Tras haber pasado horas ensayando el baile de cierta canción de Lady Gaga, aceptamos la invitación de Vértice 360 para ver su siguiente película: Poker Face (2022). Con una historia original a cargo de Stephen M. Coates, Russell Crowe dirige, coescribe y protagoniza esta historia dramática con tintes de acción y crimen. Si tu final estuviera cerca, ¿qué harías con los secretos que conoces?

Y una vez vista: ¿cumple con su propósito? ¿Hemos logrado empatizar con los personajes? ¿Hemos acabado sintiendo tensión con ellos? Veámoslo a continuación.

Un equilibrio imperfecto

Jake Foley -Russell Crowe- recibe una demoledora noticia que hace retumbar su vida: tiene un cáncer terminal. Tras haber alcanzado el éxito con su empresa tecnológica y amasar una gran fortuna, este varapalo le hace replantear su existencia y la relación con sus seres queridos. Así, invitará a sus más cercanos amigos a jugar una partida de póker en la que se expondrán y desvelarán los secretos que cada uno tiene en su interior. Y si la noche no fuera ya de por sí intensa, alguien está esperando fuera de la mansión para hacerse con los tesoros allí guardados.

El actor que nos deslumbró con su actuación en Gladiator (2000) se pone a los mandos de esta producción que, pese a contar con una premisa que pudiera ser interesante, no acaba de encontrar el foco hacia el que dirigirse y acaba diluyéndose por el camino con situaciones, conveniencias y escenas que rompen el ritmo. Desde el propio título e inicio, se nos muestra ese mundo particular de las apuestas y el éxito, con carreras con coches lujosos o mansiones de ensueño, aunque ya sobrevuela la historia el drama del protagonista. Toda la intriga que pudiera ser el conflicto entre personajes durante la partida, acaba convirtiéndose en un viaje espiritual, por una parte, y un secuestro/robo, por otro.

Jake Foly -Russell Crowe- tendrá que defender todo lo que le importa

De este modo, por mucho que hayas adelantado ciertas líneas, las cosas cambiarán y te dejarán trastocado sin llegar a culminar de una manera satisfactoria, habiendo tocado esas cartas de póker que parecen tener tanta importancia en escasas escenas. Quizás, parte de esta caída viene por la importancia y la dimensión que se busca en las acciones y trasfondo del protagonista en un inicio, pausados en esa segunda parte de más tensión física donde no has tenido tiempo para empatizar con los personajes como para temer por ninguno. Y es una pena, porque el inicio parecía prometedor.

Los jugadores de este atraco

Aunque quieran expandir los personajes, la extensa mayoría quedan desdibujados frente al protagonista, Jake Foley -Russell Crowe-. Este magnate intenta hacer un último ejercicio de consciencia y, por mucho que lo intente, el actor no acaba de completar una gran interpretación, con momentos en los que le falta la tensión propia de la situación. 

¡Hola! Tenemos que defender la casa de nuestro amigo

A su alrededor, aparecen sus amigos, personajes algo arquetípicos que cumplen con su función, pero que no acaban de ganarse el foco lo suficiente como para que acaben siendo grabados en la retina. Entre ellos puede destacarse a Liam Hemsworth, Paul Muccino o Alex Harris, sirviente de Jake. Y la pregunta es clara. ¿Dónde está Elsa Pataki si aparece en el póster? Pues apenas aparece unos minutos en pantalla haciendo de Penélope, crupier de la velada, en la corta partida de carta que hay. Me sigue pareciendo curiosa su inclusión con un papel tan liviano. 

No son los únicos, porque pronto irrumpirán un caótico Víctor -Paul Tassone- acompañado de dos secuaces (del que destacaré a Styx -Benedict Hardie- por su vena artística), llamados a ser los agentes del caos de la cinta.

El arte como objetivo

Como ya se dijo antes, la elección de esa estética elitista da pie a que, además de coches lujosos, nos encontremos que el escenario donde se desarrolla la mayoría de la trama es una mansión pudiente con una lujosa decoración y una vinoteca envidiable (para el que disfrute). Con una localización tan especial (junto a la costa) es fácil entrar en sintonía con ese espacio, comprendiendo la decisión de los asaltantes a entrar allí a hacerse con los diferentes cuadros, algunos más conocidos que otros.

El momento «terapia en grupo» podría haberse desarrollado más

Conclusión

Poker Face es una jugada arriesgada concebida en la pandemia. Con una trama que quiere aspirar a más y ofrecer un tono más dramático y solemne, acaba desdibujándose y perdiendo el foco, entregando un final poco inspirado y menos sentimental de lo que podría haber sido. Russell Crowe entrega esta segunda película en la que aunque los actores cumplen en su mayoría no acaban de destacar ni de trascender. Eso sí, toda la dirección artística está cuidada y muestra escenarios y paisajes preciosos. Una pena que no todo el producto esté al mismo nivel.

Poker Face llegará a los cines españoles el 13 de enero de 2023. Esta película te puede gustar si buscas un entretenimiento liviano para pasar una tarde tranquila.

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De tierras gallegas con un lacón bajo el brazo. La vida frente a la pantalla me entregó unas gafas con las que veo en 8K. Me gustan las cosas bien narradas, sean del formato que sean. Mis estanterías están a rebosar de juegos, libros, miniaturas...

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