¡Vuelve Guybrush Threepwood! El legendario y afamado pirata rey de los ma… Un momento… Creo que no estamos hablando del mismo Guybrush Threepwood que ganó un concurso de escupitajos haciendo trampas y siempre intenta usar el recurso del mono de tres cabezas para distraer su atención y realizar alguna acción deshonesta. Os invitamos a que nos acompañéis en esta aventura «con diez cañones por banda y el viento en popa a toda vela» que supone Return To Monkey Island

30 años para Monkey Island no son nada

Y este retorno (como bien dice el título del juego) no ha sido precisamente fácil, ya que hemos tenido que esperar más de 30 años desde el segundo juego de la trilogía. De hecho, parecía que el secreto de Monkey Island se iba a quedar en la cabeza de Ron Gilbert, el alma mater de esta trilogía que comenzó a gestarse a finales de los años 80 y que aupó a la cúspide a una de las más importantes desarrolladoras de la historia de los videojuegos.
Así comenzó todo… Y así ¿finaliza?

La historia de la Lucasfilm Computer Division (aunque muchos de vosotros la conoceréis por Lucasfilm Games o Lucas Arts) es una historia de llena de anécdotas, casualidades y muchísimo talento que se ha convertido con el paso de los años en leyenda. Y es que si los impuestos no le hubieran obligado al bueno de George Lucas a crear esa división de computadoras para dedicarse a los efectos especiales de sus películas y a desarrollar videojuegos, no hubiéramos podido disfrutar de las obras de un par de compañías «poco conocidas» como Pixar y Lucas Arts.

Lo cierto es que George Lucas nunca estuvo especialmente interesado en lo que hacía esta división de Lucasfilm y las únicas prerrogativas que les dio es que hicieran cosas innovadoras pero rentables… Y que nunca hicieran juegos de Star Wars (cosa que como podréis deducir era más flexible de lo que parecía).

Lo mismo algún día lo encuentra y todo

Como podéis imaginar, hace 40 años no se disponía ni de la tecnología, ni de las referencias adecuadas para poder desarrollar videojuegos que fueran innovadores y engancharan al gran público (que por aquel entonces consideraban los videojuegos como algo creado por el mismo demonio). Dicho esto, tampoco existían demasiados programadores en el mundo que se sintieran atraídos por este mundillo y al principio la sección de juegos de la Computer Division tuvo que esforzarse para encontrar a los elementos adecuados que permitieran empezar a crear sus propias obras.

De este casting tan particular surgieron figuras como Brian Moriarty (Loom), Tim Schafer (creo que no necesita presentación), Ron Gilbert (The Secret Of Monkey Island 1 y 2) o Dave Grossman (Day Of The Tentacle).

Brian approves this

Y precisamente, uno de esos nuevos talentos que hemos mencionado, el «gruñón» de Ron Gilbert, fue el que empezó a diseñar uno de los juegos que gran parte de la crítica y público consideran como el mejor videojuego de todos los tiempos, The secret of Monkey Island. La historia de este juego surgió de la gran fascinación que sentía Gilbert por las historias de piratas y de hecho el primer borrador del guion estaba inspirado en la novela de Tim Powers «En costas extrañas».

De aquel primer borrador, con un tono más serio, a lo que finalmente disfrutamos hay un trecho y la influencia de aquel equipo de lujo que le acompañó en esta aventura como fueron Tim Schafer y Dave Grossman. Cuenta la leyenda que incluso Orson Scott Card ayudó a escribir algunos de los insultos que tan celebre hicieron al juego en uno de los momentos más hilarantes del mismo. 

Publicidad veraz

Lo que vino después de la salida al mercado de este juego fue una auténtica locura para aquella época consiguiendo que se portase a varias plataformas, además de comenzar la carrera para ir sacando una tras otra obras maestras como «Day of the tentacle», «Indiana Jones and the fate of Atlantis», «Sam & Max», «The dig», «Full throttle» o evidentemente la segunda parte de Monkey Island.

Por desgracia, el tiempo pasaba y aquello que iba a ser una trilogía nunca llegó a concretarse… Aunque algunos hablen de una serie de juegos que lo continuaron, pero de cuyo nombre casi ni quiero acordarme. Tristemente, a principios de los 2000 el rumbo de Lucas Arts cambió para orientarse a desarrollar juegos cada vez de una calidad inferior ya sin varios de los miembros que la hicieron brillar en la década anterior.

Hay cosas que nunca cambian (por suerte)

Por eso parecía que nunca íbamos a poder disfrutar del final de esta trilogía pirata y de ahí la sorpresa de la comunidad videojueguil al recibir de forma totalmente inesperada el anuncio del desarrollo de Return to Monkey Island. Y os voy adelantando que es todo un regalo para los fans de la saga y sobre todo un brillante ejercicio de cómo construir un juego que va a satisfacer a cualquiera que se ponga a sus mandos aunque no sea un gran aficionado al género de la aventura gráfica.

Por fin… ¿por qué esta vez si que vamos a saber el secreto, verdad?

Un par de tibias y una jarra de grog

¿Y qué nos vamos a encontrar en esta nueva aventura de Guybrush Threepwood, Le Chuck, Elaine y el resto de la comunidad pirata? La repuesta es sencilla a la vez que reconfortante… Lo mismo de siempre pero mejorado. No vais a encontrar un juego innovador con respecto al resto de juegos del género, pero sí que vais a encontrar un producto redondo donde los puzles, los diálogos, la exploración y el argumento se combinan a las mil maravillas para que nos centremos en disfrutar de la experiencia.
Ningún menor ha bebido alcohol durante el desarrollo de este juego

El argumento conecta directamente con el final del segundo juego de la trilogía… Aunque parezca difícil continuar la historia teniendo en cuenta el final tan rocambolesco que nos regaló Ron Gilbert hace 32 años. Como en Chicas Gamers no somos fan de los spoilers, os podemos decir que al principio de la historia se explica perfectamente qué ocurrió al final del segundo juego y cómo Guybrush se embarca en una nueva aventura…

¿O deberíamos decir que cuenta cómo se embarcó en la aventura definitiva para descubrir el secreto de Monkey Island? En cualquier caso, y si no has jugado a los dos primeros juegos o tu memoria no es tan buena como antes, tienes a tu disposición un pequeño resumen de la historia hasta ahora en el menú de inicio del juego.

Un momento… ¿Y estos niños?

En todo caso, el juego vuelve a ponernos a los mandos de Guybrush mientras retoma el contacto con todos sus antiguos amigos y por supuesto vuelve a antagonizar con el famoso pirata zombi Le Chuck. Nuestra primera misión de hecho será la de colarnos en el barco de Le Chuck que sale otra vez de expedición para conseguir por fin el secreto de Monkey Island.

Una vez que conseguimos colarnos en su barco a la manera «Guybrush» y llegamos de nuevo a la isla más famosa de los videojuegos, acabamos descubriendo que el secreto en realidad estaba más cerca de lo que parecía y alcanzarlo es tan «sencillo» como conseguir un numero determinado de llaves. Ya os voy adelantando que vais a tener que dar unas cuantas vueltas por el mar Caribe antes de poder acceder a ese secreto y Guybrush no es conocido precisamente por su buena suerte.

Marrón y por una tubería…

Para esta nueva aventura dejamos atrás el mítico motor SCUMM y se adopta una aproximación mucho más moderna y simplificada. Los escenarios y los personajes van a ocupar toda la pantalla y el movimiento del personaje se realizará con nuestro ratón mientras que el acceso a nuestro inventario o lista de tareas se hará a través de nuestro teclado o ratón.

Pero no os preocupéis, ya que el juego está perfectamente adaptado a un mando como he podido comprobar en la Steam Deck. Mientras nos movemos por el escenario se van a ir resaltando los puntos de interés donde podemos realizar acciones (coger un objeto, observar algo, etc.). Y por supuesto, vamos a contar con un inventario en el que se irán almacenando todas los objetos (a veces aparentemente inútiles) que consigamos. 

Algo me dice que esto no va a acabar bien…

Con este sencillo interfaz vamos a poder ir recorriendo todos los escenarios del juego que se irán desbloqueando poco a poco en función del progreso que vamos haciendo. Este progreso va ir ligado a la resolución de los diferentes puzles que nos vayamos encontrando y basados en las tareas que el propio juego nos va indicando. La lista de tareas es una estupenda idea para permitir que el jugador no se sienta perdido y a la vez permite volver a retomar el juego después de un tiempo

Odio los deberes

Y llega el turno de hablar de los puzles, que quizás es el elemento que más podría provocar cierto rechazo por los jugadores por su dificultad. Return to Monkey Island nos plantea la posibilidad de comenzar bajando el nivel de dificultad de los mismos o bien jugar la experiencia para aventureros acérrimos que no le tenga miedo a nada. En cualquiera de las dos opciones, la tónica se repite y siempre son lógicos y nos requieren un cierto esfuerzo que será muy satisfactorio una vez los resolvamos.

Y si te atascas no debes preocuparte, ya que los desarrolladores han incluido un libro de pistas para guiarte en esos momentos de bloqueo… Y así evitar que te destripen cosas de la historia que puede que no hayas vivido todavía.

Nunca infravalores a tu enemigo

Otra de las novedades jugables de Return to Monkey Island es la inclusión de un libro de pegatinas con preguntas de trivial relacionadas con la saga y con sus desarrolladores. Estas pegatinas están distribuidas por todos los escenarios del juego y pueden poner en más de un apuro incluso a los más conocedores del título. No aportan nada a la historia, pero es un pequeño desafío más para los que quieran completar el juego al 100%. 

Esta respuesta va a cargo de la casa
El mono de tres cabezas

Aunque parezca increíble, no todo fueron alabanzas y felicitaciones a Ron Gilbert y compañía cuando se realizó el anuncio del juego. Sobre todo porque las imágenes que se utilizaron para promocionarlo tenían un aspecto gráfico muy diferente del utilizado por los dos primeros juegos. El estilo de los personajes similar al de sus versiones en marioneta no acababa de gustar a todo el mundo. Sin embargo, os puedo afirmar que debéis quitaros todos esos prejuicios de encima y disfrutar de esta obra plenamente.

Las animaciones y el diseño de cada uno de los personajes y elementos que vemos en pantalla está lleno de detalles, color y personalidad a raudales. Además, al no contar con Steve Purcell en el apartado visual se entiende perfectamente que los desarrolladores hayan preferido romper con ese aspecto visual de las dos primeras aventuras que tiene influencias de Tearaway (no en vano Rex Crowle fue el artista detrás de ese juego).
¿Tanto se nota?

Lo que no cambia con respecto a treinta años atrás es la colaboración del veterano Clint Bajakian, que imprime a la banda sonora del juego de una familiaridad que gustará a los que disfrutaron de los dos primeros juegos. Eso sin contar que seguimos contando con los mismos dobladores para Guybrush y Elaine por ejemplo, haciendo que la experiencia sea continuista a pesar de estar viviéndola más de 30 años después. Eso sí, no está doblado al castellano (como ya ocurría con los dos juegos previos) pero sí que cuenta con una traducción (maravillosa) de todos los textos a nuestro idioma y por supuesto a varios idiomas más.

La vida sigue igual 

Conclusión

Este juego es un regalo en todos los sentidos para los que aman los videojuegos y disfrutaron de esa época dorada de las aventuras gráficas en las que compañías como Sierra o Lucas Arts empezaron a definir como debían ser los videojuegos. que gente como Ron Gilbert, Dave Grossman o Clint Bajakian sigan teniendo ganas de ponerse manos a la obra y crear videojuegos aún a pesar de llevar más de 30 años en la industria, es motivo de regocijo para todos aquellos que queremos a este arte (sí, arte).
Si eres un gran fan de las aventuras gráficas este es el juego que estabas esperando desde hacía mucho tiempo (literalmente). Pero si no lo eres y nunca has jugado una aventura gráfica es el momento de que cojas tu teclado o ratón (admitimos mando también cómo dispositivo de control) y disfrutes durante unas 10 horas aproximadamente de una de las mejores experiencias videojueguiles de los últimos años… avisados quedáis grumetes.
Return To Monkey Island está disponible desde el 19 de septiembre en Nintendo Switch y PC (Steam).

Lo mejor

– Los diálogos ácidos e ingeniosos… Que muchas veces no llevan a  ningún sitio
– Recuperar a unos personajes tan carismáticos y entrañables tantos años después
– Los puzles, aunque son difíciles en algunos casos, son todos lógicos y bien diseñados
– La interfaz de usuario limpia y fácil de usar para centrarse en la exploración de los escenarios

Lo peor

– Que no sepamos cuándo vamos a poder volver a disfrutar del trabajo de un equipo tan mítico de desarrolladores
Este análisis se ha realizado en dos equipos con las siguientes características:
Portátil MSI GE75 Raider 8SE
– Sistema Operativo: Windows 11
– Procesador: Intel Core i7-8750H CPU @ 2.20 GHz
– Tarjeta gráfica: Nvidia GeForce RTX 2060
– Memoria RAM: 16 GB
Steam Deck (Modelo de 512 GB)
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Miembro de la Orden Jedi dispuesto a perderse en mundos virtuales desde que tiene uso de razón. Cuando tengo tiempo libre me dedico a disfrutar de una cantidad ingente de pasiones que van desde los comics a la música clásica pasando por las series de más rabiosa actualidad.

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