Análisis de Under the Waves en PS5

Desde el fondo marino os enviamos el análisis de Under The Waves para PlayStation 5, una nueva propuesta de Parallel Studios y Quantic Dream (Fahrenheit, Heavy Rain, Beyond: Two Souls…) con la que nos ofrece una gran aventura, en este caso oceanográfica, tal y como nos tienen acostumbrados. En esta ocasión, encarnaremos el papel de un responsable de mantenimiento que ha decidido dar un cambio en su vida, recluyéndose en un trabajo que requiere vivir aislado bajo la inmensidad del océano durante un gran período de tiempo.

Fondos marinos, contaminación, animales acuáticos… Una mezcla que aparte de tener un gran mensaje medioambiental nos traslada a una atmosfera aislada y de soledad, ya que algo le ronda a nuestro protagonista por la cabeza, ¿por qué alguien querría esto? ¿Qué hay tras el pasado de Stan? Son preguntas cuya respuesta nos tocará descubrir, ¿nos acompañas para comprobar si vale la pena?

Nuestra aventura da comienzo cuando Stan, un empleado de una empresa corporativa, decide iniciar una nueva vida recluyéndose bajo el mar para realizar el control y mantenimiento una plataforma petrolífera submarina, plataforma que, aunque casi todo se opera con drones, requiere un mínimo de atención humana. Sin duda alguna un gran cambio en su vida debido a que va a pasar una abrumadora cantidad de tiempo totalmente sólo y aislado del mundo exterior. Dicho aislamiento se verá interrumpido por breves llamadas por radio de otros personajes, momentos en los que iremos conociendo un poco más del bueno de Stan y del trasfondo de su vida, así como los motivos personales que le han llevado a dicho aislamiento.

Desde el minuto uno apreciaremos como algo no va bien con Stan, su forma de hablar, de expresarse, la melancolía de su voz… Cosas que, poco a poco, iremos viendo a modo de detalles al escucharle conversar consigo mismo o con otros personajes por radio. Sus rutinarias tareas le ayudan a sobrellevar su vida hasta que un buen día empieza a ver… Cosas… ¿Serán delirios tras tanto tiempo solo y aislado, o por el contrario una gran realidad?

Con estas pinceladas de historia da inicio Under the Waves, juego desarrollado por Quantic Dream que, si recordáis bien, la piedra angular de sus juegos radica en la gran carga narrativa que todos tienen así como en la fuerza y carisma de sus personajes. La propuesta en esta ocasión es realizar las labores cotidianas de Stan para el mantenimiento de la plataforma petrolífera a modo de misiones principales y secundarias, que podrán ser desde algo tan sencillo como recoger algas a otras como controlar la presión de algunas cañerías para evitar que todo explote. Puede parecer algo monótono, y esa es la idea, pero también viviremos momentos con giros inesperados de los acontecimientos en los que no vamos profundizar, ya que son parte del encanto del juego.

La jugabilidad de Under the Waves estará dividida en dos momentos bastante diferentes; uno de ellos será cuando estemos en la capsula vital, el «hogar» o «base de operaciones» de Stan, el único lugar seco donde vivirá como lo haría un humano corriente. Allí, podremos hacer cosas cotidianas como hacernos un café, ducharnos, llamar por radio o dormir. También podremos usar/reciclar la basura oceánica que encontraremos para crear objetos necesarios para el devenir de la aventura, como pueden ser tanques extra de oxígeno, depósitos de combustible para la nave submarina, etcétera, así como mejoras permanentes como tanques de oxígeno más grandes que nos ayudarán a aguantar más bajo el fondo marino; cabe mencionar que estos últimos no serán absolutamente necesarios para concluir la aventura, pero sí la harán aún más fácil si cabe.

Hay que resaltar que la colaboración entre Quantic Dream y Parallel Studios con Surfrider Foundation Europe (una asociación sin ánimo de lucro responsable de la protección y mejora de lagos, ríos, océanos y costas) está muy presente a lo largo de toda la aventura, ya que se envía un fuerte mensaje de conservación medioambiental, esto se refleja a la hora de recoger basura o plásticos que flotan en el mar, ya que realizar estas acciones tiene su recompensa (hay incluso un logro al respecto) a modo de objetos consumibles o mejoras permanentes.

El otro momento será una vez estemos en el gran azul. Allí la jugabilidad será muy diferente, puesto que tendremos total libertad para ir allá donde queramos (incluso la superficie). De este modo, con un botón nadaremos hacia arriba y con otro hacia abajo, otro servirá para nadar más deprisa, mientras que con otro interactuaremos con el entorno o recogeremos materiales/basura. Con otro botón Stan tomará tierra y andará en lugar de nadar. Cabe destacar que mientras controlemos a Stan tendremos que prestar atención al nivel de oxígeno, si éste se vuelve demasiado bajo la pantalla empezará a oscilar simulando un mareo y si baja más pues…

Para hacernos la labor más fácil y para desplazarnos por el inmenso mar tendremos la «Moon«, una nave acuática y vehículo imprescindible para recorrer grandes distancias rápidamente o reponer nuestro oxígeno sin necesidad de gastar tanques de oxígeno consumibles. Los controles con el Moon difieren levemente de los de Stan, ya que éste podrá desplazarse hacia adelante y hacia detrás con los mismos botones que Stan sube o baja. Esto puede generar en un inicio de la aventura algo de confusión en la transición entre controlar a uno o a otro, aunque finalmente queda como algo meramente anecdótico. El Moon tiene también su depósito de combustible, que se gasta únicamente al usar el turbo, algo muy útil para recorrer distancias rápidamente.

Mientras exploramos el océano, con un botón lanzaremos un impulso a modo de sonar que sirve para marcar y visualizar las zonas de interés u objetos, algo parecido a lo que hemos visto en juegos como la última trilogía de Tomb Raider. En el océano veremos detalles de interés como cuevas submarinas, aviones hundidos y muchos tesoros que buscar, de hecho, entre estos últimos destacan los maletines que pueden contener preciados diagramas de diseño para crear nuevos objetos o mejoras. Cabe destacar que aunque en el mapa se nos marca en todo momento el destino del objetivo de la misión principal/secundaria, no siempre será el lugar concreto, obligándonos a hacer un poco de exploración en inmediaciones del lugar para localizar el punto exacto.

Under the Waves nos asombra desde el minuto uno dándonos a descubrir la belleza de la inmensidad de los océanos del norte con un entorno bastante cuidado y bonito que disfrutar, y es que nos encontramos ante un juego que, claramente, se ha hecho para disfrutarlo poco a poco y saborearlo a medida que nos empapamos de la historia del pasado de Stan y terminamos de empatizar con él.

El propio juego nos invita a jugarlo pausadamente, descubriéndolo poco a poco, deleitándonos con los corales o la fauna marina mientras realizamos tareas rutinarias o simplemente explorando el lecho marino. De hecho, en el juego nuestro mayor y único enemigo será el oxígeno, del que tendremos que extremar control para no quedarnos sin él, cosa que aunque puede parecer agobiante, queda como como algo anecdótico, ya que abundan los consumibles que rellenan la barra del mismo así como lugares donde recargarlo, como por ejemplo el propio vehículo Moon, nuestro rápido y seguro medio de desplazamiento por los bastos mares.

Mientras que el fondo marino está recreado a las mil maravillas y la sensación de inmersión es maravillosa, no podemos decir lo mismo de la base principal así como el modelado de Stan, el cual presenta un aspecto claramente cartoon (sin llegar a ser cell shading), que, sin ánimo de contradecir al director de arte, personalmente me ha dado la impresión de que rompe bastante con la estética seria y dramática del juego. El juego carece de V-sync (sincronización vertical), que hace que los movimientos de la cámara se «corten» dando como resultado un efecto de barrido bastante molesto, cosa que se aprecia especialmente en el interior del hogar, ya que mientras que estemos en el agua será algo más discreto. La verdad es que no entendemos cómo una máquina como es PS5, que podría solventarlo con suma facilidad, carezca de dicho efecto.

La banda sonora estará acorde con cada situación, abundando las canciones tranquilas y melancólicas, pero también nos acompañarán algunas partituras más tensas en los momentos más claustrofóbicos y agobiantes de la aventura. Las voces del juego podrán disfrutarse en inglés, francés, alemán y japonés (sí, en esta ocasión nos quedamos sin audio en español) y los textos estarán en varios idiomas entre los que se encuentra el español. Es una lástima que un juego de este tipo no incluya audio en español, ya que la base del mismo se basa en los diálogos además de que gran parte de los mismos serán in-game, siendo imposible disfrutar de los gráficos mientras leemos los subtítulos a la vez que estamos jugando.

Under the Waves nos ofrece una experiencia submarina sin igual con una gran carga emotiva que constantemente nos invita a perdernos y disfrutar de ese gran ecosistema que es el fondo marino mientras descubrimos los entresijos del pasado de Stan, el protagonista. Una aventura que, si bien concluirla nos puede llevar fácilmente 6-7 horas, nos invita constantemente a saborearla y paladearla perdiéndonos y explorando lugares nuevos, ya que siempre habrá algo que ver y alguna recompensa que recoger. Un juego que, personalmente, recomiendo jugar sin prisa, luz tenue y auriculares, ya que su maravillosa atmósfera y banda sonora nos hará vivir maravillosos momentos a la par que nos empapamos de la carga emotiva que tiene la historia de sus personajes. Un juego bastante recomendable cuyo único talón de Aquiles radica en que nos ha llegado con voces en inglés, su carencia de V-Sync y que es no apto para amantes de la adrenalina.

Under the Waves ya se encuentra disponible para Playstation 4, Playstation 5, Xbox Series X y PC vía Steam tanto en formato digital como físico.