¡Ojo! ¡Qué llegamos a toda velocidad y derrapando para traeros el análisis de Sonic Frontiers en Nintendo Switch! La esperadísima nueva entrega de nuestro querido erizo azul favorito, que llega por su 30 aniversario y sin ninguna nueva entrega desde 2017 con Sonic Forces. Sonic Frontiers ha tenido un comienzo algo polémico debido a que desde se mostraron sus primeros gameplays hace unos escasos meses ha dado mucho qué hablar. De hecho, algunos fans rogaron más tiempo de desarrollo debido a que no les terminaba de convencer su resultado final.
No obstante, Sega, tras asegurar que no hacía falta más desarrollo, nos lo trae sin ninguna demora extra, y, no sé a vosotr@s, pero pese a ello la espera se nos ha hecho eterna y por fin hemos podido catarlo para la híbrida de Nintendo. Es la primera vez que tenemos un mundo abierto ambientado en el universo de Sonic y temblamos tanto de emoción como de miedo pensando en cómo ha podido sentar este cambio a la franquicia, ¿estamos realmente ante un cambio o será más de lo mismo? ¡La respuesta a continuación!
Próximo destino: Starfall Islands
Tras un breve prólogo en el que veremos al Dr. Eggman inspeccionando unas antiguas ruinas y haciendo de las suyas, podremos ver cómo Sonic y sus amigos se encuentran dando caza a las Chaos Emeralds como si Goku tras las Dragon Balls se tratara, localizándolas esta vez cerca de un archipiélago llamado Starfall Islands. No obstante, una vez se aproximan a las islas algo sucede y terminan todos separados. Sonic se verá atrapado en una zona llamada “Ciberespacio” de la que consigue escapar con relativa facilidad para terminar encontrándose completamente solo en una desconocida región infestada de hostiles robots y con una misteriosa voz que le insta a acabar con ciertos titanes, única forma de poder rescatar a sus amigos. De esta forma, Sonic tendrá que explorar Starfall Islands a fin de encontrar a sus amigos a la par que descubrir los misterios que esconden estas Islas.
Uno de los ataques más útiles y novedosos es el cibergiro con el que trazando un círculo conseguiremos auténticas maravillas, desde obtener objetos o anillos hasta romper la guardia de enemigos |
Y con esta premisa y aderezándolo todo con mucho misterio a la par de timidez (debido a su lenta narrativa inicial), comienza Sonic Frontiers, primera experiencia de mundo abierto tridimensional de Sonic donde la exploración y la resolución de puzles serán vitales a la hora de avanzar.
Renovarse o morir
Sobran las presentaciones acerca del erizo más famoso de todos los tiempos (con permiso de Espinete). Su recorrido ha estado lleno de altibajos: De mascota de Sega y rival de Mario, a personaje de juegos multiplataforma o estrella invitada en algunos juegos de la que fue su compañía rival (Smash Bros, Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos, etc.). Pese a que parecía que se iba y volvía, en realidad siempre ha estado ahí y servidor se enorgullece de seguir siendo su fiel compañero (con permiso de Tails) desde sus primeras entregas para Sega Megadrive y hasta el día de hoy.
Muchos hemos podido presenciar su evolución desde lo que para mí fue lo más alto (Sonic 3 & Knuckles, Sonic Adventures, Sonic Colours…) hasta que se hundió en la pozona más profunda con juegos que no hacían justicia a su nombre (el insípido Sonic World o el infame Sonic Forces). Un soplo de aire fresco tras semejantes duchas de agua fría fueron Sonic Manía y Sonic Origins, pero claro, esos fueron juegos en 2D, ¿qué ocurrió con el erizo tridimensional? Todos nos lo preguntábamos cuando entró en escena Sega, presentándonos Sonic Frontiers en su 30th aniversario con lo que parecía ser la entrega más ambiciosa del supersónico erizo.
Muchos de los niveles del Ciberespacio estarán claramente inspirados en otros antiguos, como este ejemplo con el clásico Green Hill Zone |
Un digital y solitario mundo
Para calentar motores empezaremos controlando a Sonic en el Ciberespacio. Este lugar es una zona donde jugaremos tal y como hemos hecho en sus últimas entregas, vamos, en vertiginosos y emocionantes niveles en los que velocidad y reflejos irán de la mano y serán nuestras herramientas hasta llegar a la meta. Estos niveles del Ciberespacio podrán ser tanto en 3D como en 2,5D y rememorarán niveles de juegos anteriores (Green Hill Zone, Chemical Plant Zone, Sky Sanctuary Zone…) y se podrán intentar todas las veces que haga falta sin límite de intentos (vidas). Aunque muramos, continuaremos desde el checkpoint más cercano y el cronómetro seguirá corriendo desde el momento en que morimos, cosa que afectará a la puntuación final una vez acabemos el nivel. Cada nivel del Ciberespacio tendrá unos objetivos secundarios, que son siempre los mismos: acabarlo en tal tiempo, conseguir todas las monedas rojas y acabar el nivel con cierta cantidad mínima de rings.
Los enfrentamientos con los titanes nos pueden recordar a los de Shadow of the Colossus |
Una vez consigamos escapar del Ciberespacio es cuando empieza lo realmente novedoso e interesante; estaremos en Kronos Island, primer mundo abierto que visitaremos y donde estaremos completamente solos a merced de unas criaturas robóticas hostiles. La dinámica a seguir será la siguiente: Explorar, resolver desafios/puzles y recolectar objetos, todo ello de una forma que parece heredada del primer Sonic Adventures.
En nuestra exploración encontraremos gran cantidad de objetos necesarios para el desarrollo de la aventura. Los más importantes serán los activadores de portales, que como su nombre indica nos permitirán activar los portales para visitar el Ciberespacio. Como hemos dicho antes, los niveles de Ciberespacio serán los tradicionales de siempre, con varios objetivos a cumplir y por los que por cada uno de ellos cumplido se nos premiará con una llave de célula, necesarias para conseguir las Chaos Emerald más adelante (que habrá también que buscar). Como habéis podido apreciar, para conseguir unos objetos hacen falta otros, por lo que la dinámica de recolección de objetos es secuencial. Pese a ello, también podremos encontrarlos explorando o eliminando algunos enemigos.
Objetos menos importantes, pero interesantes serán las monedas púrpuras, que servirán para que Big The Cat nos preste su caña para pescar jugosas recompensas, siempre y cuando encontremos el portal al Ciberespacio que nos lleve a donde se encuentra atrapado. Por supuesto, no podían faltar los famosos anillos (rings) con los que nuestra vida no correrá peligro mientras tengamos al menos uno en nuestro poder, además, serán el carburante necesario para mantener la transformación en Super Sonic una vez consigamos reunir todas las Chaos Emeralds.
Las peleas contra los titanes siendo Super Sonic serán de lo más impresionante |
Otro “objeto” que encontraremos serán los simpáticos Kocos, unas criaturas de las islas que tendremos que rescatar e intercambiar al anciano Koco por ciertas mejoras, como más velocidad o aumentar el límite máximo de rings. También habrá un ermitaño Koco que nos aumentará la defensa y el daño de ataque a cambio de unas semillas especiales que iremos encontrando. Los Kocos y su función, así como la inmensa cantidad que hay de estas criaturas, nos recordaran terriblemente a los Kolog, las simpáticas y tímidas criaturas de Zelda: Breath of The Wild así como a los simpáticos Chao en la saga Sonic Adventures.
Sonic junto a una moneda púrpura, un fragmento de recuerdo (corazón) y dos simpáticos Kocos |
En su exploración, el objetivo prioritario de Sonic será buscar a sus amigos, atrapados en el Ciberespacio, pero con quienes podremos conversar si encontramos los suficientes fragmentos de recuerdo que hay por el mapa. Las conversaciones con ellos serán importantes para ir descubriendo más acerca del pasado de las islas y su lore. Como curiosidad, mencionaré que Sega publicó en su canal de Youtube un capítulo de animación protagonizado por el echidna Knuckles donde se explica cómo acabó atrapado en el Ciberespacio (ya que no se encontraba con Sonic y sus amigos cuando volaban a Starfall Islands), capítulo que recomiendo ver.
Todo esto que cuenta Knuckles lo podremos ver en el prólogo que publicó Sega en su canal de YouTube poco antes del lanzamiento del juego |
Como todo buen mundo abierto que se trate, podremos acceder en todo momento a un mapa para consultar nuestra posición o colocar balizas para localizar algo con mayor facilidad. El mapa inicialmente se encontrará vacío, pero iremos encontrando ciertos altares que, tras resolver un sencillo puzle/desafío, cartografiarán zonas periféricas y marcarán puntos de interés (fragmentos de recuerdos de amigos, altares al Ciberespacio, Chaos Emeralds, etc.). Además, también servirán para activar nuevas rutas o atajos. Los puzles/desafíos generalmente serán muy sencillos de realizar y algunos serán algo repetitivos.
El mapa, que iremos descubriendo visitando altares y resolviendo enigmas |
Si os habéis dado cuenta, Sonic Frontiers se encuentra claramente inspirado en Zelda: Breath of The Wild, ya no solo por sus similitudes (los altares serían los santuarios, los colosos a derrotar las bestias divinas, los Kocos serían los Kolog, y más cosas que no queremos contar para no fastidiar las sorpresas), sino también por el profundo y constante sentimiento de abandono y soledad que sentiremos desde el momento en que empecemos a movernos por su primera isla, la cual, da una gran sensación de vacía o “muerta” (algo similar a lo vivido en la tierra de Hyrule tras el cataclismo de Ganon). Este detalle se plasma a la perfección y se ve que no es accidental, ya que los personajes hablan de ello con mucha frecuencia.
Sonic Frontiers también contará con ciclos de día y noche |
El guionista del juego, Ian Flynn, ya comentó en entrevistas que la melancolía iba a ser el eje central de Sonic Frontiers. Para quienes no lo sepan, Ian Flynn, aparte de ser el guionista de Sonic Frontiers, ha sido el principal guionista de los cómics de Sonic publicados en USA, así como colaborador en los que actualmente está editando IDW. Todo esto se hace patente con la cantidad de referencias que hay de otros Sonic en este juego. Flynn también fue el escritor de “Sonic The Hedgehog Encyclo-Speed-ia” libro muy interesante que nunca llegó a nuestro país, y que, si domináis un poco de inglés, recomiendo encarecidamente comprar aquí. Sin duda alguna, uno de los puntos más fuertes del título, y cuyo desarrollo, aunque lento en sus inicios, se irá tornando más y más interesante a medida que avancemos y descubramos más sobre su historia.
Veremos constantes referencias a otros juegos de Sonic, como en este caso, las Mystic Ruins de Sonic Adventures |
Respecto a sus habilidades, Sonic inicialmente podrá correr, lanzarse a toda velocidad activando un boost temporal, así como realizar un doble salto o su característico ataque dirigido. Como novedad, Sonic podrá atacar dando puñetazos y patadas además de con el ataque dirigido. A medida que avancemos en el juego dichas habilidades se verán incrementadas tras ganar experiencia derrotando enemigos y canjeándola en un árbol de habilidades. De este modo, se obtendrán nuevas formas de atacar, técnicas de remate, ataques a distancia, etc. La más novedosa quizás es el cibergiro, con el que al trazar un círculo en el suelo podrá desde romper la guardia a enemigos, a hacer aparecer rings u objetos o diversos efectos más.
El árbol de habilidades dota a Sonic Frontiers de cierto componente de progresión que tienen los RPGs |
Gráficos y sonido
Hasta ahora hemos podido ver las maravillas de Sonic Frontiers, pero llegamos a un truculento tema, ¿qué tal es su apartado visual y sonoro? En cuando al tema sonoro podéis estar tranquilos, Sonic tendrá una banda sonora muy variada y de muy alta calidad. Explorando por las islas iremos acompañados por tranquilas melodías en las que la presencia del piano se hace patente y que remarca aún más el sentimiento de soledad y melancolía, piedra angular del juego. Dicha tranquilidad se verá truncada cuando nos enfrentemos a algún enemigo, pasando a ser mucho más futuristas, rítmicas y “cañeras”. Dicho ritmo cañero se hace patente también cuando estemos jugando un nivel en el Ciberespacio, cuyas aceleradas y trepidantes melodías nos incentivan a correr más y darlo todo como si estuviéramos en una clase de spinning.
El juego está doblado y traducido a varios idiomas, entre los que se encuentra el castellano con el elenco habitual de actores de doblaje característico de cada personaje en anteriores entregas de la franquicia, de modo que, si hemos jugado a aventuras anteriores de Sonic, las voces se nos harán cuanto menos conocidas.
Desafortunadamente el apartado visual no corre tanta suerte como el sonoro, siendo su gran talón de Aquiles (al menos en su versión para Switch). El juego se reproduce a unos 30FPS casi estables pero con alguna bajada puntual, especialmente cuando estemos en una pelea. Dicha bajada no es muy pronunciada, pero sí lo suficiente para que se note a simple vista. No obstante, más allá de la ligera caída de frames, el mayor problema que hay es el terrible popping que sufre. Sonic se mueve a mucha velocidad, y habrá momentos en los que veremos como una plataforma se materializará a escasos metros del erizo. Pese a ello, aunque pueda parecer un problema, y por increíble que parezca, no afecta en absoluto a la jugabilidad. Cuando estamos jugando las fases del Ciberespacio la cosa cambia sustancialmente, ya que corre a las mil maravillas sin sufrir ninguno de estos problemas, por lo que se podría decir que el juego solo cojea cuando estamos en el mundo abierto.
Una de las virtudes del juego son los tiempos de carga, siendo muy rápidos para tratarse de un título de mundo abierto, además mientras está cargando en vez de esperar mirando una pantalla de «cargando» como un tonto podremos practicar las técnicas de Sonic en un completo simulador (y al que por cierto podremos acceder siempre que deseemos en cualquier momento de la aventura).
El popping, el gran talón de Aquiles de un juego casi redondo |
En resumen, Sonic Frontiers a nivel técnico se queda un poco justo para la híbrida de Nintendo, aprobando por los pelos, y decir que en modo portátil la cosa empeora ligeramente, ya que las caídas de frames son bastante mayores y más bruscas, ocurriendo con mayor frecuencia. Aunque se puede jugar perfectamente tanto en modo portátil como en modo dock, recomendamos especialmente este último.
Conclusión
Sega nos presenta una gran aventura para aderezar el 30 aniversario de la franquicia del puercoespín azul. Sonic Frontiers no solo revitaliza la saga, sino que además nos presenta una enorme aventura en la que, literalmente, perderse e investigar es una delicia y cuya conclusión nos llevara entre 25 y 30 horas, tiempo que puede estirarse sustancialmente dependiendo de cuánto hayamos explorado o nos hayamos perdido.
Una aventura divertida y muy recomendable tanto para fans de Sonic como para los que no lo son, que como hándicap tiene que la versión de Switch se queda algo justa a nivel gráfico. No obstante, cumple y se deja jugar sin ninguna limitación fatal que afecte a su jugabilidad e impida su disfrute más allá de lo estético. En cuanto al gameplay, algunos de sus puzles pueden pecar de fáciles o repetitivos, aunque he de admitir que pese a ello me han parecido siempre muy entretenidos y que, a groso modo, son sólo un pequeño aspecto de su jugabilidad. El juego, claramente se ha marcado un muy buen referente en el que inspirarse, Zelda: Breath of The Wild, siendo esto algo no necesariamente malo, al contrario, como siempre he dicho «buenos referentes dan lugar a buenos juegos».
Sonic Frontiers se encuentra ya a la venta desde el día 8 de noviembre de 2022 tanto en formato físico como digital para Nintendo Switch, Playstation 4, Playstation 4, Xbox Series S/X y PC.
Lo mejor
- Los grandes mundos abiertos a explorar
- La banda sonora, tanto en el mundo abierto como en el Ciberespacio
- La historia
- Doblado y traducido al castellano
Lo peor
- El terrible popping que sufre y las puntuales caídas de frames
- Algunos puzles son fáciles y/o repetitivos