Análisis de Metroid Prime Remastered en Nintendo Switch

Desde las profundidades del espacio os traemos el análisis de Metroid Prime Remastered en Nintendo Switch, un juego que llegó por sorpresa en el último Nintendo Direct. Un anuncio que era un secreto a voces y cuya duda era el cuándo llegaría.

Por fin las súplicas se han cumplido, y no solo sabemos la fecha sino que está disponible desde que acabo dicho Nintendo Direct, al menos de manera digital. Uno de los mejores títulos del catálogo de Nintendo Gamecube y de los más queridos por los fans con un renovado aspecto gráfico bastante interesante.

Así pues, nos enfundamos nuestro traje espacial y despertamos nuestro espíritu aventurero con ganas de revivir las aventuras en el planeta Tallon IV, ¿estará este remastered a la altura de las expectativas? ¿Disfrutaremos tanto como hace 21 años? ¡La respuesta a continuación!

Y decimos “mucho tiempo” por dos motivos, el primer motivo es que cronológicamente Metroid Prime es el segundo título de la saga (siendo el primero el Metroid de Nes), y el segundo motivo es que Metroid Prime se lanzó para la consola Nintendo Gamecube en el año 2002, ni más ni menos que hace 21 años, que se dice pronto.

Una vez ubicados cronológicamente, os daremos unas pinceladas de la historia sin entrar en spoilers pese a que se trate de un juego de hace más de dos décadas. La aventura comienza con una señal de alarma emitida desde una estación espacial abandonada en la órbita del planeta Tallon IV, señal que capta nuestra heroína favorita, la cazarrecompensas espacial Samus Aran. Tras decidir acudir al rescate a investigar lo ocurrido, una serie de acontecimientos harán que se vea embarcada en una increíble aventura.

Con esta premisa comienza Metroid Prime Remastered, una obra maestra atemporal que supo encontrar el equilibrio perfecto entre el género puntero del momento (los shooters) y la esencia y alma de todo título de Metroid, la exploración.

De hecho, pese a considerarse un shooter, tiene una peculiaridad que lo diferenciaba del resto, el sistema de centrado que tanto se popularizó con Zelda: Ocarina of Time. Pulsando un botón haremos que Samus se centre en el enemigo solo teniendo que preocuparnos por esquivar los ataques y movernos por el escenario mientras disparamos sin necesidad de ser muy precisos. De hecho, este sistema de apuntado fue una constante en la saga Prime de Gamecube hasta la llegada de Metroid Prime 3 y Metroid Prime Trilogy para Wii, en los que, pese a que también podíamos centrarnos en un enemigo, el uso del Wiimote nos obligaba a templar el pulso y afinar la puntería para acertar los disparos. Esta dinámica inicial se hizo seguramente porque Nintendo quería que te centraras en lo que realmente era la piedra angular de la saga, la exploración, que se hacía particularmente rápida debido a que se eliminan a los enemigos de una forma muy dinámica y fluida gracias a este sistema.

Tal y como hemos dicho, el espíritu de todos los juegos de Metroid siempre ha sido la exploración y la adquisición de nuevas habilidades para el trascurrir de la aventura, con un backtracking constante que nos serviría para acceder a nuevas zonas previamente inaccesibles, adquirir potenciadores o nuevas habilidades. La dificultad de trasladar toda esta esencia al 3D se supo hacer de maravilla.

Como novedad, en la saga Prime se incluyó el escáner, una útil herramienta con la que podremos investigar todo tipo de elementos en el entorno, como plantas, mecanismos u organismos, dándonos una breve descripción de ellos además de posibles puntos débiles o formas de abordarlos. Pero no solo esto, sino que también al usarla iremos dando pequeñas pinceladas de lo ocurrido en el planeta Tallon IV y a averiguar hechos acontecidos en el pasado, una mezcla de narrativa y coleccionable muy jugosa que, además de explicar de una forma muy sutil la historia del juego, tiene una recompensa adicional: obtener acceso a la galería de arte (cosa que conserva de su original y que ha sido además actualizada con arte nuevo de este remastered).

En conclusión, nos encontraremos en un planeta abandonado donde ocurrió algo grave en el pasado y que decidirá el futuro de la galaxia. La sensación de soledad en un planeta inhóspito será una constante y la narración apenas tendrá secuencias explicativas con un sistema narrativo que se centrará en el entorno y lo que vayamos escaneando en nuestro camino, algo parecido a lo vivido con la saga Souls aunque no tan denso y mucho más simplificado.

Ha pasado muchísimo tiempo y Nintendo ha tenido muy clara la evolución de las diferentes formas de control que ha sufrido la saga entre plataformas, de modo que para la ocasión han ampliado las diferentes opciones de control a cuatro configuraciones diferentes, todo al gusto del consumidor.

Para empezar tenemos el modo “palanca dual”, es un sistema nuevo que mezcla el modo de juego de un shooter de hoy en día (palanca izquierda para moverse y derecha para apuntar) con el modo tradicional de «centrado y te olvidas mientras esquivas y disparas» que tenía en Gamecube.

Luego tenemos el modo “puntero”, con el que pasaremos a controlar el juego como  Metroid Prime 3 y Metroid Prime Trilogy de Wii, esto es, usando los joycons para apuntar de forma que nuestro pulso será nuestro mayor aliado (o enemigo).

El modo “clásico” nos permite utilizar los controles originales de Gamecube, o sea, una sola palanca para movernos y la otra para seleccionar las diferentes habilidades que vayamos consiguiendo. Este modo personalmente me parece un poco desfasado, pero todo purista que haya jugado mil veces al original, lo amará.

Y para terminar el modo “hibrido” combina el modo clásico de Gamecube con el modo puntero de Wii, igualmente utilizaremos una sola palanca para movernos y cuando queramos apuntar pulsaremos un botón que activará el giroscopio del mando, apuntando y moviéndolo gracias a nuestro pulso.

Igualmente, también desde opciones, podremos decidir si queremos que al centrar el disparo se concentre en lo centrado o si queremos con el otro stick salirnos del centrado y disparar a otro lado. Es muy de agradecer que se haya puesto tanto esmero y cuidado en las diferentes formas de control. Personalmente, y si me preguntáis, el modo con el que me siendo más cómodo es el modo palanca dual, ya que mezcla el control de los juegos actuales, con lo que estaremos ya muy hechos al control, con el sistema tradicional de apuntado automático, viviendo la experiencia de una forma muy cercana a como fue originalmente concebida.

Aparte de estos nuevos modos de control tendremos otras opciones bastante interesantes, unas heredadas de su original como son controlar la opacidad del hub hasta que desaparezca casi por completo, que no se vean en la pantalla los bordes laterales que simulan el casco de Samus o desactivar el sistema de ayuda que nos indica hacia donde ir si vamos dando vueltas sin sentido, ; y otras nuevas como activar el narrador que solo se encontraba en la versión Japonesa del juego o activar diferentes opciones gráficas para gente daltónica, unas opciones que cada vez se hacen ver más en los videojuegos y un detalle que seguramente muchos jugadores agradecerán.

Sin embargo, una de las opciones que considero imprescindible en cualquier juego y que sí incluía el original no está, como la de seleccionar el brillo de la pantalla, cosa que personalmente me gusta subir para poder ver bien en zonas oscuras. En este juego he tenido la sensación de que las zonas así estaban muy oscuras, tanto que hay veces que he andado a tientas, cosa que rompía la dinámica del juego y una sensación que no recuerdo haber tenido en su versión de Gamecube. No es un defecto grave porque se soluciona subiendo el brillo de la TV, pero se me ha hecho raro que no esté presente en el remastered cuando su original sí lo tiene.

Aunque el título ya nos pone en antecedentes avisando de que se trata de un Remastered, hay momentos que te hacen dudar debido a la cantidad de arreglos que se han realizado. Pese a que se ha usado el código fuente original, cosa que queda patente porque no se ha movido un polígono de su lugar, si se realiza una comparativa parece que estamos frente a un juego completamente nuevo; fondos más vistosos, enemigos más detallados y nuevos efectos de luz son detalles que consiguen hacer que un juego de hace más de 20 años luzca tal y como luciría uno del catálogo actual de la híbrida de Nintendo.

Para empezar se han hecho muchos arreglos en casi todas las texturas, limpiado los bordes y mejorado la resolución para adaptarla a la tecnología actual, los enemigos cuentan ahora con una mayor carga de polígonos y de nivel de detalle, pero si algo llama la atención sobremanera es el trato que se le ha dado a los decorados y la nueva iluminación, tan impresionantes que parece un juego nuevo y un auténtico remake. El juego además trascurre a unos 60 FPS muy estables en todo momento, tanto en modo dock como en modo portátil.

En cuanto al sonido no es que se haya hecho arreglos destacables, ya que la banda sonora ya sonaba espectacularmente bien en su versión original y en este remastered suena prácticamente igual, pero sí que deja la sensación de que ha sido limpiada y que los efectos de sonido ahora suenan más limpios y contundentes. El juego, al igual que su original, cuenta con textos en español, cosa que es muy de agradecer, ya que hay que leer mucho para enterarse bien de la historia. Las pocas voces que hay en el juego son del narrador y serán en inglés. Este narrador hablará bien poco (más bien nada) si no lo activamos desde opciones de juego una vez empiece el juego, ya que solo hablaba en su versión japonesa.