Tortugas Ninja (Ninja Turtles) – El fenómeno de los 90s y sus videojuegos

Corría el año 1984 cuando dos artistas, Kevin Eastman y Peter Laird, decidieron crear un cómic que homenajeaba y parodiaba a partes iguales diversas obras de Frank Miller. Las referencias a obras de Miller como Ronín, Daredevil y Elektra eran patentes: un origen similar al de Daredevil (productos radiactivos vertidos directamente sobre el protagonista y que le conferían habilidades sobrehumanas), artes marciales, un clan ninja enemigo de los protagonistas (solo que el de Daredevil se llama «clan de la Mano» y este es el «clan del Pie»), y diversas referencias más, hacían pensar que, más que un homenaje/parodia, era una loca idea producto de una noche de borrachera, la serie se llamaría «Teenage Mutant Ninja Turtles«.

La obra narra las aventuras de unas tortugas mutantes a consecuencia de un mutágeno y de cómo luchaban por el bien desde las sombras. Para ello, hacían uso de las artes marciales que aprendieron a través de su mentor, una rata también mutada y de nombre Splinter, también conocido como maestro Astilla. Aunque absurda, la idea cuajó sorprendentemente bien entre el público, de forma que cosechó un gran éxito, el cual, no fue nada esperado por el dúo de dibujantes, quienes no tenían ni idea de lo que habían creado y de en lo que se iba a convertir.

Y es cuando llegamos al año 1987, año que, coincidiendo con el final de la serie de cómics original, daba origen a la famosa serie de animación que dotó a la obra de la fama mundial que haría que todos quisiéramos saber más de Leonardo, Raphael, Michelangelo y Donatello, nacía la serie de dibujos Teenage Mutant Ninja Turtles. El éxito no se hizo esperar, todo el mundo quería tener merchandising de nuestros héroes: muñecos, posters, álbumes de cromos e incluso videojuegos.

Hay que decir que la serie de dibujos introdujo un montón de cambios en la obra original, siendo el más notable la reducción de la violencia respecto al cómic, algo lógico debido a que era un programa dirigido a los niños. Y hablando de violencia, mencionar que fuera de USA, especialmente en Europa, la serie tuvo gran cantidad de censura, comenzando por el título, pasándose a llamar Teenage Mutant Hero Turtles (sustituyendo la palabra «ninja»), o recortando casi en su totalidad las escenas en las que Michelangelo esgrimía sus nunchakus (se ve que por aquel entonces unos nunchakus estaban peor vistos que unas espadas o unos cuchillos…). La serie tuvo muchísimo éxito, llegando a crear 193 capítulos repartidos en 10 temporadas (1987-1996).

En 1990 se estrenó en el cine un largometraje de acción real (live action) basado en los populares personajes. La película cosecho un enorme éxito y contó con dos secuelas más que no tuvieron la fuerza de su predecesora, pero sin llegar a ser malas películas. El film, bebía mucho de la obra original, cosa que a muchos niños, entre los que me incluyo, dejó muy desorientados, debido a que era una historia y un ambiente muy oscuros y casi pesimistas (comparado con los dibujos animados). En la película se sustituyó la palabra COWABUNGA por DE PUT& MADRE (aún recuerdo la mirada de mi padre cuando la dijeron mientras la veíamos).

Aparte, hubo varias películas y series adicionales (unas live action y otras de animación). Estas últimas, aunque no cosecharon el éxito de la original, demostraban que aún había fans que se resistían a olvidar a sus personajes favoritos. De por medio, por supuesto, no podían faltar los videojuegos, en cuyo catálogo hay gran cantidad. Hoy vamos a hablar de los juegos centrados en los personajes basados en la obra y la serie de dibujos original.

La primera consola en dar el pistoletazo de salida fue la incombustible NES. En mayo de 1989, Konami se hizo con los derechos de nuestros héroes a nivel de videojuegos, lanzó un juego de acción que mezclaba plataformas con fases de exploración en vista cenital. El juego nos permitía controlar a cualquiera de las cuatro tortugas, cada una con su característica arma a través de una gran cantidad de fases que prácticamente eran una una fotocopia de la otra. ¿El objetivo? Rescatar a la reportera April, al maestro Splinter y derrotar al malvado Shredder (¡casi nada!). El juego cuenta con una fase de buceo que pasará a los anales de la historia como uno de los niveles más puñeteros de los videojuegos (con permiso del nivel de la moto de los Battletoads).

Y como el éxito del primer videojuego no se hizo esperar, Konami, a la par que se frotaba las manos, lanzó en noviembre del mismo año y para los salones recreativos el arcade de Teenage Mutant Ninja Turtles. En esta ocasión, la acción se trasladaba en forma de un frenético Beat´em Up en el que su mayor novedad era la posibilidad de jugar en un multijugador local de hasta 4 jugadores (¡algo muy raro para la época!).

La historia no es que difiriera mucho de su primer videojuego: April y Splinter secuestrados (¡para que luego digan que no había igualdad en 1989! XD) y las tortugas salvando el día derrotando al malvado Shredder. El juego contó con un port muy modesto para NES.

El arcade gozó de gran éxito y Konami, que no era tonta, y al ver que los fans pedían más, lanzó en 1991 su secuela y lo que seguramente sea el mejor título de la franquicia (al menos para los fans): Teenage Mutant Ninja Turtles: Turtles in Time (1991). En esta ocasión, el arcade se portó para Super Nintendo un año después, cosa que permitió a los fans disfrutar de nuevo de las aventuras de sus héroes en el ámbito doméstico y así expandir la franquicia a nuevos horizontes. Dicho port es muy similar al original salvo por algunos cambios, como el uso continuado del modo-7 de Super Nintendo y el cambio de unos jefes por otros.

Una versión intermedia de ambos arcades fue lanzada para Sega Megadrive, llamada Teenage Mutant Ninja Turtles: The Hyperstone Heist (1992). La mayor novedad que podías encontrar en este juego es que, por primera vez, las tortugas podían correr y realizar un ataque en carrera a lo largo de los 5 niveles que componen el título. Este juego, muy querido por los fans, es el único que hubo para la consola de Sega (algo parecido que lo que pasó con la saga Castlevania en Sega, ¿será que Konami les tenía manía?).

En 2009, Ubisoft se animó a lanzar para Xbox 360 y PlayStation 3 un remake 3D del título más querido por los fans, llegaba Teenage Mutant Ninja Turtles: Turtles in Time Reshelled, pero esta vez solo para el mercado digital. El juego contaba con una mayor diferenciación entre los héroes, ya que, en esta ocasión, cada uno contaba con sus propias estadísticas. Aunque el juego no estaba mal, ya sabemos qué ocurre cuando tocas algo muy querido por el fandom, que éstos lo acribillan a críticas negativas, de forma que pasó sin pena ni gloria, de hecho más pena, ya que debido a dichas críticas se retiró del mercado tan solo 3 años después de su lanzamiento (2011), puesto que Ubisoft decidió no renovar la licencia, imposibilitando de esta forma al jugador actual de su disfrute sin hacer uso de técnicas de emulación.

El tercer título en debutar en el mundo de los videojuegos fue Teenage Mutant Ninja Turtles: Back from the Sewers en noviembre de 1989 para la portátil Game Boy. En esta ocasión controlaremos a uno de nuestros héroes a elegir en una aventura de acción y plataformas con desplazamiento horizontal. La mayor característica del título es, sin lugar a dudas, los sprites grandes y bien definidos con que contaba. Una aventura que, si somos un poco mañosos, podremos acabar en sólo 90 minutos. Curiosamente, este juego fue el tercero de la trilogía para Game Boy en llegar a Europa, ya que no lo hizo hasta… ¡Mayo de 1992! (casi tres años más tarde).

Una segunda (o primera parte, depende de en qué continente nos encontráramos), llegó en agosto de 1990 con Teenage Mutant Ninja Turtles: Fall of the Foot Clan. En esta ocasión, el juego tenía gráficos muy simples, pero con sprites grandes (aunque no tan bien definidos como en su predecesor), notándose que se programó con muy pocas ganas, ¡tan pocas que decir que se puede acabar fácilmente en tan solo 35 minutos! (¡pagar 4000 pesetas de las de entonces para eso! ¡A 100 pesetas el minuto oiga! XD).

En noviembre de 1993 llegó seguramente el mejor título de las tortugas para la portátil de Nintendo, Teenage Mutant Ninja Turtles III: Radical Rescue. Konami, dispuesta a innovar y cambiar la fórmula de los anteriores títulos, realizó un, como su título indica, cambio «radical». En esta ocasión, controlaremos inicialmente a Michelangelo, quien tendrá que ir rescatando a sus hermanos del interior de un laberinto al más puro estilo Metroidvania. Para ello, habrá cantidad de backtracking una vez rescatemos a uno de nuestros hermanos, ya que cada uno contará con habilidades únicas que les permitirá acceder a nuevas zonas, como realizar agujeros verticalmente, planear, escalar paredes o hacerse bola al más puro estilo Metroid (aunque en esta ocasión metiéndose dentro del caparazón).

Como todos sabemos, Street Fighter II debutó en 1991 y fue un juego que lo revolucionó todo, especialmente las tendencias en videojuegos. Si bien antes los juegos más populares eran los Beat´em Up en plan «todos contra el barrio», en ese momento lo eran las peleas 1 vs 1: Street Fighter, Art of Fighting, King of Fighters o Mortal Kombat son algunos ejemplos. Las tortugas se encontraban en un gran dilema, adaptarse o morir. Es por ello que Konami se animó a desarrollar en 1993, Teenage Mutant Ninja Turtles: Tournament Fighters para Nes, Super Nintendo y Sega Megadrive.

Pese a tener el mismo nombre, se tratan de juegos muy diferentes dependiendo en qué plataforma lo juguemos. Saltará a la vista desde un primer minuto ya sólo viendo la plantilla de personajes y jugabilidad. Por poner un par de ejemplos, mientras que en la versión de Super Nintendo hay que rescatar a April O´Neil y a Splinter (a estos dos los secuestran más que a la princesa Peach) y que solo se puede jugar con las tortugas en el modo historia; en la versión Megadrive, April pasa a ser personaje seleccionable, el objetivo del juego será destruir los malvados clones de los protagonistas creados por Krang y además, podremos jugar con cualquiera de sus personajes en modo historia.

El juego de Super Nintendo fue alabado por las críticas, mientras que su homónimo de Megadrive recibió críticas mixtas. En cualquier caso, resultó ser un título muy divertido de jugar, notándose que se desarrolló con ganas, gozando de gran calidad y llegando a convertirse en un juego cuya adquisición se volvió algo casi obligatorio en esa generación. Como curiosidad, ambas versiones contaban con personajes nuevos creados en exclusiva y únicamente para ese título (vamos, que no se han vuelto a ver), y Aska, personaje creado para Super Nintendo, fue votado en diciembre 1993 como el 4º mejor personaje femenino en un videojuego de peleas por la revista Electronic Gaming Monthly.

En el año 2003, las tortugas ninja sufrieron un importante lavado de cara. Los personajes fueron dotados de unas personalidades mucho más diferenciadas, además de un nuevo origen mucho más fiel al cómic original. Por ejemplo, ahora Splinter, al igual que en el primer largometraje, en lugar de ser Hamato Yoshi transformado en rata gigante por el mutágeno, ahora era la mascota del susodicho. También notamos la ausencia de los antagonistas principales de la serie de los 90s, como lo son Krang, Rocksteady, Bebop y Casey Jones, personaje secundario en la serie original, ahora cobraba gran importancia.

Años después, concretamente en 2021, también hubo otro reboot a nivel de comics de mano de IDW, ahora incluyendo tema de reencarnaciones de vidas pasadas del Japón feudal y de venganzas en el tiempo. La serie está actualmente en publicación y recuperó tanto los personajes de la serie original del cómic como los de la serie original de animación, teniendo muy buena crítica y aceptación por parte de los fans.

Pero todo esto es algo de lo que hablaremos más adelante…