Tras llamar a un exorcista para realizar una limpieza en el aura de la casa donde habitamos, por si las moscas, acudimos a la invitación de Sony Producciones para ver su última película de terror: Venus (2022). Jaume Balagueró, que ya ha demostrado sus habilidades en el género con otras obras como REC (2007) o Musa (2017), dirige esta cinta en la que la tensión y el suspense comparten pantalla con unos actores encabezados por Ester Expósito.
¿Qué nos deparará esta aventura? ¿Tendremos que cubrirnos los ojos con las manos en muchas secuencias?¿Por qué ese título? Sigue leyendo pasa saberlo.
El rezo a un demonio
Lucía es una gogó de una discoteca de Madrid, aunque su tiempo allí parece que llega a su fin. Tras haber tenido contacto con un traidor a la organización que además gestiona varios establecimientos, escapa en medio de la noche con una bolsa llena de drogas que tenían almacenada en el local. Su esperanza es poder venderla para poder huir y tener una buena vida, pero uno de los secuaces la ve y la hiere, por lo que tiene que buscar ayuda y no hay mejor lugar que el piso de su hermana, Rocío. El problema principal es que no sabe dónde se ha metido, pues parece ser que el Edificio Venus donde acaba de llegar no es lo que parece y que los vecinos esconden más secretos de lo esperado.
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Lucía, ¡mátalos a todos! |
Con una secuencia introductoria acompañada de música épica en la que se nos habla del demonio Lamashtu, se nos presenta el tono de la película, que no duda en partir de la realidad para desgarrarla y abrir esa nueva verdad. Para exhibir ese mundo, la trama avanza pausada, pudiendo considerarse en algunos momentos algo pesada, pero siempre manteniendo preguntas que te hacen quedarte en ella para conseguir las respuestas. Eso es algo que hace con gran maestría, el ir sembrando poco a poco con elementos, sueños, miradas que hagan que tu cabeza vaya generando teorías. Aunque es probable que, cuando llegue la explosión final de horror cósmico, acción, sangre y gore, gran parte de las cosas te las hayas imaginado.
Jaume ha demostrado saber controlar el terror en sus películas y aquí consigue que algunas escenas transmitan esa incomodidad propia del género, con personajes que pueden quedarse grabados en las pupilas, pero también acusa la dualidad de acciones entre la trama de Lucía en el bloque y de los de la organización que la buscan, rompiendo un poco ese ambiente opresivo. Aunque el ámbito estético lo domina, es con los personajes que realiza con Fernando Navarro donde falla un poco, quedando muchos de ellos planos o poco desarrollados. Y esto es una pena, ya que sumado al trasfondo de la historia y a lo interesantes que son muchos de ellos, sería interesante saber más.
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Unas pobres ancianitas que preparan ricas croquetas para cualquier visitante |
Un bloque lleno de amables personajes
Desde el anuncio, Ester Expósito se ha convertido en uno de los grandes reclamos de la película. La actriz de Élite (2018-) demuestra su buen hacer al encarnar a Lucía, una joven que se marchó de casa abandonando a su familia. Sobre todo, destaca en las escenas de acción que se acumulan al final.
Su hermana en pantalla es Rocío -Ángela Cremonte-, con la que mantiene una nula relación tras su huida de casa. Es con ella con la que sentimos un poco de desarrollo mediante las conversaciones que irán manteniendo las dos, aunque será su hija, Alba -Inés Fernández-, la que llevará más peso narrativo dentro de la obra. Como suele ocurrir en cualquier película de terror con niños, estos suelen dar mal rollito.
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Se la tendrá jurada a Lucía hasta el final, queriendo recuperar las drogas a cualquier coste |
Por su parte, Fernando Valdivielso se entrega en su papel de secuaz y Federico Aguado aporta un poco de pasado cercano al personaje de Lucía, aunque no dejan de ser personajes planos que cumplen su función (aunque bien realizada por los actores). Entre los vecinos, si hay que destacar a alguien es a Magüi Mira. Desde su primera aparición saber que hay algo en ella y en su sonrisa que no acaba de encajar.
Drogas, sangre y devoción
Aunque los escenarios a los que recurren no son muy numerosos, estos transmiten perfectamente los sentimientos a los que se quieren referir. Desde el desenfreno de la discoteca hasta la oscuridad y opresión del ático del Edificio Venus. Especial atención a toda la ambientación terrorífica demoníaca y a las referencias lovecraftianas religiosas. Destaco la utilización de efectos prácticos para la creación de algunos personajes o efectos, aunque el uso de los efectos especiales se soluciona correctamente.
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Señora, cuidado, no se… esper… Nada, déjelo |
Añadido a ello, la música acompaña bastante bien la acción, incorporando melodías propias creadas para la ocasión o canciones conocidas como Pena penita de Lola Flores. Aun así, bajo mi óptica, la última canción escogida para finalizar la obra no acaba de cuadrarme del todo, aunque es opinión personal.
Conclusión
Jaume Balagueró regresa a uno de los géneros que más fama le ha dado para entregarnos una historia con tintes lovecraftianos mezclados con el mercado de drogas. La intriga será uno de los mayores intereses que guiará a los espectadores a prestar atención a cada detalle de la pantalla, esperando constantemente encontrar algo que acabe justificando sus teorías. La historia trabaja un trasfondo más que interesante, pero puede llegar a hacerse pesado por el ritmo o la poca evolución de los personajes, aunque finaliza con un despliegue de acción y referencias al escritor de Providence y a la demonología. Los actores cumplen todos y el ambiente está mostrado de manera sobresaliente.
Venus llega a los cines españoles el 2 de diciembre de 2022. Te gustará si eres de los que disfruta del suspense construido poco a poco. También te gustará si eres de los que disfruta de entidades cósmicas.