremos los puntos conseguidos y obtendremos nuevas capacidades como hacer un tonel evasivo en el ikram, aumentar la capacidad de nuestras armas y alforjas o desbloquear más fuerza. Adicionalmente, cuando conseguimos todas las habilidades de una sección, accedemos a un Recuerdo superior, una destreza aumentada que decantar en gran medida la jugabilidad a nuestro favor. Todas ellas, ayudarán a mejorar nuestra Fuerza de combate (y que las misiones se nos hagan más sencillas).

Pero no son los únicos métodos. Como se ha podido ver en otras ocasiones, se nos permite acceder a un amplio sistema de fabricación de objetos, entre los que destacan los equipos y la comida. Comer es extremadamente útil en este título, aumentándote la barra de energía y permitiendo que la vida se vaya recuperando pausadamente (además de añadir bonificaciones adicionales). Conseguir los elementos para estas fabricaciones podrá parecer complicado, por suerte tenemos a mano la Guía de caza, nuestra mejor baza será salir a recolectar o cazar por Pandora. En ella quedarán registradas la fauna, la flora y los materiales disponibles, haciéndonos una descripción de los mismos e informándonos de los lugares donde pueden estar. Esto es algo interesante, ya que al existir la opción de eliminar las guías que te marquen en los objetivos, será útil acceder a la ficha del elemento deseado y luego acudir al mapa para tratar de situar la zona. No es nada complicado y aumenta el sentimiento de inmersión dentro de la partida, aunque requiere cierta dedicación.

Así que tengo que buscar un bioma de Selva Tropical con claros y río. ¡Apuntado!

No será esta la única forma de acceder a este equipo. Según vayamos realizando ciertas misiones, iremos aumentando el favor de los clanes Na’vi, permitiéndonos conseguir de manera gratuita objetos de parte de los comerciantes. Este sistema entronca muy bien con la filosofía escrita por James Cameron de convivencia y trabajo colectivo. Aunque la defensa es un buen ataque, no solo con armaduras seremos capaces de derrotar a la RDA. Para ello contaremos con diferentes armas que se repartirán en dos vertientes según su origen (Na’vi o humanas). Así, nuestro personaje podrá portar arcos, que harán menos ruido y conseguirán carne y pieles de mejor calidad, y armamento pesado como una escopeta y, si lo encuentras en alguna base, lanzacohetes. A pesar de contar con esta potencia, siempre será mejor tratar de acercarse a los enfrentamientos desde una perspectiva sigilosa, tratando de pasar desapercibido y causando bajas poco a poco (aunque la posibilidad de destruirlo todo sigue existiendo y está ahí). ¿Por qué digo esto? Porque, además, tendremos entre nuestro equipamiento un dispositivo de hackeo que, además de permitirnos manipular la electricidad para activa puestos, nos dará la posibilidad de piratear los exotrajes o los anti-aéreos enemigos. En nuestro caso, al utilizar el dualsense, tendremos que ajustar la presión del gatillo para comenzar una prueba sencilla de laberintos y podremos inutilizar el objetivo. Con eso, ganaremos instantes ideales para realizar nuestras misiones y escapar sin daños.

Un deleite para la vista y para el oído

La primera visión del juego la tienes en el interior de una base, un espacio cerrado y falto de intensidad, pero no tardamos en escapar de allí y comenzar a ver la naturaleza que nos adelanta lo que nos encontraremos fuera. Entonces, por primera vez, llegamos al exterior.

De las primeras imágenes al salir de la base inicial. ¿Es o no es bonito?

Ubisoft ha hecho un trabajo extraordinario en la creación de este territorio. Desde su primera visión, no dejaremos de sorprendernos por su construcción, añadiendo multitud de elementos que aportan más vida al entorno, como pueden ser plantas trampa u otras que te permiten desplazarte más rápido. Además, uno de los grandes aciertos es la verticalidad del escenario, propiciando las diferente capas y permitiendo acceder a diversos lugares desde distintas alturas (incluyendo el desplazamiento por el cielo y las islas flotantes). Toda esta naturalidad contrasta con las parcelas en las que la RDA ha estado realizando extracciones y se dedica a contaminar el terreno. El cambio en el ambiente es evidente y resulta un reclamo potente para que queramos cambiar la situación (además de impedirnos acceder a los recursos de la zona).

Estos biomas aparecerán reflejados en el mapa, completando así otra ayuda para nuestra orientación dentro del mundo. Con una rápida mirada a través de las nubes (que cubrirán en origen las zonas no visitadas), encontraremos ciertos iconos que atraerán nuestra atención y nos lanzarán a seguir explorando. La vitalidad del mundo se hará patente en estos desplazamientos, encontrándonos con otros colonos que nos ofrecerán ayuda en forma de materiales o con animales coexistiendo con el entorno. Además, siempre acaba siendo agradable quedarse quieto en una zona y escuchar los sonidos que nos rodean, pudiendo localizar con ellos alguna criatura de nuestro alrededor.

La dirección de las escenas conversacionales con planos fijos es un poco insuficiente. Así es normal que no destaquen las animaciones

Todo este impacto visual y auditivo contrasta al final con las animaciones de los personajes durante las cinemáticas. En la mayoría de conversaciones que tengamos, las posiciones se mantendrán bastante estáticas y los movimientos parecerán predeterminado, no encajando a veces con el sentimiento que se quiere mostrar. Y para ello no ayuda tampoco el equipo de doblaje seleccionado, consiguiendo una mezcla heterogénea de interpretaciones que no acaban de empastar. Esta falta de vida es evidente, aunque he de decir que hay algo en los ojos de los Na’vi, ya sea la expresividad o la mirada, que me ha encantado.

La banda sonora, sin embargo, es excelente. Con sus temas acaba transportándonos de manera directa a los bosques de Pandora, con sonidos cercanos a los de la película original. Como suele ocurrir, resuelve correctamente las escenas de acción y las más tranquilas.

Además, resulta curiosa la diferencia entre las cargas durante los viajes rápidos y el cambio de algunas escenas, resultando en un tiempo más extenso. Por su parte, en mi caso, el rendimiento se ha mantenido constante en la mayoría del título y solo decae en algunas zonas más exigentes, ya sea con una bajada mínima de frames o con una resolución menos definida.

Lo mucho que queda por descubrir

Y aquí acaba el juego base, pero Ubisoft ya ha trazado su ruta de expansiones para el año que entra y que vendrán incluidas en el Pase de Temporada (y las ediciones Gold y Ultimate). Además de una misión adicional («Ecos familiares», ya disponible) y un set de cosméticos, esta cuenta con dos historias adicionales: The Sky Breaker y Secrets of the Spires.

Conclusiones de Avatar: Frontiers of Pandora

Ubisoft tenía una tarea complicada y era la de trasladar las percepciones de un mundo que habían creado para el medio cinematográfico. Sin embargo, partiendo de su experiencia con mundos abiertos, parecía al mismo tiempo la más indicada para tal tarea. De esta forma, Frontiers of Pandora se alza como la mejor conversión de Avatar al mundo del videojuego (no hay que olvidar el título de 2009). La historia que desarrolla a lo largo de la aventura no es muy diferente a lo que hemos conocido (buenos contra malos), aunque ya han confirmado que es canónica y que se relacionará con los acontecimientos de la tercera película. Lo que más destaca es en el cariño volcado para recrear el Pandora y sus culturas. Así, la jugabilidad se nutre de un escenario increíble y en el que deseas continuamente moverte (ya sea por tierra o aire). El poder encarnar a un Na’vi y aprender de sus costumbres, al final, se convierte en uno de los mejores puntos del juego, permitiendo que nos vayamos sintiendo cada vez más partícipes de lo que le está pasando a ese lugar. Aunque no todo es perfecto, a la historia simple se le suman unas animaciones y un doblaje al español bastante irregulares.

Avatar: Frontiers of Pandora lo tenemos ya disponible para PS5, Xbox Series, Amazon Luna y PC. Se encuentra disponible en tres ediciones: la estándar con el juego base, la Gold en la que se incluye el pase de temporada y la Ultimate, donde además de lo anterior, se añade el libro de ilustraciones digital y un pack de objetos cosméticos y equipo para el personaje. Además, añadir, en Playstation 5 se cuenta con el Paquete de Guerrero Aranahe.

Lo mejor

– La inmersión y la construcción de Pandora – Lo divertido que es moverse por el escenario – Las secciones en las que conocemos más acerca de las culturas Na’vi – Una banda sonora espectacular

Lo peor

– Una historia bastante simple – Unas animaciones justas que no acaban de expresar – Un doblaje irregular que no hace justicia a algunos personajes
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De tierras gallegas con un lacón bajo el brazo. La vida frente a la pantalla me entregó unas gafas con las que veo en 8K. Me gustan las cosas bien narradas, sean del formato que sean. Mis estanterías están a rebosar de juegos, libros, miniaturas...

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