Tras haber afilado bien las estacas y llenar unas botellitas con agua bendita, nos acercamos a disfrutar de la siguiente película de superhéroes de Sony Pictures: Morbius (2022). Dirigida por Daniel Espinosa y protagonizada por Jared Leto y Matt Smith, entramos dentro del mundo de Spider-Man para conocer a uno de sus antagonistas, propiciando la llegada del universo vampírico a las películas Marvel (aunque con sus sutiles diferencias con la criatura mitológica).

Morbius (2022) se estrenará el día 1 de abril de 2022 exclusivamente en cines. ¿Qué sensaciones ha transmitido? ¿Salimos de la sala con la sangre helada o drenada? Veamos su resultado.

El señor murciélago de Sony/Marvel

Ya lo he mencionado antes, pero no está de más repetirlo para los que desconozcan el dato: Morbius es un personaje nacido en los cómics de Spider-Man como un villano, pero que ha ido evolucionando a lo largo de los años moviéndose en la fina línea que separa el bien y el mal. Aprovechando la corriente de crear películas basadas en los villanos del superhéroe, Venon (2018) y Venon: Habrá matanza (2021), y preparando el terreno para dar forma a su propio universo, se lanzan a la aventura de traernos los mordiscos de Drácula.

El inicio de la película nos pone en la piel de Michael Morbius, un niño griego con una afección de la sangre desconocida. Para poder sobrevivir, vive en la clínica de Emil Nikols -Jared Harris-, donde conoce a Lucien, un niño con similar enfermedad. Debido a que es superdotado, lo envían a estudiar medicina a EEUU, donde se doctora a los 19 y gana el Premio Nobel por sus investigaciones sobre la sangre y por la creación de la sangre artificial. 

La investigación del Doctor ha dado buenos resultado en la investigación de la sangre,
pero todavía no tiene la cura para sus problemas

Los años han pasado y la enfermedad sigue su curso. Lucien -Matt Smith-, llamado Milo como apodo, es el benefactor de las investigaciones de Michel -Jared Leto-, permitiéndole continuar los ensayos con sangre de vampiro (el animal). Es aquí donde dará comienzo su salvación, pero también iniciará su maldición. El camino entre lo moral y lo inmoral es solo una línea que se puede cortar de un mordisco.

El inicio de la película se aposenta en el esquema formulaico de los superhéroes, contando ese origen que le hace tener los poderes que presenta dentro de la historia. Este se asemeja al narrado en las viñetas, alejándose de ese elemento sobrenatural propio de las historias del Romanticismo y acercándolo al origen científico. Y, aunque esta primera parte es lenta, los verdaderos problemas no están en ella, sino en el nudo y desenlace de la cinta.

Aquí hay que apuntar hacia una dirección: el guion escrito por Matt Sazama y Burk Sharpless. Acabado ese primer acto pasamos a otro en el que se van juntando diferentes escenas donde las conveniencias actúan para que la trama no se quede estancada o que el personaje no pueda llegar al siguiente punto. Y es una pena, porque la idea de trabajar un poco el terror le habría venido bien a esta película, además de explorar esa faceta psicológica tan rica que debe quedarle a una persona cuando se convierte en un vampiro y tiene que controlar sus instintos. Y creo que ese debía ser el planteamiento inicial, pues el avance lento de muchas secuencias y las pausas me hacen pensar que querían darle ese descanso para mostrar esa dualidad, pero no acaba de concretarse en ninguna escena.

El origen del villano encaja dentro de la trama, pero no acaban de quedar claras sus intenciones y motivación, quedando simplemente como el malo, por lo que pronto encontraremos un choque con el protagonista en el que nos venderemos a la acción. Y con esto llegamos a un enfrentamiento final donde una nueva conveniencia salva al protagonista, entregándonos, eso sí, una escena vistosa con efectos muy logrados.

Una caricia a cámara lenta en cara antes de irte a dormir… para siempre.

Pero como digo, esto son errores de guion que acaban escalando y permitiendo que escenas con potencial acaben sin fundamento por el poco sustento narrativo. Daniel Espinosa entrega unas secuencias interesantes, con momentos de acción trepidantes donde el caos de los golpes es proporcional a la velocidad de los contendientes (abusando de escenas a cámara lenta para detallar). Y tengo que decir que, salvando distancias, la mayoría son disfrutables, por lo que reitero el problema de la trama.

Sin embargo, tenemos escenas post-créditos que permiten trazar una línea hacia el futuro sobre el destino de este personaje.

Un elenco digno, pero no aprovechado

Desde el inicio de la producción tenía una cosa clara, Jared Leto encajaba perfectamente dentro del papel de Michael Morbius. Su físico y sus dotes auguraban una buena actuación pues, aunque lo habíamos visto en el desastroso Escuadrón Suidida (2016), ya había destacado en películas como Dallas Buyers Club (2014) o en los videoclips de su grupo 30 Seconds to Mars. Y lo ha hecho, su Michael es la primera interpretación del vampiro en los cines y la realiza con soltura.  Destaca en su etapa temprana, donde los problemas de movilidad de obligan a más ejecución actoral.

La evolución del personaje es más que destacada, pero sus motivaciones quedan en el aire.

Mismo caso refleja el Lucien/Milo de Matt Smith. En este caso podemos notar en él más evolución que su contraparte, pues pasa de una timidez a un desborde de energía en una secuencia que me gustó bastante. A partir de ahí se mantiene digno en todo momento, acusando esas escenas en las que el CGI se lleva todo el protagonismo.

A mayores tenemos a Adria Arjona, a la que ya vimos en la serie True Detective (2015), defendiendo el papel de Martine Bancroft. Doctora ayudante de Morbius y, en un inicio, desconocedora de las investigaciones con murciélagos, se convierte en su apoyo según avanza la cinta. Como muchos sabrán por los cómics, es el interés romántico del protagonista, pero esa relación parece poco desarrollada. Aun así, si llegan a hacer secuela, espero que desarrollen mejor al personaje, porque puede ser interesante.

No le tengo miedo a la luz, no soy de esos vampiros.

Entre las actuaciones restantes destacaré a Jared Harris -Emil Nikols- como el doctor que ayudó originalmente a Lucien y Michael, pero quedando bastante desaprovechado en la trama. Por otro lado, Tyrese Gibson introduce al agente Simon Stroud en las películas, entregando escenas divertidas junto a su compañero. A Adrian Toomes -Michael Keaton- (no es spoiler porque sale en el tráiler) solamente aparece para levantar el futuro de la saga y dar ganas de más (aunque espero que con otra narrativa).

Pero… ¿es bonita?

Cuando hablamos de este nivel de producción y presupuesto, lo mínimo que podemos pedir es que el acabado técnico esté a buen nivel. Todo el diseño de vestuario se encuentra bien escogido, encontrando piezas que encajan dentro de la peculiaridad de cada personaje. Además, la selección de colores ayuda para la identificación (esto lo digo principalmente por el color morado de Morbius).

La ecolocalización tiene un efecto interesante de ver cuando se representa.

Aun así, cuando nos adentramos dentro del apartado del CGI y de los efectos, nos encontramos con bastante dualidad. La representación de los poderes de Michael se encuentran entre lo más destacado de la cinta, sobre todo la ecolocalización, pero encuentro cierto exceso en los momentos de movimiento. Con los rostros, el problema depende mucho de las escenas. Hay momentos en los que las caras «vampirizadas» están logradas y producen terror, pero hay otros en los que el rostro te genera esa inquietud al ver algo extraño. ¿Y sobre la música? No destaca en ningún momento.

Conclusión

Hace unos días hablaba con un compañero sobre que el dinero no asegura el éxito de las producciones, hay películas que no llegan a un buen nivel hayan costado lo que hayan costado. Morbius se encuentra en ese filo en el que un error en una de sus partes puede costarle el completo. Con un guion perezoso, demasiado ajustado a los clichés y conveniencias, entrega el origen de un anti-héroe con el que esperan hacer saga de películas. Presenta un inicio prometedor que descarrila totalmente en la segunda parte y no es capaz de levantarse hasta los créditos (a buen entendedor…). Sus aspectos técnicos son justos, aunque no acaban de destacar para justificarla como un buen producto. Los actores se entregan a sus papeles, pero se encuentran con el problema de los plano de sus personajes. Una pena.


Morbius sale en cines el próximo 1 de abril de 2022 en los cines españoles. 
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De tierras gallegas con un lacón bajo el brazo. La vida frente a la pantalla me entregó unas gafas con las que veo en 8K. Me gustan las cosas bien narradas, sean del formato que sean. Mis estanterías están a rebosar de juegos, libros, miniaturas...

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