Hoy os presentamos el análisis de The Chant para Playstation 5, debut del estudio desarrollador Brass Token y entre cuyas filas se encuentran, ni más ni menos, miembros del personal encargado del desarrollo de títulos como Bully o Sleeping Dogs, y, que en esta ocasión, nos ofrece una terrorífica aventura inspirada en los clásicos de terror de los 70s, al menos en lo que a temática se refiere: el ocultismo, los rituales diabólicos y lo sobrenatural.
Mundos paralelos, ocultismo, rituales… Varios elementos terroríficos cuyo coctel siempre suele dar buen resultado y que gusta tanto a los survival horror-lovers, especialmente ahora que, pese a que acabamos de «sufrir» Halloween, seguimos teniendo ganas de pasar aun más miedo; de modo que…
¡Coged vuestras linternas y acompañadnos en este análisis a lo desconocido!

Retiro espiritual

En esta aventura encarnaremos el papel de Jess, una joven cuyo traumático pasado atormenta y que, aconsejada por su amiga Kim, acude a una remota isla a modo de retiro espiritual para así encontrar un poco de paz en su alma y la forma de dejar su pasado atrás. Lo que Jess desconoce es que, décadas atrás, en esa isla se realizó un ritual que salió mal y que rajó el tejido de la realidad entre nuestra dimensión y otra, de nombre «La Penumbra». Jess pronto se encontrará luchando por su propia supervivencia a la vez que intenta  descubrir el misterio de la isla y qué ocurrió 30 años atrás.
La calma que precede la tormenta
La trama principal, como podéis ver, no es de lo más original, ya que bebe de otros juegos que ya lo han tratado en el pasado, como es el caso de  Silent Hill, Deadly Premonition o Evil Within, y ya no solo en juegos, sino que hemos visto algo similar en series de más actualidad como es el caso de la serie de Netflix Stranger Things, no obstante, es un tema que siempre gusta y una fórmula de éxito casi asegurado.
The Chant se trata de una terrorífica aventura de acción en 3D cargada de una buena cantidad de «jumpscares» en los que la exploración, resolución de puzles y supervivencia serán claves para su feliz conclusión. Como hemos dicho antes, un ritual fallido provoca que el velo entre dimensiones se dañe, de tal forma que una dimensión diabólica empieza a invadir la nuestra. Esto se ve en determinadas zonas en las que entraremos llamadas «Penumbra» y en cuyo interior comprobaremos cómo se trata de una retorcida realidad similar a la nuestra y plagada de peligros así como de diabólicas criaturas (lo que vendría a ser el mundo del revés en Stranger Things).

Supervivencia: meditación y culpabilidad

Como todo buen survival que se precie, The Chant nos ofrece un sustancioso elenco de criaturas diabólicas tanto dentro de la Penumbra como en el mundo real (se ve que el velo al estar tan dañado permite a algunas pasar de un lado al otro). De entre todas ellas la más llamativa se trata de la manifestación física de los temores y la culpabilidad de Jess por un trauma vivido en el pasado, un enjambre de moscas con forma humana que nos persigue sin descanso en determinados momentos de la aventura repitiendo sentenciosas frases y apelando su sufrimiento y culpabilidad. Este enjambre nos perseguirá cual Némesis de Resident Evil 3, y atacarla solo servirá para hacernos ganar unos valiosos segundos para darle esquinazo.
Para lidiar con el resto de la criaturas podremos hacer uso de métodos más convencionales; uno de ellos será intentar pasar inadvertidos y esquivar los ataques enemigos si somos atacados. Para ello, pulsando un botón daremos un paso rápido hacía la dirección que queramos y dándole dos veces seguidas haremos uno más grande, pero que nos dejará un poco más expuestos. También se podrá propinar empujones para obligar a guardar distancia o abrirse paso, si está corriendo, chocando contra ellos arremetiendo con el hombro.
Por supuesto, también podremos recurrir a técnicas más ofensivas y de lo más originales. En lugar de usar armas convencionales prenderemos raíces de salvia o ramas purificadoras para ahuyentar las malas vibraciones. Puede sonar muy hippie, pero en realidad Jess las usará a modo de antorchas, golpeando y dañando a los enemigos a su alrededor. Deberemos de decidir cuándo atacar y cuándo pasar desapercibidos, ya que nuestras armas tienen un tiempo de vida limitado y terminarán rompiéndose tras cierto uso tal como vimos en Zelda: Breath of the Wild, tratándose de un recurso limitado y que no debe malgastarse a la ligera. Afortunadamente, podremos craftearnos unas nuevas tras hacernos con ciertos materiales o incluso crear proyectiles que atonten a los enemigos temporalmente rompiendo su guardia y haciéndoles de este modo más vulnerables. En este aspecto, puede recordarnos mucho al sistema de crafteo y creación de armas que había en The Last of Us. Como podéis imaginar encontrar un equilibrio entre ambas formas de afrontar los diferentes peligros será vital.
No es el Demogorgon, pero bien podría ser su primo el de Zumosol
Como ayuda adicional, a medida que progresemos en la aventura podremos utilizar habilidades que nos permitan hacer cosas tales como ralentizar a los enemigos, lanzarles un golpe telequinético que los aleje o crear un suelo de pinchos que los dañe; todo ello a costa de una barra de energía llamada espíritu. Y es que en The Chant no tendremos una barra, sino tres diferentes barras de energía con usos muy diferenciados cuyo equilibrio y armonía será vital para el feliz desenlace de la aventura.
Por un lado estará mente, que será una barra que irá menguando si nos encontramos en situaciones de estrés, como estar en completa oscuridad o visitando La Penumbra. Si la barra de mente se vacía,  Jess entrará en modo pánico, quedando expuesta durante un tiempo y fuera de control (algo similar a lo que pudimos ver en juegos como Clock Tower 3 o Haunting Ground). Tras un tiempo, recuperará la compostura y la barra se rellenará. La barra de mente también se puede rellenar usando un determinado tipo de hierba a modo de consumible o meditando. Meditar es una técnica que se realiza quedando inmóvil y pulsando X, con lo que empezaremos a convertir la barra de espíritu en mente.
Lo cual nos lleva a la siguiente barra, espíritu. Dicha barra servirá para poder utilizar las habilidades previamente dichas (telequinesis, ralentizar, etc.) o para rellenar la barra de mente. Espíritu, al igual que mente, se podrá rellenar haciendo uso de otro tipo diferente de hierbas consumibles. Y finalmente la más importante, cuerpo, que será lo que es la vida del personaje. Una vez ésta se acabe tendremos un bonito Game Over en pantalla, y solo se podrá rellenar haciendo uso de otro tipo de hierbas, por lo que habrá que cuidarla mucho.
¿Alguien dijo mal rollo?
Para hacer la aventura más asequible y para potenciar la exploración, podremos encontrarnos por el escenario unos cristales que servirán para mejorar nuestro personaje a través de un curioso árbol de mejoras. Decimos curioso ya que, aparte de los cristales necesarios para ello, habremos de hacer ciertos «logros» para desbloquear cada una de ellas, por ejemplo, para usar las mejoras de mente deberemos de encontrar documentos y coleccionables que enriquecen el lore del juego o consumir hierbas que rellenen mente; para las de cuerpo habremos de derrotar criaturas del plano real y consumir hierbas que rellenen vida; y para las de espíritu también consumiendo hierbas que rellenen espíritu o derrotando criaturas de la penumbra. Cada mejora tiene su propia barra de progreso de requisitos, y al activarla con un cristal podremos obtener desde aumento máximo de alguna de las barras, que ésta se rellene más al consumir hierbas, recibir menos daño, etc.
El árbol de mejoras con un sistema de progreso que bien puede recordar a un RPG

La Penumbra

Si algo llama la atención en The Chant es su sorprendente apartado gráfico. Sin llegar a hacer grandes alardes tecnológicos como los que pudimos disfrutar en God of War Ragnarok, se defiende muy bien ofreciéndonos escenarios bastante variados y bonitos, así como una muy buena estabilidad in-game con unos FPS muy estables y una resolución excelente. Da igual que el escenario esté recargado de efectos (sobre todo cuando visitamos La Penumbra), no hemos notado ralentización alguna. Lo que sí que hemos notado por contra es cierto detalle que no nos ha gustado mucho, esto es que al estar los personajes en movimiento se genera cierto efecto borroso, seguramente un efecto artístico para dar a la situación más sensación de movimiento o brusquedad. Podréis verlo reflejado en algunas de las capturas que hemos puesto y es cierto estilo artístico que gustará a unos y no terminará de convencer a otros, como es nuestro caso (¡las he pasado canutas para hacer algunas capturas en condiciones de secuencias de acción!).
El «efecto borroso», una técnica que no nos termina de convencer
El apartado sonoro es simplemente maravilloso, la banda sonora que nos acompañará durante toda la aventura ha sido compuesta ni más ni menos que por Paul Ruskay, compositor especialista en el género y que nos hará sentir como si estuviéramos dentro de una película de terror. Los efectos sonoros estará también a la altura, mejorando la inmersión en la aventura.
Finalmente, mención aparte merece el doblaje, que es excelente y entre cuyos idiomas a elegir se encuentra el castellano. En conjunto, los apartados técnico-artísticos resultan bastante sorprendentes especialmente porque estamos hablando de un estudio bastante modesto y que nos ofrece un título con una calidad muy por encima de lo esperado. Sobra decir que todos los textos se encuentran también traducidos al español, algo muy útil a la hora de leer la gran cantidad de coleccionables a modo de documentos y cartas que hay en el juego y que enriquecen el lore.

Conclusión

The Chant ha llegado por sorpresa ofreciéndonos una aventura divertida, entretenida y muy asequible para todo el público gracias a sus diferentes modos de dificultad. Con un apartado gráfico y sonoro muy por encima de la media, especialmente si tenemos en cuenta que se trata de la opera prima de un estudio de desarrollo bastante modesto. Si somos fans del género de terror y el tema de las sectas y rituales prohibidos (que es algo que con sólo oírlo ya se nos ponen los pelos de punta) The Chant es sin duda alguna un título casi  imprescindible en nuestra juegoteca de survival horror. Una aventura de terror que no hay que dejar pasar por alto.
The Chant se encuentra ya a la venta para Playstation 5, Xbox Series X/S y PC.

Lo mejor

  • Voces y textos en castellano
  • Muy entretenido
  • El apartado gráfico, artístico y sonoro

Lo peor

  • Las peleas pueden hacerse un poco repetitivas
  • Los tutoriales in-game no explican las cosas demasiado bien
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Los videojuegos, cine y música son mi pasión. Empecé a jugar con mi MSX y Game Boy, pasando a Megadrive para luego jugar a las consolas de Sony, de modo que mi base jugona es muy pixel art. Encantado de colaborar aquí y donde sea con tal de transmitir esta pasión al resto de la gente.

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