Hoy os traemos el análisis de Diablo 2: Resurrected para PlayStation 4. Y para empezar, queremos hacer mención especial a la nostalgia, esa poderosa fuerza universal que puede ser nuestra aliada haciéndonos redescubrir cosas increíbles y que habíamos olvidado de nuestra juventud o nuestra peor enemiga haciéndonos ver que lo que de pequeños veíamos como el súmmum, realmente se aleja bastante de esa grandeza ya fuera porque no conocíamos nada mejor o porque simplemente nos marcó el corazón. 

En el mundo de los videojuegos desgraciadamente solemos tenerla como enemiga, ya que suelen tirar de ella para sacar títulos al mercado que no son más que la sombra de lo que fueron o para simplemente dar una experiencia “mejor” a precio de oro. Pero hoy no es ese día, porque en nuestras manos y proveniente de Blizzard en conjunción con Vicarious Visions, tenemos el remaster del que fue la obra de culto de nuestra infancia y adolescencia teniendo como resultado la obra maestra para volver a sentirse como un chavalillo de 11 años con su primer PC.

¿Listos para enfrentaros al Diablo?

Sympathy For The Devil

En Diablo 2: Resurrected tenemos la experiencia definitiva de Diablo 2 más todos los contenidos de su expansión Lords of destruction. Quienes hayáis jugado previamente, no tardareis nada en haceros con el juego porque ese es el gran acierto que tiene, que la experiencia del original se ha mantenido sin alteraciones. Con esto en mente debemos saber que tenemos un juego de rol de la vieja escuela, con extensos mapas abiertos, angustiosas y oscuras mazmorras generadas de manera aleatoria cada vez que abrimos el juego y una vista isométrica que se ve en muy pocos juegos actuales porque se cree desfasada, pero que sigue demostrando que para una saga rolera no tan centrada en el combate cuerpo a cuerpo y de estilo Souls le viene que ni pintado.


En todo este escenario haremos frente a hordas de enemigos con una variedad digna de envidiar y grandes diferencias entre unos y otros. Podremos encontrar desde magos, que nos lanzaran rayos, hasta gusanos gigantes de tierra, pasando por demonios, zombis o aves gigantes. Estos enemigos nos ayudarán con nuestra progresión, dándonos experiencia para subir niveles y poder mejorar los atributos y habilidades de nuestro personaje, así como ganar objetos y oro que podremos vender en la tienda. Esto ultimo es muy importante, ya que es un juego hardcore hasta en la gestión del inventario, que nos hará replantearnos si vender ya ese bastón legendario o si podemos aguantarlo hasta el nivel 31.

El farmeo sigue siendo una parte importante en el juego, ya que llegados a cierto punto subir de nivel será una ardua tarea, y nos vendrá bien conseguir toda la experiencia y oro que podamos puesto que lo que nos encontremos después será mucho más complicado que lo que enfrentamos ahora. Esto podría volverse tedioso para los estándares actuales y podría haberse optimizado de alguna forma, pero por otro lado la diversión que da y lo adictivo del gameplay hacen que no nos importe recorrer dos o tres veces la misma mazmorra, porque el mapeado de ésta será diferente y el loteo de los enemigos también. 


Este loteo es otro de los puntales del título, ya que es exigente en el sentido de que deberemos elegir con cuidado nuestro atuendo y armas para mejorar correctamente lo que más necesitamos para el combate, ya que una vez entremos en materia veremos que hay dos o tres habilidades que nos resultarán más cómodas y basaremos nuestra estrategia en ellas y en mejorarlas. Por lo que saber si necesitamos un lanzamiento de hechizos, una mayor capacidad de vida o una mayor regeneración de mana es la clave del éxito y que nos dará una gran satisfacción una vez hayamos terminado con ese escurridizo enemigo de la forma que nosotros queríamos.

Shout at the Devil

Para acompañarnos en nuestra aventura tendremos las cinco clases del juego clásico: amazona, nigromante, bárbaro, paladín y hechicera, así como las dos disponibles en la expansión original, druida y asesino. Esta variedad de estilos de juego es más que suficiente para dar horas y horas disfrutando con cada uno de ellos y que aconsejamos probar un poquito antes de meterte más en materia en Diablo 2: Resurrected para ver si tu estilo es ir cuerpo a cuerpo con un bárbaro, lanzar magia desde lejos con la hechicera o convocar bestias salvajes con el druida. También encontraremos objetos exclusivos para cada clase, pero que podremos compartir mediante las casillas compartidas del alijo, así que hay que fijarse bien porque lo que no sirva para uno puede valer para el otro.


Al igual que el juego original, dispondremos de varias dificultades que se irán desbloqueando a medida que hayamos completado el juego en la anterior. Empezaremos en Normal, desbloqueando posteriormente el modo Pesadilla en el que tendremos más debilidades, mayor nivel de enemigos y una perdida del 5% de la experiencia acumulada para pasar al siguiente nivel, cosas que se verán acentuadas en la dificultad Infierno siendo mucho más débiles y perdiendo mucha más experiencia. También contamos, al igual que en el original, con la posibilidad de crear personajes con permadeath, o muerte permanente, con los que habrá que tener muchísimo cuidado de no morir si no queremos tener que empezar de 0. Además, podremos jugar solos o acompañados con un modo online cooperativo de hasta 8 jugadores.


Todas estas ideas portadas del juego original se unen a pequeñas mejoras en la calidad de vida del juego, como una mejor visibilidad de los objetos que dejan caer los enemigos, recogida automática del oro, un mayor tamaño del alijo que pasa a ser una cuadricula de 10×10 o pequeñas mejoras en la interfaz de usuario. El control también se ha mejorado para poder adaptarlo al juego con mando y, aunque no sea tan preciso como con teclado y ratón, se defiende bastante bien teniendo 12 habilidades rápidas para usar en combate, uso rápido de objetos y un movimiento más que correcto con el uso de los joystick.

Runnin’ With The Devil

Gráficamente es la parte mas destacable de este remaster, ya que es donde más diferencias nos encontramos con la versión original. Tenemos mejoras en las texturas que nos dan unos personajes y escenarios en un 3D de nueva generación, lejos del 2D del original. Las partículas en pantalla también se han mejorado, siendo notables en el lanzamiento de hechizos o auras en nuestro personaje, así como los efectos visuales de envenenamiento o congelación. Los FPS se mantienen estables pese a que haya mucha acción en pantalla, cosa que se agradece para tener una experiencia lo más fluida posible.


Aquí nos gustaría también hacer hincapié en un modo que nos han querido mantener a nivel visual, que no es otro que el modo clásico. Con una simple combinación de botones podremos cambiar en un instante del modo 3D a modo 2D original de la saga en formato 4:3, siendo toda una delicia poder jugar en consolas a ese chorro de pixeles tan característicos y que nos permitirá revivir el juego original con las mejoras de calidad de vida implementadas en este remaster


A nivel de sonido también se han mejorado los efectos de fondo tales como el sonido de los animales, las pisadas o los efectos en el combate, pero manteniendo las melodías originales que tan bien elegidas para cada ocasión. Además, se ha agregado sonido envolvente, así que si tienes un sistema de altavoces o unos cascos 7.1 lo vas a disfrutar de lo lindo. Tanto los textos como el doblaje son en castellano, cosa que se agradece aunque sean frases simples como cuando nuestro personaje dice que necesita mana o que no puede atacar mientras está en una ciudad.

Conclusión

Diablo 2: Resurrected es la experiencia definitiva del título, mejorando lo justo para engrandecer aún más la obra maestra que ya era. Tenemos ante nosotros un juego pulido gráficamente y que no tiene nada que envidiar a títulos de nueva generación. Disfrutaremos de horas más que de sobra con la campaña principal, con la expansión y repitiendo el juego una y otra vez para poder probar todas las clases que tenemos disponibles. 

Sí es cierto que como título de entrada al género puede ser un poco hardcore para jugadores no habituados al estilo que tiene al ser un juego de la vieja escuela, pero que si le damos una oportunidad, nos atrapará como ninguno. Para los conocedores es un must have en tu colección pese a que no encontremos ninguna mejora a nivel jugable sustancial en relación al juego original.

Diablo 2: Resurrected ya está disponible en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series, Nintendo Switch y PC

Lo mejor

– La mejor experiencia de un juego que ya de por sí destacaba en todos los aspectos
– Las texturas en 3D están muy cuidadas tanto en personajes como en escenarios
– Jugabilidad fluida y adaptada perfectamente al uso del mando en consolas
– Modo clásico muy adictivo para poder jugar al título en el original en 2D

Lo peor

– Ninguna innovación extra a nivel jugable
– Para jugadores nuevos en el género puede hacerse cuesta arriba
– No se ha incluido multijugador local, característica que era muy reclamada por la comunidad
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Informático, seriefilo y gamer de corazón. Me emociona la saga Final Fantasy, me apasiona Dragon Ball y me atrae el mundo del cosplay. A parte de eso, de vez en cuando juego a miles de juegos para Android, leo y escribo, y paso el tiempo que me queda escribiendo análisis y artículos que espero que os entretengan.

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