¿Quién no ha querido ser un mercenario y viajar por toda la galaxia acabando con todo tipo de peligrosos alienígenas para conseguir suculentas recompensas? Nuestro análisis de Killsquad para PlayStation 5 os va a contar todos aquellos detalles del nuevo proyecto del estudio patrio Novarama famoso sobre todo por ese juego qué tantas familias arruinó llamado Invizimals.

Los palos gemelos de Killsquad

Novarama es uno de esos estudios que prácticamente todo aficionado a los videojuegos conoce gracias a Invizimals, que fue uno de los títulos clave para la ya difunta portátil de Sony, PS Vita. Para el estudio fue todo un éxito que ha marcados sus 20 años de vida y les ayudó a posicionarse en el difícil mundo del desarrollo de videojuegos. Desde entonces les teníamos algo perdida la pista con algún que otro título para móviles que no tuvo la relevancia necesaria hasta llegar a este Killsquad, título que nos ocupa hoy. Quizás con la intención de cambiar por completo de estilo de juego, en este caso decidieron desarrollar un shooter cooperativo con un tono mucho más maduro que su título estrella hasta el momento.
¡Robots asesinos!
La historia de Killsquad no es su punto fuerte y se limita a ponernos en el contexto que vamos a vivir una vez que nos pongamos a los mandos de nuestro personaje. Básicamente formaremos parte de un grupo de mercenarios que recorren los diferentes planetas ejecutando contratos para conseguir la mayor cantidad de créditos, armas y materiales posibles. Precisamente esa recolección de recompensas y la evolución que podremos conseguir de nuestro personaje, si los usamos adecuadamente, es la piedra fundamental del título.
La jugabilidad es sencilla y nos permite controlar a nuestro personaje con el stick izquierdo así como dirigir nuestros disparos con el stick derecho. Además, podremos lanzar las habilidades con los gatillos para complementar la ensalada de disparos o mandobles con las armas de cuerpo a cuerpo.
Estos mutantes traviesos
Killsquad pone a nuestra disposición a cinco personajes diferentes cada uno con sus propias características:
  • Troy: Un pistolero perfecto para los que disfrutan del combate a larga y media distancia.
  • Kosmo: Una fuerza de la naturaleza que destruye a sus enemigos en el corto alcance gracias a su gigantesco martillo.
  • Cass: La monja guerrera que corta a sus enemigos en pedazos gracias a su maestría en el manejo de la espada.
  • Zero: Un francotirador con habilidades de sanación perfecto para complementar cualquier equipo.
  • Ekaar: Un entusiasta de la tecnología que siempre va acompañado de tres drones que desatan su poder destructivo a voluntad de su dueño.
Anarquía
Cooperar es la clave
Killsquad se puede disfrutar en solitario si se desea, pero si quieres aprovechar todo el potencial del juego tienes que usar el modo cooperativo con hasta tres amigos más. En ese modo se desata toda la acción frenética, ya que en la suma de las diferentes clases es donde se encuentra el equilibrio para acabar con casi cualquier enemigo que se nos presente. Aunque tenemos que decir que las diferencias entre algunos personajes son casi mínimas a la hora de jugar (por ejemplo entre Cass y Kosmo).
Acompáñameeee, un contrato máaassss
Cada clase goza de habilidades únicas que iremos desbloqueando según vayamos completando contratos con nuestros mercenarios. Estos contratos los podemos ejecutar en solitario eligiendo la clase que mas nos guste o bien jugando una partida pública para la que el juego realiza un matchmaking automático. También existe la posibilidad de jugar una partida privada con nuestros amigos. La mecánica de cualquier partida es bastante sencilla, ya que los contratos ofrecen un mapa relativamente pequeño basado en un número limitado de planetas. En este mapa podremos encontrar recursos necesarios para comprar nuevas armas o mejorar las que ya poseemos. Las armas son importantes porque tienen un factor de ataque llamado Vector, que sirve para medir si vamos a tener problemas en el contrato que elijamos.
Las habilidades de un pistolero espacial
No debemos perder nunca de vista la evolución de nuestro personaje, puesto que para derrotar a los enemigos finales de algunos contratos debemos tener habilidades muy poderosas y armas mejoradas. Hay un componente de subida de nivel durante cada contrato (de 1 a 10) pero que se pierde al terminar el contrato. Nosotras no hemos entendido muy bien qué aporta a la jugabilidad y parece más una reminiscencia de un intento de hacer un ARPG que no se corresponde con la experiencia que hemos tenido con el juego.
Esa calavera no augura nada bueno…
Otro de los factores que caracteriza al juego y que ya hemos comentado anteriormente es la recolección de botines en los diferentes contratos. Hay botín de todo tipo siendo los más importante los materiales para mejorar las armas y las armas nuevas por supuesto. Los materiales se pueden obtener de elementos del entorno del mapa, que a veces no son especialmente evidentes, ya que no se identifican bien en pantalla. Algo que ocurre también con los textos, que son demasiado pequeños y no existe la posibilidad de hacerlos más grandes. En ese aspecto Novarama debería haber trabajado un poco más para que la experiencia de usuario fuera mejor.
Nos quieren hacer más miopes todavía
Un botín no tan brillante
Y si hablamos del aspecto visual del título podemos decir que tiene bastantes claro oscuros. Los entornos del juego no son demasiado variados y se acusa una cierta repetitividad en los mismos. Es verdad que la ambientación es buena, pero falta algo de detalle tanto en los personajes como en los enemigos. También nos habría gustado que los escenarios fueran un poco más interactivos más allá de poder destruir algún objeto en pantalla. El juego visualmente es llamativo aunque se nota que los modelados de los personajes principales son bastante mejores que los de los enemigos.
En general, el conjunto está bien compensado porque los efectos en pantalla son bastante espectaculares y el juego está muy bien optimizado aún en situaciones donde aparecen muchos personajes en pantalla.
Alerta roja
El apartado sonoro no es especialmente destacable, no hay prácticamente diálogos y la banda sonora no es especialmente memorable. Lo cierto es que estos dos aspectos no estropean la experiencia de juego porque aquí se ha venido a luchar con hordas de enemigos y no hay mucho tiempo de escuchar los temas que nos acompañan. No podemos decir lo mismo de la decisión de no doblar al español las voces de los personajes siendo un estudio patrio el encargado de desarrollar este juego. Al menos los textos y menús si están traducidos al castellano aunque como ya hemos comentado utilizan un tamaño de letra excesivamente pequeño y son poco legibles en determinados momentos. Tampoco nos ha gustado mucho la estructura de menús, que resulta poco amigable y en determinados momentos muy farragosa incluso para equipar un arma a nuestro personaje.
Lo de comparar con el arma equipada está sobrevalorado…
Conclusión
Nos ha parecido interesante esta propuesta de Novarama bastante alejada de Invizimals y, por lo que parece, un paso intermedio antes del gran proyecto de MMORPG que planean hacer junto a la multinacional china Tencent. Killsquad no está exento de problemas como ya hemos comentado en los párrafos anteriores, pero no se le puede negar que es bastante adictivo una vez que te pones a los mandos y las hordas de robots o monstruos alienígenas empiezan a invadir la pantalla. Si os gustan los shooters cooperativos no dudéis en darle una oportunidad a este Killsquad.
Killsquad ya está disponible en PC (Steam), PS4 y PS5. 

Lo mejor

  • La acción frenética con enemigos viniendo de todos los lados
  • Poder combatir con hasta tres amigos más
  • La fluidez del juego incluso en escenarios saturados de enemigos

Lo peor

  • Los menús son demasiado complejos y poco intuitivos
  • La poca variedad de objetivos y escenarios
  • La poca diferencia existente entre algunas clases de personaje
  • Los textos prácticamente no se pueden leer
  • Que no tenga voces en español
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Miembro de la Orden Jedi dispuesto a perderse en mundos virtuales desde que tiene uso de razón. Cuando tengo tiempo libre me dedico a disfrutar de una cantidad ingente de pasiones que van desde los comics a la música clásica pasando por las series de más rabiosa actualidad.

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