Hoy os traemos el análisis de The Many Pieces of Mr. Coo para PlayStation 5, una aventura gráfica 2D dibujada a mano y animada por Nacho Rodríguez, un artista español, que ha apostado fuerte por el camino a la industria del videojuego junto con Gammera Nest, dándole un toque de lo más extravagante a este point and click con un personaje que ya hemos visto en varios cortometrajes del dibujante.
Tras muchos años creando y desarrollando el juego (nada más y nada menos que 11 años, eso sí, con contratiempos por medio) The Many Pieces of Mr. Coo ha sido cuidadosamente diseñado a mano, fotograma a fotograma, cada movimiento, escenarios y trazos dándote una sensación de estar viendo una serie de animación al más puro estilo años 60, pero interactiva.
No hay nada mejor que coger una aventura gráfica y darle una vuelta de tuerca a sus puzzles para crear algo único.
 
Y es que The Many Pieces of Mr. Coo recoge todo lo especial de las animaciones de antes, transportándote a la era de La Pantera Rosa, esos dibujos divertidos con situaciones absurdas las cuales, no les hacía falta decir nada para sacarte una sonrisa. Así pues, Nacho Rodríguez transmite todo eso a la perfección, creando unas situaciones surrealistas y locas que te harán plantearte los puzzles de otra forma.
No podrás seguir la lógica para superar los puzzles, porque tienen poca, dado que las situaciones que se dan tampoco lo son, ¿quién te iba a decir que lo de «the many pieces» iba a ser literal?

Uno se despierta con hambre

La premisa inicial es sencilla, Mr.Coo despierta con hambre y quiere comerse una manzana, pero ha despertado en un mundo un tanto extraño que complicará dicha tarea. Unas manos aparecerán de la oscuridad de la que estamos rodeados y le ofrecerá un regalo.
Mientras el inicio se presenta con retos sencillos y pocos elementos con los que interactuar, nos daremos cuenta en seguida que no sólo no estamos solos, sino que parece que alguien no quiera que Mr. Coo se salga con la suya, incluyendo así animaciones que profundizan un poco en la historia y enseñándonos así personajes nuevos, buenos y malos.
La historia, un poco loca, no es lo importante, pero sí los puzzles y las animaciones para poder entenderla, ya que irán apareciendo elementos y personajes en las animaciones que te intentarán explicar algo que quizás se te escapa y no entiendes hasta que no terminas el juego. Las manos serán nuestro primer contacto, pero a medida que avanzamos, algunos «amigos» surgirán para provocar más puzzles y situaciones que cambian el ritmo de la historia.
El juego también avanza de una manera un tanto loca, comenzamos en una zona oscura con poco que hacer y pasamos a explorar el exterior cabalgando encima de un pollo gigante y usando nuestro ingenio para averiguar cómo conseguir la preciada manzana. (Os aseguro que será de la forma más surrealista que os podáis imaginar)
¿Qué tendrá esa manzana?
No nos costará pillarle el truco, pero el mundo se irá volviendo un poco más loco e irán surgiendo personajes con los que tendrás que interactuar para poder avanzar y a veces, nos costará quitarnos el chip de la lógica. 

Sólo quería una manzana

Nuestro primer propósito será comernos esa manzana y para ello deberemos interactuar con el entorno, que según podamos o no tocarlo, el cursor cambiará para saber que podemos clicar en ese objeto. Las primeras situaciones serán sencillas, con pocas opciones para interactuar para que te vayas haciendo a la idea de lo que se viene. Entenderemos que pulsando una misma manivela, podemos mover varias cosas, porque una manivela no sirve sólo para levantar el telón, sino también puedes mover el foco del escenario y poder ver así cosas a tu alrededor. Pero eso no lo sabes hasta que vuelves a interactuar con la manivela después de hacer otros movimientos antes, saber cuando hemos pasado de «fase» también será importante.
El pollito pío
Aún así, no te preocupes, si te atascas o no entiendes muy bien qué paso es el que te falta para avanzar, el juego en seguida te proporcionará el libro de pistas, el cual contendrá dibujos con los pasos a seguir.
Aunque la lógica aquí será tu enemiga, no lo será la perspicacia que puedas aportar para salir de las situaciones más locas jamás vistas. De todas formas al ser un point and click, el ensayo error formará parte de los puzzles si no le das un poco al ingenio de una manera fuera de lo común.
Nos daremos cuenta de que todo se vuelve más difícil cuando las animaciones también cambien y haya mucho más movimiento y dinamismo en los escenarios, creando por ejemplo una misma zona por la que avanzar con L2 y R2, dando una vuelta hasta volver al punto de inicio (vendría a ser como una zona circular en la que vas dando vueltas y vuelves siempre al mismo punto). Cada pantalla tendrá algún elemento o personaje para interactuar, pero seremos nosotros con el cursor quienes iremos avanzando, pues Mr. Coo está divirtiéndose con otras cosas.
Cuando acabemos los puzzles y haya que pasar de fase, lo harán ofreciéndonos unas animaciones divertidas y surrealistas, que cambiarán el rumbo de la historia y se añadirán nuevos puzzles, siendo en el mismo lugar donde acabamos de estar, generando nuevos rompecabezas o cambiando de zona, con elementos nuevos y aún más extraños.
Tú también correrás

The Many Pieces of Mr Coo

Como ya hemos comentado, lo de «The Many Pieces» es literal, el pobre Mr.Coo perderá sus piezas, concretamente su torso, sus brazos y sus piernas. Nuestro siguiente propósito será reunirlas y salir victoriosos de ese lugar. Cuando encontremos una, deberemos liberarla y podremos intercambiarnos con la otra pieza pulsando R2 o O (redonda), así los puzzles se hacen mucho más interactivos, aunque sean el mismo personaje, con una parte podremos pisar o saltar a lugares mientras con la otra… Mejor os dejo que lo descubráis. El caso es que interactuar entre ambas piezas para liberarte será más complicado de lo que parece pero a la vez será divertido de resolver. 
Todo muy normal, sí
Es curioso ver cómo en cada nueva zona, la ambientación cambia totalmente, pasando de estar totalmente a oscuras y solo alumbrados por un pequeño foco, a ofrecernos un entorno totalmente distinto, como es en el exterior repleto de personajes extraños y surrealistas, pasando a un lugar desordenado, lleno de piezas, cajas, artefactos, maquinaria y mil detalles increíbles con un estilo antiguo y realista en el que las animaciones resaltan frente al entorno estático y crean una visión totalmente diferente y atractiva. Está tan minuciosamente cuidado y bien detallado que es imposible no pararse a mirar los escenarios un momento.
Creo que mis abuelos tenían algo de ahí
 
El juego se auto guardará en cada capítulo, nosotros no podremos guardar partida, así que prepárate si te atascas, porque si lo haces en un punto bastante avanzado de la fase, deberás empezarla de nuevo juntos con los puzzles y eso puede pasar, no sólo si te atascas, sino también con algún que otro bug que puede hacer que tu partida se paralice, no puedas cambiar de «pieza» o Mr. Coo no se mueva de su sitio.
Si esto pasa, cargaremos partida e iniciaremos la fase desde el principio, y aunque una vez superado los puzzles de nuevo sea un momento, si te vuelve a pasar en el mismo punto o algo más avanzado, pero sigues estando en la misma fase… Te puede estropear bastante la partida.
Si te lo preguntas, sí, me pasó varias veces y llegué a borrar toda la partida para empezar de nuevo de cero, que es otra de las funciones que te ofrece el propio juego en el menú de pausa. El problema vino cuando hasta en ese momento se te buguea.
Esto es el menú de pausa: Una imagen vale más que mil palabras
Al terminar el juego y con una última cinemática animada extravagante y divertida, nos invitarán a volver a jugar, ya que en cada fase habrán aparecido unos coleccionables de los bocetos del juego y de otros cortometrajes de Mister Coo que si os gustan estos detalles, os encantarán.
Podremos ver cuántos coleccionables hay en cada pantalla antes de entrar y acceder una por una para recogerlos, o iniciar nueva partida de manera que tendremos que volver a pasarnos el juego, pero, ya sabiendo como superar los puzzles… Es un abrir y cerrar de ojos. Un punto para mí negativo, es que estos coleccionables no los pueda ver en grande en alguna sección en un menú nuevo, pero si os hacéis con la edición coleccionista tendréis el libro del artista que seguro será una delicia.
¿Y si te digo que ahí dentro no hay sólo dos ojos?
El juego no dura más de una hora y media y eso si te atascas bastante, que lo harás, a no ser que tengas la capacidad deductiva irracional, si es así, te puede durar poco más de media hora.
A parte de los bugs, quizás la duración sea el punto más flojo, pero no en el mal sentido, sino que es un juego que en ocasiones te saca de tus casillas y te rompes la cabeza para deducir el rompecabezas (valga la redundancia, creo que se me ha pegado algo) pero a la vez estás gozando de las animaciones y las situaciones absurdas que quieres más.

Apartado gráfico y sonoro

No me olvido de la música, para nada, es más, esperaba los créditos para apuntarme a semejante compositora en la lista de puntos importantes para comentar. La música simplemente nos transporta a los dibujos de los 60 con esas notas de piano típicas de la época, pero muy bien implementadas en el juego, acompañando los puzzles y las animaciones en cada situación dándole valor añadido.  Cabe añadir, que durante la aventura nadie habla, ni hay ningún elemento que podamos leer, o nadie que nos narre qué está sucediendo, como si de una película muda se tratara. Así que la música cobra mucha importancia aquí y Julie Reier hace un trabajo intachable. Dicho esto, en la edición coleccionista de PlayStation 5 de The Many Pieces of Mr.Coo tenéis la banda sonora.
Del apartado gráfico no puedo decir nada más que no haya dicho ya, quizás se note demasiado que me ha gustado la animación, pero es algo que está cuidado al milímetro, que ojalá fuera más fácil para que hubieran más puzzles y más animaciones. En este juego podemos ver la evolución de Nacho Rodríguez y del personaje de Mr. Coo, observando un trazo más limpio y nítido.
El DualSense, por su parte, incluirá alguna vibración en momentos más importantes o al pulsar algo con lo que la interacción tenga movimiento, pero no haciendo uso de las funciones hepáticas.

Conclusión

Estamos ante un videojuego que nos transporta a los dibujos animados antiguos en el que el protagonista somos nosotros ayudando a Mr.Coo en sus locas aventuras. Es como una serie de animación interactiva, con muy buen ritmo, empezando despacito y creando una curva de aprendizaje y dificultad idónea en un juego donde la lógica no acompaña, pero no quieres dejar de jugar porque te está dejando majareta. Con un arte muy bien cuidado, con mucho trabajo de fondo que se nota, con unos puzzles divertidos, pero surrealistas a la vez, The Many Pieces of Mr.Coo te deja pegado a la pantalla un buen rato esperando a ver qué sucede en la siguiente escena animada o qué locura de puzzle será el siguiente.
El juego se hace dinámico, pues no sólo controlas a Mr. Coo y sus partes, sino que en ciertos momentos serás tú usando el cursor quien deberás sacar al protagonista de una situación comprometida y si, por si fuera poco, te generará cierta sensación de prisa por sacarlo de allí, aunque no haya ninguna cuenta atrás.
En general podríamos decir que es una aventura gráfica de 10, perfectamente a la altura de otras  más populares, pero que le da una vuelta de tuerca a este tipo de videojuegos, si no fuera por algún que otro bug que puede llegar a estropearte la experiencia. Por tanto, si te gustan las aventuras gráficas, los dibujos animados de los años 60, los puzzles, el humor absurdo y pasar un rato tranquilo pero loco, este puede ser muy buen juego para ti.
The Many Pieces of Mr.Coo está disponible desde el día 7 de septiembre para Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5 y PC.

Lo mejor

– Las animaciones
– Las situaciones surrealistas y absurdas
– El dinamismo de las partidas
– Los puzzles

Lo peor

– El desarrollo no está 100% pulido
– Es corto
– Que los coleccionables no se vean en una sección en grande
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Me criaron con una TV Game 2600, y después se lió parda, de Sega, pasando por Neo-Geo y Dreamcast, hasta que llegó mi primera PlayStation. Podría considerarme sonyer-seguera pero también me pasé los mejores años de vicio en el PC. Después te independizas, empiezas a jugar menos y se te caduca el carnet gamer. Por eso estoy aquí, para recuperarlo y hablar de lo que tanto nos gusta.

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