Hoy te traigo el análisis de Rogue Lords para PC, un divertido juego tipo rogue-like donde tomarás el papel nada más y nada menos que del Diablo para recuperar tu lugar en el mundo de los mortales después de la última derrota a manos de los Cazadores de Demonios. Para ello, guiarás un grupo de míticos discípulos de las tinieblas e irás haciendo estragos entre los lugareños hasta alcanzar tu justa y merecida venganza. 

Con mucho cuidado en el detalle, un atractivo apartado gráfico y unas divertidas dinámicas, este juego promete horas y horas de diversión. Sigue leyendo para averiguar más, pero antes también podéis echar un ojo al unboxing del kit de prensa de Rogue Lords.

Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo

Hace 10 años que el Diablo fue expulsado de la Tierra por culpa de las fuerzas del Bien bajo las órdenes del maldito Van Helsing. Todo este tiempo en el Infierno ha servido para que se vaya fraguando a fuego lento su venganza.  Comandando un grupo de conocidos discípulos del mal (el jinete sin cabeza o Drácula por poner solo un par de ejemplos), pretende reclamar su trono en la Tierra. Pero el tiempo ha pasado para todos y frente a él se encontrará la férrea resistencia de las fuerzas del bien reunidas alrededor de un nuevo culto, la Sanctua Lumen, que no piensa rendirse ante los intentos de gloria y conquista del Príncipe del Infierno. Así que ahora te toca a ti tomar el mando y ponerte en la piel del diablo.
Al precio que está el gas natural, mantener el Infierno caldeado debe salir por un pico. Normal que el Diablo quiera volver al mundo de los vivos

Simpatía por el Diablo

Tu primera partida comenzará con una sucesión de imágenes mientras una voz (en inglés, oh, sorpresa)  narra la divertida premisa que te he comentado anteriormente. Enseguida se te ofrece jugar un tutorial en el que en unos pocos minutos tendrás cubiertos los principales aspectos del juego. Pero a ver qué analista resultaría yo si te dijera: “Déjate de leer, píllate el juego y saca tus propias conclusiones”. Uno bastante honrado, sí, pero de escaso éxito. Así que mejor quédate leyendo un ratito, a ver si soy capaz de explicártelo.

Básicamente se trata de que te desplaces por un mapa descubriendo localizaciones y escogiendo qué ruta es más propicia. En cada desplazamiento y nueva localización podrás encontrar ventajas, fruto del terror que provocan tus hazañas (tropelías más bien, claro) en los aldeanos, o desventajas, por la cantidad de adeptos que tiene el culto Sanctua Lumen en la zona o alguna pifia que hayas sufrido. Una vez en la localización, te encontrarás algún lugar donde mejorar algún aspecto de tus recursos, algún encuentro con algún personaje o evento, algún combate, o algún suceso al azar. Salir con éxito puedo darte grandes beneficios. Si no, acabarás con alguna desventaja o incluso con la partida. Escoger bien la ruta es algo primordial. No vayas al tuntún. No hagas como yo.
Aunque llevemos a una misión al Jinete Decapitado, tendremos que comernos mucho la cabeza

En principio manejarás a Drácula, al Jinete Decapitado y a Mary la Sanguinaria, pero se irán desbloqueando personajes conforme vayas jugando más y más. Cada uno cuenta con habilidades y características que les hacen especiales y que podrán mejorar o empeorar según te vaya yendo la partida. Elegir un buen grupete es fundamental cuando ya se controla el juego.

En los combates, al comienzo de cada turno, sabrás de antemano qué pretende hacer el enemigo, así que plantear una estrategia inteligente a corto y medio plazo es esencial. Tanto tus discípulos como los enemigos cuentan con una barra de daño físico y otro, por así decirlo, espiritual. Perder cualquiera de ellas ocasiona la muerte del personaje y, si es uno de tus discípulos, el fin de la partida. No obstante, aún habiendo agotado alguna de las barras, se cuenta con la posibilidad de seguir, incluso con habilidades mejoradas por ello, hasta que se recibe el golpe de gracia. Por turnos, irás decidiendo qué habilidades o ataques utilizar, gastando puntos de acción. Cada uno podrá aportar ventajas, desventajas, alterar el combate, quitar daño físico, espiritual o ambos… Un amplísimo abanico de posibilidades. Tras el uso de una habilidad, se agotará, siendo necesario reactivarla de una u otra manera. Tiene más miga de lo que parece y, aunque a veces los combates tienen una dificultad absurdamente alta, son bastante sesudos y divertidos.
Al ir avanzando, descubriremos zonas nuevas repletas de amenazas u oportunidades. Mucho ojo por dónde vas

Los eventos de los que hablaba antes te permiten interactuar con La Parca a cambio de las almas de pobres mortales que vayas cosechando; recuperar tu esencia diabólica (perderla del todo es otro motivo del fin de la partida); mejorar las características de los discípulos; conseguir habilidades nuevas o mejorarlas; o incluso encontrar poderosas reliquias que te ayuden a restablecer tu poder. El éxito o el fracaso dependerá de las decisiones que tomes y de las características que tenga quien hayas mandado a acometer la tarea. Así, irás avanzando por el mapa, alcanzando capítulos de la historia que, recogidos en un libro, marcarán tu avance por la campaña.

Básicamente esto es todo ¿no? ¡No! ¡Pues claro que no! He dejado para el final el que sin duda me parece el aspecto más divertido del juego. A ver, que controlas al Diablo ¿recuerdas? Pues resulta que puedes acceder a un modo especial, un «modo diabólico«, donde gastando tu esencia diabólica alterarás el curso de los acontecimientos. ¿Qué hay en el mapa una zona chunga que quieres evitar? ¡Puedes crear un portal demoniaco y evitarla! ¿Qué en un determinado evento tus posibilidades de éxito son ridículas? ¡Pues puedes inclinar la balanza de la fortuna a tu favor! ¿Qué en un combate un discípulo se te ha quedado sin energía? ¡Pues puede recuperarla por tu intercesión demoniaca! Alterarás casi todos los aspectos de la partida a tu antojo pero ¡cuidado!, a costa de un recurso vital muy escaso. Así que no te vengas demasiado arriba.

El Diablo está en los detalles

Los gráficos, música y efectos sonoros del juego están muy bien cuidados y aportan mucha calidad al título. Visualmente tiene un aspecto muy de dibujos animados, muy de cómic, con unos trazos elegantes y un colorido precioso pero, a la vez, dotados de un aire desenfadado muy atractivo. Voces que van narrando lo que sucede, sonidos, música… Todo muy acorde para un juego de esta índole.
El juego me ha encantado y, sin duda, el estilo gráfico que han adoptado es totalmente mi rollo

Como comento al principio del análisis, el juego tiene voces en inglés, pero está perfectamente traducido al español para que no te pierdas ni un detalle de las maldades del protagonista.

Conclusión

Rogue Lords es un rogue-like divertido, ameno y muy salado. Un juego para echarle horas y horas e intentar buscar combinaciones y estrategias rompedoras. Puede resultar frustrante al principio, pero todo forma parte de la curva de aprendizaje. Salvados los pequeños cabreos iniciales, el juego se pone interesante. Si te gustan los juegos rogue-like, este sin duda no te defraudará. Y si no, tiene suficientes méritos y atractivo para que te empiecen a gustar. Su estética y el giro que le da el poder alterar el curso de ciertos acontecimientos, lo hacen muy especial.

Rogue Lords ya está disponible para PC en Steam y Epic.

Lo mejor

-El aire de dibujos animados que tiene todo el juego
-La cantidad de horas de entretenimiento que promete
-El poder hacer “diabluras” y alterar los acontecimientos del juego

Lo peor

-Hay momentos en que el juego es absurdamente difícil y no parece justo
-En algunos combates hay combinaciones enemigas que los hacen largos y tediosos


Este análisis se ha realizado con un ordenador de las siguientes características:
– Sistema operativo: Windows 10
– Procesador: Intel Core i7-9750H CPU @ 2.60GHz
– Tarjeta gráfica: Nvidia GeForce GTX 1650
– Memoria RAM: 16GB de RAM
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