Título crítica Malnazidos

¡Con los zombis nos hemos topado! Llegamos armados al pase de prensa ante el temor de que nos asalten los muertos vivientes que pueblan la película Malnazidos (2022). Javier Ruiz ya es un viejo conocido de la dirección de películas y comparte ese puesto con Alberto de Toro, más identificable por su faceta como montador en multitud de películas. El guion, basado en la obra Noche de difuntos del 38 (2012) de Manuel Martín, está escrito por Jaime Marqués, Alberto Fernández y Cristian Conti. Se nos presenta una historia donde se incluyen las terroríficas criaturas antropófagas en medio del conflicto que dividió un país. ¿Conseguirá convencer a los espectadores? ¿Será suficiente la amenaza zombi para unir a los dos bandos?

Malnazidos sale en los cines españoles, tras varias modificaciones de fechas, el próximo día 11 de marzo de 2022. ¿Qué tal ha salido? Vamos a verlo.

El terror de la guerra y el terror en la guerra

«¡Viva España!» «¿Pero qué España? ¿La tuya o la mía?» 

Los ecos del conflicto que enfrentó a hermanos y vecinos a principios del siglo pasado todavía resuenan en las voces de algunos integrantes de la sociedad. Esa lucha fratricida abrió heridas que muchos no han cerrado, por lo que siempre es un terreno pantanoso sobre el que andar. Aquí la guerra sirve de marco y de contexto, pero, lejos de afectar incidiendo en las decisiones, se sirve para presentar dos bandos que han de entenderse ante una amenaza que no entiende de colores.

Nos encontramos en el valle del Ebro en 1938. Jan Lozano, capitán en el ejército nacional, es enviado a una misión que consiste en llevar un mensaje a un campamento amigo que se encuentra tras «tierra de nadie». Junto a Decruz, el conductor, son capturados por un pequeño grupo republicano mientras investigaban un avión abatido camino a su destino. Es entonces cuando les estalla el ataque zombi en la cara. Inicia aquí un camino de aceptación en la que ambas facciones tendrán que colaborar para intentar sobrevivir y descubrir el origen del problema. 
El inicio entre futuros compañeros es amor puro y duro

Aunque por su descripción pudiéramos pensar que estamos ante una película bélica, nos encontramos en algo más cercano a la comedia de terror, juntando momentos de gracia con otros donde la tensión está presente en forma de devoradores. El ritmo, pausado en los momentos en los que buscan el diálogo de las partes, se acrecienta con la aparición de las criaturas (aunque hay instantes donde la fluidez se corta, sintiéndose irregular y llevando al espectador a despegarse de la pantalla). El humor está bastante logrado con algunas escenas que buscan la carcajada fácil del espectador: del mismo modo que Ocho apellidos vascos (2014) se valía de las diferencias culturales entre vascos y andaluces, aquí tenemos pensamientos cruzados que se exaltan. Y, ojo, en ocasiones lo consiguen. 

La historia, muy inteligentemente, se aleja del gran conflicto para centrarse en lo pequeño, una trama ligera que sirva para disfrutar en la hora y cuarenta minutos que dura la cinta. No se trata de enjuiciar a unos u otros, aquí hay malos por encima de ellos. Aun así, no evitan la mención humana y reflexionan sobre una guerra que enfrenta a hermanos o conocidos donde, al final, todos pierden.

Combatientes combatidos

Evitando la epicidad y los grandes combates que les haría contar con grandes nombres, la cinta se centra en un grupo de combatientes de distintas ideologías, siguiéndoles en la evolución que desarrollan al luchar juntos frente al mal que les acecha. De este modo, los protagonistas son humanos que están haciendo lo que consideran necesario para poder sobrevivir a la situación que les ha tocado vivir (algunos con justificaciones ridículas). La mayoría de ellos están estereotipados, algunos con apodos que los definen, pero llegan a sentirse interesantes al aportar una diversidad que permite, en los momentos de reflexión, aportar un sentimiento de colectividad frente al enemigo. Forzados, eso sí, los intentos de romance de la película, destacando el existente entre los personajes de Aura Garrido -Matacuras- y Miki Esparbé -Jan Lozano.
¡El «escuadrón suicida» a la española!

Todos los actores cumplen en mayor o menor medida con su cometido, destacando el ya mencionado Miki Esparbé, Dafnis Baldus -como el comisiario- o Álvaro Cervantes -Mecha-, entre otros. Queda más deslucida la monja de María Botto, cómica en sus aportaciones, pero falta de definición. Impone, ya no solo por su planta y altura, Francisco Reyes, comandante de las SS.

Buen arte al servicio del conflicto

Los desafíos son muchos a la hora de desarrollar una trama histórica con zombis. No solo tienes que buscar recrear el escenario de la manera más correcta posible, sino que tienes que lograr que tus muertos vivientes se sientan, de alguna manera, vivos.

La mayoría de los escenarios que aparecen en la película son zonas boscosas y verdes de Cataluña, que aportan ese concepto de guerrillas, pero es cuando entran en la base nacional cuando destaca el trabajo de recreación. Ya no solo la creación de parapetos, motos antiguas o coches, si no la aparición de trenes de la época. El vestuario iguala este detallismo con ropajes característicos para cualquiera de los bandos (incluso los nazis), aportando ese elemento visual que hace que, de un simple vistazo, seas capaz de identificarlos.
Aunque tienen una aparición comedida al inicio, pronto se convertirán en una amenaza

Por su parte, es interesante que hayan decidido acercarse a los zombis buscando realismo en la pantalla, destacando el trabajo del departamento de prótesis y maquillaje. También es digno el trabajo de VFX realizado para la película. Sorprende, eso sí, la decisión de utilizar un efecto de polvo para representar la sangre en los disparos (imagino que será para llegar a más público).

La música de Javier Rodero es correcta, acompañando la acción y aportando matices en las pausas.

Conclusión

Es sabido que, cuando hablamos de la Guerra Civil, hay que ir con pies de plomo, pues existen heridas y traumas que a muchos les siguen atormentando. Aunque el realismo está llevado a su recreación histórica visual, la trama busca alejarse y, aunque plantea personajes blancos y negros, la mayoría caminan en unos grises que parodian ambas posturas. Algunos verán esto como algo malo, otros simplemente se meterán en la trama y disfrutarán del proceso.


La película no presenta grandes pretensiones o reflexiones narrativas (ni parece buscarlas), quedando como un producto disfrutón si aceptas las bases sobre las que se ha construido. Además, parece querer abrirse a una posible secuela al tiempo que busca complementarse con productos de diferentes disciplinas como el cómic o el videojuego.

Malnazidos saldrá en los cines españoles el día 11 de marzo de 2022. Te gustará si te interesan las películas que tienen zombis y más si te gusta el humor español.
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De tierras gallegas con un lacón bajo el brazo. La vida frente a la pantalla me entregó unas gafas con las que veo en 8K. Me gustan las cosas bien narradas, sean del formato que sean. Mis estanterías están a rebosar de juegos, libros, miniaturas...

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