Hoy os traemos el análisis de Beholgar para PlayStation 4, un metroidvania desarrollado por Serhan Bakar que nos ofrece un viaje a un interesante mundo donde la espada y la brujería cobran vida. El juego nos recordará mucho a esa ambientación que tenían algunos títulos de finales de los 80s como Golden Axe o Rastan Saga.
En esta ocasión controlaremos a Beholgar, bárbaro que da nombre al título y que encuentra algo extraño al volver a su aldea natal.
¿Qué misterios encontrará? ¿Vale la pena tan arduo viaje? ¡Las respuestas a continuación!

Un largo viaje de regreso a casa

Tras 20 largos inviernos lejos de su hogar, un cansado bárbaro regresa a tu tierra natal. No es otro que Beholgar, quien rema incansable y ansioso por llegar a tierra firme y poder pisar su aldea. No obstante, mientras rema, la Luna se refleja en el filo de su espada augurando un mal presagio, ya que puede ver cómo se avista en el horizonte una extraña torre que antes no estaba. «¿Qué habrá ocurrido?», piensa. Un escalofrío recorre su cuerpo en el momento en que pisa tierra firme.
Y así comienza Belhogar, un arcade tipo metroidvania con un aspecto visual 8-bits en el que el pixelart brilla con luz propia y donde tendremos que explorar un enorme mapa hasta conseguir llegar a la gran torre que rige el horizonte. Un objetivo nada fácil debido a que la tierra estará repleta de demonios, series de ultra tumba y espíritus malignos que, a golpe de nuestra arma, iremos eliminando hasta llegar a nuestro objetivo, un conjunto que si bien no es igual sí que tiene cierta fragancia a los Castlevanias de corte clásico.
El mundo de Beholgar consiste en un enorme mapa con zonas interconectadas donde que la exploración premia al jugador con jugosas recompensas como potenciadores u oro, la moneda del juego. Pese a tratarse de un metroidvania, el único mapa que tendremos para orientarnos será nuestra memoria, una herramienta que cada vez está más en desuso y que vuelve al título algo más exigente que el resto.
El mapa del mundo de Belhogar

Beholgar, un mundo de oscurantismo y de terror

Beholgar, como bárbaro de pro, podrá propinar golpes con su arma, saltar y realizar esquivas. También tendrá armas secundarias arrojadizas cuyo esquema de ataque recordará a las de la saga clásica de Castlevania, como hachas que se lanzan en parábola o proyectiles que avanzan en línea recta. A medida que avancemos o derrotemos jefes finales iremos consiguiendo más armas principales intercambiables con diferentes formas de atacar, así como habilidades extras como agarrarnos de los salientes, realizar un doble salto o destruir ciertos muros; habilidades que nos permitirán retroceder para revisitar zonas ahora ya accesibles, pero que no será obligatorio, ya que se trata de un juego bastante lineal.
El control de Belhogar será algo más tosco de lo habitual y costará un poco acostumbrarse inicialmente, especialmente en las secciones de plataformeo, con acciones algo más restrictivas a lo que ya estamos acostumbrados. Respecto al combate, será fácil perder ingentes cantidades de vida o morir en pocos segundos si no prestamos atención, algo que vuelve el título muy exigente, pero nada injusto y cuya mayor piedra angular será el ensayo y error para aprender las mecánicas del entorno y de ataque de los enemigos para progresar.
De vez en cuando nos iremos encontrando con diversos NPCs que, aparte de contarnos sus penurias, nos pedirán recados como recuperar algún objeto recompensándonos con jugosas obsequios, como oro u objetos. Dichos objetos serán mayoritariamente anillos que nos proporcionarán mejoras pasivas, como inmunidad al rodar, poder destruir proyectiles enemigos de un espadazo o perder menos oro al morir. Y es que al morir conservaremos todos los objetos que hayamos conseguido, pero seremos penalizados perdiendo parte de nuestro oro de forma irrecuperable, una dinámica muy soulslike y que nos obliga a pensarnos bien nuestras acciones dos veces antes de cometer imprudencias.
El juego contará con varias hogueras (con un puchero) que servirán de punto de guardado o viaje rápido entre zonas. Lamentablemente, el viaje rápido se vuelve incómodo, ya que nos llevará a la última hoguera de la zona que hayamos visitado sin darnos total libertad a la hora de explorar, alma y base de todo metroidvania.
Y es que una de las mayores virtudes de Beholgar es que intenta trasladarnos a aquellos años en los que los recreativos estaban en auge y en el que había pocas facilidades para ganar a la CPU. Virtud que se vuelve un arma de doble filo, ya que de esta forma nos encontramos con un juego muy sencillo y con pocas opciones. Por no poder, no podremos ni consultar un mapa, ni ver qué objetos de efectos pasivos tenemos, ni consultar diversos «coleccionables» (por llamarlos de alguna manera) que nos cuentan un poco del trasfondo argumental del juego. Ni siquiera podremos cambiar la disposición de botones si no nos encontramos cómodos jugando, es lo que hay y así es, fin. Las opciones se limitan a poder elegir entre tres filtros de visionado para hacer que la imagen se asemeje más a las pantallas de antaño y hacer que suene más alta la melodía con respecto a los efectos de sonido.
Enfrentamiento contra jefe final
Y como apunte anecdótico, he de mencionar que me he encontrado un par de veces con un glitch fatal, que me ha obligado a desinstalar el juego y volverlo a instalar, ya que parecía que se había corrompido la descarga (afortunadamente no afectaba al guardado) y en el que me imposibilitaba hablar con algunos NPC (concretamente el herrero, vital para comprar habilidades pasivas). Curiosamente, desinstalando el juego y volviendo a instalar sí que podía volver a hablar. Espero que esto sea solucionado con algún parche día uno. También diré que solo me ocurrió dos veces, tiene fácil solución y no me volvió a ocurrir, pero os dejo la solución por si os ocurriera.

Gráficos y sonido

Si algo hizo que me enamorara a primera vista de este título fue su apartado visual, reclamo infalible para todo amante de los juegos retro o de los juegos de la década de los años 80s. Y es que Beholgar posee un apartado visual increíble con un arte pixel art que impresionará a más de uno y unos fondos con scroll parallax bastante detallistas que saben plasmar perfectamente la sensación del mundo de barbarie donde nos encontramos.
El juego no tendrá gran cantidad de melodías, ya que tampoco es que sea muy largo contando con muy pocas zonas, además, los efectos de sonido serán los justos y necesarios. Dichas melodías serán interpretadas por un chip de sonido que recuerda mucho a los juegos de antes, pero sin llegar a sonar del todo mal ni martillear los tímpanos, brindándonos melodías pegadizas que suenan muy limpias y pegan con el estilo de juego. Respecto a los textos, Beholgar no dispondrá de muchos, pero afortunadamente podrán ser disfrutados en varios idiomas entre los que se encuentra el español.
Los NPCs nos contarán algo de historia y algún que otro favorcillo a cambio

El juego presenta algunos gliches gráficos que, lejos de molestar, hacen gracia ya que recordarán a los vividos en su época en los salones recreativos como son que al escalar una cuerda realizando una serie de acciones lo hagamos andando en vez de mostrando la animación de escalar o que enemigos aparezcan atrapados en mitad de un muro, un dato curioso que quería compartir.

Conclusión

Nos encontramos con un juego para amantes de los retos retro y de los metroidvanias peculiares y algo más exigentes de la media. Un juego que si bien puede ser muy exigente no es nada injusto y que nos entretendrá durante las casi 5 horas que tardemos en completarlo, dependiendo, claro está, de nuestra habilidad.
Belhogar estará disponible en formato físico el día 31 de marzo de 2023 para Playstation 4 y Nintendo Switch, contando también con una interesante edición coleccionista que incluye junto con el juego un artbook, un mapa, soundtrack en CD, una moneda exclusiva y un poster, todo por cortesía de Tesura Games y Dolores Entertainment.

Lo mejor

  • El apartado gráfico pixel art
  • Las melodías

Lo peor

  • No poder cambiar la disposición de los botones
  • No hay mapa que consultar ni puedes ver qué objetos tiene comprados/equipados
  • Es muy corto
Share.

Los videojuegos, cine y música son mi pasión. Empecé a jugar con mi MSX y Game Boy, pasando a Megadrive para luego jugar a las consolas de Sony, de modo que mi base jugona es muy pixel art. Encantado de colaborar aquí y donde sea con tal de transmitir esta pasión al resto de la gente.

Leave A Reply

Exit mobile version