Portada artículo Vaiana

Si hace unos años te imaginaste cantando un «¿Qué hay más allá?» mientras surcabas por encima de las olas dirigiendo un camakau (¡búscalo!), es muy probable que seas uno de los espectadores que se dejó seducir por los colores y por la historia de quien sería la primera princesa Disney de Polinesia: Moana (o Vaiana en Europa por derechos de autor y Oceanía en Italia por coincidir con el nombre de una actriz Porno).  

El año en el que Pixar nos entregaba Buscando a Dory, 2016, Walt Disney Animation Studios publicaba Zootrópolis y recurría a una historia en la que una niña buscaba romper la maldición que sufría su pueblo por las acciones cometidas hace años por un semidiós llamada Maui. ¿Quieres saber más cosas sobre esta película? Sigue leyendo y comenta si alguna te ha sorprendido…


10 curiosidades de Vaiana

1ª – Documentación

Cuando se realiza un producto cultural en el que se muestra una cultura diferente a la del creador, sería interesante que hubiera cierto trabajo de documentación detrás para evitar los problemas que podemos encontrar en muchas de las producciones audiovisuales donde, según la nacionalidad del personaje, éste puede estar cargado de muchos estereotipos por el mero humor. Disney, conocedora de la importancia de este primer contacto con la cultura de Polinesia, juntó a un grupo de expertos llamado Oceanic Trust Story con los que se buscó dotar a la historia de más exactitud.
Todo en la película intenta ser lo más fiel a la realidad y a las culturas de las islas: vestuario,
herramientas, acciones…

2ª – La fidelidad de los trajes

¿Y cómo podemos empezar estas curiosidades sin hablar de Neysa Bové? Esta diseñadora de vestuario se encargó de presentar todos estilos que vistieron los distintos personajes a lo largo de la cinta, escogiendo para ello unos materiales y, por supuesto, unas telas que se pudieran encontrar en la realidad en la isla donde habita Moana. Esta fidelidad ha llevado a que muchas personas se preguntes sobre la «normalidad» de disfrazarse de estos personajes sin caer en la apropiación cultural.

3ª – Período histórico

Durante la fase de investigación de Disney, los que allí se encontraban se enteraron de que hubo un período en el Pacífico Sur en el que los antiguos polinesios dejaron de surcar las aguas explorando la zona. Este misterio, del cual no hay respuesta por ser una cultura de carácter oral, sirvió a los narradores para localizar la historia y justificar el viaje de Vaiana por el océano

4ª – Un músico de moda para la película de moda

Si eres fan de los musicales te sonarán In the Heights o Hamilton. ¿Qué tienen en común ambos? Pues que salen de la cabeza del compositor, dramaturgo, cantante y actor Lin-Manuel Miranda. Puede que le pongas cara si te digo que ha aparecido haciendo el papel de Jack en la película de Disney de El regreso de Mary Poppins. Este artista se encargó de la creación las canciones que se cantan durante la cinta, entregándonos grandes momentos como «De nada» o «Brillante».
«¡¡BRILLAAAANTEEE!!» En serio, una de mis escenas favoritas

5ª – Problemas con el protagonismo de la cinta

En las fases iniciales del desarrollo de la cinta, los creadores habían escogido un camino diferente al que pudimos ver en el resultado final. En esos primeros bocetos Maui se convertía en el protagonista, siendo Vaiana relegada a un rol secundario. Según avanzaron, se dieron cuenta de que esta vía no era la correcta y tomaron la decisión de cambiar los papeles. ¿Qué clase de película encontraríamos si no lo hubieran hecho?

6ª – Los nombres. Dime cómo te llamas…

Ya sabemos que, normalmente, a los escritores les gusta poner nombres curiosos a sus personajes que, en muchas ocasiones, significan algo más. Aquí nos encontramos con referencias desde el mismo título, pues Moana significa «océano» en las lenguas de las islas. Pero no es el único, Tala, su abuela, significa «historia» (gran significado para ella), Pua es «flor» y Tui, el padre de Vaiana, es un pájaro que habita en las islas.

7ª – El cielo nocturno es el de hace 2000 años

El cielo cambia y no solo visualmente, como cuando nos sentamos en la ventana a ver las horas pasar. Las estrellas se mueven, los planetas se mueven y, si un hombre de hace quinientos años lo viera ahora, notaría que hay algún cambio en él. El equipo de desarrollo lo sabía y por ello se puso en contacto con un grupo de astrónomos que les ayudaron a recrear esa inmensidad y darle más precisión, lo que nos lleva a…
El cielo está perfectamente documentado, tanto como el método de navegación

8ª – El método de navegación celeste de los polinesios

¿No te sorprendió cuando alzaban su mano al cielo para guiarse por las estrellas? Pues ese método es real. Los navegantes memorizaban los mapas estelares y conocían por dónde aparecían y por dónde se ponían las estrellas. Para ello utilizaban un método que les permitía saber exactamente hacia dónde se dirigían. Eso sí, esta técnica tiene que irse ajustando al movimiento de las estrellas que hemos explicado en el punto anterior. 

9ª – El pulso tecnológico para crear el océano y el agua

Cuando comenzaron a crear esta película, los animadores no sabían dónde se estaban metiendo. Una cosa es querer hacer una película donde la mayoría del tiempo aparezca agua y otra es querer darle un protagonismo y una calidad nunca antes vista. Los equipos de diseño, efectos, animación e iluminación pasaron gran parte de su tiempo tomando notas de cómo funcionaba el agua. Para ello, se iban a piscinas o al océano para conseguir la mayoría de referencias. Pero no quedó todo ahí. Tuvieron que diseñar nuevas herramientas para conseguir que el pelo o la arena interactuase correctamente con el agua. Y… ¿cuál es el resultado? Creo que valió la pena.
¡Qué bonita se ve el agua de esta película!

10ª – El «¡Míralo!» de la canción «Brillante»

Tengo que reconocerlo, esta es una de las escenas que más me gustan de toda la cinta y, por qué no decirlo, me da pena que el personaje de Tamatoa aparezca tan poco. Aun así, podemos observar como este canta una de las mejores canciones de la película: «Brillante». Si por un momento eres capaz de despegar la mirada de su hipnótico movimiento, podrás escuchar la letra y, llegado al momento, escuchar lo siguiente: «pero nunca un semidiós/ ganó a un decápodo, ¡míralo!«. ¿Qué nos quiere decir aquí? Si atendemos a las notas, Tamatoa es un Cangrejo de los cocoteros, un decápodo. Ahora el recochineo es doble.
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De tierras gallegas con un lacón bajo el brazo. La vida frente a la pantalla me entregó unas gafas con las que veo en 8K. Me gustan las cosas bien narradas, sean del formato que sean. Mis estanterías están a rebosar de juegos, libros, miniaturas...

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